Melina León comparte la cara oculta de los contratos con Netflix
- por © Noemí Romero Vera-NOTICINE.com
Muchos cineastas saltan de alegría cuando sus películas son adquiridas por Netflix "en exclusividad", de manera que se estrenen directamente en la plataforma en línea. La peruana Melina León, que recientemente lanzó su premiado film "Canción sin nombre" en el servicio de streaming, reconoce que en esta moneda también hay una cara y una cruz: "Así como alivian el golpe económico, también golpean mucho con su deseo de exclusividad". En declaraciones a Libero.pe, la cineasta avanzó también su próximo proyecto, "San Blas".
Desde su estreno mundial hace ya más de año y medio en Cannes, de que meses atrás fuese propuesta para el Oscar internacional por Perú, y desde su estreno en Netflix el pasado 15 de enero tras la adquisición de sus derechos, la opera prima en blanco y negro "Canción sin nombre", de la directora andina Melina León, se enfrenta ahora a una cara "B" menos alegre.
El cierre generalizado de las salas de cine a causa de las restricciones sanitarias requeridas por la lucha contra el coronavirus privaron a la directora de poder hacer su debut en los cines de su país, y llevaron a su empresa de ventas internacionales (LuxBox) a tomar la decisión de aceptar la oferta de Netflix y estrenarla en la plataforma hasta que pasara lo peor de la segunda ola.
Para la cineasta, el que la película se estrenase en streaming en lugar de en los cines era algo que la despojaba de la experiencia común, física y mágica de las salas, como contó recientemente. Sin embargo, León se alegraba de las posibilidades que ofrecían estas plataformas, tanto a los cineastas como al público: "Ahora, como directora, entiendo la importancia de que el cineasta pueda tener un ingreso, orden y mercado". No obstante, lo que no sabía la directora era que las cláusulas del contrato firmado con Netflix le iban a privar también de poder mover su película por Perú y otros países.
"Sería lindo, porque así debería ser, pero Netflix prohíbe cualquier otra reproducción que no sea en su plataforma", contaba la cineasta en su entrevista con libero.pe. La realizadora y coproductora había pensado en otras formas de exhibición alternativas para quienes viven en zonas de desconexión, la plataforma les ofreció un contrato donde solo tenían la posibilidad de realizar 21 proyecciones públicas en todo su país.
Netflix tiene diferentes tipos de adquisiciones, desde derechos compartidos (series o films que se emiten después de su paso por otros canales o incluso que se comparten con otras plataformas en línea), la adquisición de los derechos exclusivos de streaming con posterioridad al estreno en salas, o directamente la compra de la película a sus productores incluso antes o durante el rodaje, de manera que o su paso por salas será simbólico (como "Roma" o "El irlandés / The Irishman") o directamente no se verá en pantalla grande.
Si, como parece ser el caso de "Canción sin nombre", los derechos que compró Netflix son mundiales y exclusivos, los productores quedan con las manos atadas a la hora de difundir su cinta incluso en mercados o zonas donde la plataforma no tiene presencia.
En sus declaraciones, León avanza que si bien en sus próximos proyectos no planea seguir una línea tan trágica, planea explorar otros tonos, ahondar en su raza, su cultura, y en definitiva, en su carácter andino a través de una búsqueda de su pasado, su presente, y lo que significa ser peruano hoy día.
Actualmente se encuentra trabajando en una película llamada "San Blas", ambientada en la ciudad de Cuzco, y que cuenta como protagonista con una niña epiléptica de 12 años que es parte de una familia de artesanos que reciben un encargo del Rey de España para hacer una colección de vírgenes. La niña irá descubriendo que es artista en un proceso en el que se relacionarán temas como el arte, el amor y la muerte.
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Desde su estreno mundial hace ya más de año y medio en Cannes, de que meses atrás fuese propuesta para el Oscar internacional por Perú, y desde su estreno en Netflix el pasado 15 de enero tras la adquisición de sus derechos, la opera prima en blanco y negro "Canción sin nombre", de la directora andina Melina León, se enfrenta ahora a una cara "B" menos alegre.
El cierre generalizado de las salas de cine a causa de las restricciones sanitarias requeridas por la lucha contra el coronavirus privaron a la directora de poder hacer su debut en los cines de su país, y llevaron a su empresa de ventas internacionales (LuxBox) a tomar la decisión de aceptar la oferta de Netflix y estrenarla en la plataforma hasta que pasara lo peor de la segunda ola.
Para la cineasta, el que la película se estrenase en streaming en lugar de en los cines era algo que la despojaba de la experiencia común, física y mágica de las salas, como contó recientemente. Sin embargo, León se alegraba de las posibilidades que ofrecían estas plataformas, tanto a los cineastas como al público: "Ahora, como directora, entiendo la importancia de que el cineasta pueda tener un ingreso, orden y mercado". No obstante, lo que no sabía la directora era que las cláusulas del contrato firmado con Netflix le iban a privar también de poder mover su película por Perú y otros países.
"Sería lindo, porque así debería ser, pero Netflix prohíbe cualquier otra reproducción que no sea en su plataforma", contaba la cineasta en su entrevista con libero.pe. La realizadora y coproductora había pensado en otras formas de exhibición alternativas para quienes viven en zonas de desconexión, la plataforma les ofreció un contrato donde solo tenían la posibilidad de realizar 21 proyecciones públicas en todo su país.
Netflix tiene diferentes tipos de adquisiciones, desde derechos compartidos (series o films que se emiten después de su paso por otros canales o incluso que se comparten con otras plataformas en línea), la adquisición de los derechos exclusivos de streaming con posterioridad al estreno en salas, o directamente la compra de la película a sus productores incluso antes o durante el rodaje, de manera que o su paso por salas será simbólico (como "Roma" o "El irlandés / The Irishman") o directamente no se verá en pantalla grande.
Si, como parece ser el caso de "Canción sin nombre", los derechos que compró Netflix son mundiales y exclusivos, los productores quedan con las manos atadas a la hora de difundir su cinta incluso en mercados o zonas donde la plataforma no tiene presencia.
En sus declaraciones, León avanza que si bien en sus próximos proyectos no planea seguir una línea tan trágica, planea explorar otros tonos, ahondar en su raza, su cultura, y en definitiva, en su carácter andino a través de una búsqueda de su pasado, su presente, y lo que significa ser peruano hoy día.
Actualmente se encuentra trabajando en una película llamada "San Blas", ambientada en la ciudad de Cuzco, y que cuenta como protagonista con una niña epiléptica de 12 años que es parte de una familia de artesanos que reciben un encargo del Rey de España para hacer una colección de vírgenes. La niña irá descubriendo que es artista en un proceso en el que se relacionarán temas como el arte, el amor y la muerte.
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