Hablamos con el productor cubano Harold Sánchez, ante el estreno de su serie "El Rey", sobre Vicente Fernández

por © Alejandro Moreno-NOTICINE.com
Harold Sánchez y Vicente Fernández
Harold Sánchez y Vicente Fernández
Pocos productores pueden exhibir un currículo tan "iberoamericano" como el cubano Harold Sánchez, quien ha estado detrás de series y películas en México, Colombia, Argentina o España. Ahora prepara el lanzamiento de la bio-serie sobre el cantante mexicano Vicente Fernández, "El Rey", cuya adquisición por parte de Netflix se anunció el mes pasado. NOTICINE.com habló con él en exclusiva.

- ¿Qué puede contarnos sobre "El Rey"?
No puedo contar mucho de eso, recién anunció Netflix y Caracol el tema de que "El Rey" está dentro de sus próximos estrenos. Puedo adelantar que es una serie hecha con el corazón, con toda la profesionalidad y respeto hacia el artista, y creo que es el mejor homenaje que le podemos hacer a una figura tan prominente de la cultura, no diría ya ni de Iberoamérica, yo diría universal. Vicente, cuando entras a descubrir el personaje, es alguien que consiguió cosas inimaginables y creo que cuando estemos más cerca de estas cosas sí podré profundizar en ello sin problemas. Cuando te enfrentas a un biopic, sobre todo lo ideal es siempre acercarse con todo el respeto, desde la admiración, y desde el contenido intentar dibujar todas las aristas de esa figura y eso es un poco lo que hemos intentado, pero no puedo contar más.

- ¿Cómo se ha sentido ante un desafío como este?
Enfrentarse a una serie biográfica, de cualquier personaje, pero sobre todo que tenga esta trascendencia, pues te marca. Porque al final necesitas tener conocimiento y profundizar y sobre todo acercarte con el máximo respeto a eso. Alguien me mandó un mensaje cuando Vicente falleció y me dijo "no sé si eres consciente que estás formando parte de la historia, de que le vas a regalar al mundo la historia de este gran hombre", y yo dije "no Dios, pues no había caído en eso, pero qué lujo". Estoy muy agradecido por la confianza de las personas que confiaron en uno para que pudiera llevar a cabo esto, al final esto es un trabajo en equipo de muchas personas y uno al final es el capitán del barco, pero no necesariamente durante el viaje el barco viaja solo, viaja con muchísima gente y mucha gente talentosa a la que siempre voy a estar agradecido y bueno, ya se verá exactamente que hay un grandísimo trabajo hecho.

- Impacta la variedad de producciones que usted ha hecho con talentos iberoamericanos a ambos lados del océano. ¿Ha sido una casualidad? O usted sí cree en el audiovisual iberoamericano como un todo.
Yo parto de la base de que soy cubano, me considero también español. Llevo veinte años acá, y ahora estoy en México, en Colombia; yo creo que lo iberoamericano desde el principio lo veo como algo que es un todo. Antes era más complejo verlo como un todo porque, al hacer una producción en España, era muy difícil que viajara a Latinoamérica a pesar de que tenemos un idioma común. También pasaba lo contrario, con una producción en México o en Colombia o Cuba, en cualquier lugar de Latinoamérica, no tenía esa amplificación de llegar a España como parte de Iberoamérica. Con la irrupción de las plataformas de Netflix, Amazon, Apple y demás se ha conseguido de milagro que veamos todo como un gran plató audiovisual. Son culturas distintas pero con historias universales que contar. La mayoría de las historias que contamos como productores terminan siendo historias que son extrapolables a cualquiera de los lugares, aunque hablemos el castellano y sea algo diferente en cada uno de los países de Latinoamérica. A pesar de que en todos los lugares de Iberoamérica tenemos miles de cosas en común independientemente de que cada país tenga una particularidad sobre cada una de esas cosas. Todo gracias a la amplificación, no solo para nosotros como productores, sino para el propio talento, y cuando hablo de talento hablo de actores, directores, directores de foto, es decir, en general. Digamos rompimos como esa barrera de decir "nos quedamos en un solo lado estamos en un solo lugar", sino que somos ciudadanos del mundo, y creo que eso ha sido una de las mejores noticias que puede tener la industria.

- ¿Cree que las plataformas internacionales van a derribar definitivamente las barreras para el talento iberoamericano?
Yo creo que sí, está destinado a ser así. Creo que está destinado a que estemos en un mundo cada vez más globalizado donde realmente es un lujo poderse sentar uno en su televisor y ver una historia de Corea, de Alemania, una historia argentina. Identificarse con ella, te guste o no, realmente tienes un trocito de cada lugar y eso antes era más complejo. Entonces se estrenaba una película muy esporádicamente de algún lugar porque había ganado un premio internacional, o una serie viajaba con toda la suerte del mundo de llegar a otro lugar. Ahora mismo esto se hace prácticamente de una manera inmediata. Entonces, yo creo que básicamente el talento va a seguir viajando, es importante. Si a todos nos dicen hace diez años si conoces a un actor coreano dices "no jodas, yo qué voy a conocer un actor coreano". Sin embargo, cuando ves "El juego del calamar / Ojingeo Geim" dices, coño, conozco ya a este actor, le he visto en una serie, o con un actor turco, que culturalmente se nos hace lejanísimo. Yo creo que las plataformas nos han ayudado mucho, creo que el talento siempre ha estado, lo que ha faltado siempre es esa multiplicación para que ese talento pueda llegar a esos lugares y que realmente las personas, en todas partes, sean capaces de descubrir. Lo mismo fue el fenómeno, y siempre lo pongo de ejemplo, de "La casa de papel", que fue una serie donde muchos de los actores no eran tan conocidos, realmente se convirtieron en estrellas por una serie que el mundo entero pudo ver y admirar. Ya fuera que a alguien le guste más o menos, pero al final de lo que se trata es que podamos darnos cuenta, en cualquier lugar del mundo, que no solamente el cine y el mundo del visual norteamericano, que es la referencia top que tenemos mundialmente, es capaz de hacer buenos productos, que Iberoamérica también lo es y que tiene muchísimo talento. Realmente la idea, y tendría que seguir siendo la idea, es que cada vez ese talento viaje más, que ese talento sea más identificado y que realmente no se hable de si soy español, argentino, cubano o dominicano, sino de que realmente somos ciudadanos del mundo y que realmente te gustan los actores por los personajes que interpretan y no por lo de dónde son.

- ¿En qué país su experiencia profesional y personal ha sido más grata?
Cuba es el lugar de donde salí, es el lugar donde aprendí la primera parte de cómo enfrentarte a este mundo, es un país muy peculiar, muy particular, con un funcionamiento muy distinto al resto del mundo. Después España, realmente yo le tengo mucho cariño porque en España aprendí muchísimo, pude comenzar, de alguna manera, a hacer esas cosas de Iberoamérica, a venir de un lado y sentirte de otro. En este sentido México ocupa un lugar mucho más especial, por lo que representa. Es un país que termina siendo la puerta a prácticamente toda Iberoamérica. Es un lugar donde confluye todo el mundo. Ahora también se está virando un poco para España, que está recibiendo todo y creo que son muy buenas noticias. Pienso que es como decir, donde antes había una pequeña luz en el desierto, cada vez hay más foquitos, y creo que eso va a ser muy positivo para el futuro de la industria.

- Hace poco Netflix empezaba a perder clientes y se desplomaba en bolsa ¿Cree usted que es el principio del final del boom de las plataformas?
Yo intento, sobre todas las cosas, siempre ser prudente. Pienso que evidentemente Netflix ha creado un modelo de negocio. Cuando esta plataforma irrumpe, fue algo completamente novedoso, y le han seguido muchísimas plataformas. Estamos hablando de un mercado que sí creo que tiene una limitación, es decir, el mercado no es infinito. Y pasa lo mismo con los suscriptores, no son infinitos. Cada país, en función de cuántas personas, independientemente del precio que tenga cada plataforma, pueden tener acceso a esa plataforma. Las noticias que han salido sobre este tema que he podido leer, achacan a que Netflix quiere cobrar para evitar que se compartan cuentas, si tú tienes una cuenta que no la use tu primo, tendría todo el sentido del mundo. Realmente, el servicio debería ser particular, pero estamos en Latinoamérica y siempre hemos sido más listos por la propia necesidad de subsistir. Creo que de alguna manera se han encontrado que eso le afecta un poco al negocio. Hay que ser prudente, pienso que este mundo de exclusión de contenido debería ir estableciéndose dentro de una cordura. Ahora mismo hay un despliegue tan grande que es abrumador, abrumador porque, en cada país donde hay este "todo en uno" audiovisual, está pasando algo que hoy, un amigo productor al que quiero mucho, me decía: "Ha llegado más rápido la capacidad de hacer las cosas que las personas que estén preparadas para hacerlas". De alguna manera todas esas cosas van a atentar contra ese "uno" porque, da igual que queramos hacer cien series, si no tenemos personas cualificadas para hacer cien series, no vamos a poder hacerlas. Todo esto se irá estabilizando, el mercado encontrará un equilibro. Uno que a veces es un poco traumático y, evidentemente, nos afecta. Pienso que de alguna manera las plataformas sí tienen que encontrar los equilibrios sobre la base de cuánto contenido necesitan y cuánto contenido son capaces de producir.

- Pero, ¿Puede haber mercado para tanta plataforma?
Esa es la cuestión... Cada vez sigue habiendo más plataformas y el pensamiento es, como persona común ¿Cuántas plataformas contratarían? Yo en mi caso las tengo todas porque, por mi trabajo, es importante estar al día y ver exactamente todo lo que se está produciendo, cómo se hace y demás, pero claro... Hay que ver exactamente cuántos suscriptores pueden tener la capacidad económica de tener todas las plataformas o, si no todas, cuántas. Creo que aquí va a empezar un poco a regularse el mercado de alguna manera, todo el mundo no puede tener cinco plataformas a la vez. Puede tener una, dos, tres, y creo que eso de alguna forma va a influir. Ojalá que las cosas se equilibren, que no haya ni un boom tan desesperado, ni una corrección que se convierta en un problema para la industria, porque creo que sería mala noticia para todos, para el propio dueño de Netflix, para el productor, para el actor, para el equipo... De alguna forma todas estas cosas terminarán regulándose. No podemos aguantar este ritmo de producción, creo que no, pero sí creo que la producción va a crecer con respecto a los estándares y de la cantidad de producciones que hacíamos antes de la fusión de las plataformas, porque si no, no podría sobrevivir la industria, ni crearse industria.

- De todos los temas que ha tratado en sus producciones ¿Con cuál se sintió más identificado?
Wow, pues mira, yo creo que a pesar de haber producido diferentes géneros, sigo teniendo una especie de debilidad hacia la comedia. Ese género nos salva, nos hace libres, la comedia nos ayuda a sobrevivir. Siempre, cuando salí de Cuba, la gente me decía, "los cubanos se ríen de todo", y bueno yo creo que nos reímos de todo para no para no morirnos de tristeza, y también creo que es algo que se extrapola al mundo entero. Me siento identificado con la comedia porque al final es un trozo de la realidad. De esta manera intentamos verla desde un ángulo mucho más positivo. Es muy importante en un mundo cada vez más globalizado, en un mundo cada vez más estresante, reírnos de las cosas, reírnos de nosotros mismos, encontrar esos pequeños desenchufes, en ese sentido es de las cosas que más disfruto. También he disfrutado mucho de la acción.

- ¿Con qué velocidad cree que cambian los gustos de las audiencias? ¿Se puede decir que ahora hay más variedad que nunca y el público es más receptivo a diferentes géneros y formatos?
Yo creo que sí, creo que realmente, como con todo y seguirá sucediendo, habrá modas. Lamentablemente somos como animales, es impresionante, ahora nos dio por las biopics y todo el mundo quiere ver biopics. Mañana tendremos series juveniles y todo el mundo querrá ver series juveniles, y creo que va a seguir sucediendo. Nos toca innovar, nos toca ser mucho más creativos a la hora de contar las historias porque hay que atraer la atención del espectador en muy poquito tiempo para que se quede con nosotros. La gran diferencia es que hace diez años el espectador tenía cinco opciones y ahora tiene treinta, entonces cómo haces que alguien se quede viendo tu producto y no el de al lado. Sí nos va a tocar innovar, hacer historias más potentes. Tendremos que tocar la fibra del espectador, que se sienta identificado con las historias. Todas las cosas van a seguir en un cambio constante, el que tenga la fórmula en este negocio que realmente te lo diga, porque yo creo que es imposible, la gente va variando los gustos, las modas se crean a partir de un producto que crea tendencia.

- Empezó haciendo películas, pero últimamente se ha decantado por las series ¿Le ha dejado de atraer el cine?
Empecé en el cine y tengo que reconocer que las series me han cautivado más. Pero, como decimos, la cabra siempre tira al monte, terminaré regresando también al cine o lo combinaré. Creo que es una cuestión de tiempo, de retomar la pasión de un género que es muy diferente a la tele, la capacidad de contar una historia en noventa minutos, cien minutos y pasar a la posibilidad de contar una historia en diez capítulos, quince capítulos, pues ofrece caminos distintos. A partir de la irrupción de las plataformas, ha cambiado su modelo de negocio, a pesar de ese tipo de cambios seguiremos yendo al cine, pero creo también que la ventaja de poder ver las películas en una calidad óptima y todo ese tipo de cosas desde la casa de uno ayudan también a la vagancia, es más fácil estar en tu casa tirado en el sofá que ir al cine, comprar las palomitas y todas esas cosas. Pero yo creo que sí, estaré en los dos lados.

- ¿Tiene previsto algún proyecto en un futuro cercano?
Estamos en diferentes conversaciones. Yo la verdad siempre como productor me he sentido una persona de todas partes. Me encanta contar historias y trabajar con personas de todas partes. Creo que el futuro pinta muy bien, es un futuro optimista y hay varios proyectos, sobre todo con la posibilidad de trabajar con personas a las que admiro y con las que me encanta trabajar. Siempre digo que somos privilegiados en hacer esto  y además nos pagan por hacerlo. La idea va a ser esta de Iberoamérica de la que hablábamos antes, va a estar muy presente y creo que ya cada vez las fronteras van a ser menos.

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