¿Será "Rambo: Last Blood" la película "favorita de Trump" este año?
- por © Redacción-NOTICINE.com
Las críticas de "Rambo: Last Blood", estrenada este viernes, no han sido buenas. En RottenTomatoes, los críticos, que -honestamente- nunca han simpatizado con el paso por la gran pantalla del personaje, con excepción del debut de la saga en el año 1982, la han considerado negativamente en el 64% de sus artículos. Muchos han visto -pese a lo que las declaraciones de Adriana Barraza en sentido contrario- que el film resulta xenófobo hacia los mexicanos, además de hiperviolento. Incluso uno de los críticos sostiene en que va a ser la "película favorita" del presidente estadounidense Donald Trump, por su obsesión con los "bad hombres".
"Rambo: Last Blood" ha llegado a los cines con no poca competencia, esta semana, ya que simultaneamente debutaron “Downton Abbey”, versión fílmica de la popular teleserie británica, y la cinta de ciencia ficción con Brad Pitt “Ad Astra”, bastante mejor consideradas por los columnistas y que de hecho en las previews nocturnas del jueves la adelantaron en ingresos.
Del nuevo film de Sylvester Stallone, cuyo personaje siempre ha mostrado poca simpatía con los extranjeros, especialmente si eran comunistas o islámicos, ya saben que ahora los villanos son narcos mexicanos (aunque la película se filmó entre Bulgaria y España), y este hecho, en la actual coyuntura política relacionada con la inmigración, no ha pasado desapercibido a los críticos.
"En el entorno cultural hipersensible de 2019, la representación de los jefes asesinos criminales mexicanos y sus aterradas esclavas sexuales que se encuentran con un salvador blanco no es tan fácil de tragar", afirma Eric Kohn en IndieWire.
"El Rambo de la era Trump es esencialmente un muro humano que mantiene a Estados Unidos a salvo de los violadores y asesinos mexicanos", escribe por su parte Vincent Mancini en FilmDrunk.
Varios comentaristas más aluden al contenido xenófobo de la película, coescrita por el propio Stallone y dirigida por Adrian Grunberg, y la llaman "racista", aunque la mayoría destacan antes la sobresaliente violencia de las imágenes, que entran de lleno en el terreno del gore. "Incluye la que podría ser la escena más violenta del año", sostiene Johnny Oleksinski en el New York Post.
"Es horrible, una desgarradora carnicería, y sin embargo, ha sido calibrada para provocar gritos y vítores de los fanáticos", opina Peter Debruge en Variety.
Lo cierto es que mientras Trump considera si compensa más colocar en la frontera a Rambo que un muro, por ser igual de infranqueable pero mucho más barato, no parece que logre "Last Blood" quedar entre las tres más taquilleras del fin de semana norteamericano.
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"Rambo: Last Blood" ha llegado a los cines con no poca competencia, esta semana, ya que simultaneamente debutaron “Downton Abbey”, versión fílmica de la popular teleserie británica, y la cinta de ciencia ficción con Brad Pitt “Ad Astra”, bastante mejor consideradas por los columnistas y que de hecho en las previews nocturnas del jueves la adelantaron en ingresos.
Del nuevo film de Sylvester Stallone, cuyo personaje siempre ha mostrado poca simpatía con los extranjeros, especialmente si eran comunistas o islámicos, ya saben que ahora los villanos son narcos mexicanos (aunque la película se filmó entre Bulgaria y España), y este hecho, en la actual coyuntura política relacionada con la inmigración, no ha pasado desapercibido a los críticos.
"En el entorno cultural hipersensible de 2019, la representación de los jefes asesinos criminales mexicanos y sus aterradas esclavas sexuales que se encuentran con un salvador blanco no es tan fácil de tragar", afirma Eric Kohn en IndieWire.
"El Rambo de la era Trump es esencialmente un muro humano que mantiene a Estados Unidos a salvo de los violadores y asesinos mexicanos", escribe por su parte Vincent Mancini en FilmDrunk.
Varios comentaristas más aluden al contenido xenófobo de la película, coescrita por el propio Stallone y dirigida por Adrian Grunberg, y la llaman "racista", aunque la mayoría destacan antes la sobresaliente violencia de las imágenes, que entran de lleno en el terreno del gore. "Incluye la que podría ser la escena más violenta del año", sostiene Johnny Oleksinski en el New York Post.
"Es horrible, una desgarradora carnicería, y sin embargo, ha sido calibrada para provocar gritos y vítores de los fanáticos", opina Peter Debruge en Variety.
Lo cierto es que mientras Trump considera si compensa más colocar en la frontera a Rambo que un muro, por ser igual de infranqueable pero mucho más barato, no parece que logre "Last Blood" quedar entre las tres más taquilleras del fin de semana norteamericano.
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