¿Qué sería del cine español sin Santiago Segura?
- por © Eduardo Prieto-NOTICINE.com
Santiago Segura, reconocido actor, director, guionista y productor, acaba de estrenar en cines su nueva película, "Vacaciones de verano". El director regresa a la taquilla de verano con la intención de conseguir por quinta vez consecutiva la mayor recaudación anual del cine español, cuando las salas claman por tener llenos sus patios de butacas, aún no completamente repuestos de las consecuencias de la pandemia. Dirigida y protagonizada por él mismo, la película cuenta con un reparto conformado por Leo Harlem, Patricia Conde, Cristina Gallego y los niños Sirena Segura, Daniela Pintado, Javier García y Hugo Simón.
Podría imaginarse que un director que ha arrasado varias veces en la taquilla nacional tendría un despacho fastuoso en el centro de Madrid. Sin embargo, las oficinas de Bowfinger, su productora cuyo nombre homenajea a la película de Eddie Murphy sobre un rodaje catastrófico, se parecen más a las de una modesta gestoría que a las de uno de los hombres más famosos de España. Su despacho en la calle San Bernardo, atestado de libros, DVD y muñecos articulados, parece más propio de un funcionario de escasa categoría. De "Torrente" a "Vacaciones de verano", pasando por "Padre no hay más que uno", de Santiago Segura a Santiago Segura, el cineasta presenta su última película con la esperanza y angustia de convertirse nuevamente en el responsable de la película española más taquillera del año. De lograrlo, sería la quinta vez consecutiva. "¿En qué país el mismo director ha logrado cinco años consecutivos tener la película más taquillera?", ha dicho en la rueda de prensa de presentación de la película.
De policía tonto y fascistoide a honorable padre de familia, Santiago Segura (Madrid, 1965) es el "rey Midas" de la taquilla española y parece tener la llave maestra para llegar a ese gran público que nunca lo abandona. El padre de Torrente, cuyas películas se encuentran entre las 20 más vistas de todos los tiempos en España, regresa y lo hace entre el clamor del público. Acompañado de Leo Harlem, con quien ha forjado complicidades en las dos partes de "A todo tren", se va de "vacaciones de verano" en una película más ambiciosa que bebe de las mismas fuentes que él mismo cita en un momento del film: Stanley Donen, Vicente Minelli, Billy Wilder, Ernst Lubitsch... sin olvidar, claro, la picaresca y la herencia de Berlanga o Azcona en su cine. Aunque Segura no se atreve a compararse con los grandes maestros, lo cierto es que una vez más demuestra que domina los códigos del cine popular como nadie en España.
Pero la trayectoria de Segura va mucho más allá, ya que ha sido responsable de algunas de las películas más taquilleras de la historia del cine español. Entre ellas se encuentran "Torrente 1: el brazo tonto de la ley" (1998), "Torrente 2: Misión en Marbella" (2001), "Torrente 3: El protector" (2005), "Torrente 4: Lethal Crisis (Crisis letal)" (2011), "Torrente 5: Operación Eurovegas" (2014), "Sin rodeos" (2018), "Padre no hay más que uno" (2019), "Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra" (2020), "A todo tren. Destino Asturias" (2021), "Padre no hay más que uno 3" (2022) y "A todo tren 2. Sí, les ha pasado otra vez" (2022).
Sus inicios también son llamativos, ya que Segura comenzó en el mundo del teatro independiente, trabajó como camarero e incluso como vendedor de libros a domicilio. Pero lo más destacado es que, en su juventud, estuvo involucrado en el cine para adultos. Fue guionista de cómics eróticos para la revista El Víbora y también hizo doblajes en películas porno. "La única salida profesional que tuve al principio fue el porno y los dibujos animados. De hecho, hice dos o tres películas porno. He intentado encontrarlas posteriormente, pero sin éxito", explicó en una de sus visitas al programa El Hormiguero. "Hacía el doblaje de un fontanero, pero hay tantas películas con tramas similares que es muy difícil encontrarlas. Recuerdo una frase que decía '¿dónde está la avería, señora?'. Pero, claro, saber eso no ayuda mucho, aunque de esa manera el público puede intentar identificarme", dijo entre risas. En 2014, Santiago Segura presentó al público su última entrega de "Torrente" hasta la fecha: "Operación Eurovegas". Desde entonces, el actor y director ha mantenido una distancia prudente con la saga hiper taquillera que comenzó en 1998 y que, con su irreverencia, se convirtió en un clásico del humor español. Después del final de la saga "Torrente", Segura decidió reconvertise del cine gamberro para realizar películas con un humor más suave y para todos los públicos. Este tipo de cine se inspira en películas como "La gran familia". "Siempre he sido fan de 'La Gran Familia', de Fernando Palacios, y esa ha sido mi referencia al dirigir esta película", confiesa Segura.
El rodaje de "Torrente" supuso un punto de inflexión en su vida personal al conocer a la maquilladora María Amaro, con quien tiene dos hijas, Calma (15) y Sirena (10), y con quienes vive en un amplio ático en la Gran Vía madrileña.
El éxito de películas como las de Santiago Segura radica en que las historias que cuentan hacen que el público se sienta identificado y se vea reflejado en esas situaciones, con tramas ligeras y un tono distendido. Gracias a cineastas como Segura, muchas salas de cine siguen abiertas hoy en día, reactivando la industria cultural, algo esencial para la creación y que puede beneficiarse de subvenciones y beneficios fiscales. Además, gracias a ellos, mucha gente se anima a consumir otro tipo de cine. De alguna manera, se produce una retroalimentación con obras más autorales o menos comerciales, aunque a primera vista parezcan representar los extremos opuestos de un espectro.
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Podría imaginarse que un director que ha arrasado varias veces en la taquilla nacional tendría un despacho fastuoso en el centro de Madrid. Sin embargo, las oficinas de Bowfinger, su productora cuyo nombre homenajea a la película de Eddie Murphy sobre un rodaje catastrófico, se parecen más a las de una modesta gestoría que a las de uno de los hombres más famosos de España. Su despacho en la calle San Bernardo, atestado de libros, DVD y muñecos articulados, parece más propio de un funcionario de escasa categoría. De "Torrente" a "Vacaciones de verano", pasando por "Padre no hay más que uno", de Santiago Segura a Santiago Segura, el cineasta presenta su última película con la esperanza y angustia de convertirse nuevamente en el responsable de la película española más taquillera del año. De lograrlo, sería la quinta vez consecutiva. "¿En qué país el mismo director ha logrado cinco años consecutivos tener la película más taquillera?", ha dicho en la rueda de prensa de presentación de la película.
De policía tonto y fascistoide a honorable padre de familia, Santiago Segura (Madrid, 1965) es el "rey Midas" de la taquilla española y parece tener la llave maestra para llegar a ese gran público que nunca lo abandona. El padre de Torrente, cuyas películas se encuentran entre las 20 más vistas de todos los tiempos en España, regresa y lo hace entre el clamor del público. Acompañado de Leo Harlem, con quien ha forjado complicidades en las dos partes de "A todo tren", se va de "vacaciones de verano" en una película más ambiciosa que bebe de las mismas fuentes que él mismo cita en un momento del film: Stanley Donen, Vicente Minelli, Billy Wilder, Ernst Lubitsch... sin olvidar, claro, la picaresca y la herencia de Berlanga o Azcona en su cine. Aunque Segura no se atreve a compararse con los grandes maestros, lo cierto es que una vez más demuestra que domina los códigos del cine popular como nadie en España.
Pero la trayectoria de Segura va mucho más allá, ya que ha sido responsable de algunas de las películas más taquilleras de la historia del cine español. Entre ellas se encuentran "Torrente 1: el brazo tonto de la ley" (1998), "Torrente 2: Misión en Marbella" (2001), "Torrente 3: El protector" (2005), "Torrente 4: Lethal Crisis (Crisis letal)" (2011), "Torrente 5: Operación Eurovegas" (2014), "Sin rodeos" (2018), "Padre no hay más que uno" (2019), "Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra" (2020), "A todo tren. Destino Asturias" (2021), "Padre no hay más que uno 3" (2022) y "A todo tren 2. Sí, les ha pasado otra vez" (2022).
Sus inicios también son llamativos, ya que Segura comenzó en el mundo del teatro independiente, trabajó como camarero e incluso como vendedor de libros a domicilio. Pero lo más destacado es que, en su juventud, estuvo involucrado en el cine para adultos. Fue guionista de cómics eróticos para la revista El Víbora y también hizo doblajes en películas porno. "La única salida profesional que tuve al principio fue el porno y los dibujos animados. De hecho, hice dos o tres películas porno. He intentado encontrarlas posteriormente, pero sin éxito", explicó en una de sus visitas al programa El Hormiguero. "Hacía el doblaje de un fontanero, pero hay tantas películas con tramas similares que es muy difícil encontrarlas. Recuerdo una frase que decía '¿dónde está la avería, señora?'. Pero, claro, saber eso no ayuda mucho, aunque de esa manera el público puede intentar identificarme", dijo entre risas. En 2014, Santiago Segura presentó al público su última entrega de "Torrente" hasta la fecha: "Operación Eurovegas". Desde entonces, el actor y director ha mantenido una distancia prudente con la saga hiper taquillera que comenzó en 1998 y que, con su irreverencia, se convirtió en un clásico del humor español. Después del final de la saga "Torrente", Segura decidió reconvertise del cine gamberro para realizar películas con un humor más suave y para todos los públicos. Este tipo de cine se inspira en películas como "La gran familia". "Siempre he sido fan de 'La Gran Familia', de Fernando Palacios, y esa ha sido mi referencia al dirigir esta película", confiesa Segura.
El rodaje de "Torrente" supuso un punto de inflexión en su vida personal al conocer a la maquilladora María Amaro, con quien tiene dos hijas, Calma (15) y Sirena (10), y con quienes vive en un amplio ático en la Gran Vía madrileña.
El éxito de películas como las de Santiago Segura radica en que las historias que cuentan hacen que el público se sienta identificado y se vea reflejado en esas situaciones, con tramas ligeras y un tono distendido. Gracias a cineastas como Segura, muchas salas de cine siguen abiertas hoy en día, reactivando la industria cultural, algo esencial para la creación y que puede beneficiarse de subvenciones y beneficios fiscales. Además, gracias a ellos, mucha gente se anima a consumir otro tipo de cine. De alguna manera, se produce una retroalimentación con obras más autorales o menos comerciales, aunque a primera vista parezcan representar los extremos opuestos de un espectro.
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