Carmen Maura, Platino de Honor, por más de 50 años de carrera: "Me divierto mucho, y voy a seguir trabajando"
- por © Alejandro Moreno-NOTICINE.com
La actriz española Carmen Maura, que recibirá el Premio Platino de Honor el próximo 1 de mayo, compartió con la prensa madrileña su satisfacción por este reconocimiento, que relaciona con más de cincuenta años de carrera en la industria cinematográfica, y aseguró que piensa continuar actuando, porque "me divierte, me divierte mucho. De momento voy a seguir trabajando, aunque a veces me dé pereza, como el gimnasio".
Durante el transcurso del encuentro con los medios, la actriz madrileña comentó cómo fue la suerte lo que le hizo llegar a la posición en la que se encuentra. Explicó su éxito en "estar en el lugar y el momento adecuado, y por mi ángel de la guarda, que está siempre al tanto". Salió a colación el entusiasmo y la vitalidad que demuestra con cada proyecto que realiza, características que asoció con la diversión que obtiene.
Comentó aquellos momentos en los que la suerte fomentó su ascenso en la industria, recordó el momento en el que dejó a su primer agente, fue entonces cuando pudo aceptar papeles que, anteriormente, no hubiera podido inducida por las recomendaciones de su entorno. Un ejemplo de ello fue su primer trabajo con el director español Pedro Almodóvar, relación que luego llegaría a ser muy fructífera. Le llevó conseguir su primer Goya en 1988 a mejor interpretación femenina protagonista por "Mujeres al borde de un ataque de nervios", dirigida por el manchego.
Hubo espacio para la reivindicación en su discurso. Aprovechó Maura la ocasión para invitar al público español a explorar la industria latina, lamentando que muchas de sus producciones fueron realizadas por grandes talentos latinos, en proyectos de gran calidad que, por la época y la distancia, nunca llegaron a España. Un ejemplo de ello fue la producción venezolana "La virgen negra" (2008), dirigida por Ignacio Castillo Cottin. También reconoció que nunca tuvo papeles que siempre hubiera deseado realizar, nunca se ha fijado en eso, pero sí en la dificultad. Aseguró que sin grandes ambiciones ha buscado y busca cada vez más proyectos en los que encuentre comodidad, alejados de dificultades. Por este motivo, subrayó nunca consideró plantearse la posibilidad de dirigir cine.
Maura, a causa de los Premios Platino, ha regresado de París, donde participó en la obra de teatro "La golondrina", la cual tras su recorrido por España, tuvo que preparar y traducir en dos semanas y media. Comentó que el teatro no es lo que más le ha hecho disfrutar, sin embargo, "he tenido en los escenarios una experiencia maravillosa en Francia".
El premio se lo entregará, por ser el ganador del mismo el año anterior, el mexicano Diego Luna, al que Maura recuerda como su hijo en México, por un largometraje que filmó allí hace más de dos décadas, "El cometa", dirigido por José Buil y Maryse Sistach.
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Durante el transcurso del encuentro con los medios, la actriz madrileña comentó cómo fue la suerte lo que le hizo llegar a la posición en la que se encuentra. Explicó su éxito en "estar en el lugar y el momento adecuado, y por mi ángel de la guarda, que está siempre al tanto". Salió a colación el entusiasmo y la vitalidad que demuestra con cada proyecto que realiza, características que asoció con la diversión que obtiene.
Comentó aquellos momentos en los que la suerte fomentó su ascenso en la industria, recordó el momento en el que dejó a su primer agente, fue entonces cuando pudo aceptar papeles que, anteriormente, no hubiera podido inducida por las recomendaciones de su entorno. Un ejemplo de ello fue su primer trabajo con el director español Pedro Almodóvar, relación que luego llegaría a ser muy fructífera. Le llevó conseguir su primer Goya en 1988 a mejor interpretación femenina protagonista por "Mujeres al borde de un ataque de nervios", dirigida por el manchego.
Hubo espacio para la reivindicación en su discurso. Aprovechó Maura la ocasión para invitar al público español a explorar la industria latina, lamentando que muchas de sus producciones fueron realizadas por grandes talentos latinos, en proyectos de gran calidad que, por la época y la distancia, nunca llegaron a España. Un ejemplo de ello fue la producción venezolana "La virgen negra" (2008), dirigida por Ignacio Castillo Cottin. También reconoció que nunca tuvo papeles que siempre hubiera deseado realizar, nunca se ha fijado en eso, pero sí en la dificultad. Aseguró que sin grandes ambiciones ha buscado y busca cada vez más proyectos en los que encuentre comodidad, alejados de dificultades. Por este motivo, subrayó nunca consideró plantearse la posibilidad de dirigir cine.
Maura, a causa de los Premios Platino, ha regresado de París, donde participó en la obra de teatro "La golondrina", la cual tras su recorrido por España, tuvo que preparar y traducir en dos semanas y media. Comentó que el teatro no es lo que más le ha hecho disfrutar, sin embargo, "he tenido en los escenarios una experiencia maravillosa en Francia".
El premio se lo entregará, por ser el ganador del mismo el año anterior, el mexicano Diego Luna, al que Maura recuerda como su hijo en México, por un largometraje que filmó allí hace más de dos décadas, "El cometa", dirigido por José Buil y Maryse Sistach.
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