Los hermanos Muschietti hacen balance de su año glorioso con "It"
- por © Mireia Quintana-NOTICINE.com
Los hermanos argentinos Andy y Bárbara Muschietti, director y productora de "It / Eso", la décima película más vista en todo el mundo durante el pasado año, han querido hacer balance de su éxito en una entrevista con la revista argentina Gente. Saltaron a la fama con su largometraje "Mamá" y ahora son los cineastas del momento, ya que han conseguido que "It / Eso" se convierta en la cinta de terror y sobrenatural que más dinero ha recaudado de la historia.
"Es de locos, porque además de acceder al puesto 100 entre los films que más recaudaron desde siempre, 'It' encabezó otro fenómeno a nivel doméstico estadounidense: quedamos 54 en la lista de todas las películas de todos los géneros de todas las épocas. Y hay que considerar que la mayoría de ellas no bajan de los cien millones de presupuesto, salvo quizá 'La guerra de las galaxias', que valió 11, pero se hizo en 1977. La nuestra costó 35", explica Andy, a lo que su hermana Bárbara añade: "A nivel eficacia –relación dólar gastado/dólar ganado–, 'It' se convirtió en una de las cinco películas más rentables de la historia".
El largometraje tuvo una exhibición mundial de 98 días, 14 semanas, y recaudó algo más de 698 millones de dólares, superando a otros referentes del género de terror y sobrenatural como "El exorcista / The Exorcist" o "El sexto sentido / The Sixth Sense". Se trata además, del único film dirigido por un realizador iberoamericano entre los diez más taquilleros de 2017 en todo el mundo. "Para colmo, obtuvo la mayor recaudación de Warner Bros. en la historia de nuestro país. Incluso sobre las sagas de 'Harry Potter', 'El Señor de los Anillos', 'Batman'… 'It' es la número uno", asegura la productora.
La predilección de estos hermanos por las cintas de terror se gestó durante su infancia: "Yo estaba aterrorizado por los fantasmas. Insomne, no lograba dormir por las noches. De niño, no disciernes entre lo que escuchas por ahí y la realidad, ni hallas diferencias entre el cuento de una tía que fue a una sesión de espiritismo, donde el espíritu le habló, y otra cosa. Aunque, en especial, el temor venía por las películas a las que nuestros padres empezaron a exponernos cuando ella andaba en los 8 años y yo en los 6. 'El último hombre... vivo / La última esperanza / The Omega Man', con Charlton Heston. Ese me pegó fuerte", cuenta el director. "A mí 'El abominable Dr. Phibes / The Abominable Dr. Phibes', con Vincent Price, me aterrorizaba. Las veíamos juntos y no nos abrazábamos ni nada. Era una actividad familiar, que a veces se trasladaba al autocine. Nos llevaban bastante", añade Bárbara.
Si tuvieran hijos, posiblemente les autorizarían a ver las películas de terror que ellos disfrutaron de pequeños: "A mí me pegó bien verlas. Me generó un trauma, pero positivo: amar el cine", dice el cineasta. La productora piensa lo mismo y cree que "comparado con lo que ahora ven los niños en televisión, son algo de una inocencia y un escapismo absolutos. Las viejas cintas de terror no existen al lado de lo que aparece en los informativos".
A la hora de crear las películas de miedo, tienen unos límites claros: "Yo tengo un problema con la crueldad", asegura Bárbara. "Y yo con la brutalidad. Hay films que son de explotación para gente que sólo busca una experiencia de brutalidad. No le importan los personajes ni la historia. Géneros como el torture porn, el de las películas 'Saw / El juego del miedo / Saw: juego macabro' o 'Hostel / Hostal', cuya excitación consiste en ver cómo mueren personas de manera grotesca. No lo entiendo ni lo disfruto. Gozo de otro tipo de tensión, más psicológica, cuya base sea una narración humana en la que me pueda identificar a través de emociones. En lugar de recibir un shock, prefiero que me preocupen esos personajes, temer a que se encuentren en peligro", opina Andy.
Por último, ambos coinciden en que lo que más les aterroriza de la vida real son las armas: "Residimos en los Estados Unidos, donde la cultura de la violencia es más inquietante que en cualquier sitio del mundo, y donde un sector de la población se encuentra ciego al problema. Hay muchas personas a las que les atraen las armas, por herencia o porque simplemente les gustan", afirma Andy. Bárbara cree el problema es muy grave porque "el gobierno propicia el negocio". El realizador añade para finalizar que "la cultura de la violencia es la cultura del miedo, y consiste en provocar temor desde el poder, para dividir y controlar. Cuando acontece eso, los ciudadanos pierden la brújula y ganan en vulnerabilidad. Y como no hablamos de una película de terror, sino de la realidad, el tema se torna más que preocupante".
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"Es de locos, porque además de acceder al puesto 100 entre los films que más recaudaron desde siempre, 'It' encabezó otro fenómeno a nivel doméstico estadounidense: quedamos 54 en la lista de todas las películas de todos los géneros de todas las épocas. Y hay que considerar que la mayoría de ellas no bajan de los cien millones de presupuesto, salvo quizá 'La guerra de las galaxias', que valió 11, pero se hizo en 1977. La nuestra costó 35", explica Andy, a lo que su hermana Bárbara añade: "A nivel eficacia –relación dólar gastado/dólar ganado–, 'It' se convirtió en una de las cinco películas más rentables de la historia".
El largometraje tuvo una exhibición mundial de 98 días, 14 semanas, y recaudó algo más de 698 millones de dólares, superando a otros referentes del género de terror y sobrenatural como "El exorcista / The Exorcist" o "El sexto sentido / The Sixth Sense". Se trata además, del único film dirigido por un realizador iberoamericano entre los diez más taquilleros de 2017 en todo el mundo. "Para colmo, obtuvo la mayor recaudación de Warner Bros. en la historia de nuestro país. Incluso sobre las sagas de 'Harry Potter', 'El Señor de los Anillos', 'Batman'… 'It' es la número uno", asegura la productora.
La predilección de estos hermanos por las cintas de terror se gestó durante su infancia: "Yo estaba aterrorizado por los fantasmas. Insomne, no lograba dormir por las noches. De niño, no disciernes entre lo que escuchas por ahí y la realidad, ni hallas diferencias entre el cuento de una tía que fue a una sesión de espiritismo, donde el espíritu le habló, y otra cosa. Aunque, en especial, el temor venía por las películas a las que nuestros padres empezaron a exponernos cuando ella andaba en los 8 años y yo en los 6. 'El último hombre... vivo / La última esperanza / The Omega Man', con Charlton Heston. Ese me pegó fuerte", cuenta el director. "A mí 'El abominable Dr. Phibes / The Abominable Dr. Phibes', con Vincent Price, me aterrorizaba. Las veíamos juntos y no nos abrazábamos ni nada. Era una actividad familiar, que a veces se trasladaba al autocine. Nos llevaban bastante", añade Bárbara.
Si tuvieran hijos, posiblemente les autorizarían a ver las películas de terror que ellos disfrutaron de pequeños: "A mí me pegó bien verlas. Me generó un trauma, pero positivo: amar el cine", dice el cineasta. La productora piensa lo mismo y cree que "comparado con lo que ahora ven los niños en televisión, son algo de una inocencia y un escapismo absolutos. Las viejas cintas de terror no existen al lado de lo que aparece en los informativos".
A la hora de crear las películas de miedo, tienen unos límites claros: "Yo tengo un problema con la crueldad", asegura Bárbara. "Y yo con la brutalidad. Hay films que son de explotación para gente que sólo busca una experiencia de brutalidad. No le importan los personajes ni la historia. Géneros como el torture porn, el de las películas 'Saw / El juego del miedo / Saw: juego macabro' o 'Hostel / Hostal', cuya excitación consiste en ver cómo mueren personas de manera grotesca. No lo entiendo ni lo disfruto. Gozo de otro tipo de tensión, más psicológica, cuya base sea una narración humana en la que me pueda identificar a través de emociones. En lugar de recibir un shock, prefiero que me preocupen esos personajes, temer a que se encuentren en peligro", opina Andy.
Por último, ambos coinciden en que lo que más les aterroriza de la vida real son las armas: "Residimos en los Estados Unidos, donde la cultura de la violencia es más inquietante que en cualquier sitio del mundo, y donde un sector de la población se encuentra ciego al problema. Hay muchas personas a las que les atraen las armas, por herencia o porque simplemente les gustan", afirma Andy. Bárbara cree el problema es muy grave porque "el gobierno propicia el negocio". El realizador añade para finalizar que "la cultura de la violencia es la cultura del miedo, y consiste en provocar temor desde el poder, para dividir y controlar. Cuando acontece eso, los ciudadanos pierden la brújula y ganan en vulnerabilidad. Y como no hablamos de una película de terror, sino de la realidad, el tema se torna más que preocupante".
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