Hacemos balance de los Premios Quirino con José Luis Farías: "Los eventos solo presenciales han muerto"
- por © Jon Apaolaza (La Laguna)-NOTICINE.com
Los Premios Quirino se han convertido en uno de los primeros eventos cinematográficos españoles con invitados y prensa como testigos presenciales. La cita anual de la animación iberoamericana, el año pasado, tuvo que realizarse de manera virtual, pero el equipo que capitanea José Luis Farías, que en 2020 tuvo que reinventarla en versión en línea, ha vuelto a conseguir un "más difícil todavía", además con un cambio de sede, desde Santa Cruz de Tenerife a la vecina San Cristobal de la Laguna. NOTICINE.com habló en exclusiva con el creador y director de los Quirino para hacer balance de la recién finalizada cuarta entrega.
- ¿Podríamos decir que esta ha sido la edición más dura de hacer de los Premios Quirino, o fue el año pasado?
Esta, sin duda alguna. Lo duro del año pasado fue asumir que no íbamos a poder reunirnos en persona y luego encontrar alternativas para suplir esa no presencia. Costó mucho tiempo y trabajo, pero lo de este al final han sido dos eventos. Hemos hecho todo lo del año pasado online, incluso más en algunas partes, y estamos haciendo el evento físico con todas las limitaciones del COVID. Así que sí, ha sido la más dura.
- ¿Cuánto les ha afectado la pandemia, especialmente en el tema de la presencia de gente de otros países?
Sí, uno de los problemas principales ha sido la afluencia. Por eso hemos mantenido la parte online. Mucha gente que iba a venir, especialmente de Latinoamérica, tenía problemas con volver a sus países, cuarentenas que tenían que pasar a la vuelta... Ha sido problemático. Los invitados han estado hasta el último momento pendientes de si podían venir, algunos hasta han conseguido vacunarse para poder hacerlo. No todos lo han logrado, esa es la parte agridulce. Pero como se ha hecho esa parte virtual, hemos conseguido suplirlo de alguna forma.
- La economía española ha sufrido también las consecuencias de la pandemia. Me imagino que habrán sufrido recortes presupuestarios, teniendo en cuenta las ayudas de algunas instituciones que les apoyaban. ¿Cree que esto podrá resolverse a partir del año que viene?
No lo tengo muy claro, pero sí que puedo decir que me tengo que quitar el sombrero con nuestros patrocinadores, porque han seguido apostando por nosotros. No ha habido ni un solo movimiento hacia atrás, sino todo lo contrario. Porque han entendido la importancia de mantener el apoyo a un evento que estructura al sector y que genera un beneficio directo e indirecto, tanto a Tenerife, en esta ocasión a San Cristóbal de La Laguna, como a todo el sector nacional e iberoamericano. Yo en ese sentido no me puedo quejar, sino todo lo contrario. Tengo que agradecer especialmente a Turismo de Tenerife su apuesta, que no se ha dudado en ningún momento. En cuanto a si esto se podrá recuperar en los próximos años, habrá gente que podrá y otra que desgraciadamente caiga, hablando de eventos. Creo que también ha habido una limpieza, una selección natural de la gente que realmente ha querido transformar su evento para seguir adelante y otros que han tenido que tirar la toalla, no porque ellos hayan querido, sino porque las circunstancias les han superado. Espero que todos los que nos dedicamos a esto podamos seguir con nuestros eventos, porque creo que hay que reclamar su importancia. Que la industria funcione y que haya más financiación es importante, pero que podamos encontrar un punto de encuentro para colaborar, coproducir y enseñarle al mundo lo que se está haciendo me parece fundamental.
- ¿Han tenido, por ejemplo, alguna crítica por el hecho de que haya cuatro candidatas a mejor película de animación y ninguna sea española?
No, para nada. Además, yo creo que hemos sabido diferenciar muy bien dónde se celebra y qué estamos celebrando, porque son dos cosas muy distintas. En ese sentido, aunque yo sea la cara visible, y el equipo de Quirino esté formado por mucha gente española, no es monocolor. Hay mucha gente detrás. Tenemos algo precioso que es la Liga de la Animación Iberoamericana, que es esa asociación entre Pixelat en México y Animation! Ventana Sur en Argentina, donde trabajamos codo con codo precisamente para apoyarnos con los eventos. También nuestros colaboradores, la parte del equipo que está a distancia el Latinoamérica, la que ha venido aquí... Por eso no le veo el sentido a quejarse por eso. Si alguien lo ha hecho, entonces no ha entendido lo qué son los premios Quirino.
- Hace un par de años hablábamos de los premios Quirino y la naciente industria de animación canaria, tinerfeña para ser concretos. ¿La ve desarrollándose más?
Sí. Nosotros tenemos una colaboración muy estrecha con las empresas de la isla, precisamente porque son nuestros principales valedores. Estamos colaborando con ellas desde la primera edición. Es un sector muy dinámico y que es como una familia, en el fondo, ya que no deja de ser una isla y un espacio de encuentro entre las productoras. Lo que nos alegra ver es cómo se empiezan a gestar proyectos. Empiezan a colaborar entre las empresas de la isla, algunas que trajimos desde fuera, lo que es un valor añadido. Yo creo que los Quirino es un puente entre Latinoamérica y Europa, y los españoles somos un poco como la bisagra. Creo que tenemos una misión y una labor para aprovechar nuestra posición privilegiada, a nivel geográfico y geopolítico para ayudar, para conectar y para ser partícipes de todo eso. Pienso que algo que han conseguido los Quirino en estos años es dejar de considerar a Latinoamérica como el hermano pobre en la animación. Lo estamos viendo en las nominaciones. Quizá es verdad que la industria española está más consolidada y tiene más trayectoria y sea más visible en los finalistas pero no tanto en los premios. Al final están ganando obras de todos los países y creo que es muy positivo el tema de darnos cuenta de que el talento es global y que el motor no tiene por qué estar en Europa, sino que puede estar en Latinoamérica.
- El mundo de los festivales como este se ha visto radicalmente modificados por la pandemia y, no siempre para mal. En la difusión en línea han ganado público. ¿Ustedes mantendrán ese apartado virtual en la edición de 2022?
El formato solo presencial creo que ha muerto con esta pandemia. Se ha demostrado que hacer parte online tiene muchas ventajas, no solo para los que lo organizan, porque llegas a más público, sino también con el sector. Se está democratizando el acceso a los contenidos, conferencias... De otra forma, no todas las productoras tienen potencial económico para desplazarse a todos los eventos que existen. Yo creo que un evento tiene que tener un valor añadido. Todos, independientemente del presupuesto, ofrecen visibilidad, contactos dentro del sector... Depende de cómo lo enfoques, como algo meramente mercantilista o una familia o red. Considero que ha llegado el momento de eventos más específicos en los que se concentre en algo muy concreto y con identidad propia, que es lo que hemos intentado con los Quirino desde el primer momento.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
- ¿Podríamos decir que esta ha sido la edición más dura de hacer de los Premios Quirino, o fue el año pasado?
Esta, sin duda alguna. Lo duro del año pasado fue asumir que no íbamos a poder reunirnos en persona y luego encontrar alternativas para suplir esa no presencia. Costó mucho tiempo y trabajo, pero lo de este al final han sido dos eventos. Hemos hecho todo lo del año pasado online, incluso más en algunas partes, y estamos haciendo el evento físico con todas las limitaciones del COVID. Así que sí, ha sido la más dura.
- ¿Cuánto les ha afectado la pandemia, especialmente en el tema de la presencia de gente de otros países?
Sí, uno de los problemas principales ha sido la afluencia. Por eso hemos mantenido la parte online. Mucha gente que iba a venir, especialmente de Latinoamérica, tenía problemas con volver a sus países, cuarentenas que tenían que pasar a la vuelta... Ha sido problemático. Los invitados han estado hasta el último momento pendientes de si podían venir, algunos hasta han conseguido vacunarse para poder hacerlo. No todos lo han logrado, esa es la parte agridulce. Pero como se ha hecho esa parte virtual, hemos conseguido suplirlo de alguna forma.
- La economía española ha sufrido también las consecuencias de la pandemia. Me imagino que habrán sufrido recortes presupuestarios, teniendo en cuenta las ayudas de algunas instituciones que les apoyaban. ¿Cree que esto podrá resolverse a partir del año que viene?
No lo tengo muy claro, pero sí que puedo decir que me tengo que quitar el sombrero con nuestros patrocinadores, porque han seguido apostando por nosotros. No ha habido ni un solo movimiento hacia atrás, sino todo lo contrario. Porque han entendido la importancia de mantener el apoyo a un evento que estructura al sector y que genera un beneficio directo e indirecto, tanto a Tenerife, en esta ocasión a San Cristóbal de La Laguna, como a todo el sector nacional e iberoamericano. Yo en ese sentido no me puedo quejar, sino todo lo contrario. Tengo que agradecer especialmente a Turismo de Tenerife su apuesta, que no se ha dudado en ningún momento. En cuanto a si esto se podrá recuperar en los próximos años, habrá gente que podrá y otra que desgraciadamente caiga, hablando de eventos. Creo que también ha habido una limpieza, una selección natural de la gente que realmente ha querido transformar su evento para seguir adelante y otros que han tenido que tirar la toalla, no porque ellos hayan querido, sino porque las circunstancias les han superado. Espero que todos los que nos dedicamos a esto podamos seguir con nuestros eventos, porque creo que hay que reclamar su importancia. Que la industria funcione y que haya más financiación es importante, pero que podamos encontrar un punto de encuentro para colaborar, coproducir y enseñarle al mundo lo que se está haciendo me parece fundamental.
- ¿Han tenido, por ejemplo, alguna crítica por el hecho de que haya cuatro candidatas a mejor película de animación y ninguna sea española?
No, para nada. Además, yo creo que hemos sabido diferenciar muy bien dónde se celebra y qué estamos celebrando, porque son dos cosas muy distintas. En ese sentido, aunque yo sea la cara visible, y el equipo de Quirino esté formado por mucha gente española, no es monocolor. Hay mucha gente detrás. Tenemos algo precioso que es la Liga de la Animación Iberoamericana, que es esa asociación entre Pixelat en México y Animation! Ventana Sur en Argentina, donde trabajamos codo con codo precisamente para apoyarnos con los eventos. También nuestros colaboradores, la parte del equipo que está a distancia el Latinoamérica, la que ha venido aquí... Por eso no le veo el sentido a quejarse por eso. Si alguien lo ha hecho, entonces no ha entendido lo qué son los premios Quirino.
- Hace un par de años hablábamos de los premios Quirino y la naciente industria de animación canaria, tinerfeña para ser concretos. ¿La ve desarrollándose más?
Sí. Nosotros tenemos una colaboración muy estrecha con las empresas de la isla, precisamente porque son nuestros principales valedores. Estamos colaborando con ellas desde la primera edición. Es un sector muy dinámico y que es como una familia, en el fondo, ya que no deja de ser una isla y un espacio de encuentro entre las productoras. Lo que nos alegra ver es cómo se empiezan a gestar proyectos. Empiezan a colaborar entre las empresas de la isla, algunas que trajimos desde fuera, lo que es un valor añadido. Yo creo que los Quirino es un puente entre Latinoamérica y Europa, y los españoles somos un poco como la bisagra. Creo que tenemos una misión y una labor para aprovechar nuestra posición privilegiada, a nivel geográfico y geopolítico para ayudar, para conectar y para ser partícipes de todo eso. Pienso que algo que han conseguido los Quirino en estos años es dejar de considerar a Latinoamérica como el hermano pobre en la animación. Lo estamos viendo en las nominaciones. Quizá es verdad que la industria española está más consolidada y tiene más trayectoria y sea más visible en los finalistas pero no tanto en los premios. Al final están ganando obras de todos los países y creo que es muy positivo el tema de darnos cuenta de que el talento es global y que el motor no tiene por qué estar en Europa, sino que puede estar en Latinoamérica.
- El mundo de los festivales como este se ha visto radicalmente modificados por la pandemia y, no siempre para mal. En la difusión en línea han ganado público. ¿Ustedes mantendrán ese apartado virtual en la edición de 2022?
El formato solo presencial creo que ha muerto con esta pandemia. Se ha demostrado que hacer parte online tiene muchas ventajas, no solo para los que lo organizan, porque llegas a más público, sino también con el sector. Se está democratizando el acceso a los contenidos, conferencias... De otra forma, no todas las productoras tienen potencial económico para desplazarse a todos los eventos que existen. Yo creo que un evento tiene que tener un valor añadido. Todos, independientemente del presupuesto, ofrecen visibilidad, contactos dentro del sector... Depende de cómo lo enfoques, como algo meramente mercantilista o una familia o red. Considero que ha llegado el momento de eventos más específicos en los que se concentre en algo muy concreto y con identidad propia, que es lo que hemos intentado con los Quirino desde el primer momento.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.