Alfredo Castro intenta reavivar su teatro chileno, herido por el coronavirus

por © Alvaro Juanas-NOTICINE.com
Alfredo Castro
Alfredo Castro
El chileno Alfredo Castro ("Neruda") se encuentra entre los grandes damnificados por la pandemia del coronavirus con su Teatro La Memoria cerrado durante más de diez meses y todos sus proyectos sobre las tablas paralizados o aplazados. Ante esta situación, que teme se prolongue todo el año, ha optado por estrenar una obra por internet. "Yo entendí que iba a ser largo, y ahora entiendo que va a ser mucho más largo. Esto va a ser por lo menos un año más. No hay bola de cristal que sirva. Yo creo en los científicos, y lo que dicen es que mientras Chile no tenga vacunado al 80% de su población, es imposible funcionar", ha comentado.

El hoy más internacional de los actores chilenos, con éxitos recientes como "El Príncipe", de Sebastián Muñoz; "Tengo miedo torero", de Rodrigo Sepúlveda, o la serie "La Jauría", confesaba a La Tercera su desazón ante el efecto de la pandemia para la cultura en general y el teatro en particular, y la alternativa que propone el gobierno, con un plan paso a paso, que permitirá teatros, cines y otros espectáculos, en Fase 3: "Esta medida no es ninguna ayuda, porque nadie está en fase 3. Ningún teatro se sostiene con un aforo de 75 personas, lo hemos dicho hasta el cansancio".

Le preocupa especialmente la pervivencia de la cultura económicamente porque como ha explicado "un teatro no soy yo, no es Benjamín Vicuña (Mori), no es Juan Pablo Sáez (San Ginés). Son 7, 20… 60 familias que trabajan en ese lugar. Y la plata que estamos pidiendo no es para nosotros, es para los trabajadores". Se ha intentado cambiar la forma del rodaje pero el director considera que la nueva forma de hacer cine, de forma telemática, no ha conseguido convencer y sólo ha logrado que "la gente esté cansada del Zoom, ya no soportan a un actor o actriz más hablándole directo a la cámara". Castro está de acuerdo con el público en este aspecto porque "eso no es teatro", pese a ello se resigna porque es "la historia que nos ha tocado vivir".

Por suerte ha podido lanzar su obra "La clausura del amor" con la ayuda de de la Fundación Teatro a mil, con la que se siente en deuda: "Fitam nos salvó la vida. En octubre nos preguntaron cómo estábamos, y yo les dije que mal. Así nos ofrecieron una coproducción. Nuestro agradecimiento a esa solidaridad es infinita". La historia escrita por el francés Pascal Rambert ("Deseo / Désir") cuenta la separación de una pareja de actores que llevaban juntos durante años. El propio director la ha definido como "una maravilla, de mucha sensibilidad, y muy distinto a lo que hemos visto que ellos hacen en sus intervenciones, me parece que en estos momentos es lo que la humanidad necesita, lo que el público quiere escuchar".

Hacía mucho que Castro no estaba en el foco mediático ya que no es muy dado a polémicas. La última vez se dio por unas declaraciones en la Revista Mensaje, a raíz de que rechazara ser candidato en el constituyente chileno, en la que explicaba que le parecía "un despropósito ser conocido y estar en la Constituyente". Esto causó mucho revuelo y tuvo que defenderse argumentando que no se dirigía a nadie en concreto sino que, simplemente, "según mi experiencia, y de lo que creo que debe ser un constituyente, yo no me siento preparado". Lo único que sí pidió que se tuviera en cuenta, porque no había tenido el protagonismo que debería hasta ahora, que "la cultura esté representada", en un territorio tan plurinacional y pluricultural como es Chile.

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