Alejandro Loayza escribe sobre "Utama", la candidata boliviana al Oscar, Goya y Forqué
- por © Mediapro Studios-NOTICINE.com
Por Alejandro Loayza *
"Utama" nace a mediados de 2017 como un pequeño párrafo en forma de sinopsis. Era una historia de amor entre dos ancianos en el altiplano boliviano que se tienen el uno al otro como mayor riqueza y que ven cómo su cotidianidad y su subsistencia es amenazada, y cómo deben prepararse para la muerte. Me gusta pensar que eso que estaba en la primera sinopsis, sigue en la película y creo que es la esencia de la misma.
Esta idea después se fue nutriendo de otras capas de varias temáticas que se reúnen en ‘Utama’. Ese mismo año participé junto a mi hermano Santiago (productor de la película) en el Taller de "Produire au Sud" del Festival des 3 Continents en Nantes, Francia. Llevamos una primera versión de guion y recibimos retroalimentación tanto para el guion como para la producción. Era la primera vez que escribía completamente un guion para largometraje, había escrito varios cortos y había hecho varias escaletas, pero nunca el guion completo. Creo que ese fue uno de los retos más grandes a los que me enfrenté, no solo a esa primera versión, también la reescritura en cada una de sus versiones.
El proceso de financiación fue casi en paralelo al de escritura, conseguimos nuestro primer fondo con la tercera versión de guion y completamos el financiamiento con la última, la sexta versión. Era un presupuesto ajustado, así que teníamos que hacer rendir bien ese dinero y planificamos el rodaje lo mejor que pudimos. Al filmarla en un lugar tan remoto y al tener pocos días de trabajo, teníamos que asegurarnos de que todo estuviera listo para optimizar recursos. Cada rodaje tiene sus propios riesgos y retos; en el caso de "Utama", creo que uno de ellos fue trabajar con actores no profesionales. También es un desafío contar una historia que de alguna manera se puede definir como "minimalista". Son pocos personajes, pocas localizaciones. Para mí lo más importante en el cine es contar una buena historia, una historia que toque la sensibilidad y cautive al público. Espero que los espectadores puedan empatizar con los personajes y ponerse en sus zapatos, ver en ellos, que en apariencia son muy diferentes, todo lo que nos une como seres humanos. Entender que la esencia es la misma, lo básico, lo inherente, y que las pequeñas diferencias que tenemos son culturales. Así y todo, todas nuestras culturas se parecen, porque todas tienen muerte, sonrisas, amor, hijos, abuelos, nietos, ojos, idiomas, comidas, música, gestos, manos, mitos, nacimientos, futuro, pasado y un largo etcétera común a todas. Creo que no hay grandes diferencias, que la esencia es la misma, lo básico del ser humano.
Por otro lado, y siendo menos romántico, quería transportar a la audiencia a ese lugar que incluso es muy poco conocido para las ciudades más cercanas e importantes de mi propio país. Ofrecer una pequeña ventana a ese lugar tan hermoso y difícil al mismo tiempo. El altiplano es un lugar que me cautiva y que me atrae como supongo pasa con muchos de los bolivianos que nacimos y crecimos en ciudades andinas: entendemos que parte de nuestras raíces y de nuestra manera de ser está en la montaña. Y me encantaría que la película ayude al debate sobre la migración climática, sobre las consecuencias de nuestros actos, que ayude a dar a conocer que ya existen muchas personas que están viendo sus modos de vida cambiar y casi dejar de existir mientras en las ciudades no nos preocupamos en lo más mínimo de dónde viene el agua, ni a dónde va.
"Utama" ha significado un antes y un después en mi vida, me ha dado tantas alegrías y tantos momentos que lo único que yo siento es un profundo agradecimiento a todas las personas que me han ayudado en el camino de la película y que lo siguen haciendo.
(*): Al boliviano Alejandro Loayza Grisi (1985) el cine le llegó por los genes, como hijo del reconocido Marcos Loayza . Su opera prima, "Utama", compite este sábado en los Premios Forqué y el año que viene lo hará en los Goya. También representa a su país en la carrera por el Oscar Internacional . La película se estrenó en el Festival de Sundance 2022, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado. The Mediapro Studio Distribution es responsable de sus ventas Internacionales.
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"Utama" nace a mediados de 2017 como un pequeño párrafo en forma de sinopsis. Era una historia de amor entre dos ancianos en el altiplano boliviano que se tienen el uno al otro como mayor riqueza y que ven cómo su cotidianidad y su subsistencia es amenazada, y cómo deben prepararse para la muerte. Me gusta pensar que eso que estaba en la primera sinopsis, sigue en la película y creo que es la esencia de la misma.
Esta idea después se fue nutriendo de otras capas de varias temáticas que se reúnen en ‘Utama’. Ese mismo año participé junto a mi hermano Santiago (productor de la película) en el Taller de "Produire au Sud" del Festival des 3 Continents en Nantes, Francia. Llevamos una primera versión de guion y recibimos retroalimentación tanto para el guion como para la producción. Era la primera vez que escribía completamente un guion para largometraje, había escrito varios cortos y había hecho varias escaletas, pero nunca el guion completo. Creo que ese fue uno de los retos más grandes a los que me enfrenté, no solo a esa primera versión, también la reescritura en cada una de sus versiones.
El proceso de financiación fue casi en paralelo al de escritura, conseguimos nuestro primer fondo con la tercera versión de guion y completamos el financiamiento con la última, la sexta versión. Era un presupuesto ajustado, así que teníamos que hacer rendir bien ese dinero y planificamos el rodaje lo mejor que pudimos. Al filmarla en un lugar tan remoto y al tener pocos días de trabajo, teníamos que asegurarnos de que todo estuviera listo para optimizar recursos. Cada rodaje tiene sus propios riesgos y retos; en el caso de "Utama", creo que uno de ellos fue trabajar con actores no profesionales. También es un desafío contar una historia que de alguna manera se puede definir como "minimalista". Son pocos personajes, pocas localizaciones. Para mí lo más importante en el cine es contar una buena historia, una historia que toque la sensibilidad y cautive al público. Espero que los espectadores puedan empatizar con los personajes y ponerse en sus zapatos, ver en ellos, que en apariencia son muy diferentes, todo lo que nos une como seres humanos. Entender que la esencia es la misma, lo básico, lo inherente, y que las pequeñas diferencias que tenemos son culturales. Así y todo, todas nuestras culturas se parecen, porque todas tienen muerte, sonrisas, amor, hijos, abuelos, nietos, ojos, idiomas, comidas, música, gestos, manos, mitos, nacimientos, futuro, pasado y un largo etcétera común a todas. Creo que no hay grandes diferencias, que la esencia es la misma, lo básico del ser humano.
Por otro lado, y siendo menos romántico, quería transportar a la audiencia a ese lugar que incluso es muy poco conocido para las ciudades más cercanas e importantes de mi propio país. Ofrecer una pequeña ventana a ese lugar tan hermoso y difícil al mismo tiempo. El altiplano es un lugar que me cautiva y que me atrae como supongo pasa con muchos de los bolivianos que nacimos y crecimos en ciudades andinas: entendemos que parte de nuestras raíces y de nuestra manera de ser está en la montaña. Y me encantaría que la película ayude al debate sobre la migración climática, sobre las consecuencias de nuestros actos, que ayude a dar a conocer que ya existen muchas personas que están viendo sus modos de vida cambiar y casi dejar de existir mientras en las ciudades no nos preocupamos en lo más mínimo de dónde viene el agua, ni a dónde va.
"Utama" ha significado un antes y un después en mi vida, me ha dado tantas alegrías y tantos momentos que lo único que yo siento es un profundo agradecimiento a todas las personas que me han ayudado en el camino de la película y que lo siguen haciendo.
(*): Al boliviano Alejandro Loayza Grisi (1985) el cine le llegó por los genes, como hijo del reconocido Marcos Loayza . Su opera prima, "Utama", compite este sábado en los Premios Forqué y el año que viene lo hará en los Goya. También representa a su país en la carrera por el Oscar Internacional . La película se estrenó en el Festival de Sundance 2022, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado. The Mediapro Studio Distribution es responsable de sus ventas Internacionales.
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