Crónicas
Salvador Allende pisará las calles de Santiago nuevamente
26-VIII-05
El documental del ex exiliado chileno Patricio Guzmán "Salvador Allende" estará desde el próximo jueves 1 en las salas de Santiago y las principales ciudades del país. Probablemente la fecha será recordada como un hito más de la Transición chilena, mientras no sólo el ex dictador Augusto Pinochet sino parte de su familia enfrentan causas judiciales. El film biográfico sobre la vida del ex Presidente de Chile forzado al suicidio por el golpe fascista fue estrenado en Cannes y posteriormente recibió diferentes galardones internacionales, el último en Guanajuato (México).
"Salvador Allende", escrita y dirigida por Patricio Guzmán y producida por el francés Jacques Bidou, llega en el marco del comienzo de las celebraciones de Fiestas Patrias, para retratar la existencia de ese médico socialista, desde su infancia en Valparaíso hasta su muerte, el 11 de setiembre de 1973, va alternando imágenes de documentos de archivos, álbumes de fotos y entrevistas a quienes le conocieron.
Basado en la premisa de que "un país sin género documental es como una familia sin álbum de fotos", después de 30 años Guzmán ("La batalla de Chile") rescata la figura de Allende y cuenta la verdadera historia de aquel médico idealista que, tras 20 años de campaña, logró enamorar a los chilenos. El film incluye imágenes como el discurso de Salvador Allende en la ONU, luego del cual fue aplaudido de pie por la audiencia; extractos de una entrevista personal al ex mandatario en que, entre otras cosas, señala que la "victoria se puede alcanzar sin violencia" y, en general, imágenes del ambiente político y social que reinaba en esos días.
Se registran importantes hitos del gobierno de Allende, tales como la nacionalización del cobre (1970), el asesinato del General Schneider (1970), la huelga de los camioneros (1972), la visita de Fidel Castro (1971), las tomas de tierras, la intervención de las fábricas y las marchas masivas, entre muchos otros.
A estas imágenes se suman atractivos e interesantes testimonios de quienes conocieron al ex Presidente, tanto en su vida personal como pública. Destacan la historia del "mono González", muralista de la Unidad Popular que debía contrarrestar los titulares de los diarios pintando los muros de las calles, y que continuó con esa labor durante el gobierno militar, y la de la hija de la niñera de Allende, que creció escuchando sus primeros discursos.
Impactante es la entrevista al ex embajador de Estados Unidos en Chile entre 1967 y 1971, Edward M. Korry -fallecido el año pasado-, quien cuenta pormenores de la intervención estadounidense en el gobierno de la Unidad Popular.
"En aquella época yo tenía 32 años. Mis colegas de equipo eran todavía más jóvenes. Éramos simpatizantes de la izquierda, cada uno con sus matices particulares y nos habíamos lanzado a la mayor aventura de nuestra vida. Filmábamos todos los días, incluso los fines de semana. Vivíamos con los ojos muy abiertos, moviéndonos sin parar. Allende estaba allí, era parte del paisaje humano de aquella historia, pero yo no me daba cuenta que sin él no había Historia", son algunas de las reflexiones que el director expresa en el film, a través del cual también reconstruye un episodio importante de su vida.
Guzmán, nacido en 1941, estudió cinematografía en el Instituto Fílmico de la Universidad Católica de Chile y más tarde en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid, donde obtuvo el título de director-realizador en 1970. Gran parte de su carrera ha tenido que ver con el gobierno de la Unidad Popular, Allende y el cruento golpe pinochetista. Su obra más conocida es "La batalla de Chile", una trilogía documental de 4 horas y media sobre el último año de Allende, cuyo rodaje se prolongó hasta el mismo día del golpe de estado.
El documental del ex exiliado chileno Patricio Guzmán "Salvador Allende" estará desde el próximo jueves 1 en las salas de Santiago y las principales ciudades del país. Probablemente la fecha será recordada como un hito más de la Transición chilena, mientras no sólo el ex dictador Augusto Pinochet sino parte de su familia enfrentan causas judiciales. El film biográfico sobre la vida del ex Presidente de Chile forzado al suicidio por el golpe fascista fue estrenado en Cannes y posteriormente recibió diferentes galardones internacionales, el último en Guanajuato (México).
"Salvador Allende", escrita y dirigida por Patricio Guzmán y producida por el francés Jacques Bidou, llega en el marco del comienzo de las celebraciones de Fiestas Patrias, para retratar la existencia de ese médico socialista, desde su infancia en Valparaíso hasta su muerte, el 11 de setiembre de 1973, va alternando imágenes de documentos de archivos, álbumes de fotos y entrevistas a quienes le conocieron.
Basado en la premisa de que "un país sin género documental es como una familia sin álbum de fotos", después de 30 años Guzmán ("La batalla de Chile") rescata la figura de Allende y cuenta la verdadera historia de aquel médico idealista que, tras 20 años de campaña, logró enamorar a los chilenos. El film incluye imágenes como el discurso de Salvador Allende en la ONU, luego del cual fue aplaudido de pie por la audiencia; extractos de una entrevista personal al ex mandatario en que, entre otras cosas, señala que la "victoria se puede alcanzar sin violencia" y, en general, imágenes del ambiente político y social que reinaba en esos días.
Se registran importantes hitos del gobierno de Allende, tales como la nacionalización del cobre (1970), el asesinato del General Schneider (1970), la huelga de los camioneros (1972), la visita de Fidel Castro (1971), las tomas de tierras, la intervención de las fábricas y las marchas masivas, entre muchos otros.
A estas imágenes se suman atractivos e interesantes testimonios de quienes conocieron al ex Presidente, tanto en su vida personal como pública. Destacan la historia del "mono González", muralista de la Unidad Popular que debía contrarrestar los titulares de los diarios pintando los muros de las calles, y que continuó con esa labor durante el gobierno militar, y la de la hija de la niñera de Allende, que creció escuchando sus primeros discursos.
Impactante es la entrevista al ex embajador de Estados Unidos en Chile entre 1967 y 1971, Edward M. Korry -fallecido el año pasado-, quien cuenta pormenores de la intervención estadounidense en el gobierno de la Unidad Popular.
"En aquella época yo tenía 32 años. Mis colegas de equipo eran todavía más jóvenes. Éramos simpatizantes de la izquierda, cada uno con sus matices particulares y nos habíamos lanzado a la mayor aventura de nuestra vida. Filmábamos todos los días, incluso los fines de semana. Vivíamos con los ojos muy abiertos, moviéndonos sin parar. Allende estaba allí, era parte del paisaje humano de aquella historia, pero yo no me daba cuenta que sin él no había Historia", son algunas de las reflexiones que el director expresa en el film, a través del cual también reconstruye un episodio importante de su vida.
Guzmán, nacido en 1941, estudió cinematografía en el Instituto Fílmico de la Universidad Católica de Chile y más tarde en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid, donde obtuvo el título de director-realizador en 1970. Gran parte de su carrera ha tenido que ver con el gobierno de la Unidad Popular, Allende y el cruento golpe pinochetista. Su obra más conocida es "La batalla de Chile", una trilogía documental de 4 horas y media sobre el último año de Allende, cuyo rodaje se prolongó hasta el mismo día del golpe de estado.
- © Corresponsal (Chile)-NOTICINE.com
Rodrigo de la Serna en lo nuevo de Caetano
26-VIII-05
Luego de ser aclamado internacionalmente por su personificación de Alberto Granado en "Diarios de motocicleta", el argentino Rodrigo de la Serna se tomó las cosas con calma y se dedicó a estudiar proyectos para continuar con su corta pero interesante carrera cinematográfica. Finalmente el actor se ha decidido por intervenir en el nuevo largometraje de Adrián Caetano ("Un oso rojo").
De la Serna será uno de los protagonistas de "Atila", un thriller político que se basa en la novela "Pase libre", de Claudio Tamburrini, que narra la historia de un grupo de jóvenes que lograron escapar -el 24 de marzo de 1978- de un centro de detención militar, al que se conocía como Mansión Seré, pero los militares llamaban Atila.
El rodaje se iniciaría en el mes de octubre, con el objetivo de ser estrenado el 24 de marzo de 2006. Su reparto también incluye a Pablo Echarri, visto en "Apasionados" y "Peligrosa obsesión", que próximamente estrenará "El método Grönholm", de Marcelo Piñeyro.
Tiempo atrás, De la Serna había manifestado su interés por dar vida al boxeador argentino Ringo Bonavena en una biopic que aun se encuentra en las primeras instancias de preproducción.
Luego de ser aclamado internacionalmente por su personificación de Alberto Granado en "Diarios de motocicleta", el argentino Rodrigo de la Serna se tomó las cosas con calma y se dedicó a estudiar proyectos para continuar con su corta pero interesante carrera cinematográfica. Finalmente el actor se ha decidido por intervenir en el nuevo largometraje de Adrián Caetano ("Un oso rojo").
De la Serna será uno de los protagonistas de "Atila", un thriller político que se basa en la novela "Pase libre", de Claudio Tamburrini, que narra la historia de un grupo de jóvenes que lograron escapar -el 24 de marzo de 1978- de un centro de detención militar, al que se conocía como Mansión Seré, pero los militares llamaban Atila.
El rodaje se iniciaría en el mes de octubre, con el objetivo de ser estrenado el 24 de marzo de 2006. Su reparto también incluye a Pablo Echarri, visto en "Apasionados" y "Peligrosa obsesión", que próximamente estrenará "El método Grönholm", de Marcelo Piñeyro.
Tiempo atrás, De la Serna había manifestado su interés por dar vida al boxeador argentino Ringo Bonavena en una biopic que aun se encuentra en las primeras instancias de preproducción.
- © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Culmina el nuevo rodaje de Luppi, "La distancia"
26-VIII-05
Este viernes ha finalizado el rodaje de opera prima del director vasco Iñaki Dorronsoro, "La distancia", un "thriller" encabezado por dos populares actores, el argentino Federico Luppi y el español José Coronado, "intimista" según su director, pero con el mundo del boxeo de telón de fondo, en el que la corrupción, la intriga y las relaciones humanas llevadas a situaciones límite son los ejes sobre los que giran los personajes.
Afirma Dorronsoro que mientras que tardó cerca de una década en convencer a un productor para hacer realidad este proyecto, los actores resultaron convencidos a la primera, nada más leer su guión: "Entraron al trapo a la primera, de una forma muy, muy sencilla". Así lo ha ratificado el propio Coronado, quien reconoce que es "una historia absolutamente maravillosa, de un género difícil -el cine negro- que no hemos hecho mucho en España. Me gusta mucho trabajar con directores noveles, porque vienen con los deberes muy bien hechos, con muchísima ilusión. Se juegan mucho y cuidan los detalles de una forma exacerbada". Por su parte, Luppi ha comentado sobre su personaje: "Se trata la película de un joven boxeador involucrado en un asesinato, y mi personaje es el de su entrenador, un tipo un poco cabrón, un tanto sentimental, que oscila entre el apoyo y la desconfianza hacia este muchacho".
Otros protagonistas destacados de "La distancia" son Miguel Angel Silvestre, y Belén López, prevenientes de la televisión, un medio que ha sido junto al cortometraje la verdadera escuela de Iñaki Dorronsoro. El rodaje, que comenzó a finales de junio, se ha llevado a cabo en Madrid y en la antigua cárcel de Palencia.
Este viernes ha finalizado el rodaje de opera prima del director vasco Iñaki Dorronsoro, "La distancia", un "thriller" encabezado por dos populares actores, el argentino Federico Luppi y el español José Coronado, "intimista" según su director, pero con el mundo del boxeo de telón de fondo, en el que la corrupción, la intriga y las relaciones humanas llevadas a situaciones límite son los ejes sobre los que giran los personajes.
Afirma Dorronsoro que mientras que tardó cerca de una década en convencer a un productor para hacer realidad este proyecto, los actores resultaron convencidos a la primera, nada más leer su guión: "Entraron al trapo a la primera, de una forma muy, muy sencilla". Así lo ha ratificado el propio Coronado, quien reconoce que es "una historia absolutamente maravillosa, de un género difícil -el cine negro- que no hemos hecho mucho en España. Me gusta mucho trabajar con directores noveles, porque vienen con los deberes muy bien hechos, con muchísima ilusión. Se juegan mucho y cuidan los detalles de una forma exacerbada". Por su parte, Luppi ha comentado sobre su personaje: "Se trata la película de un joven boxeador involucrado en un asesinato, y mi personaje es el de su entrenador, un tipo un poco cabrón, un tanto sentimental, que oscila entre el apoyo y la desconfianza hacia este muchacho".
Otros protagonistas destacados de "La distancia" son Miguel Angel Silvestre, y Belén López, prevenientes de la televisión, un medio que ha sido junto al cortometraje la verdadera escuela de Iñaki Dorronsoro. El rodaje, que comenzó a finales de junio, se ha llevado a cabo en Madrid y en la antigua cárcel de Palencia.
- © Redacción-NOTICINE.com
León de Aranoa escribe sobre las "Mujeres invisibles"
26-VIII-05
Por Fernando León de Aranoa (*)
Las mujeres invisibles no existen, no trabajan en la Casa de Campo cada noche, no pasean casi desnudas entre sus árboles asombrados, como de bosque encantado venido a menos. Podréis verlas allí, haciendo equilibrios sobre la cuerda floja de sus arcenes, paseando inestables, hermosas, entre el caudal lento y metalizado de los coches. Podréis verlas, pero en realidad no estarán ahí. No tienen papeles que lo demuestren, que les den la identidad y la vida, el derecho a caminar por las calles sin miedo a los uniformes. Tampoco su trabajo existe, aunque pagan a diario los altos impuestos de la precariedad, la triple cuota diaria de la persecución y el dolor, triple por mujeres, por ilegales, por putas. Tienen tantos jefes al día como clientes abrazan su fe y los riesgos laborales que asumen son tan grandes que de saberse, harían enrojecer a sindicatos, ministros y primeros de mayo.
Las mujeres invisibles carecen además de voz. Oiréis a muchos hablar en su nombre, nunca a ellas. Cuando las quieran salvar, cuando las quieran proteger, cuando las quieran esconder, cuando las quieran echar, tampoco podréis escucharlas, porque nadie les pregunta, nada, nunca.
Son las mujeres transparentes, las de la mirada secreta. La sociedad mira a través suyo, las oculta con disimulo bajo la alfombra desteñida del progreso y niega su existencia, porque se avergüenza. No encontrareis a nadie, político o cliente, que admita haberlas visto, haber escuchado de su boca palabra, risa o lamento. Alguien vertió en su copa la pócima siniestra de la invisibilidad social y hoy vagan por los bosques desencantados que circundan las ciudades. Son las mujeres invisibles, los papeles las desmienten, contradicen su existencia, son una hipótesis sin formular aún: princesas confundidas, desterradas, que viven a diario el exilio forzoso de la desesperación.
Sin embargo, cada noche, en la casa de campo, sale vaho de sus bocas cuando ríen, reunidas en torno a la hoguera cómplice de su conversación. Si escucharais con atención las oiríais hablar con una ternura desacostumbrada de sus novios, de sus hijos, de lo que la vida tiene aún reservado para ellas; las oiríais discutir, prometer, lamentarse a veces, aunque discretamente, sin perjuicio de la alegría. Si escucharais, las oiríais también celebrar su cumpleaños un día, con un pollo rostizado comprado a los ambulantes que frecuentan sus espacios. Luego el brindis emocionado, cerveza y plástico, las palabras que se anudan en la garganta, los aplausos y las risas, los bolsillos de la memoria cedidos ya a fuerza de tanta ausencia.
Mientras, a su espalda, el horizonte soberbio de la ciudad, con sus torres de cristal, duerme tranquilo, ajeno a todo, también a su propia fragilidad. Pero allí arriba, arriba, está la vida, hablando en muchas lenguas distintas el idioma común de la esperanza. Son las mujeres invisibles. No las podréis ver pero son, tal vez, lo único real.
(*): Fernando León de Aranoa es guionista y realizador. Este próximo 2 de septiembre estrena en España "Princesas", su cuarto largometraje de ficción, cuyas protagonistas son dos putas, una española y otra emigrante, dos "mujeres invisibles" en Madrid. Antes dirigió "Familia", "Barrio" y "Los lunes al sol".
Por Fernando León de Aranoa (*)
Las mujeres invisibles no existen, no trabajan en la Casa de Campo cada noche, no pasean casi desnudas entre sus árboles asombrados, como de bosque encantado venido a menos. Podréis verlas allí, haciendo equilibrios sobre la cuerda floja de sus arcenes, paseando inestables, hermosas, entre el caudal lento y metalizado de los coches. Podréis verlas, pero en realidad no estarán ahí. No tienen papeles que lo demuestren, que les den la identidad y la vida, el derecho a caminar por las calles sin miedo a los uniformes. Tampoco su trabajo existe, aunque pagan a diario los altos impuestos de la precariedad, la triple cuota diaria de la persecución y el dolor, triple por mujeres, por ilegales, por putas. Tienen tantos jefes al día como clientes abrazan su fe y los riesgos laborales que asumen son tan grandes que de saberse, harían enrojecer a sindicatos, ministros y primeros de mayo.
Las mujeres invisibles carecen además de voz. Oiréis a muchos hablar en su nombre, nunca a ellas. Cuando las quieran salvar, cuando las quieran proteger, cuando las quieran esconder, cuando las quieran echar, tampoco podréis escucharlas, porque nadie les pregunta, nada, nunca.
Son las mujeres transparentes, las de la mirada secreta. La sociedad mira a través suyo, las oculta con disimulo bajo la alfombra desteñida del progreso y niega su existencia, porque se avergüenza. No encontrareis a nadie, político o cliente, que admita haberlas visto, haber escuchado de su boca palabra, risa o lamento. Alguien vertió en su copa la pócima siniestra de la invisibilidad social y hoy vagan por los bosques desencantados que circundan las ciudades. Son las mujeres invisibles, los papeles las desmienten, contradicen su existencia, son una hipótesis sin formular aún: princesas confundidas, desterradas, que viven a diario el exilio forzoso de la desesperación.
Sin embargo, cada noche, en la casa de campo, sale vaho de sus bocas cuando ríen, reunidas en torno a la hoguera cómplice de su conversación. Si escucharais con atención las oiríais hablar con una ternura desacostumbrada de sus novios, de sus hijos, de lo que la vida tiene aún reservado para ellas; las oiríais discutir, prometer, lamentarse a veces, aunque discretamente, sin perjuicio de la alegría. Si escucharais, las oiríais también celebrar su cumpleaños un día, con un pollo rostizado comprado a los ambulantes que frecuentan sus espacios. Luego el brindis emocionado, cerveza y plástico, las palabras que se anudan en la garganta, los aplausos y las risas, los bolsillos de la memoria cedidos ya a fuerza de tanta ausencia.
Mientras, a su espalda, el horizonte soberbio de la ciudad, con sus torres de cristal, duerme tranquilo, ajeno a todo, también a su propia fragilidad. Pero allí arriba, arriba, está la vida, hablando en muchas lenguas distintas el idioma común de la esperanza. Son las mujeres invisibles. No las podréis ver pero son, tal vez, lo único real.
(*): Fernando León de Aranoa es guionista y realizador. Este próximo 2 de septiembre estrena en España "Princesas", su cuarto largometraje de ficción, cuyas protagonistas son dos putas, una española y otra emigrante, dos "mujeres invisibles" en Madrid. Antes dirigió "Familia", "Barrio" y "Los lunes al sol".
- © Sogepaq-NOTICINE.com
El Doctor Daiber y su opera prima "El Roto"
25-VIII-05
Médico de profesión y ex conductor de televisión, Alberto Daiber lleva años dedicado a la dirección audiovisual con mediometrajes y telefilms. El pasado 18 de agosto estrenó su primer largometraje para el cine: "El Roto, Perjudícame Cariño", una historia de personajes marginales que viven en torno a un prostíbulo.
Programas de la TV chilena como "La Cámara de los Comunes" o "Zona Franca", hicieron famoso a un médico hematólogo, que de pronto saltó a la televisión renovándola en ese tiempo con espacios de estilos y temáticas diferentes para abordar lo cotidiano. Luego se dedicó a dirigir telefilms como el thriller "Punto Rojo" y adaptar una serie de clásicos relatos de la literatura chilena.
Para su primer largometraje, nuevamente recurre a la literatura con "El Roto, Perjudícame Cariño", una adaptación a nuestros días de la novela de Joaquín Edwards Bello, originalmente ambientada en un prostíbulo de 1920. En su elenco están reconocidos actores como Francisco Melo ("Tuve un sueño contigo", "Gente Decente"), María Izquierdo ("La fiebre del loco", "Sexo con amor") , Benjamín Vicuña ("Promedio rojo", "Mujeres infieles"), Fernanda Urrejola ("Mi mejor enemigo"), Jaime Vadell ("Coronación") y Patricia López ("El desquite").
Luego de sus primeros programas de televisión, poco a poco, El Doctor Daiber -como se le conocía en Chile tras su paso por televisión- comenzó a buscar nuevos horizontes en el medio audiovisual. "Lo que paso ahí es que andaba corriendo y me empezó a angustiar lo de la tele y quise retirarme. Después me ofrecieron hacer un programa en Televisión Nacional, pero me metieron el tema médico y ahí me empecé a achacar, porque no quería hacer más de lo mismo. Me interesaba la parte artística del trabajo en TV, no la difusión científica".
"Justo en esa época murió mi padre", cuenta el realizador. "El siempre me decía: ‘tú deberías hacer películas, no hacer tele’. ‘Ya papi’, le dije. Ahí partí en la cosa de hacer películas, me fui a canal 7, planteé el proyecto de hacer cuentos chilenos y así surgió la serie que sigue hasta el día de hoy. Hice cinco cuentos chilenos: "El niño que enloqueció de amor", "La chica del Crillón", "Misa de Réquiem", "¿Dónde estás Constanza?" y "Gracia y el Forastero". Esa fue mi universidad en la realización audiovisual".
-Esta es su primera película para el cine ¿cómo surgió?
Yo quería hacer una película y me tenía que conseguir algunos millones para filmar esta cuestión. Tenía varias opciones, pero me interesaba el tema de "El Roto", porque era perfecto para ser incluido en los cuentos chilenos y me interesaba el tema de la crónica de la sociedad chilena.
En algún momento le cambió el título a la película al de "Perjudícame cariño", porque según un estudio que encargó la gente no estaba interesada en temas sociales y tampoco le gustaba el nombre Así que fue retitulada y con ese nuevo nombre participó en el Festival de Cine de Huelva, en España. "De allá volví con la idea de que ‘Perjudícame Cariño’ solamente no iba a pasar nada", aclara. "Así como "El Roto", solo, era muy fuerte, muy seco, podía producir rechazo en la gente. Así que la dejé finalmente como "El Roto, Perjudícame Cariño".
- La filmó hace dos años. ¿por qué decidió estrenarla ahora?
Porque se me acabó la plata. Hace rato. Volví del festival sin un peso, no teníamos plata para nada y comenzamos a conversar con distintos distribuidores y tras varias conversas, Andes Films nos ofreció financiar las copias. Nuestro drama es que la vamos a dar sin un peso para publicidad ni nada. Con la competencia de dos películas chilenas más, que van al mismo tiempo. Nosotros elegimos este mes además, porque no había nadie
"Como no teníamos plata", añade el realizador, "no queríamos entrar a competir frontalmente con ninguna película chilena. Y de repente nos encontramos con que se nos habían puesto encima otras dos ("Paréntesis" y "Play", de pronto estreno). Pero ya estábamos embarcados y había que seguir y pelearla. Como fuera. Así que por ahí anda mi hija, que como quiere mucho a su papi, esta en la calle poniendo afiches en los postes y en las vitrinas porque no tenemos para pagar paletas ni nada. Ha sido todo bien casero y bien sufrido".
- ¿Tiene claro que en el actual contexto el tema de la publicidad es clave? Se arriesga a estrenar una película de la que nadie se entere.
Obviamente. Ese es el gran problema en que estamos metidos, pero ya la tienes hecha, ya te gastaste la plata y todo lo demás. Perfecto, hay que sacarla. Mi última esperanza es "El Roto". Esa palabra creo que a nadie deja indiferente. Todos somos rotos. Uno quiere ser pillo, desenvolverse, tiene una identidad poco definida, esta tratando de sobrevivir. Igual tiene un código de honor personal y siempre te están cayendo encima. Igual eso puede llamar a que se llene alguna butaquita. Esa es mi esperanza.
Médico de profesión y ex conductor de televisión, Alberto Daiber lleva años dedicado a la dirección audiovisual con mediometrajes y telefilms. El pasado 18 de agosto estrenó su primer largometraje para el cine: "El Roto, Perjudícame Cariño", una historia de personajes marginales que viven en torno a un prostíbulo.
Programas de la TV chilena como "La Cámara de los Comunes" o "Zona Franca", hicieron famoso a un médico hematólogo, que de pronto saltó a la televisión renovándola en ese tiempo con espacios de estilos y temáticas diferentes para abordar lo cotidiano. Luego se dedicó a dirigir telefilms como el thriller "Punto Rojo" y adaptar una serie de clásicos relatos de la literatura chilena.
Para su primer largometraje, nuevamente recurre a la literatura con "El Roto, Perjudícame Cariño", una adaptación a nuestros días de la novela de Joaquín Edwards Bello, originalmente ambientada en un prostíbulo de 1920. En su elenco están reconocidos actores como Francisco Melo ("Tuve un sueño contigo", "Gente Decente"), María Izquierdo ("La fiebre del loco", "Sexo con amor") , Benjamín Vicuña ("Promedio rojo", "Mujeres infieles"), Fernanda Urrejola ("Mi mejor enemigo"), Jaime Vadell ("Coronación") y Patricia López ("El desquite").
Luego de sus primeros programas de televisión, poco a poco, El Doctor Daiber -como se le conocía en Chile tras su paso por televisión- comenzó a buscar nuevos horizontes en el medio audiovisual. "Lo que paso ahí es que andaba corriendo y me empezó a angustiar lo de la tele y quise retirarme. Después me ofrecieron hacer un programa en Televisión Nacional, pero me metieron el tema médico y ahí me empecé a achacar, porque no quería hacer más de lo mismo. Me interesaba la parte artística del trabajo en TV, no la difusión científica".
"Justo en esa época murió mi padre", cuenta el realizador. "El siempre me decía: ‘tú deberías hacer películas, no hacer tele’. ‘Ya papi’, le dije. Ahí partí en la cosa de hacer películas, me fui a canal 7, planteé el proyecto de hacer cuentos chilenos y así surgió la serie que sigue hasta el día de hoy. Hice cinco cuentos chilenos: "El niño que enloqueció de amor", "La chica del Crillón", "Misa de Réquiem", "¿Dónde estás Constanza?" y "Gracia y el Forastero". Esa fue mi universidad en la realización audiovisual".
-Esta es su primera película para el cine ¿cómo surgió?
Yo quería hacer una película y me tenía que conseguir algunos millones para filmar esta cuestión. Tenía varias opciones, pero me interesaba el tema de "El Roto", porque era perfecto para ser incluido en los cuentos chilenos y me interesaba el tema de la crónica de la sociedad chilena.
En algún momento le cambió el título a la película al de "Perjudícame cariño", porque según un estudio que encargó la gente no estaba interesada en temas sociales y tampoco le gustaba el nombre Así que fue retitulada y con ese nuevo nombre participó en el Festival de Cine de Huelva, en España. "De allá volví con la idea de que ‘Perjudícame Cariño’ solamente no iba a pasar nada", aclara. "Así como "El Roto", solo, era muy fuerte, muy seco, podía producir rechazo en la gente. Así que la dejé finalmente como "El Roto, Perjudícame Cariño".
- La filmó hace dos años. ¿por qué decidió estrenarla ahora?
Porque se me acabó la plata. Hace rato. Volví del festival sin un peso, no teníamos plata para nada y comenzamos a conversar con distintos distribuidores y tras varias conversas, Andes Films nos ofreció financiar las copias. Nuestro drama es que la vamos a dar sin un peso para publicidad ni nada. Con la competencia de dos películas chilenas más, que van al mismo tiempo. Nosotros elegimos este mes además, porque no había nadie
"Como no teníamos plata", añade el realizador, "no queríamos entrar a competir frontalmente con ninguna película chilena. Y de repente nos encontramos con que se nos habían puesto encima otras dos ("Paréntesis" y "Play", de pronto estreno). Pero ya estábamos embarcados y había que seguir y pelearla. Como fuera. Así que por ahí anda mi hija, que como quiere mucho a su papi, esta en la calle poniendo afiches en los postes y en las vitrinas porque no tenemos para pagar paletas ni nada. Ha sido todo bien casero y bien sufrido".
- ¿Tiene claro que en el actual contexto el tema de la publicidad es clave? Se arriesga a estrenar una película de la que nadie se entere.
Obviamente. Ese es el gran problema en que estamos metidos, pero ya la tienes hecha, ya te gastaste la plata y todo lo demás. Perfecto, hay que sacarla. Mi última esperanza es "El Roto". Esa palabra creo que a nadie deja indiferente. Todos somos rotos. Uno quiere ser pillo, desenvolverse, tiene una identidad poco definida, esta tratando de sobrevivir. Igual tiene un código de honor personal y siempre te están cayendo encima. Igual eso puede llamar a que se llene alguna butaquita. Esa es mi esperanza.
- © Daniel Olave (Chile)-NOTICINE.com