Países claves en la animación iberoamericana mantuvieron la animación pese al COVID-19
- por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
Un estudio de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana ha confirmado que la animación ha sobrevivido, gracias a las características propias del género, a la crisis del coronavirus que tanto ha afectado al cine en general. El informe, conocido como "Resiliencia en la Animación", y realizado por Marta Jiménez Pumares, ha comprobado el impacto que ha tenido la pandemia en el sector y la capacidad de adaptación de la misma a los cambios. Contó con la colaboración entre el Programa Ibermedia, Tenerife Film Commission y las asociaciones iberoamericanas productoras, un total de trece, y creadores de contenido animado de países como España, México, Paraguay, Portugal, Argentina y Chile.
Todo ello ha sido apoyado por los datos del Libro Blanco Quirino de Animación Iberoamericana, dónde se encuentran la mayoría de información relevante en lo que ello respecta.
Por suerte, la paralización de la industria cinematográfica no ha sido especialmente dura en el mundo de la animación iberoamericana. Para saber cómo ha afectado se ha puesto en contacto con 13 asociaciones profesionales de diferentes países y les ha planteado la misma encuesta a cada uno de ellos. De las respuestas se han obtenido datos más que esperanzadores, como que ninguno de los principales naciones productoras de dicho contenido, como son España, México, Paraguay, Portugal, Argentina, y Chile, ha bajado el ritmo de trabajo que se ha mantenido prácticamente al 100 % o que en el 85 % de dichas organizaciones consultadas no se han detectado el cierre de ninguna empresa del sector, pese a que sí que ha habido una reducción de personal.
En "Resiliencia en la Animación" no sólo se ha hablado de la pandemia exclusivamente en ese ámbito, también en su distribución y exhibición, creación de eventos determinados o las ayudas gubernamentales a las compañías productoras. En estos aspectos sí que se ve más perjudicada, pero no más que el resto del mundo cinematográfico, muy maltratado en este último año. Finalmente analiza las posibilidades que se abren a este sector de cara al futuro próximo, que pese a no verse una clara luz al final del túnel sí está resurgiendo poco a poco, siguiendo la tendencia ascendente en la que se estaba encontrando la animación iberoamericana con películas tan afamadas como "Klaus" o "Atrapa la bandera".
Para ello, Jiménez Pumares, considera fundamental el apoyo institucional a los contenidos audiovisuales para un crecimiento sostenible de la producción. Como ejemplo pone a la isla de Tenerife, a través de su organismo encargado la Tenerife Film Commission, que tras una fuerte inversión inicial y unos incentivos fiscales ventajosos para la creación cinematográfica pasó en dos años, en el 2015, de tener dos estudios de animación locales y una treintena de empleados, a siete y más de trescientas personas trabajando en el sector. Con la crisis sanitaria han implementado una reducción de los impuestos de hasta el 50 % en el primer millón y del 45 % a partir esa cifra para el resto de la producción, siendo así la más baja de todo el mundo.
La encargada de llevar a cabo el estudio ha sido Marta Jiménez Pumares, analista experta en Mercados Europeos de TV y Vídeos Bajo Demanda en el Observatorio Europeo Audiovisual, con una extensa trayectoria en el terreno. En 2015 ya fue la encargada del proyecto "Mapping The Animation Industry in Europe / Cartografía de la industria de la animación en Europa" sobre el mismo aspecto pero en el viejo continente. Como conclusión ha querido recalcar que: "si hay un sector industrial que ha sido capaz de reaccionar al golpe de la pandemia de la COVID-19, ha sido el de la industria de la animación y los efectos visuales, puesto que la pandemia ha sido un acelerador de procesos que ya estaban siendo implantados".
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Por suerte, la paralización de la industria cinematográfica no ha sido especialmente dura en el mundo de la animación iberoamericana. Para saber cómo ha afectado se ha puesto en contacto con 13 asociaciones profesionales de diferentes países y les ha planteado la misma encuesta a cada uno de ellos. De las respuestas se han obtenido datos más que esperanzadores, como que ninguno de los principales naciones productoras de dicho contenido, como son España, México, Paraguay, Portugal, Argentina, y Chile, ha bajado el ritmo de trabajo que se ha mantenido prácticamente al 100 % o que en el 85 % de dichas organizaciones consultadas no se han detectado el cierre de ninguna empresa del sector, pese a que sí que ha habido una reducción de personal.
En "Resiliencia en la Animación" no sólo se ha hablado de la pandemia exclusivamente en ese ámbito, también en su distribución y exhibición, creación de eventos determinados o las ayudas gubernamentales a las compañías productoras. En estos aspectos sí que se ve más perjudicada, pero no más que el resto del mundo cinematográfico, muy maltratado en este último año. Finalmente analiza las posibilidades que se abren a este sector de cara al futuro próximo, que pese a no verse una clara luz al final del túnel sí está resurgiendo poco a poco, siguiendo la tendencia ascendente en la que se estaba encontrando la animación iberoamericana con películas tan afamadas como "Klaus" o "Atrapa la bandera".
Para ello, Jiménez Pumares, considera fundamental el apoyo institucional a los contenidos audiovisuales para un crecimiento sostenible de la producción. Como ejemplo pone a la isla de Tenerife, a través de su organismo encargado la Tenerife Film Commission, que tras una fuerte inversión inicial y unos incentivos fiscales ventajosos para la creación cinematográfica pasó en dos años, en el 2015, de tener dos estudios de animación locales y una treintena de empleados, a siete y más de trescientas personas trabajando en el sector. Con la crisis sanitaria han implementado una reducción de los impuestos de hasta el 50 % en el primer millón y del 45 % a partir esa cifra para el resto de la producción, siendo así la más baja de todo el mundo.
La encargada de llevar a cabo el estudio ha sido Marta Jiménez Pumares, analista experta en Mercados Europeos de TV y Vídeos Bajo Demanda en el Observatorio Europeo Audiovisual, con una extensa trayectoria en el terreno. En 2015 ya fue la encargada del proyecto "Mapping The Animation Industry in Europe / Cartografía de la industria de la animación en Europa" sobre el mismo aspecto pero en el viejo continente. Como conclusión ha querido recalcar que: "si hay un sector industrial que ha sido capaz de reaccionar al golpe de la pandemia de la COVID-19, ha sido el de la industria de la animación y los efectos visuales, puesto que la pandemia ha sido un acelerador de procesos que ya estaban siendo implantados".
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