El chileno Daniel Vivanco estrenó "El mal trato", violencia doméstica desde una óptica inusual
- por © Corresponsal (Chile)-NOTICINE.com
La violencia doméstica, generalmente ejercida por los hombres hacia sus parejas, es presentada -inicialmente- desde la óptica opuesta por el cineasta Daniel Vivanco en su segunda película, "El mal trato", desde este jueves en las salas chilenas, tras cerca de dos años de terminada. Basada en hechos reales, y protagonizada por Sandra Meezs, Ricardo Pinto, Carlos Belmar y Luis Figueroa, la cinta presenta sin moralismos a un perdedor humillado por su mujer, que finalmente pasa de víctima a victimario.
El film cuenta la historia de Ramiro (Ricardo Pinto), un profesor de matemáticas de enseñanza básica en la tranquila ciudad de Pitrufquén, en el sur de Chile. Está casado hace años con Irma (Sandra Meezs), en una conflictiva relación donde él sufre maltrato físico y psicológico. Lamentablemente para Ramiro, esta situación no es un secreto, y todos en el pueblo saben su verdad. Ramiro sabe que es un hazmerreír para sus colegas, sus amigos, incluso sus alumnos. Las humillaciones se prolongan hasta que Ramiro acaba perdiendo su trabajo y se plantea la venganza.
"La idea siempre fue hacer una película un poco incorrecta", explicaba Vivanco en declaraciones a Radio Universidad de Chile. "De esa forma, creo que podemos reflexionar un poco en torno al tema. Si siempre entregamos la misma visión, si todos encauzamos nuestra postura moral hacia solo un sentido, nunca vamos a reflexionar sobre algo más profundo. Entender los procesos, tratar de ponerse en el lugar del otro, es algo que me interesa como tema cinematográfico en general. Pienso que parte del rol del arte es pensar en las cosas que nos están pasando y puede ser que se malinterprete de esa forma, pero la idea no es justificar, de ninguna manera, sino reflexionar sobre la violencia", agregaba.
En otra entrevista con El Mostrador, el antes autor de "D7A" (2008), añadía: "Desde hace más de cuatro años que el femicidio se transformó en un concepto tangible, es cosa de prender la tele y verás de donde viene la inspiración. Además en ese tiempo estaba viendo 'Breaking Bad' y 'Dexter', y tuve la intención de hacer de este proyecto un piloto para una serie. Nunca se concretó como tal y tiene muchas referencias de esas series. Mi interés era entregar un punto de vista distinto sobre la violencia intrafamiliar y generar debate con respecto al tema de la violencia en general, no sólo dirigida hacia las mujeres. Y la motivación más fuerte nace de ver como esta reflexión no estaba siendo hecha, ni por el medio social que me rodeaba, ni por los medios de comunicación, ni por el mundo artístico".
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El film cuenta la historia de Ramiro (Ricardo Pinto), un profesor de matemáticas de enseñanza básica en la tranquila ciudad de Pitrufquén, en el sur de Chile. Está casado hace años con Irma (Sandra Meezs), en una conflictiva relación donde él sufre maltrato físico y psicológico. Lamentablemente para Ramiro, esta situación no es un secreto, y todos en el pueblo saben su verdad. Ramiro sabe que es un hazmerreír para sus colegas, sus amigos, incluso sus alumnos. Las humillaciones se prolongan hasta que Ramiro acaba perdiendo su trabajo y se plantea la venganza.
"La idea siempre fue hacer una película un poco incorrecta", explicaba Vivanco en declaraciones a Radio Universidad de Chile. "De esa forma, creo que podemos reflexionar un poco en torno al tema. Si siempre entregamos la misma visión, si todos encauzamos nuestra postura moral hacia solo un sentido, nunca vamos a reflexionar sobre algo más profundo. Entender los procesos, tratar de ponerse en el lugar del otro, es algo que me interesa como tema cinematográfico en general. Pienso que parte del rol del arte es pensar en las cosas que nos están pasando y puede ser que se malinterprete de esa forma, pero la idea no es justificar, de ninguna manera, sino reflexionar sobre la violencia", agregaba.
En otra entrevista con El Mostrador, el antes autor de "D7A" (2008), añadía: "Desde hace más de cuatro años que el femicidio se transformó en un concepto tangible, es cosa de prender la tele y verás de donde viene la inspiración. Además en ese tiempo estaba viendo 'Breaking Bad' y 'Dexter', y tuve la intención de hacer de este proyecto un piloto para una serie. Nunca se concretó como tal y tiene muchas referencias de esas series. Mi interés era entregar un punto de vista distinto sobre la violencia intrafamiliar y generar debate con respecto al tema de la violencia en general, no sólo dirigida hacia las mujeres. Y la motivación más fuerte nace de ver como esta reflexión no estaba siendo hecha, ni por el medio social que me rodeaba, ni por los medios de comunicación, ni por el mundo artístico".
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