Luis Estrada afirma "Me tuve que bajar los pantalones con Netflix", por la falta de apoyo de entidades gubernamentales
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
El cineasta mexicano Luis Estrada, a la espera de estrenar su última película, "¡Que Viva México!", se considera víctima de "censura", materializada en la falta de apoyo que ha recibido de los organismos dependientes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. "Me tuve que bajar los pantalones con Netflix para poderla hacer porque se me cerraron todos los caminos habidos y por haber", afirma Estrada.
"Desde cualquier lectura lo que hizo el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) era una arbitrariedad y un acto de censura. La censura se disfraza, no es como la entendemos en su definición clásica, pero el sabotaje es una forma de censura, el boicot es otra forma de censura. Hay censuras previas y posteriores, hay censuras económicas, hay censuras legales, hay censuras de todo tipo y mientras tanto las instituciones culturales del país nunca han dado la cara y esconden la cabeza como avestruz", cuenta el autor de "El infierno" y "La ley de Herodes" a El País, en su edición mexicana.
Hasta en cinco ocasiones Estrada y sus socios coproductores solicitaron el respaldo del financiamiento público. "Atrás de ese infierno, en mi lectura, solo hay un argumento político, y que se puede resumir en lo siguiente: La Secretaría de Cultura e IMCINE apostaban a que sin su apoyo, que siempre tuve para todas mis películas (a pesar de su contenido crítico hacia los respectivos gobiernos mexicanos), no la iba a poder filmar en este sexenio".
Como era de esperarse, "¡Que Viva México!", que protagonizaron Damián Alcazar, Ana Martín, Alfonso Herrera, Leticia Huijara y Joaquín Cosío, sirve para que Estrada destape los errores de la Administración de AMLO y su "Cuarta Transformación" (4T). El cineasta está convencido de que el contenido de su film está detrás de la negativa oficial de concederle apoyo para la producción de su película.
En declaraciones al mismo diario, la responsable del IMCINE atribuye a criterios de los comités e incumplimientos en las condiciones exigidas esos rechazos. "Yo, personalmente, nunca leí el guion ni el proyecto. No conozco la película terminada ni emití juicio alguno al respecto. Deseamos sinceramente que la película, ahora ya terminada, encuentre una buena distribución y tenga mucho éxito", afirma María Novaro.
Finalmente, la película fue posible gracias a Netflix, que pensaba estrenarla el pasado noviembre. Sin embargo, pocos días antes de la fecha anunciada, la plataforma y Estrada cancelaron el estreno. El guionista, director y productor quería tener un lanzamiento previo, amplio, en salas de cine, y finalmente Netflix aceptó una recompra de los derechos de exhibición para estrenarla en salas, y posteriormente el servicio de streaming la incluirá en su catálogo. A día de hoy, Luis Estrada no ha anunciado que tenga una distribuidora interesada en estrenar la película, por lo que previsiblemente nadie la verá hasta el año que viene.
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"Desde cualquier lectura lo que hizo el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) era una arbitrariedad y un acto de censura. La censura se disfraza, no es como la entendemos en su definición clásica, pero el sabotaje es una forma de censura, el boicot es otra forma de censura. Hay censuras previas y posteriores, hay censuras económicas, hay censuras legales, hay censuras de todo tipo y mientras tanto las instituciones culturales del país nunca han dado la cara y esconden la cabeza como avestruz", cuenta el autor de "El infierno" y "La ley de Herodes" a El País, en su edición mexicana.
Hasta en cinco ocasiones Estrada y sus socios coproductores solicitaron el respaldo del financiamiento público. "Atrás de ese infierno, en mi lectura, solo hay un argumento político, y que se puede resumir en lo siguiente: La Secretaría de Cultura e IMCINE apostaban a que sin su apoyo, que siempre tuve para todas mis películas (a pesar de su contenido crítico hacia los respectivos gobiernos mexicanos), no la iba a poder filmar en este sexenio".
Como era de esperarse, "¡Que Viva México!", que protagonizaron Damián Alcazar, Ana Martín, Alfonso Herrera, Leticia Huijara y Joaquín Cosío, sirve para que Estrada destape los errores de la Administración de AMLO y su "Cuarta Transformación" (4T). El cineasta está convencido de que el contenido de su film está detrás de la negativa oficial de concederle apoyo para la producción de su película.
En declaraciones al mismo diario, la responsable del IMCINE atribuye a criterios de los comités e incumplimientos en las condiciones exigidas esos rechazos. "Yo, personalmente, nunca leí el guion ni el proyecto. No conozco la película terminada ni emití juicio alguno al respecto. Deseamos sinceramente que la película, ahora ya terminada, encuentre una buena distribución y tenga mucho éxito", afirma María Novaro.
Finalmente, la película fue posible gracias a Netflix, que pensaba estrenarla el pasado noviembre. Sin embargo, pocos días antes de la fecha anunciada, la plataforma y Estrada cancelaron el estreno. El guionista, director y productor quería tener un lanzamiento previo, amplio, en salas de cine, y finalmente Netflix aceptó una recompra de los derechos de exhibición para estrenarla en salas, y posteriormente el servicio de streaming la incluirá en su catálogo. A día de hoy, Luis Estrada no ha anunciado que tenga una distribuidora interesada en estrenar la película, por lo que previsiblemente nadie la verá hasta el año que viene.
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