Crítica Netflix: "Infiesto", efectivo thriller paranoico con la pandemia de fondo
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Juan Pablo Russo
El español Patxi Amezcua vuelve a ponerse tras las cámaras diez años después de que lo hiciera con Ricardo Darín y Belén Rueda en "Séptimo" (2013). Y el regreso es con el género que más cómodo le sienta: un thriller. Esta vez, no ambienta su historia en Buenos Aires, sino durante los diez primeros días del confinamiento español por la pandemia provocada por el Covid 19.
"Infiesto" (2023), protagonizada por Isak Férriz, Iria del Río, José Manuel Poga y Luis Zahera, en un papel muy de reparto que el actor de "As Bestas" (2022) convierte en relevante, comienza con el discurso del presidente Pedro Sánchez decretando el aislamiento de toda la ciudadanía. Al unísono una joven que había estado desaparecida (y dada por muerta) aparece en un pequeño pueblo de la cuenca minera asturiana. Mientras el mundo se cae a pedazos, dos detectives con diferentes problemas familiares a causa de la pandemia, comienzan una investigación policial para resolver que fue lo que en realidad sucedio con la muchacha y si el caso está relacionado con otros acontecimientos similares ocurridos en diferentes zonas del territorio español.
Amezcua sigue la línea de la Trilogía del Baztán ("El guardián invisible","Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta") cruzando la investigación policial clásica con una serie de elementos vinculados a la religión y la mitología para, a través de una puesta en escena de espacios desérticos, que de manera hábil vincula con una especie de depresión moral, enriquecer el relato y darle un viso más de zozobra.
Si "Infiesto" es novedosa y funciona no es por lo que se cuenta, ni por los giros narrativos para resolver el misterio, ni siquiera por los tópicos que aborda ni la simbología a la que recurre, sino por la acertada decisión de ubicar temporalmente la historia durante el peor momento de la pandemia y establecer una serie de paralelismos entre la ficción y la realidad. Todo cobra un sentido gracias a la exploración de la paranoia apocalíptica sobre la que se cimienta una narración implícita donde, a través de las calles vacías y las carreteras desérticas, se manifiesta lo explicito.
Más allá de apostar por una serie de recursos efectistas, simples y que siempre funcionan de manera eficaz en el espectador, "Infiesto", un thriller detectivesco de manual, con guiños y homenajes a la mítica serie creada por Nic Pizzolatto, "True Detective"", logra entretener y poner al espectador en ascuas cuando en verdad se lo propone. Y eso ya es todo un logro.
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El español Patxi Amezcua vuelve a ponerse tras las cámaras diez años después de que lo hiciera con Ricardo Darín y Belén Rueda en "Séptimo" (2013). Y el regreso es con el género que más cómodo le sienta: un thriller. Esta vez, no ambienta su historia en Buenos Aires, sino durante los diez primeros días del confinamiento español por la pandemia provocada por el Covid 19.
"Infiesto" (2023), protagonizada por Isak Férriz, Iria del Río, José Manuel Poga y Luis Zahera, en un papel muy de reparto que el actor de "As Bestas" (2022) convierte en relevante, comienza con el discurso del presidente Pedro Sánchez decretando el aislamiento de toda la ciudadanía. Al unísono una joven que había estado desaparecida (y dada por muerta) aparece en un pequeño pueblo de la cuenca minera asturiana. Mientras el mundo se cae a pedazos, dos detectives con diferentes problemas familiares a causa de la pandemia, comienzan una investigación policial para resolver que fue lo que en realidad sucedio con la muchacha y si el caso está relacionado con otros acontecimientos similares ocurridos en diferentes zonas del territorio español.
Amezcua sigue la línea de la Trilogía del Baztán ("El guardián invisible","Legado en los huesos" y "Ofrenda a la tormenta") cruzando la investigación policial clásica con una serie de elementos vinculados a la religión y la mitología para, a través de una puesta en escena de espacios desérticos, que de manera hábil vincula con una especie de depresión moral, enriquecer el relato y darle un viso más de zozobra.
Si "Infiesto" es novedosa y funciona no es por lo que se cuenta, ni por los giros narrativos para resolver el misterio, ni siquiera por los tópicos que aborda ni la simbología a la que recurre, sino por la acertada decisión de ubicar temporalmente la historia durante el peor momento de la pandemia y establecer una serie de paralelismos entre la ficción y la realidad. Todo cobra un sentido gracias a la exploración de la paranoia apocalíptica sobre la que se cimienta una narración implícita donde, a través de las calles vacías y las carreteras desérticas, se manifiesta lo explicito.
Más allá de apostar por una serie de recursos efectistas, simples y que siempre funcionan de manera eficaz en el espectador, "Infiesto", un thriller detectivesco de manual, con guiños y homenajes a la mítica serie creada por Nic Pizzolatto, "True Detective"", logra entretener y poner al espectador en ascuas cuando en verdad se lo propone. Y eso ya es todo un logro.
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