Crítica: "La decisión de Julia", ¡Que no mueran los recuerdos!
- por © NOTICINE.com
Por Eduardo Larrocha
Historia onírica y evocadora en blanco y negro, "La decisión de Julia" comienza cuando la protagonista llega con una pequeña maleta a la habitación 216 de un hotel en el centro de Madrid. Julia no ha elegido al azar este cuarto para atravesar los momentos trascendentales a los que está dispuesta a enfrentarse. En ese mismo lugar vivió la historia que trazó su línea del corazón y de cuyo recuerdo son deudores sus momentos de felicidad. Mientras la muerte acecha, este entorno permitirá a Julia dar alas a los sueños para evocar tiempos intensos y hablar de su trayectoria vital. "La decisión de Julia" indaga en el valor del pasado y la protección del otro en el camino del amor. Generoso gesto que llega a perjudicar el devenir de la propia existencia.
A partir de una revisión de "La voz humana", un texto de Jean Cocteau dedicado a Edith Piaf, Norberto López Amado nos habla en ochenta y cinco minutos del significado del amor y los recuerdos. Sin ellos somos polvo en el olvido. El mismo relato del dramaturgo francés es el origen de uno de los capítulos de "L’amore", película de 1948, también en blanco y negro, de Roberto Rossellini, protgonizada por Anna Magnani y Federico Fellini. Claro que las maneras de rodar y de contar una y otra producción son bien distintas. Con su aroma teatral, el tercer largometraje de López Amado es también distinto en la apariencia y en la forma de su anterior película: "¿Cuánto pesa su edificio Sr. Foster?", un documental tan vanguardista como el arquitecto a cuya obra está dedicado. El director es el responsable también de algunas capítulos de series televisivas como "El tiempo entre costuras" y "Tierra de Lobos".
Todo gira en "La decisión de Julia" en torno al personaje que interpreta lleno de verdad interior Marta Belaustegui. Recordamos a la actriz excelente en "Malena es un nombre de tango", "Las razones de mis amigos" o "Cuando vuelvas a mi lado". Junto a ella o quizá frente a Julia, Fernando Cayo le da la réplica vital en su papel de amor fugaz dando algún acertado giro a la historia en su debate amoroso con la protagonista. Un pasado que será eterno mientras siga en el recuerdo de ambos aquella historia que ha marcado sus vidas. En un breve pero relevante papel desde el punto de vista argumental intervienen Yolanda Ulloa y Josean Bengoetxea ¿le recuerdan en "El negociador"?
Marta Belaustegui ganó por su papel protagonista en este drama intimista el premio a la mejor interpretación en el último Festival de cine de Ourense. "La decisión de Julia" se presentó en la sección Punto de Encuentro en la última Seminci de Valladolid. Esta pequeña producción para saborear en blanco y negro llega ahora a las salas españolas. Apta y recomendable para un público capaz de degustar imágenes cargadas de emoción y sensibilidad. Merece que dure en la cartelera y que no la empuje hacia el olvido el poderoso cine comercial americano.
Historia onírica y evocadora en blanco y negro, "La decisión de Julia" comienza cuando la protagonista llega con una pequeña maleta a la habitación 216 de un hotel en el centro de Madrid. Julia no ha elegido al azar este cuarto para atravesar los momentos trascendentales a los que está dispuesta a enfrentarse. En ese mismo lugar vivió la historia que trazó su línea del corazón y de cuyo recuerdo son deudores sus momentos de felicidad. Mientras la muerte acecha, este entorno permitirá a Julia dar alas a los sueños para evocar tiempos intensos y hablar de su trayectoria vital. "La decisión de Julia" indaga en el valor del pasado y la protección del otro en el camino del amor. Generoso gesto que llega a perjudicar el devenir de la propia existencia.
A partir de una revisión de "La voz humana", un texto de Jean Cocteau dedicado a Edith Piaf, Norberto López Amado nos habla en ochenta y cinco minutos del significado del amor y los recuerdos. Sin ellos somos polvo en el olvido. El mismo relato del dramaturgo francés es el origen de uno de los capítulos de "L’amore", película de 1948, también en blanco y negro, de Roberto Rossellini, protgonizada por Anna Magnani y Federico Fellini. Claro que las maneras de rodar y de contar una y otra producción son bien distintas. Con su aroma teatral, el tercer largometraje de López Amado es también distinto en la apariencia y en la forma de su anterior película: "¿Cuánto pesa su edificio Sr. Foster?", un documental tan vanguardista como el arquitecto a cuya obra está dedicado. El director es el responsable también de algunas capítulos de series televisivas como "El tiempo entre costuras" y "Tierra de Lobos".
Todo gira en "La decisión de Julia" en torno al personaje que interpreta lleno de verdad interior Marta Belaustegui. Recordamos a la actriz excelente en "Malena es un nombre de tango", "Las razones de mis amigos" o "Cuando vuelvas a mi lado". Junto a ella o quizá frente a Julia, Fernando Cayo le da la réplica vital en su papel de amor fugaz dando algún acertado giro a la historia en su debate amoroso con la protagonista. Un pasado que será eterno mientras siga en el recuerdo de ambos aquella historia que ha marcado sus vidas. En un breve pero relevante papel desde el punto de vista argumental intervienen Yolanda Ulloa y Josean Bengoetxea ¿le recuerdan en "El negociador"?
Marta Belaustegui ganó por su papel protagonista en este drama intimista el premio a la mejor interpretación en el último Festival de cine de Ourense. "La decisión de Julia" se presentó en la sección Punto de Encuentro en la última Seminci de Valladolid. Esta pequeña producción para saborear en blanco y negro llega ahora a las salas españolas. Apta y recomendable para un público capaz de degustar imágenes cargadas de emoción y sensibilidad. Merece que dure en la cartelera y que no la empuje hacia el olvido el poderoso cine comercial americano.