Alfonso Arau, a los 92 años, se considera "muy querido" por todos... menos por la Academia del Ariel

por © Jorge Orte-NOTICINE.com
Arau, en la Cineteca, y su "Como agua para chocolate"
Arau, en la Cineteca, y su "Como agua para chocolate"
El mexico Alfonso Arau, autor de "Como agua para chocolate y uno de los cineastas más reconocidos del país, a sus 92 años, se siente "muy querido" por sus seguidores de todo el mundo, pero no por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). En una reciente entrevista a Agencia Reforma, Arau expresó su gratitud por el cariño que recibe de sus fans: "Tengo éxito, muchísimos fans en el mundo entero. Constantemente me hacen consciente de que me admiran, que aprecian mi trabajo". Sin embargo, su nombre no apareció en la lista de receptores del premio Ariel de Oro este año, una omisión que él atribuye a "mala onda" y a su tendencia a criticar abiertamente. "Ha habido mucha gente en la Academia a la que no le caigo bien, sencillamente. Porque si fuera por méritos... Yo he ganado varios Arieles personales y mis películas han generado muchísimos más".

Durante un homenaje reciente en la Cineteca Nacional, donde se proyectaron algunas de sus películas más icónicas, Arau no paró de firmar autógrafos y sacarse fotos con admiradores de diversas generaciones. Este evento destacó su influencia perdurable en el cine mexicano y su capacidad para conectar con el público a través de sus historias: "En lo personal quiero que se me recuerde como un hombre de familia. Como cineasta, como alguien que ayudó con sus ideas y películas a hacer del mundo algo un poquito mejor".

Arau, que sigue activo y lleno de proyectos, compartió una anécdota sobre un pacto que tiene con su amigo, el también director Alejandro Jodorowsky. Ambos firmaron un contrato formal comprometiéndose a no morir antes de los 120 años. "Alejandro tiene 3 años más que yo y también está poca madre. Ahí la llevamos. Tenemos muchas cosas que hacer todavía", relató Arau, quien a pesar de necesitar un bastón para movilizarse, asegura sentirse sano y fuerte.



El cineasta es muy directo a la hora de hablar sobre el estado actual de la industria cinematográfica en México. Opina que sigue reinando la envidia, la frustración, el influyentismo y la corrupción. "En México no filman los que tienen que filmar, filman los que tienen amigos, los que son transas", lamenta. Con más de una docena de títulos como director, ha dejado una marca imborrable en el cine, abriendo puertas a realizadores mexicanos en Hollywood con películas como "Como agua para chocolate" (1992), que recaudó más de 21 millones de dólares en taquilla en Estados Unidos y consiguió nominaciones al BAFTA, al Globo de Oro y al Goya.

Arau también dirigió a Keanu Reeves y Anthony Quinn en "Un Paseo por las Nubes" (1995) y a Woody Allen en "Picking Up The Pieces" (2000). Su obra es apreciada incluso en el ámbito político, como lo demuestra el hecho de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió a funcionarios ver "Calzonzin Inspector" (1974), una sátira política sobre los "lavados de cara" para agradar a los jefes. "Es un honor tener de fan a Obrador", reconoce Arau.

Aunque no ha dirigido una película desde 2010 con el drama italiano "L'Imbroglio nel Lenzuolo", sigue escribiendo guiones y creando historias que espera dejar como legado. "Tengo una historia de amor que se llama 'La Gloria Eres Tú', como la canción, sobre un cuate que es adorador de (la actriz) Gloria Marín y que un día la encuentra, ya vieja. No te digo más...", comparte con entusiasmo. En cuanto a su carrera actoral, ha trabajado con directores como John Landis, Robert Zemeckis y Sam Peckinpah, se muestra cauteloso. Consciente de sus 92 años, teme haber perdido facultades y ya no ser tan ágil ni preciso en la interpretación. "El tiempo pasa, no eres el mismo", admite.

También se pronunció sobre la nueva serie de HBO que adapta de nuevo el libro de su exesposa, Laura Esquivel, "Como agua para chocolate". Considera que el cine y la televisión deberían explorar cosas nuevas en lugar de revisitar lo que ya se hizo y se hizo bien. "Esa gente no tiene ningún talento, nada más compran las cosas", critica el director. Arau confirmó que la producción de la serie no se le acercó para solicitarle asesoría u ofrecerle la dirección de algún episodio, lo cual agradece porque, sostiene, los hubiera "mandado al demonio".

"Laura la vendió (la novela) como serie. Yo no estoy de acuerdo. ¿Cómo vas a hacer una serie? La película es una cosa tan especial, tan específica, tan única...", argumenta Arau. Añade que la historia tendrá muchos cambios en su versión para la pantalla chica y sugiere que la misma Esquivel está desencantada con el rumbo que está tomando. "Laura me dijo: 'Estoy furiosa', que esto, que lo otro".

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