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Los Globos de Oro ya están aquí y esta vez la persona que recibirá el premio Cecil B. DeMille, reconocimiento a toda una carrera de éxitos, será la icónica Jane Fonda. La doblemente oscarizada actriz por "Klute / El pasado me condena / Mi pasado me condena" y "El regreso / Regreso sin gloria / Coming Home" acumula tantos galardones casi como películas en las que ha trabajado. Es algo que no ha pillado de sorpresa a la intérprete, pero como ella misma ha declarado no por ello le ha hecho menos ilusión. Por cierto, la veterana actriz que combina glamour maduro y reivindicaciones políticas, es una firme defensora de "La Llorona", por su activismo en favor de las indígenas centroamericanas.

A consecuencia del próximo honor que recibirá, la revista Variety ha querido charlar con ella sobre su vida, que siempre se ha debatido entre el cine y su activismo público.

Con la entrega del Cecil B. DeMille, uno de los pocos premios que le faltan, casi se completa uno de los palmarés más envidiables de la industria cinematográfica. La estadounidense tiene en su haber dos Oscars, dos premios BAFTA (British Academy Film Awards), siete Globos de Oro, un Emmy y como no podía faltar, una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.
La hija del gran astro Henry Fonda ha contado a modo de anécdota graciosa que una vez montó una estantería para colocar sus reconocimientos y "les puse todos mis premios. Y los estantes se rompieron, tuve suficiente para hacer que se rompieran", algo que aprendió de su relación amorosa con el fundador de la cadena CNN, Ted Turner, quien "tiene una oficina que es del tamaño de un campo de fútbol. Y está lleno de trofeos de su navegación".

Pero si un hecho han querido resaltar es su faceta como activista, la cual la ha llevado incluso a mudarse a vivir a Washington DC para protestar todos los viernes frente al Capitolio en su lucha contra el cambio climático. Algo que viene de lejos teniendo en cuenta que su icónica foto en comisaría data del año 1970, una imagen que ha quedado en el imaginario colectivo de la sociedad. Un compromiso que no cesó, protagonizando en 1972 el "FTA Show" que ridiculizaba la Guerra del Vietnam y que se realizó en bases militares de Hawai, Filipinas y Japón, que está siendo restaurado por Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood por lo que Fonda se ha mostrado satisfecha porque "está este falso mito de que el movimiento por la paz estaba aquí, y los soldados estaban aquí y odiaban el movimiento por la paz".

Su lucha por los más desfavorecidos y contraria a los que ella considera "causas justas" no siempre le ha valido la simpatía de los estadounidenses, ese mismo año del "FTA Show" fue duramente criticada por realizar una gira por Vietnam, tanto que le valió el apodo despectivo de "Hanoi Jane". Sin embargo, esto no le ha hecho cesar en sus convicciones que en los últimos años se trasladaron al ex-presidente Donald Trump del que dijo que logró que "ninguno de nosotros se haya dado cuenta realmente de lo frágil que es la democracia es preocupante" y al movimiento Black Lives Matter que considera que fue un grito de "no podemos permitir que esta toxina homofóbica, racista, misógina y xenófoba se apodere de nuestro país. Tenemos que luchar".

Como no podía faltar, también ha querido hablar de su último trabajo "Grace and Frankie", que acumula seis temporadas en la plataforma de Netflix y por la que se ha llevado múltiples alabanzas, que ha destacado que está deseosa de ponerse delante de las cámaras de nuevo. Cabe destacar que la intérprete ha apadrinado la cinta de Jayro Bustamante "La Llorona", con el que ha mantenido una conversación en la que el cineasta ha asegurado que "sirve como una forma para que Guatemala confronte su pasado. Esta es una historia que algunos en el país preferirían no abordar. También sirve para dar voz a las mujeres". Fonda se ha declarado una seguidora de la misma, algo que viniendo de una artista de su talla se podría interpretar como un buen augurio.

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