Crítica: "El inocente", el pasado llama a tu puerta
- por © NOTICINE.com
Por Lucía Martín Muñoz
La miniserie "El inocente" lleva unos días disponible en la plataforma de Netflix, de la mano de Oriol Paulo, realizador que vuelve a demostrar, por tercera vez, su capacidad para hacer que el espectador disfrute de un género tan maltratado como el thriller.
Basado en la novela homónima de Harlan Coben, "El inocente" narra la historia de Mateo, un hombre que intenta rehacer su vida con su esposa, Olivia, después de haber pasado 4 años en prisión por matar accidentalmente a un joven. Cuando parece que su vida empieza a tener un rumbo, un misterioso suicidio dirige todas las culpas hacia Mateo, que tendrá que demostrar su inocencia con la policía y la Unidad de Delitos Especiales detrás de él y de su pareja.
La trama no solo engancha a un espectador, que está cansado de ver un esquema repetirse en todas las cintas de este género, sino que su estructura, tan cuidada, permite desvelar poco a poco los hilos que unen los secretos.
La tensión se consigue gracias al buen uso de los silencios y a la dosificación en pequeñas píldoras de lo que esconde cada persona.
Uno de los rasgos más llamativos de la miniserie española es la presentación de los personajes. Con una primera llamada al espectador y mirando directamente a cámara, los protagonistas dicen su nombre y proyectan una serie de imágenes de su pasado, que ellos mismos narran con una voz en off para hacer empatizar al público.
Estos hechos que narran solo generan preguntas, pero no respuestas que se irán desvelando lentamente a lo largo de los episodios.
El primer capítulo, que sirve como escena tesis, presenta una historia que ya hemos visto en otras ocasiones, pero narrada de una forma bastante creativa y que, sin duda, engancha.
No es hasta el tercer episodio cuando todos los personajes coinciden en el mismo plano, ante la mirada atónita de quien se encuentra detrás de la pantalla, que necesita respuestas y al que le es imposible dejar de dar al botón de "siguiente episodio".
La serie funciona tan bien porque desde un primer momento el director busca generar empatía con todos los personajes, cuyos conflictos internos, los "atan" a la trama.
Netflix por fin presenta un thriller en el que nada es lo que parece, donde realmente no puedes adelantarte a los acontecimientos porque son extremadamente inesperados. Esto suscita tensión, pero también rareza, porque crea un universo en el que todo puede suceder.
El cartel de " El inocente" tiene la cara de Mario Casas, pero todos los actores realizan un gran papel dentro de esta historia cuidada hasta la saciedad y extremadamente bien hilada. El único punto que no destaca en la narrativa es la fotografía, que se limita a ser correcta, pero que podría haber sido la guinda del pastel.
La serie ofrece entretenimiento, un esquema de pistas aparentemente sin conexión, y que acaban con un final satisfactorio, pero lleno de tensión.
En definitiva, "El inocente" es un título muy bien escogido para poner sobre la mesa la pregunta: ¿La sociedad nos exime de culpabilidad si somos víctimas de las circunstancias?.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
La miniserie "El inocente" lleva unos días disponible en la plataforma de Netflix, de la mano de Oriol Paulo, realizador que vuelve a demostrar, por tercera vez, su capacidad para hacer que el espectador disfrute de un género tan maltratado como el thriller.
Basado en la novela homónima de Harlan Coben, "El inocente" narra la historia de Mateo, un hombre que intenta rehacer su vida con su esposa, Olivia, después de haber pasado 4 años en prisión por matar accidentalmente a un joven. Cuando parece que su vida empieza a tener un rumbo, un misterioso suicidio dirige todas las culpas hacia Mateo, que tendrá que demostrar su inocencia con la policía y la Unidad de Delitos Especiales detrás de él y de su pareja.
La trama no solo engancha a un espectador, que está cansado de ver un esquema repetirse en todas las cintas de este género, sino que su estructura, tan cuidada, permite desvelar poco a poco los hilos que unen los secretos.
La tensión se consigue gracias al buen uso de los silencios y a la dosificación en pequeñas píldoras de lo que esconde cada persona.
Uno de los rasgos más llamativos de la miniserie española es la presentación de los personajes. Con una primera llamada al espectador y mirando directamente a cámara, los protagonistas dicen su nombre y proyectan una serie de imágenes de su pasado, que ellos mismos narran con una voz en off para hacer empatizar al público.
Estos hechos que narran solo generan preguntas, pero no respuestas que se irán desvelando lentamente a lo largo de los episodios.
El primer capítulo, que sirve como escena tesis, presenta una historia que ya hemos visto en otras ocasiones, pero narrada de una forma bastante creativa y que, sin duda, engancha.
No es hasta el tercer episodio cuando todos los personajes coinciden en el mismo plano, ante la mirada atónita de quien se encuentra detrás de la pantalla, que necesita respuestas y al que le es imposible dejar de dar al botón de "siguiente episodio".
La serie funciona tan bien porque desde un primer momento el director busca generar empatía con todos los personajes, cuyos conflictos internos, los "atan" a la trama.
Netflix por fin presenta un thriller en el que nada es lo que parece, donde realmente no puedes adelantarte a los acontecimientos porque son extremadamente inesperados. Esto suscita tensión, pero también rareza, porque crea un universo en el que todo puede suceder.
El cartel de " El inocente" tiene la cara de Mario Casas, pero todos los actores realizan un gran papel dentro de esta historia cuidada hasta la saciedad y extremadamente bien hilada. El único punto que no destaca en la narrativa es la fotografía, que se limita a ser correcta, pero que podría haber sido la guinda del pastel.
La serie ofrece entretenimiento, un esquema de pistas aparentemente sin conexión, y que acaban con un final satisfactorio, pero lleno de tensión.
En definitiva, "El inocente" es un título muy bien escogido para poner sobre la mesa la pregunta: ¿La sociedad nos exime de culpabilidad si somos víctimas de las circunstancias?.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.