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Adolfo Aristarain, director y guionista argentino, con también abundante filmografía en España, recibió la Medalla de Oro de la Academia de Cine ibérica en una ceremonia celebrada en el Museo de Arte Latinoamericano (Malba), en Buenos Aires, ante su imposibilidad de trasladarse a Madrid. El evento estuvo lleno de emociones, con la presencia de colegas, actores y familiares que acompañaron a Aristarain en un reconocimiento a su carrera, tanto en el cine argentino como en el español.

Aristarain, creador de obras como "Tiempo de revancha", "Un lugar en el mundo", "La ley de la frontera", "Martín (Hache)", "Lugares comunes" y "Roma", entre otras, se mostró conmovido por las muestras de afecto y las felicitaciones recibidas, tanto en vivo como a través de vídeos. Durante su discurso, agradeció la distinción y reflexionó sobre el significado de este reconocimiento: "La medalla tiene mucho que ver con la amistad y con mi manera de ser. Es mucho más personal que un premio a las películas", afirmó.

Rodeado de su familia, incluyendo su esposa Kathy Saavedra y su hijo Bruno, así como de varios directores e intérpretes argentinos, Aristarain fue contundente en sus declaraciones sobre el cine: "El cine es un oficio despiadadamente traidor. Aunque uno intente esconder lo que es, tarde o temprano el director desnuda su alma en primer plano. El cine que uno hace es lo que uno es".

A lo largo de la ceremonia, recordó las palabras de John Ford sobre cómo las historias se cuentan a través de los rostros de los actores: "Uno elige la toma buena porque en ese momento apareció la verdad. Ese sentimiento preciso en ese rostro lo ve el director, y está determinado por lo que ha sido su vida".

El director también reconoció la importancia de los actores y actrices en su obra: "Sin ellos hubiera sido imposible hacer las películas". Agradeció a figuras clave en su carrera, como Kathy Saavedra, Mario Camus, Héctor Olivera, Teresa Font y José Luis Alcaine, entre otros. Sobre el futuro del cine, Aristarain fue claro: "No puede desaparecer algo que crea la ilusión de que la vida tiene lógica y un sentido". Criticó al gobierno argentino por su actitud hacia el cine, afirmando que no se trata solo de defender el cine, sino de "defender al país".



El presidente de la Academia de Cine, Fernando Méndez Leite, fue el encargado de entregarle la distinción. En su discurso, destacó la figura de Aristarain como "un hombre libre" y mencionó su capacidad para otorgar a sus personajes las palabras justas. También recordó la escena de "Roma", en la que un niño pregunta qué es un bohemio, a lo que su padre responde: "un hombre libre, que hace lo que quiere".

Cecilia Roth, actriz en películas como "Un lugar en el mundo" y "Martín (Hache)", compartió su emoción por participar en el homenaje. "Es un grande, es mi maestro en el cine", afirmó la actriz, quien agradeció al director por su coherencia y generosidad. "Soy tu fan", le confesó Roth.

Durante el evento, también se proyectaron vídeos con testimonios de figuras como José Luis Alcaine, Eusebio Poncela, Juan Diego Botto y José Sacristán, quienes expresaron su admiración por Aristarain. Además, actores como Alberto Ammann, Aitana Sánchez Gijón, Darío Grandinetti y Miguel Ángel Solá también enviaron mensajes de felicitación.

Aristarain es el primer director argentino en recibir la Medalla de Oro de la Academia de Cine (que por primera vez se entrega fuera de España), distinción que anteriormente fue otorgada a figuras como Fernando Rey, Carlos Saura, Paco Rabal y Antonio Banderas. Durante su discurso de agradecimiento, el cineasta expresó su agradecimiento hacia la Academia de Cine de España y reiteró su preocupación por la situación política en Argentina, subrayando la necesidad de un cambio para que el cine pueda continuar resurgiendo.

La ceremonia estuvo marcada por el afecto y el reconocimiento a la trayectoria de un director considerado fundamental tanto para el cine argentino como para el español.

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