El herrero de Paul Urkijo atemoriza al diablo y a Sitges
- por © Nilton Torres (Sitges)-NOTICINE.com
Paul Urkijo es un prolijo cortometrajista vasco cuyo trabajo siempre ha estado ligado al fantástico. Su primer largometraje, "Errementari", como era de esperarse, no solo es una fantasía oscura revestida de fábula, sino que además se ha presentado en estreno mundial en el marco del Festival de Cine de Sitges y apadrinado nada menos que por Álex de la Iglesia, quien es uno de los productores de la cinta junto a su pareja, Carolina Bang.
"Lo primero que me atrajo del proyecto fueron las ganas tan grandes de Paul, que fue mi ayudante en un rodaje y se comió muchos marrones, de filmar una película que no solo es un cuento sino también una forma de mostrar la experiencia que podemos tener todos alguna vez en la vida, de descubrir que aquellos que parecen ogros, en realidad no lo son. Creo que de eso se trata la película", dice De la Iglesia, quien acude a Sitges acompañado por su compañera y socia, Carolina Bang, quien también es una de las productoras de "Errementari. El herrero y el diablo".
La ópera prima de Urkijo se inspira en un cuento del folclore vasco protagonizado por un herrero tan malvado, que las propias criaturas del infierno le temen. Patxi Errementari (Kandido Urdanga) vive aislado en una vetusta cabaña en medio del bosque en la que tiene prisionero al demonio al que le vendió su alma, hasta que una niña (Uma Bracaglia) con la que tiene un inesperado vínculo, aparece y se desatan una serie de situaciones que, con negrisimo humor, muestran que a veces las cosas no son como parecen, y que los malos no siempre son tan malos.
Urkijo cuenta que siempre tuvo claro que quería hacer una película basada en ésta historia-ambientada en el oscuro y gótico siglo XIX- que aprendió cuando iba a la ikastola (escuela), y conseguirlo le ha demandado los últimos seis años de su vida.
El primer reto a superar fue convencer a los productores y actores para que se sumen al proyecto, y para ello hizo un Concept Book que funcionó, y luego tuvo que enfrentar un rodaje muy físico, ya que tuvieron que rodar en invierno, con criaturas protésicas, con animales, y los actores soportaron esas condiciones con su mismo entusiasmo.
"Cuando me enseñó su libro con sus dibujos, me convenció directamente. Me dije, alguien que hace un libro como ese debe hacer películas mucho mejores", dice Kandido Urdanga, y sobre la elección de Uma Bracaglia, el director comentó que lo único que tenia claro era encontrar una actriz que fuera como él de pequeño, un poco asalvajado, y Uma cumplió con sus expectativas.
De la Iglesia dijo que comparte con Urkijo la gran fascinanción que tienen ambos por la mitología del País Vasco, y eso queda en evidencia tanto en "Errementari" como en "Las brujas de Zugarramurdi".
Un detalle importante de la película de Paul Urkijo es que está hablada íntegramente en euskera, no solo porque en aquella lengua está escrito el relato original, también porque así ha podido utilizar distintas variaciones del euskera para que los personajes, según sus orígenes y clases sociales, usen una variedad que les corresponde históricamente.
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"Lo primero que me atrajo del proyecto fueron las ganas tan grandes de Paul, que fue mi ayudante en un rodaje y se comió muchos marrones, de filmar una película que no solo es un cuento sino también una forma de mostrar la experiencia que podemos tener todos alguna vez en la vida, de descubrir que aquellos que parecen ogros, en realidad no lo son. Creo que de eso se trata la película", dice De la Iglesia, quien acude a Sitges acompañado por su compañera y socia, Carolina Bang, quien también es una de las productoras de "Errementari. El herrero y el diablo".
La ópera prima de Urkijo se inspira en un cuento del folclore vasco protagonizado por un herrero tan malvado, que las propias criaturas del infierno le temen. Patxi Errementari (Kandido Urdanga) vive aislado en una vetusta cabaña en medio del bosque en la que tiene prisionero al demonio al que le vendió su alma, hasta que una niña (Uma Bracaglia) con la que tiene un inesperado vínculo, aparece y se desatan una serie de situaciones que, con negrisimo humor, muestran que a veces las cosas no son como parecen, y que los malos no siempre son tan malos.
Urkijo cuenta que siempre tuvo claro que quería hacer una película basada en ésta historia-ambientada en el oscuro y gótico siglo XIX- que aprendió cuando iba a la ikastola (escuela), y conseguirlo le ha demandado los últimos seis años de su vida.
El primer reto a superar fue convencer a los productores y actores para que se sumen al proyecto, y para ello hizo un Concept Book que funcionó, y luego tuvo que enfrentar un rodaje muy físico, ya que tuvieron que rodar en invierno, con criaturas protésicas, con animales, y los actores soportaron esas condiciones con su mismo entusiasmo.
"Cuando me enseñó su libro con sus dibujos, me convenció directamente. Me dije, alguien que hace un libro como ese debe hacer películas mucho mejores", dice Kandido Urdanga, y sobre la elección de Uma Bracaglia, el director comentó que lo único que tenia claro era encontrar una actriz que fuera como él de pequeño, un poco asalvajado, y Uma cumplió con sus expectativas.
De la Iglesia dijo que comparte con Urkijo la gran fascinanción que tienen ambos por la mitología del País Vasco, y eso queda en evidencia tanto en "Errementari" como en "Las brujas de Zugarramurdi".
Un detalle importante de la película de Paul Urkijo es que está hablada íntegramente en euskera, no solo porque en aquella lengua está escrito el relato original, también porque así ha podido utilizar distintas variaciones del euskera para que los personajes, según sus orígenes y clases sociales, usen una variedad que les corresponde históricamente.
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