Crítica: "Deadpool & Lobezno / Deadpool & Wolverine", Una explosión de humor, violencia y nostalgia
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Adrián Monserrat
La tan esperada unión de Deadpool y Lobezno / Wolverine es una montaña rusa de acción y comedia que rinde homenaje a la era dorada de los superhéroes de Marvel en Fox. Un encuentro épico que no decepciona a los fans, y se perfila como el gran éxito de este verano USA, tras vender el equivalente a 38 millones de dólares en las sesiones del jueves noche.
"Deadpool & Wolverine" (2024) es la primera película dentro del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) que logra revivir la magia de los años mutantes de Fox, aquellos en donde los X-Men dominaron la pantalla grande. Hugh Jackman, en su emblemático papel de Wolverine, regresa con más ferocidad que nunca, portando ese traje amarillo que los fanáticos de los comics habían soñado ver desde la primera "X-Men" (2000). Los motivos de su omisión reflejan el interés contrapuesto de los estudios con respecto al de los aficionados: se optó por el cuero negro de "Matrix" (1999) para imitar a la competencia en lugar de los trajes clásicos. La nueva secuela del superhéroe encarnado por Ryan Reynolds no solo es una oda a algunos de los personajes icónicos de Marvel, sino que también, bajo la dirección de Shawn Levy ("Free Guy"), combina violencia desenfrenada, humor irreverente y una narrativa que mantiene al público en vilo recibiendo sorpresa tras sorpresa.
La química entre Reynolds y Jackman es el motor de la película. Desde el primer cruce de miradas, con una presentación multiversal de Logan que quedará en la historia cinematográfica de Marvel, la dinámica entre Deadpool y Wolverine es electrizante. Los amigos en la vida real logran traspasar la pantalla siendo conceptos que, desde ahora, serán difíciles de dividir. Los guiños a su historia compartida y las bromas internas, ya anticipadas en las entregas anteriores de "Deadpool", alcanzan aquí su máxima expresión. Reynolds, con su humor ácido, y Jackman, con su intensidad característica, crean una sinergia tan auténtica que expone el vínculo inevitable de sus personajes y celebra la larga amistad que ha estado repleta de chistes, expectativas y amagues. Lo imaginable, lo esperado, al fin sucedió. Su resultado, tan deseado como necesario.
La banda sonora es un viaje ecléctico que va desde Madonna hasta Green Day, pasando por NSYNC, Avril Lavigne y The Platters, entre otros artistas. Cada uno de los temas elegidos magnifican sus escenas. La música no solo resuena con la energía de las secuencias de acción (la intro al ritmo de "Bye Bye Bye" es un deleite de diversión), sino que también sirve para preguntarse con emoción "¿Qué es un héroe?" y "¿Cuál es la misión en la vida?", cuestiones que a Wade Wilson le interpelan en este viaje reflexivo y filosófico del hombre detrás de la máscara.
La película está repleta de sorpresivos cameos y de referencias que homenajean un momento en donde la Fox tenía los derechos de Marvel y que, de cierto modo, es el origen de lo que hoy existe. Reynolds, en su punto más alto como creador (repite como productor y guionista), expone su corazón en cada detalle, usando lo autorreferencial para hablar, incluso, de su vida personal. Deadpool/Reynolds nos guían desde su fanatismo, nos hablan, recordándonos con un guiño cómico, que no solo estamos viendo una película, sino un tributo a un legado que ha dejado una marca indeleble en el cine de superhéroes y que ahora, bromas mediante, forma parte de Disney y del UCM de Kevin Feige. "Hugh, vas a interpretar a Wolverine hasta los 90 años", expresa un Deadpool que entendió a la perfección que, tal y como "Barbie" lo hizo con Hasbro el año pasado, hay que reírse de sí mismo para limitar la crítica por ser "comercial".
"Deadpool & Wolverine" no solo cierra capítulos importantes del pasado, sino que también allana el camino para un futuro auspicioso dentro del UCM. La película sugiere nuevas direcciones y oportunidades para los mutantes en este nuevo marco y toma el guante del multiverso y de las líneas temporales que tanto comenzaron a profundizar películas como "Spider-Man: Sin camino a casa" ("Spider-Man: No Way Home", 2021) y "Doctor Strange en el multiverso de la locura" ("Dr. Strange in the Multiverse of Madness", 2022) y series como "WandaVisión" y "Loki". Sin embargo, es importante destacar que su estilo puede ser polarizante; aquellos que no estén en sintonía con el humor o la violencia gráfica podrían encontrarla excesiva o repetitiva. Es un film que, sin duda, sabe exactamente a quién quiere agradar, y no pide disculpas por ello, tal y como Deadpool hace con Disney, su nueva casa.
La tercera película del mercenario bocazas es una celebración del cine de superhéroes en su forma más pura: una experiencia colectiva que solo se puede vivir plenamente en una sala de cine, donde las risas, los gritos y los aplausos se convierten en un acto de comunión entre los espectadores. Es un recordatorio de que, cuando existe un producto con identidad y pasión en el cine de superhéroes, tal como el creado por Reynolds, Levy y Jackman, el fan lo va a celebrar.
"Avengers: Endgame" (2019) dejó la vara altísima y fue un cierre perfecto a tantos años de fases del UCM. Si Marvel llega a recuperar un poco de la magia (y de los dólares) que se perdió, se lo deberán agradecer a Ryan Reynolds. Él, con incontables traspiés en su carrera, encontró al personaje para el que nació. Disney, con una seguidilla de errores con Marvel, deberá pensar en darle la llave.
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La tan esperada unión de Deadpool y Lobezno / Wolverine es una montaña rusa de acción y comedia que rinde homenaje a la era dorada de los superhéroes de Marvel en Fox. Un encuentro épico que no decepciona a los fans, y se perfila como el gran éxito de este verano USA, tras vender el equivalente a 38 millones de dólares en las sesiones del jueves noche.
"Deadpool & Wolverine" (2024) es la primera película dentro del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) que logra revivir la magia de los años mutantes de Fox, aquellos en donde los X-Men dominaron la pantalla grande. Hugh Jackman, en su emblemático papel de Wolverine, regresa con más ferocidad que nunca, portando ese traje amarillo que los fanáticos de los comics habían soñado ver desde la primera "X-Men" (2000). Los motivos de su omisión reflejan el interés contrapuesto de los estudios con respecto al de los aficionados: se optó por el cuero negro de "Matrix" (1999) para imitar a la competencia en lugar de los trajes clásicos. La nueva secuela del superhéroe encarnado por Ryan Reynolds no solo es una oda a algunos de los personajes icónicos de Marvel, sino que también, bajo la dirección de Shawn Levy ("Free Guy"), combina violencia desenfrenada, humor irreverente y una narrativa que mantiene al público en vilo recibiendo sorpresa tras sorpresa.
La química entre Reynolds y Jackman es el motor de la película. Desde el primer cruce de miradas, con una presentación multiversal de Logan que quedará en la historia cinematográfica de Marvel, la dinámica entre Deadpool y Wolverine es electrizante. Los amigos en la vida real logran traspasar la pantalla siendo conceptos que, desde ahora, serán difíciles de dividir. Los guiños a su historia compartida y las bromas internas, ya anticipadas en las entregas anteriores de "Deadpool", alcanzan aquí su máxima expresión. Reynolds, con su humor ácido, y Jackman, con su intensidad característica, crean una sinergia tan auténtica que expone el vínculo inevitable de sus personajes y celebra la larga amistad que ha estado repleta de chistes, expectativas y amagues. Lo imaginable, lo esperado, al fin sucedió. Su resultado, tan deseado como necesario.
La banda sonora es un viaje ecléctico que va desde Madonna hasta Green Day, pasando por NSYNC, Avril Lavigne y The Platters, entre otros artistas. Cada uno de los temas elegidos magnifican sus escenas. La música no solo resuena con la energía de las secuencias de acción (la intro al ritmo de "Bye Bye Bye" es un deleite de diversión), sino que también sirve para preguntarse con emoción "¿Qué es un héroe?" y "¿Cuál es la misión en la vida?", cuestiones que a Wade Wilson le interpelan en este viaje reflexivo y filosófico del hombre detrás de la máscara.
La película está repleta de sorpresivos cameos y de referencias que homenajean un momento en donde la Fox tenía los derechos de Marvel y que, de cierto modo, es el origen de lo que hoy existe. Reynolds, en su punto más alto como creador (repite como productor y guionista), expone su corazón en cada detalle, usando lo autorreferencial para hablar, incluso, de su vida personal. Deadpool/Reynolds nos guían desde su fanatismo, nos hablan, recordándonos con un guiño cómico, que no solo estamos viendo una película, sino un tributo a un legado que ha dejado una marca indeleble en el cine de superhéroes y que ahora, bromas mediante, forma parte de Disney y del UCM de Kevin Feige. "Hugh, vas a interpretar a Wolverine hasta los 90 años", expresa un Deadpool que entendió a la perfección que, tal y como "Barbie" lo hizo con Hasbro el año pasado, hay que reírse de sí mismo para limitar la crítica por ser "comercial".
"Deadpool & Wolverine" no solo cierra capítulos importantes del pasado, sino que también allana el camino para un futuro auspicioso dentro del UCM. La película sugiere nuevas direcciones y oportunidades para los mutantes en este nuevo marco y toma el guante del multiverso y de las líneas temporales que tanto comenzaron a profundizar películas como "Spider-Man: Sin camino a casa" ("Spider-Man: No Way Home", 2021) y "Doctor Strange en el multiverso de la locura" ("Dr. Strange in the Multiverse of Madness", 2022) y series como "WandaVisión" y "Loki". Sin embargo, es importante destacar que su estilo puede ser polarizante; aquellos que no estén en sintonía con el humor o la violencia gráfica podrían encontrarla excesiva o repetitiva. Es un film que, sin duda, sabe exactamente a quién quiere agradar, y no pide disculpas por ello, tal y como Deadpool hace con Disney, su nueva casa.
La tercera película del mercenario bocazas es una celebración del cine de superhéroes en su forma más pura: una experiencia colectiva que solo se puede vivir plenamente en una sala de cine, donde las risas, los gritos y los aplausos se convierten en un acto de comunión entre los espectadores. Es un recordatorio de que, cuando existe un producto con identidad y pasión en el cine de superhéroes, tal como el creado por Reynolds, Levy y Jackman, el fan lo va a celebrar.
"Avengers: Endgame" (2019) dejó la vara altísima y fue un cierre perfecto a tantos años de fases del UCM. Si Marvel llega a recuperar un poco de la magia (y de los dólares) que se perdió, se lo deberán agradecer a Ryan Reynolds. Él, con incontables traspiés en su carrera, encontró al personaje para el que nació. Disney, con una seguidilla de errores con Marvel, deberá pensar en darle la llave.
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