Crítica Seminci: "No mires a los ojos", entrar en el armario
- por © NOTICINE.com
Por Jon Apaolaza
Son varias las fábulas sociales que nos regala este año la Seminci, y a la española "No mires a los ojos", de Félix Viscarret, le correspondía el honor de abrir el fuego. A partir de la novela de Juan José Millás "Desde la sombra", la cinta nos lleva al voyeurismo inesperado de un hombre del que apenas sabemos nada, sin arraigos, que disfruta de la posibilidad de parasitar secretamente a una familia e incluso actuar como si fuera parte de ella. Si entramos en el juego surrealista que nos proponen Millás y Viscarret, con la inestimable ayuda de Paco León, disfrutaremos.
La dimensión desconocida, el más allá, puede estar dentro de un armario, el mismo en el que Lucía se metía de niño con su hermano, luego fallecido. Bastantes años después, en su interior acaba oculto Damián, trabajador devoto de una empresa que le despide, mientras el gran mueble es traslado a casa de Lucía y su marido, Fede, quienes viven con María, su hija adolescente.
Aceptando algunas premisas tan improbables como la propia vida, empatizamos con un Damián al que da vida Paco León, quien sale de su zona de confort para asumir un personaje atípico en su carrera. El no es un observador y oyente pasivo, fantasea en su madriguera, se ve a sí mismo entrevistado en televisión por su aventura, pidiendo la docta opinión al ya retirado astro radiofónico Iñaki Gabilondo (quien se presta a la broma de Millás) y cuando la casa se vacía, sale del escondite para fregar los platos de la cocina, hacer las camas o enmendar al violento novio de la niña de la casa. Y esas salidas van resultando de más en más decisivas para la vida de la familia.
En parte comedia negra, en parte drama reflexivo, "No mires a los ojos" sabe mantener el interés del espectador, juega con él y le hace pensar en que las dimensiones desconocidas pueden estar mucho más cerca.
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Son varias las fábulas sociales que nos regala este año la Seminci, y a la española "No mires a los ojos", de Félix Viscarret, le correspondía el honor de abrir el fuego. A partir de la novela de Juan José Millás "Desde la sombra", la cinta nos lleva al voyeurismo inesperado de un hombre del que apenas sabemos nada, sin arraigos, que disfruta de la posibilidad de parasitar secretamente a una familia e incluso actuar como si fuera parte de ella. Si entramos en el juego surrealista que nos proponen Millás y Viscarret, con la inestimable ayuda de Paco León, disfrutaremos.
La dimensión desconocida, el más allá, puede estar dentro de un armario, el mismo en el que Lucía se metía de niño con su hermano, luego fallecido. Bastantes años después, en su interior acaba oculto Damián, trabajador devoto de una empresa que le despide, mientras el gran mueble es traslado a casa de Lucía y su marido, Fede, quienes viven con María, su hija adolescente.
Aceptando algunas premisas tan improbables como la propia vida, empatizamos con un Damián al que da vida Paco León, quien sale de su zona de confort para asumir un personaje atípico en su carrera. El no es un observador y oyente pasivo, fantasea en su madriguera, se ve a sí mismo entrevistado en televisión por su aventura, pidiendo la docta opinión al ya retirado astro radiofónico Iñaki Gabilondo (quien se presta a la broma de Millás) y cuando la casa se vacía, sale del escondite para fregar los platos de la cocina, hacer las camas o enmendar al violento novio de la niña de la casa. Y esas salidas van resultando de más en más decisivas para la vida de la familia.
En parte comedia negra, en parte drama reflexivo, "No mires a los ojos" sabe mantener el interés del espectador, juega con él y le hace pensar en que las dimensiones desconocidas pueden estar mucho más cerca.
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