Crónicas

"Mía Sarah", una fábula romántica a caballo entre la comedia y el cuento
12-XII-06
Mucho de cómico, romántico y mágico tiene "Mía Sarah", el primer largometraje de ficción de Gustavo Sánchez Ron, en el cual participa un elenco encabezado por Daniel Guzmán, Verónica Sánchez, Fernando Fernán Gómez y Manuel Lozano, que bebe tanto del cine europeo como de las cintas nacionales de los años 50 y la comedia americana.
Como "una fábula romántica" gusta definir Ron a "Mía Sarah", ya que "no pierde las bases de la comedia romántica y sin embargo sólo podría entenderse como una fábula, porque lo que narra la historia sólo es creíble a través de los cuentos". Samuel, un adolescente, lleva más de tres años encerrado en su casa, donde su abuelo, Paúl, un gran escritor, le enseña todo lo que necesita saber sobre la vida. Ambos no tienen demasiados problemas para librarse de los profesores de apoyo que contrata Marina, la hermana de Samuel, que se desvive por éste. Sin embargo, todo cambia con la llegada de Gabriel, un joven psicólogo extremadamente tímido con las mujeres, que resiste los intentos de abuelo y nieto por echarle. Ante la situación, llegan a un acuerdo: ellos le enseñarán a Gabriel el arte de la seducción, y él los dejará en paz.
Esta película, que llegará a las salas el próximo viernes, nació de "la mezcla entre el realismo mágico según lo concibieron los italianos, y la comedia clásica americana, según la inventaron los europeos", aunque es un film "español con tintes británicos", que también se inspira en las cintas de los años 50 de Jardiel Poncela o Edgar Neville, que permitían la convivencia entre el drama y la comedia. "Todos los actores entendieron muy bien este concepto desde el inicio, e hicieron el esfuerzo por trabajar en claves totalmente distanciadas a lo que estaban acostumbrados", destacó Ron, comentando lo fácil que fue trabajar con Fernán Gómez.
En el reparto cabe destacar la presencia de Phyllida Law, madre de la actriz Emma Thompson y respetadísima dama del teatro inglés, que fue vista junto a su famosa hija en "El invitado de invierno".
Mucho de cómico, romántico y mágico tiene "Mía Sarah", el primer largometraje de ficción de Gustavo Sánchez Ron, en el cual participa un elenco encabezado por Daniel Guzmán, Verónica Sánchez, Fernando Fernán Gómez y Manuel Lozano, que bebe tanto del cine europeo como de las cintas nacionales de los años 50 y la comedia americana.
Como "una fábula romántica" gusta definir Ron a "Mía Sarah", ya que "no pierde las bases de la comedia romántica y sin embargo sólo podría entenderse como una fábula, porque lo que narra la historia sólo es creíble a través de los cuentos". Samuel, un adolescente, lleva más de tres años encerrado en su casa, donde su abuelo, Paúl, un gran escritor, le enseña todo lo que necesita saber sobre la vida. Ambos no tienen demasiados problemas para librarse de los profesores de apoyo que contrata Marina, la hermana de Samuel, que se desvive por éste. Sin embargo, todo cambia con la llegada de Gabriel, un joven psicólogo extremadamente tímido con las mujeres, que resiste los intentos de abuelo y nieto por echarle. Ante la situación, llegan a un acuerdo: ellos le enseñarán a Gabriel el arte de la seducción, y él los dejará en paz.
Esta película, que llegará a las salas el próximo viernes, nació de "la mezcla entre el realismo mágico según lo concibieron los italianos, y la comedia clásica americana, según la inventaron los europeos", aunque es un film "español con tintes británicos", que también se inspira en las cintas de los años 50 de Jardiel Poncela o Edgar Neville, que permitían la convivencia entre el drama y la comedia. "Todos los actores entendieron muy bien este concepto desde el inicio, e hicieron el esfuerzo por trabajar en claves totalmente distanciadas a lo que estaban acostumbrados", destacó Ron, comentando lo fácil que fue trabajar con Fernán Gómez.
En el reparto cabe destacar la presencia de Phyllida Law, madre de la actriz Emma Thompson y respetadísima dama del teatro inglés, que fue vista junto a su famosa hija en "El invitado de invierno".
- © Redacción-NOTICINE.com

Balance 2006: Luces y sombras del cine latinoamericano
11-XII-06
Por Alberto Duque López
Estos últimos meses han sido de luces y sombras para el cine latinoamericano. Por un lado, los numerosos premios alcanzados en festivales de distintas zonas del mundo por realizadores veteranos y jóvenes, y la confirmación de tres grandes directores mexicanos en el mercado de Hollywood con películas que seguramente figurarán en el cercano reparto del Oscar: Alejandro González Iñárritu con "Babel", Guillermo del Toro con "El laberinto del fauno" y Alfonso Cuarón con "Niños del hombre".
Por otro lado, la sentida y temprana desaparición de tres directores que se encontraban en el mejor momento de sus carreras: los argentinos Fabián Bielinsky (Febrero 3, 1959 - Junio 28, 2006), realizador de "Nueve Reinas" y "El aura", y Eduardo Mignogna (Agosto 17, 1940 - Octubre 6, 2006), director de "Sol de otoño", "El faro del Sur" y "La Fuga", entre otras; y el uruguayo Juan Pablo Rebella (Enero 1, 1974 - Julio 5, 2006), co-director con Pablo Stoll de las afamadas "25 Watts" y "Whisky".
Hacía largo rato que el cine latinoamericano no había sentido una corriente de reactivación, reconocimientos, coproducciones, lanzamientos y nuevas propuestas como en estos últimos meses, durante los cuales se impusieron los directores y guionistas más jóvenes, y el cine colombiano, para citar un ejemplo concreto, después de una búsqueda empecinada de mercados dentro y fuera de su país, logró gracias a una suma de factores positivos (respaldo de entidades oficiales y privadas, y campañas agresivas de mercadeo que calaron en los espectadores), convertir sus películas en taquilleras y rentables.
De la producción reciente latinoamericana de ficción, la mayoría lograda en coproducción con países europeos, habría que destacar "Antonia", de Tata Amaral (Brasil); "Cobrador", de Paul Leduc (México, Argentina, Brasil y España); "Crónica de una fuga", de Israel Adrián Caetano (Argentina, Italia, Francia y España); "Derecho de familia", de Daniel Burman (Argentina); "Drama/Mex", de Gerardo Naranjo (México y Francia); "Prohibido prohibir", de Jorge Durán (Brasil, Chile y España); "El camino de San Diego", de Carlos Sorín (Argentina con España), "El cielo dividido", de Julián Hernández (México); "Soñar no cuesta nada", de Rodrigo Triana (Colombia); "El custodio", de Rodrigo Moreno (Argentina, Alemania, Uruguay y Francia); "La edad de la peseta", de Pavel Giroud (Cuba, España y Venezuela); "Nacido y criado", de Pablo Trapero (Argentina con Gran Bretaña e Italia); "O Céu de Suely", de Karim Ainoux (Brasil con Alemania, Portugal y Francia); "Karmma", de Orlando Pardo (Colombia); "El amor más grande del mundo", del brasileño Carlos Diegues; "Los 12 trabajos", de Ricardo Elías (Brasil); "Padre Nuestro", de Rodrigo Sepúlveda (Chile); "Páginas del diario de Mauricio", de Manuel Pérez (Cuba); "Pecados", de Martín Rodríguez (Chile); "La máquina", de Joao Falcao (Brasil); "A propósito de Buenos Aires", de 11 directores argentinos entre los cuales se hallan Manuel Ferrari, Clara Picasso y Alejo Franzetti; "Colombian Dream", de Felipe Aljure (Colombia); “El Benny”, de Jorge Luis Sánchez (Cuba con Gran Bretaña y España); “El violín”, de Francisco Vargas (México); “Glue”, de Alexis Dos Santos (Argentina con Gran Bretaña); “Hamaca Paraguaya”, de Paz Encina (Paraguay, Argentina, Francia y Holanda); “La pared”, de Alejandro Gil (Cuba); “La perrera”, de Manuel Nieto Zas (Uruguay, Argentina, Canadá, España); “La prueba”, de Judith Vélez (Perú y Cuba); “Lo más bonito y mis mejores años”, de Martín Boulocq (Bolivia); “Madeinusa”, de Claudia Llosa (Perú con España); “Mañana”, de Alejandro Moya (Cuba); “Más que a nada en el mundo”, de Javier Solar y Andrés León Becker (México); “Noticias Lejanas”, de Ricardo Benet (México); “Qué tan lejos”, de Tania Hermida (Ecuador); “Rabia”, de Oscar Cárdenas (Chile); “Ruido”, de César Rodríguez (Puerto Rico); “Vísperas”, de Daniela Goggi (Argentina); “Beso Negro”, de Gabriel Mariño (México); “Crimen Delicado”, de Beto Brant (Brasil); “El Comité”, de Mateo Herrera (Ecuador); “Santiago y la virgen en la fiesta del fuego”, de Jorge Perrugoría y Angel Alderete (Cuba); “Suspiros del corazón”, Enrique Gabriel (Argentina y España); “Personal Belongings”, de Alejandro Brugés (Cuba y Bolivia); “Fantasma”, de Lisandro Alonso (Argentina); “Accidente”, de Cao Guimaraes (Brasil); “A de hacer ruinas”, de Florian Borchmeyer y Mathias Hentschler (Cuba con Alemania); “Las vidas de Celia”, de Antonio Chavarrías (México y España); “Familia Tortuga”, del mexicano Rubén Imaz Castro; “Vísperas”, de Daniela Goggi (Argentina); “Esas no son penas”, de Anahí Hoenesin y Daniel Andrade (Ecuador); “Meteoro”, de Diego de la Texera (Brasil, Puerto Rico y Venezuela); “Morirse en domingo”, de Daniel Gruener (México); “La punta del diablo”, de Marcelo Paván (Argentina, Venezuela y Uruguay); “El rey de San Gregorio”, de Alfonso Gazitúa (Chile y Suiza); “El Caracazo”, de Román Chalbaud (Venezuela); “Cara de queso”, del argentino Ariel Winograd, entre otros títulos latinoamericanos. Para los expertos, la gran revelación del año ha sido la película mexicana “El violín”, contada en blanco y negro con un lenguaje tan austero y desnudo que recuerda el universo de Juan Rulfo.
En cuanto a los galardones recibidos por el cine latinoamericano en festivales internacionales, habría que citar en primera medida a Cannes, que premió la dirección de González Iñárritu en “Babel”, otorgando otros dos premios paralelos: en la sección Una cierta mirada, el actor Angel Tavira ganó por su papel en “El violín”, mientras dos cortos argentinos de Pablo Agüero y Gustavo Riet, “Primera Nieve” y “Ge & Zeta” también fueron premiados. En el festival de Tribeca, dirigido por Robert De Niro, “Iluminados por el fuego”, del argentino Tristan Bauer, fue escogida como la mejor película del certamen, durante el cual también fueron exhibidas “Brasilia 18%”, del brasileño Nelson Pereira Dos Santos; “Casa de arena”, de Andrucha Waddington (Brasil), y la peruana “Madeinusa” de Cladia Llosa. En Mar del Plata, “Noticias Lejanas”, de Ricardo Benet (México), obtuvo el galardón máximo, mientras “Cinema, aspirinas y buitres”, del brasileño Marcelo Gómez, y “Derecho de Familia”, de Burman, compartieron otro de los premios del certamen. “Madeinusa”, “El Antofagasteño”, de Paula Fernández y Matías Capella; “Alicia se muere otra vez”, de Andrés Llugany; “El Vals”, de Iván Fund; “El regalo de Zapura” y “La liga de los imperfectos”, de los argentinos Cristóbal Braun y Nicolás Di Mattía, ganaban otros galardones. En los Encuentros de Toulose fueron premiadas entre otras, “La sagrada familia”, del chileno Sebastián Campos; “Madeinusa”, de Caudia Llosa; “En la cama”, del chileno Matías Bize; “La suerte está echada”, del argentino Sebastián Borenztein, y “Estamira”, del brasileño Marcos Prado. En Miami, fueron destacadas “En el hoyo”, del mexicano Juan Carlos Rulfo; “Angeles del sol”, del brasileño Rudi Lagemann, y “Ciudad Baja”, de otro brasileño, Sergio Machado. En Guadalajara fueron galardonadas la argentina “El custodio” (premiada también en Berlín) y “Cinema, aspirinas y buitres”. Los peruanos Claudia Llosa y Martín Boulocq con “Madeinusa” y “Lo más bonito y mis mejores años” también fueron premiados, así como la mexicana Maryse Sistach con “La niña en la piedra”.
Tres proyectos peruanos de Josué Méndez, "Dioses"; Ronnie Temoche, "El Inca, la boba y el hijo del ladrón"; y Alberto Durant, “El premio”, recibieron un invaluable apoyo por parte de los programas de Ibermedia. En San Sebastián, quizás el festival europeo que más destaca el cine latinoamericano, el jurado otorgó un premio especial a Carlos Sorín por “El camino de San Diego” mientras otras películas latinoamericanas eran galardonadas en los distintos apartados.
Otro logro importante para el cine latinoamericano recayó en la figura del brasileño Fernando Meirelles, quien firmó un acuerdo con Universal y su división Focus Pictures para producir películas brasileñas, tanto en inglés como en portugués, con el fin de que alcancen un mayor mercado internacional. Meirelles con “Ciudad de Dios” y “El jardinero fiel” al lado de Walter Salles con “Estación Central” y “Diarios de motocicleta” son los directores brasileños más populares en Estados Unidos y Europa.
A todos estos honores habría que añadir las películas latinoamericanas postuladas por sus países de origen al Oscar extranjero: la argentina “Derecho de Familia”, la boliviana “American Visa”, de Juan Carlos Valdivia; la brasileña “Cinema, aspirinas y buitres”, la chilena “En la cama”, la colombiana “Soñar no cuesta nada”, la cubana “El Benny”, la mexicana “El laberinto del fauno”, la peruana “Madeinusa”, la portorriqueña “Ladrones y mentirosos”, de Poli Marichal y Ricardo Méndez; y la venezolana “Manoa”, de Solveg Hoogestaijn. Hay que esperar hasta el martes 23 de enero para conocer las nominadas. Una, la de Guillermo del Toro, debería figurar.
Otra noticia positiva: la World Cinema Fund, con los auspicios del Festival de Berlín y el Ministerio de Cultura alemán seleccionó entre 87 proyectos, cinco que recibirán apoyo financiero: “Huacho”, de Alejandro Fernández, y “El cielo, la tierra y la lluvia” de José Luis Torres, chilenos; “Dioses”, de Josué Méndez, y “La teta asustada” de Claudia Llosa, peruanos. El otro proyecto es “Recycle”, del jordano Mahmoud Al Massad.
Así, las coproducciones entre países latinos con el apoyo de inversionistas europeos; los premios obtenidos en importantes festivales del mundo; el aumento de la distribución y exhibición en los mercados del cable y la televisión abierta, así como en las salas comerciales, la presencia cada vez más notoria de las películas latinas en un mercado tan cerrado como Estados Unidos, y la alianza cada vez más fuerte (como en el caso colombiano) entre inversionistas oficiales y privados para la financiación de nuevos proyectos, hacen pensar en un 2007 con más y mejores películas. Sin embargo, los entendidos aclaran: "Mientras no mejoren las cuotas de pantalla que los respectivos gobiernos latinoamericanos otorgan a sus producciones nacionales, y mientras las producciones de Hollywood, cada vez peores y repetitivas, no sean frenadas en sus afanes expansionistas, el cine de este continente tendrá que conformarse con recibir galardones, escuchar las mejores críticas, aumentar su taquilla y sentirse un poco más seguro pero siempre con la perspectiva de esa amenaza constante de las superproducciones que acaparan porcentajes, publicidad y salas de exhibición".
Por Alberto Duque López
Estos últimos meses han sido de luces y sombras para el cine latinoamericano. Por un lado, los numerosos premios alcanzados en festivales de distintas zonas del mundo por realizadores veteranos y jóvenes, y la confirmación de tres grandes directores mexicanos en el mercado de Hollywood con películas que seguramente figurarán en el cercano reparto del Oscar: Alejandro González Iñárritu con "Babel", Guillermo del Toro con "El laberinto del fauno" y Alfonso Cuarón con "Niños del hombre".
Por otro lado, la sentida y temprana desaparición de tres directores que se encontraban en el mejor momento de sus carreras: los argentinos Fabián Bielinsky (Febrero 3, 1959 - Junio 28, 2006), realizador de "Nueve Reinas" y "El aura", y Eduardo Mignogna (Agosto 17, 1940 - Octubre 6, 2006), director de "Sol de otoño", "El faro del Sur" y "La Fuga", entre otras; y el uruguayo Juan Pablo Rebella (Enero 1, 1974 - Julio 5, 2006), co-director con Pablo Stoll de las afamadas "25 Watts" y "Whisky".
Hacía largo rato que el cine latinoamericano no había sentido una corriente de reactivación, reconocimientos, coproducciones, lanzamientos y nuevas propuestas como en estos últimos meses, durante los cuales se impusieron los directores y guionistas más jóvenes, y el cine colombiano, para citar un ejemplo concreto, después de una búsqueda empecinada de mercados dentro y fuera de su país, logró gracias a una suma de factores positivos (respaldo de entidades oficiales y privadas, y campañas agresivas de mercadeo que calaron en los espectadores), convertir sus películas en taquilleras y rentables.
De la producción reciente latinoamericana de ficción, la mayoría lograda en coproducción con países europeos, habría que destacar "Antonia", de Tata Amaral (Brasil); "Cobrador", de Paul Leduc (México, Argentina, Brasil y España); "Crónica de una fuga", de Israel Adrián Caetano (Argentina, Italia, Francia y España); "Derecho de familia", de Daniel Burman (Argentina); "Drama/Mex", de Gerardo Naranjo (México y Francia); "Prohibido prohibir", de Jorge Durán (Brasil, Chile y España); "El camino de San Diego", de Carlos Sorín (Argentina con España), "El cielo dividido", de Julián Hernández (México); "Soñar no cuesta nada", de Rodrigo Triana (Colombia); "El custodio", de Rodrigo Moreno (Argentina, Alemania, Uruguay y Francia); "La edad de la peseta", de Pavel Giroud (Cuba, España y Venezuela); "Nacido y criado", de Pablo Trapero (Argentina con Gran Bretaña e Italia); "O Céu de Suely", de Karim Ainoux (Brasil con Alemania, Portugal y Francia); "Karmma", de Orlando Pardo (Colombia); "El amor más grande del mundo", del brasileño Carlos Diegues; "Los 12 trabajos", de Ricardo Elías (Brasil); "Padre Nuestro", de Rodrigo Sepúlveda (Chile); "Páginas del diario de Mauricio", de Manuel Pérez (Cuba); "Pecados", de Martín Rodríguez (Chile); "La máquina", de Joao Falcao (Brasil); "A propósito de Buenos Aires", de 11 directores argentinos entre los cuales se hallan Manuel Ferrari, Clara Picasso y Alejo Franzetti; "Colombian Dream", de Felipe Aljure (Colombia); “El Benny”, de Jorge Luis Sánchez (Cuba con Gran Bretaña y España); “El violín”, de Francisco Vargas (México); “Glue”, de Alexis Dos Santos (Argentina con Gran Bretaña); “Hamaca Paraguaya”, de Paz Encina (Paraguay, Argentina, Francia y Holanda); “La pared”, de Alejandro Gil (Cuba); “La perrera”, de Manuel Nieto Zas (Uruguay, Argentina, Canadá, España); “La prueba”, de Judith Vélez (Perú y Cuba); “Lo más bonito y mis mejores años”, de Martín Boulocq (Bolivia); “Madeinusa”, de Claudia Llosa (Perú con España); “Mañana”, de Alejandro Moya (Cuba); “Más que a nada en el mundo”, de Javier Solar y Andrés León Becker (México); “Noticias Lejanas”, de Ricardo Benet (México); “Qué tan lejos”, de Tania Hermida (Ecuador); “Rabia”, de Oscar Cárdenas (Chile); “Ruido”, de César Rodríguez (Puerto Rico); “Vísperas”, de Daniela Goggi (Argentina); “Beso Negro”, de Gabriel Mariño (México); “Crimen Delicado”, de Beto Brant (Brasil); “El Comité”, de Mateo Herrera (Ecuador); “Santiago y la virgen en la fiesta del fuego”, de Jorge Perrugoría y Angel Alderete (Cuba); “Suspiros del corazón”, Enrique Gabriel (Argentina y España); “Personal Belongings”, de Alejandro Brugés (Cuba y Bolivia); “Fantasma”, de Lisandro Alonso (Argentina); “Accidente”, de Cao Guimaraes (Brasil); “A de hacer ruinas”, de Florian Borchmeyer y Mathias Hentschler (Cuba con Alemania); “Las vidas de Celia”, de Antonio Chavarrías (México y España); “Familia Tortuga”, del mexicano Rubén Imaz Castro; “Vísperas”, de Daniela Goggi (Argentina); “Esas no son penas”, de Anahí Hoenesin y Daniel Andrade (Ecuador); “Meteoro”, de Diego de la Texera (Brasil, Puerto Rico y Venezuela); “Morirse en domingo”, de Daniel Gruener (México); “La punta del diablo”, de Marcelo Paván (Argentina, Venezuela y Uruguay); “El rey de San Gregorio”, de Alfonso Gazitúa (Chile y Suiza); “El Caracazo”, de Román Chalbaud (Venezuela); “Cara de queso”, del argentino Ariel Winograd, entre otros títulos latinoamericanos. Para los expertos, la gran revelación del año ha sido la película mexicana “El violín”, contada en blanco y negro con un lenguaje tan austero y desnudo que recuerda el universo de Juan Rulfo.
En cuanto a los galardones recibidos por el cine latinoamericano en festivales internacionales, habría que citar en primera medida a Cannes, que premió la dirección de González Iñárritu en “Babel”, otorgando otros dos premios paralelos: en la sección Una cierta mirada, el actor Angel Tavira ganó por su papel en “El violín”, mientras dos cortos argentinos de Pablo Agüero y Gustavo Riet, “Primera Nieve” y “Ge & Zeta” también fueron premiados. En el festival de Tribeca, dirigido por Robert De Niro, “Iluminados por el fuego”, del argentino Tristan Bauer, fue escogida como la mejor película del certamen, durante el cual también fueron exhibidas “Brasilia 18%”, del brasileño Nelson Pereira Dos Santos; “Casa de arena”, de Andrucha Waddington (Brasil), y la peruana “Madeinusa” de Cladia Llosa. En Mar del Plata, “Noticias Lejanas”, de Ricardo Benet (México), obtuvo el galardón máximo, mientras “Cinema, aspirinas y buitres”, del brasileño Marcelo Gómez, y “Derecho de Familia”, de Burman, compartieron otro de los premios del certamen. “Madeinusa”, “El Antofagasteño”, de Paula Fernández y Matías Capella; “Alicia se muere otra vez”, de Andrés Llugany; “El Vals”, de Iván Fund; “El regalo de Zapura” y “La liga de los imperfectos”, de los argentinos Cristóbal Braun y Nicolás Di Mattía, ganaban otros galardones. En los Encuentros de Toulose fueron premiadas entre otras, “La sagrada familia”, del chileno Sebastián Campos; “Madeinusa”, de Caudia Llosa; “En la cama”, del chileno Matías Bize; “La suerte está echada”, del argentino Sebastián Borenztein, y “Estamira”, del brasileño Marcos Prado. En Miami, fueron destacadas “En el hoyo”, del mexicano Juan Carlos Rulfo; “Angeles del sol”, del brasileño Rudi Lagemann, y “Ciudad Baja”, de otro brasileño, Sergio Machado. En Guadalajara fueron galardonadas la argentina “El custodio” (premiada también en Berlín) y “Cinema, aspirinas y buitres”. Los peruanos Claudia Llosa y Martín Boulocq con “Madeinusa” y “Lo más bonito y mis mejores años” también fueron premiados, así como la mexicana Maryse Sistach con “La niña en la piedra”.
Tres proyectos peruanos de Josué Méndez, "Dioses"; Ronnie Temoche, "El Inca, la boba y el hijo del ladrón"; y Alberto Durant, “El premio”, recibieron un invaluable apoyo por parte de los programas de Ibermedia. En San Sebastián, quizás el festival europeo que más destaca el cine latinoamericano, el jurado otorgó un premio especial a Carlos Sorín por “El camino de San Diego” mientras otras películas latinoamericanas eran galardonadas en los distintos apartados.
Otro logro importante para el cine latinoamericano recayó en la figura del brasileño Fernando Meirelles, quien firmó un acuerdo con Universal y su división Focus Pictures para producir películas brasileñas, tanto en inglés como en portugués, con el fin de que alcancen un mayor mercado internacional. Meirelles con “Ciudad de Dios” y “El jardinero fiel” al lado de Walter Salles con “Estación Central” y “Diarios de motocicleta” son los directores brasileños más populares en Estados Unidos y Europa.
A todos estos honores habría que añadir las películas latinoamericanas postuladas por sus países de origen al Oscar extranjero: la argentina “Derecho de Familia”, la boliviana “American Visa”, de Juan Carlos Valdivia; la brasileña “Cinema, aspirinas y buitres”, la chilena “En la cama”, la colombiana “Soñar no cuesta nada”, la cubana “El Benny”, la mexicana “El laberinto del fauno”, la peruana “Madeinusa”, la portorriqueña “Ladrones y mentirosos”, de Poli Marichal y Ricardo Méndez; y la venezolana “Manoa”, de Solveg Hoogestaijn. Hay que esperar hasta el martes 23 de enero para conocer las nominadas. Una, la de Guillermo del Toro, debería figurar.
Otra noticia positiva: la World Cinema Fund, con los auspicios del Festival de Berlín y el Ministerio de Cultura alemán seleccionó entre 87 proyectos, cinco que recibirán apoyo financiero: “Huacho”, de Alejandro Fernández, y “El cielo, la tierra y la lluvia” de José Luis Torres, chilenos; “Dioses”, de Josué Méndez, y “La teta asustada” de Claudia Llosa, peruanos. El otro proyecto es “Recycle”, del jordano Mahmoud Al Massad.
Así, las coproducciones entre países latinos con el apoyo de inversionistas europeos; los premios obtenidos en importantes festivales del mundo; el aumento de la distribución y exhibición en los mercados del cable y la televisión abierta, así como en las salas comerciales, la presencia cada vez más notoria de las películas latinas en un mercado tan cerrado como Estados Unidos, y la alianza cada vez más fuerte (como en el caso colombiano) entre inversionistas oficiales y privados para la financiación de nuevos proyectos, hacen pensar en un 2007 con más y mejores películas. Sin embargo, los entendidos aclaran: "Mientras no mejoren las cuotas de pantalla que los respectivos gobiernos latinoamericanos otorgan a sus producciones nacionales, y mientras las producciones de Hollywood, cada vez peores y repetitivas, no sean frenadas en sus afanes expansionistas, el cine de este continente tendrá que conformarse con recibir galardones, escuchar las mejores críticas, aumentar su taquilla y sentirse un poco más seguro pero siempre con la perspectiva de esa amenaza constante de las superproducciones que acaparan porcentajes, publicidad y salas de exhibición".
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Director mexicano que acusa de plagio a Gibson consigue distribución nacional
11-XII-06
Después de su exitosa inauguración en la sede paralela del 4 Festival Internacional de Morelia en Patzcúaro, Michoacán, la película "Eréndira, Ikikunari", del realizador Juan Mora Catlett, será distribuida por Euphoria Films México en todo el país, en lo que es la segunda vez que esta compañía dirigida por Octavio Maya Rocha distribuye un largometraje. Pero el director no ha saltado a los primeros planos por esta feliz noticia, sino por haber acusado a Mel Gibson de copiar escenas de uno de sus films.
Mora Catlett ha dicho ante la prensa que Gibson ha tomado ideas de su anterior film, "Retorno a Aztlan", para "Apocalypto", como los hombres blancos, luego de que la productora mexicana Anna Roth le enseñó aquel largometraje. El director relata que Roth le pidió una cinta de aquella película sobre el mundo azteca, por el cual ella le dio 9 dólares. "Me pidió un cassette de mi película, yo le dije: 'Sí, toma, te lo regalo', y me dijo: 'Te lo tengo que pagar', y me dio como 100 pesos", aseguró al diario Reforma, añadiendo: "De repente resulta que mi película sirvió como asesoría y referencia de una película hollywoodiense y no me pagaron más que 100 pesos. Este es un tipo de robo que les permiten a estas personas porque Walt Disney tiene mucho dinero".
Mientras estudia qué acciones tomar, Mora Catlett se ha asegurado el lanzamiento de "Eréndira, Ikikunari", film sobre la conquista de México, que narra la vida de Eréndira, una mujer purepecha que durante la conquista se enfrentó a los españoles utilizando uno de sus caballos, quienes eran vistos como monstruos. Hablada enteramente en lengua purepecha, todavía existente en el Estado de Michoacán, México, la película tardó ocho años en filmarse y tuvo un costo de 14 millones de pesos.
Entre las localizaciones destacadas se encuentran las pirámides Zinzunzan y Ihuatzio, en la ribera norte del lago de Paztcuaro (zona Santa Fe de la Laguna). Una de las más importantes fue el volcán Paricutin para el cual hubo que pedir permiso a dos comunidades purepechas, dueñas del volcán.
La cinta será lanzada en 2007 con 15 copias, y así se podrá ver en cine un tema que ha interesado a realizadores como Werner Herzog, Ron Howard y Wim Wenders, entre otros, quienes no pudieron ver plasmado su sueño de abordar la conquista de México.
Euphoria Films México inició su andadura con el aclamado documental "En el hoyo", de Juan Carlos Rulfo, iniciando con esto una iniciativa para nuevos realizadores y productores que permiten abrir nuevos caminos en la rentabilidad de las películas realizadas en México. Su segundo paso es
Después de su exitosa inauguración en la sede paralela del 4 Festival Internacional de Morelia en Patzcúaro, Michoacán, la película "Eréndira, Ikikunari", del realizador Juan Mora Catlett, será distribuida por Euphoria Films México en todo el país, en lo que es la segunda vez que esta compañía dirigida por Octavio Maya Rocha distribuye un largometraje. Pero el director no ha saltado a los primeros planos por esta feliz noticia, sino por haber acusado a Mel Gibson de copiar escenas de uno de sus films.
Mora Catlett ha dicho ante la prensa que Gibson ha tomado ideas de su anterior film, "Retorno a Aztlan", para "Apocalypto", como los hombres blancos, luego de que la productora mexicana Anna Roth le enseñó aquel largometraje. El director relata que Roth le pidió una cinta de aquella película sobre el mundo azteca, por el cual ella le dio 9 dólares. "Me pidió un cassette de mi película, yo le dije: 'Sí, toma, te lo regalo', y me dijo: 'Te lo tengo que pagar', y me dio como 100 pesos", aseguró al diario Reforma, añadiendo: "De repente resulta que mi película sirvió como asesoría y referencia de una película hollywoodiense y no me pagaron más que 100 pesos. Este es un tipo de robo que les permiten a estas personas porque Walt Disney tiene mucho dinero".
Mientras estudia qué acciones tomar, Mora Catlett se ha asegurado el lanzamiento de "Eréndira, Ikikunari", film sobre la conquista de México, que narra la vida de Eréndira, una mujer purepecha que durante la conquista se enfrentó a los españoles utilizando uno de sus caballos, quienes eran vistos como monstruos. Hablada enteramente en lengua purepecha, todavía existente en el Estado de Michoacán, México, la película tardó ocho años en filmarse y tuvo un costo de 14 millones de pesos.
Entre las localizaciones destacadas se encuentran las pirámides Zinzunzan y Ihuatzio, en la ribera norte del lago de Paztcuaro (zona Santa Fe de la Laguna). Una de las más importantes fue el volcán Paricutin para el cual hubo que pedir permiso a dos comunidades purepechas, dueñas del volcán.
La cinta será lanzada en 2007 con 15 copias, y así se podrá ver en cine un tema que ha interesado a realizadores como Werner Herzog, Ron Howard y Wim Wenders, entre otros, quienes no pudieron ver plasmado su sueño de abordar la conquista de México.
Euphoria Films México inició su andadura con el aclamado documental "En el hoyo", de Juan Carlos Rulfo, iniciando con esto una iniciativa para nuevos realizadores y productores que permiten abrir nuevos caminos en la rentabilidad de las películas realizadas en México. Su segundo paso es
- © Redacción (México)-NOTICINE.com

Controversia en Brasil por la película "Turistas"
8-XII-06
Mientras el Ministerio de Turismo de Brasil toma medidas por los daños que podría llegar a causar a su imagen, los internautas brasileños se unen para boicotear la película estadounidense "Turistas", una producción de terror lanzada la última semana en el país del norte, que por estos días es centro de polémica en Brasil, ya que su trama sigue a un grupo de estudiantes que son víctimas de tráficantes de órganos en la selva amazónica.
La imagen peligrosa de Brasil que exhibe "Turistas" ha causado indignación en el país suramericano, donde los pedidos por boicotear a la cinta se mezclan con acciones gubernamentales para evitar toda mala publicidad que se pueda generar a partir de esta película. En Internet, blogs y sitios iniciaron una cruzada para que el público no apoye a esta película dirigida por John Stockwell, en la cual un grupo de estudiantes estadounidenses viajan a Brasil, donde son seducidos y embriagados por bonitas mujeres que tienen el plan secreto de entregarlos a una red de traficantes de órganos.
Esta cinta nada original, que de hecho tiene una trama bastante similar a la de "Hostel" -que también en su momento inquietó al país donde se desarrolla la acción, Eslovaquia-, es la primera producción de Fox Atomic, división de Fox Filmed Entertainment, creada para realizar contenidos de entretenimiento para un público potencial de entre 17 y 24 años. La respuesta de la crítica en Estados Unidos fue altamente negativa e incluso en la taquilla no funcionó adecuadamente, quedando octava con unos 3 millones de dólares, lo cual provocó mayor tranquilidad en Embratur, unidad del Ministerio de Turismo encargada de promocionar a Brasil como destino turístico en el exterior, que había preparado una serie de medidas para revertir toda mala publicidad que pudiese ocasionar este film.
"Las encuestas muestran que la mayoría de los espectadores distinguen entre la ficción pura que aparece en un film y la realidad", declaró a Reuters, Jeanine Pires, presidenta de Embratur, añadiendo: "Nos preocupamos al comienzo, pero el film es un fracaso de crítica, que concuerda en su mal gusto. No vamos a atacarlo".
"Turistas" llegará a las pantallas de Brasil el 16 de febrero a través de Paris Filmes, empresa que adquirió los derechos dos años atrás, y que ahora enfrenta protestas en su contra. Los responsables ya adelantaron que antes de cada exhibición se mostrará una imagen donde se explica que no están de acuerdo con la imagen que allí se muestra de Brasil.
Mientras el Ministerio de Turismo de Brasil toma medidas por los daños que podría llegar a causar a su imagen, los internautas brasileños se unen para boicotear la película estadounidense "Turistas", una producción de terror lanzada la última semana en el país del norte, que por estos días es centro de polémica en Brasil, ya que su trama sigue a un grupo de estudiantes que son víctimas de tráficantes de órganos en la selva amazónica.
La imagen peligrosa de Brasil que exhibe "Turistas" ha causado indignación en el país suramericano, donde los pedidos por boicotear a la cinta se mezclan con acciones gubernamentales para evitar toda mala publicidad que se pueda generar a partir de esta película. En Internet, blogs y sitios iniciaron una cruzada para que el público no apoye a esta película dirigida por John Stockwell, en la cual un grupo de estudiantes estadounidenses viajan a Brasil, donde son seducidos y embriagados por bonitas mujeres que tienen el plan secreto de entregarlos a una red de traficantes de órganos.
Esta cinta nada original, que de hecho tiene una trama bastante similar a la de "Hostel" -que también en su momento inquietó al país donde se desarrolla la acción, Eslovaquia-, es la primera producción de Fox Atomic, división de Fox Filmed Entertainment, creada para realizar contenidos de entretenimiento para un público potencial de entre 17 y 24 años. La respuesta de la crítica en Estados Unidos fue altamente negativa e incluso en la taquilla no funcionó adecuadamente, quedando octava con unos 3 millones de dólares, lo cual provocó mayor tranquilidad en Embratur, unidad del Ministerio de Turismo encargada de promocionar a Brasil como destino turístico en el exterior, que había preparado una serie de medidas para revertir toda mala publicidad que pudiese ocasionar este film.
"Las encuestas muestran que la mayoría de los espectadores distinguen entre la ficción pura que aparece en un film y la realidad", declaró a Reuters, Jeanine Pires, presidenta de Embratur, añadiendo: "Nos preocupamos al comienzo, pero el film es un fracaso de crítica, que concuerda en su mal gusto. No vamos a atacarlo".
"Turistas" llegará a las pantallas de Brasil el 16 de febrero a través de Paris Filmes, empresa que adquirió los derechos dos años atrás, y que ahora enfrenta protestas en su contra. Los responsables ya adelantaron que antes de cada exhibición se mostrará una imagen donde se explica que no están de acuerdo con la imagen que allí se muestra de Brasil.
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ESTRENO ESPAÑOL: "Cristobal Molón", animación nacional que busca competir en igualdad de condiciones con Hollywood
8-XII-06
Este viernes ha llegado a la cartelera española "Cristóbal Molón", cuarta producción desarrollada en animación 3D por Dibulitoon Studio, compañía afincada en Euskadi, que es una de las pocas productoras no norteamericanas capaces de hacer este tipo de cine (además con menos medios y menos aparato promocional) con continuidad.
Es el 1512 del calendario de los insectos y algo está cambiando en una parte de su mundo. Y es que el Reino de Praderia no está en su mejor momento: Con el Rey Pinzón I llegó a su esplendor, pero tras su fallecimiento ha heredado el trono su hijo Pinzón II, que sólo tiene en común con su antecesor el nombre y poco más y es que es un gobernante sin personalidad alguna que es manejado a su gusto por el hombre fuerte del régimen, Destruzzio, cuyas ambiciones no tienen límites como va a descubrir este monarca de tercera división. Y así, como parte de un plan diabólico, evidentemente beneficioso para sus intereses, Destruzzio propone patrocinar un viaje a la Luna para esculpir la cara de su rey en ella, y para que todo vaya rodado envía como jefe de dicha expedición a un presunto descubridor, Cristóbal Molón, que estará acompañado de la bella (y bruta) Carabix. Ambos afrontarán la aventura de sus vidas y en ella descubrirán un secreto que nunca habían imaginado.
"Cristóbal Molón" tiene la particularidad de ser el segundo film en el que se emplean técnicas de última generación como 3D creado por ordenador, combinadas con otras mucho más clásicas pero que vuelven a ponerse de moda, gracias a las películas del estudio británico Aardman o a propuestas tan innovadoras como la cinta coreana "Wonderful Days" (2003), como es el uso de maquetas que sirven de decorados para el desarrollo de la historia. Sus directores, Iñigo Berasategui y Aitor Arregui, dialogan sobre su película.
- ¿Qué es "Cristóbal Molón"?
Iñigo Berasategi: Es una película de animación, de aventuras, de fantasía. La acción transcurre en una especie de Edad Media que a la vez es el futuro, es una mezcla de géneros. Es perfecta para pasarlo bien, para que la disfrute todo el mundo, un público infantil y gracias a su doble lectura, para un público más adulto. Y además utilizando los nombres de Cristóbal Molón (un descubridor), Rodrigo o Pinzón, se hacen referencias a personas que en realidad han existido, a nombres por todos conocidos y que forman parte de la historia del denominado "descubrimiento de América". (Américo) Destruzzio se llama así por aquello de que lo suyo es destruir y de paso su nombre se asemeja al de Américo Vespucio, que se llevó los méritos de poner nombre al continente americano después de que Colón se quedase a las puertas en las Islas del Caribe.
Aitor Arregi: Es una película de dibujos animados que quiere ir más allá de lo que se ha visto hasta ahora en la animación que se realiza en nuestro país. En dos aspectos principalmente: en la historia, porque hemos querido meter unos elementos atractivos en cuanto a los personajes y la trama, y en la animación, porque nos hemos tomado nuestro tiempo para cuidar al detalle la animación y el acabado. Es una película de animación de aventuras. Este es el género. Pero a partir de ahí nos hemos permitido unas licencias. Queremos llegar a un espectro de público amplio. Es una película para niños, pero también para los adultos que acompañan a los niños. Y para la gente joven. Nuestra intención es seguir la línea que tan bien trabajan los americanos, que es la de hacer películas para todos. Que disfruten los niños, los jóvenes y los adultos. Creo que lo hemos conseguido.
- ¿Habéis participado activamente en los inevitables cambios de guión?
Berasategui: Sí. El proceso consiste en que el guionista hace en primera instancia sus guiones, que luego hay que adaptar a un tipo de película como ésta, por lo que ha habido que cambiar alguna cosa, eliminando las que no eran factibles.
Arregi: Mi labor se trata principalmente de cuidar la historia, el contenido y los personajes e intentar que la idea inicial quede plasmada en la pantalla. Trabajé activamente con Joanes Urkixo (el guionista) en la elaboración de los personajes y la estructura del guión. Más adelante, y durante tanto tiempo, suele ser inevitable hacer cambios de guión para amoldarnos a lo que es mejor en cuanto a la animación y la producción en general. El guión es un documento que está al servicio de la producción. Lo importante es no desviarte de la intención inicial.
- ¿Cuánto tiempo habéis trabajado en Cristóbal Molón?
Berasategui: No hemos llegado a los 3 años, con unos cambios de guión hasta que empezó la producción efectiva, con unos mínimos cambios con la producción ya en marcha de secuencias concretas. Y es que algunos gags visuales igual no vienen en el guión y el animador se presta a incluirlos para darle más fuerza y energía al film.
- ¿Y cómo es dirigir con otro realizador?
Berasategui: Una gran experiencia. Cada uno tenemos nuestro terreno. Yo el técnico y de animación, la parte más visual, más artística y el de Aitor es más el de la historia, el guión, aunque luego la edición la hacemos entre los dos, lo mismo que el montaje.
Arregi: Yo ya había trabajado con Iñigo en otra película de animación que se llama "Glup" y por lo tanto ha sido una “segunda parte” de nuestra relación laboral. Por mi parte ha sido muy fácil. La película tiene varias etapas y se puede decir que esas etapas las lidera principalmente uno de los directores mientras el otro está al tanto de cómo van las cosas. Por ejemplo, la fase de la escritura del guión estoy yo trabajando con Joanes Urkixo e Iñigo está al tanto de la historia. En la fase de la producción de animación, Iñigo es el jefe y me va enseñando cómo está animando. Creo que ha sido muy fácil, porque creo que también él es una persona con la que es muy fácil de colaborar. Verdaderamente, creo que ha hecho un gran trabajo. Sólo tengo buenas palabras hacia él.
- ¿Y cuándo vais a trabajar cada uno en solitario?
Berasategui: No lo sé. Llevo tres largometrajes compartiendo dicho papel con otro realizador, todas de animación, y tampoco tengo idea de pasarme a la imagen real, me gusta el cine de animación, pero eso podría ocurrir en el futuro.
Arregi: Bueno, cuando se pueda. En principio no tengo ninguna prisa. Me es cómodo trabajar con otro director.
- ¿Tenéis algún personaje favorito dentro de Cristóbal Molón?
Berasategui: A mí siempre el que menos me gusta es el protagonista. Siempre me gustan más los secundarios, Da Chinchi, el vejete inventor o el malo, Destruzzio. El protagonista llega a cansar un poco.
Arregi: El trío de protagonistas (Molón, Pinzón y Carabix) me gustan mucho. Elijo Molón mismo y también a Aguantaloviu, el masoca.
- ¿Cuánta gente ha participado en el film?
Berasategui: Entre 50 y 60 personas.
Arregi: En el proceso importante, en el de la producción o elaboración de la animación, han trabajado obviamente muchos menos. Lo que pasa que si a esto le añades los técnicos de sala, actores y tal, pues puede que lleguemos a unos a casi 60.
- ¿Cómo es rodar con maquetas?
Berasategui: Yo estudié diseño gráfico y luego empecé con la animación tradicional en 2D, para pasar por evolución al 3D. Cuando empecé yo el 3D casi ni existía, estaba John Lasseter que empezaba con sus primeros cortos en Pixar. Trabajar con maquetas tiene sus limitaciones, aunque me gusta mucho el resultado final, porque de la maqueta se ha sacado una foto. La cuestión es crear un estilo propio, aunque su uso tiene sus limitaciones, ya que de la maquetas sacas fotos en 2D y hacer que un personaje se mueva por dicho decorado tiene sus complicaciones, cuando si éste está originado en 3D lo puedes meter en cualquier parte, y que también empleamos en otras producciones del estudio.
Arregi: En principio no tiene mucho de excitante. Se trata de construir las maquetas y luego sacar unas buenas fotografías. Donde uno disfruta es al ver el resultado final. Al ver la maqueta terminada y también al ver el plano compuesto con los personajes integrados en las maquetas. Realmente se nota la diferencia de una maqueta a un escenario en 3D. A mejor.
- ¿Qué tiene Cristóbal Molón frente a otras películas similares?
Berasategui: Que es una película muy entretenida repleta de aventuras y con un toque especial, gamberro. Y no os olvidéis de los títulos de crédito (¡quedaros a verlos!) donde también hemos metido animación.
Arregi: Una historia nada convencional y una calidad alta de animación. Aunque suene a manido, creo que la gente que vaya a ver la película verá algo diferente y original. Y no se sentirán defraudados.
- ¿Ha habido muchas escenas descartadas?
Berasategui: Incluso secuencias enteras, pero no acabadas, de éstas sólo hemos eliminado algunos segundos.
Arregi: Más que escenas, se han descartados cachos de escenas. Esto se hace en la animática, claro esta, por que con lo que cuesta animar una escena no es muy lógico descartarla. Por ello, primero vemos sobre la animática (que no es más que el storyboard grabado y editado) vemos lo que funciona y lo que no y sobre todo vemos cuánto tiempo dura la película. En base a eso se realizan cortes.
- ¿Habéis tenido completa libertad a la hora de hacer la película?
Berasategui: Sí hemos tenido bastante libertad en todos los aspectos, bastaba con atenerse al presupuesto previsto.
Arregi: Sí, se puede decir que sí. Obviamente, cuando lo hacemos tenemos que tener en cuenta al público al que va dirigida la película, por lo que hay que amoldarla a esto. Pero queríamos imprimirle un tono gamberro y no hemos tenido ningún problema en hacerlo.
- ¿Cómo veis el panorama de la animación nacional?
Berasategui: Como no contemos con más apoyos, televisiones y estamentos públicos, veo difícil que podamos seguir haciendo películas de animación.
Arregi: Mal, por no decir muy mal. Se cierran estudios, se pierde el talento que hay. Es un sector (o subsector) que no está muy bien tratado por parte de la televisión ni de las instituciones públicas. Y aun así se hacen películas y series.
- ¿Hay homenajes a otras películas (voluntarios o involuntarios) en "Cristóbal Molón"?
Berasategui: Uno muy evidente a la serie de La pantera rosa, y otros involuntarios que son parte de nuestra cultura cinéfila.
Arregi: Hay algunos detalles, quizá más representados en personajes. Se puede decir que, salvando las distancias, Cristobal Molón, Carabix y Pinzón son unos personajes Hustonianos (de John Huston). Farsantes, perdedores, cobardes…pero cercanos. Muy cercanos. Se ha intentado crear unos personajes que son unos antihéroes, que creo son al final, los que mejor funcionan. Al menos a mí, como espectador. Y luego están cositas como el sirviente de Destruzzio, Rodrigo, es un poco como el mayordomo de la saga de La pantera rosa.
- ¿Se puede vivir en este país de hacer cine… y encima animado?
Berasategui: Se puede ir tirando, mira que la mayoría de los estudios de animación han ido desapareciendo paulatinamente en los últimos años, porque ya no existe la posibilidad de hacer servicios (que eran en dos dimensiones), que ahora se han ido a Oriente a países como China, Corea e incluso India. Por lo que hay que seguir adelante con producciones propias, con la intención de romper fronteras y conseguir que el producto se venda también en el extranjero.
Arregi: A duras penas, pero se puede. Hace falta que te guste mucho la animación y hace falta también tener ganas de sacrificarse por hacer realmente lo que a uno le gusta.
- ¿Creéis que la animación en 2D sigue teniendo vigencia?
Berasategui: Por supuesto. Y el 2D me sigue gustando mucho, lo que no veo es viabilidad en un proyecto de ese tipo en estos momentos, salvo si tienes un buen presupuesto detrás.
Arregi: A día de hoy el 2D está de capa caída. La gente se ha acostumbrado a ver 3D y es difícil darle la vuelta a esto. Yo creo que donde más sitio tendrá el 2D es en la televisión. En cine veo difícil que recupere el terreno perdido.
- ¿Y no creéis que el 3D envejece mucho más rápido que la animación tradicional?
Berasategui: Sí, son productos de consumo rápido, envejecen muy pronto. En un par de años una película por ordenador se queda vieja, por lo que hay que hacerla lo mejor posible para que su vigencia sea lo más larga posible.
Arregi: Puede ser que la animación en sí sea más perecedera de lo que es el 2D. El 3D cada vez es más perfecto, más detallado. Lo que este año es increíble dentro de 3 años queda obsoleto. Con el 2D esto no sucede de manera tan acelerada. De todos modos, una buena historia es una buena historia, contada en 2D o 3D. Cada vez que veo Toy Story, disfruto como un enano.
- ¿Cuáles son vuestras películas favoritas de imagen real?
Berasategui: En estos momentos Ciudad de Dios y por supuesto las clásicas: "Blade Runner", "Alien"… me encanta la ciencia-ficción, No tengo una película concreta favorita. Me gustan también "Trainspotting", "Snatch, cerdos y diamantes" o "28 Días después", cine un tanto desfasado, y que no es norteamericano.
Arregi: Va por épocas. Por dónde empezar. Puedo decirte que mi género favorito es el de aventuras. A partir de ahí: "El hombre que pudo reinar", la trilogía "Indiana Jones", "Barry Lyndon", "La gran evasión", "El show de Truman", "El protegido"… Imposible decir dos o tres.
- ¿Y animadas?
Berasategui: Las de Miyazaki siempre: Me gusta mucho, la que más "Porco Rosso", y la acompañan "La Princesa Mononoke", "Mi vecino Totoro"… No hay una que no me guste, me encanta como narra las historias, que se entienden bastante bien. Me gusta también "Ghost in the Shell", de Mamoru Oshii, aunque éste director japonés tiene sus historias mentales, como "Akira", que también me gusta mucho. Y me gustan también mucho los cortos que circulan ahora por Internet, cosas muy atrevidas.
Arregi: Sin ninguna duda, las de Pixar son las que más me gustan. "Toy Story", "Bichos" y "Buscando a Nemo" son mis favoritas. A otro nivel, también me gustan mucho "La novia cadáver" y "Madagascar".
- ¿Estáis contentos con el resultado final de la película?
Berasategui: Sí, mucho, y espero que todo el mundo, niños y mayores vayan a verla y vean el esfuerzo que hemos realizado en ella en los últimos años.
Arregi: Sí, si lo estoy. Creo que en un proceso tan largo (dos años y medio), la película nunca termina saliendo exactamente tal y como habías planificado que saliera, pero creo que la intencionalidad inicial se ha respetado tal y como se quería desde el principio. Y creo que los ajustes que se hayan realizado han sido a mejor, para que la película salga más rica.
Este viernes ha llegado a la cartelera española "Cristóbal Molón", cuarta producción desarrollada en animación 3D por Dibulitoon Studio, compañía afincada en Euskadi, que es una de las pocas productoras no norteamericanas capaces de hacer este tipo de cine (además con menos medios y menos aparato promocional) con continuidad.
Es el 1512 del calendario de los insectos y algo está cambiando en una parte de su mundo. Y es que el Reino de Praderia no está en su mejor momento: Con el Rey Pinzón I llegó a su esplendor, pero tras su fallecimiento ha heredado el trono su hijo Pinzón II, que sólo tiene en común con su antecesor el nombre y poco más y es que es un gobernante sin personalidad alguna que es manejado a su gusto por el hombre fuerte del régimen, Destruzzio, cuyas ambiciones no tienen límites como va a descubrir este monarca de tercera división. Y así, como parte de un plan diabólico, evidentemente beneficioso para sus intereses, Destruzzio propone patrocinar un viaje a la Luna para esculpir la cara de su rey en ella, y para que todo vaya rodado envía como jefe de dicha expedición a un presunto descubridor, Cristóbal Molón, que estará acompañado de la bella (y bruta) Carabix. Ambos afrontarán la aventura de sus vidas y en ella descubrirán un secreto que nunca habían imaginado.
"Cristóbal Molón" tiene la particularidad de ser el segundo film en el que se emplean técnicas de última generación como 3D creado por ordenador, combinadas con otras mucho más clásicas pero que vuelven a ponerse de moda, gracias a las películas del estudio británico Aardman o a propuestas tan innovadoras como la cinta coreana "Wonderful Days" (2003), como es el uso de maquetas que sirven de decorados para el desarrollo de la historia. Sus directores, Iñigo Berasategui y Aitor Arregui, dialogan sobre su película.
- ¿Qué es "Cristóbal Molón"?
Iñigo Berasategi: Es una película de animación, de aventuras, de fantasía. La acción transcurre en una especie de Edad Media que a la vez es el futuro, es una mezcla de géneros. Es perfecta para pasarlo bien, para que la disfrute todo el mundo, un público infantil y gracias a su doble lectura, para un público más adulto. Y además utilizando los nombres de Cristóbal Molón (un descubridor), Rodrigo o Pinzón, se hacen referencias a personas que en realidad han existido, a nombres por todos conocidos y que forman parte de la historia del denominado "descubrimiento de América". (Américo) Destruzzio se llama así por aquello de que lo suyo es destruir y de paso su nombre se asemeja al de Américo Vespucio, que se llevó los méritos de poner nombre al continente americano después de que Colón se quedase a las puertas en las Islas del Caribe.
Aitor Arregi: Es una película de dibujos animados que quiere ir más allá de lo que se ha visto hasta ahora en la animación que se realiza en nuestro país. En dos aspectos principalmente: en la historia, porque hemos querido meter unos elementos atractivos en cuanto a los personajes y la trama, y en la animación, porque nos hemos tomado nuestro tiempo para cuidar al detalle la animación y el acabado. Es una película de animación de aventuras. Este es el género. Pero a partir de ahí nos hemos permitido unas licencias. Queremos llegar a un espectro de público amplio. Es una película para niños, pero también para los adultos que acompañan a los niños. Y para la gente joven. Nuestra intención es seguir la línea que tan bien trabajan los americanos, que es la de hacer películas para todos. Que disfruten los niños, los jóvenes y los adultos. Creo que lo hemos conseguido.
- ¿Habéis participado activamente en los inevitables cambios de guión?
Berasategui: Sí. El proceso consiste en que el guionista hace en primera instancia sus guiones, que luego hay que adaptar a un tipo de película como ésta, por lo que ha habido que cambiar alguna cosa, eliminando las que no eran factibles.
Arregi: Mi labor se trata principalmente de cuidar la historia, el contenido y los personajes e intentar que la idea inicial quede plasmada en la pantalla. Trabajé activamente con Joanes Urkixo (el guionista) en la elaboración de los personajes y la estructura del guión. Más adelante, y durante tanto tiempo, suele ser inevitable hacer cambios de guión para amoldarnos a lo que es mejor en cuanto a la animación y la producción en general. El guión es un documento que está al servicio de la producción. Lo importante es no desviarte de la intención inicial.
- ¿Cuánto tiempo habéis trabajado en Cristóbal Molón?
Berasategui: No hemos llegado a los 3 años, con unos cambios de guión hasta que empezó la producción efectiva, con unos mínimos cambios con la producción ya en marcha de secuencias concretas. Y es que algunos gags visuales igual no vienen en el guión y el animador se presta a incluirlos para darle más fuerza y energía al film.
- ¿Y cómo es dirigir con otro realizador?
Berasategui: Una gran experiencia. Cada uno tenemos nuestro terreno. Yo el técnico y de animación, la parte más visual, más artística y el de Aitor es más el de la historia, el guión, aunque luego la edición la hacemos entre los dos, lo mismo que el montaje.
Arregi: Yo ya había trabajado con Iñigo en otra película de animación que se llama "Glup" y por lo tanto ha sido una “segunda parte” de nuestra relación laboral. Por mi parte ha sido muy fácil. La película tiene varias etapas y se puede decir que esas etapas las lidera principalmente uno de los directores mientras el otro está al tanto de cómo van las cosas. Por ejemplo, la fase de la escritura del guión estoy yo trabajando con Joanes Urkixo e Iñigo está al tanto de la historia. En la fase de la producción de animación, Iñigo es el jefe y me va enseñando cómo está animando. Creo que ha sido muy fácil, porque creo que también él es una persona con la que es muy fácil de colaborar. Verdaderamente, creo que ha hecho un gran trabajo. Sólo tengo buenas palabras hacia él.
- ¿Y cuándo vais a trabajar cada uno en solitario?
Berasategui: No lo sé. Llevo tres largometrajes compartiendo dicho papel con otro realizador, todas de animación, y tampoco tengo idea de pasarme a la imagen real, me gusta el cine de animación, pero eso podría ocurrir en el futuro.
Arregi: Bueno, cuando se pueda. En principio no tengo ninguna prisa. Me es cómodo trabajar con otro director.
- ¿Tenéis algún personaje favorito dentro de Cristóbal Molón?
Berasategui: A mí siempre el que menos me gusta es el protagonista. Siempre me gustan más los secundarios, Da Chinchi, el vejete inventor o el malo, Destruzzio. El protagonista llega a cansar un poco.
Arregi: El trío de protagonistas (Molón, Pinzón y Carabix) me gustan mucho. Elijo Molón mismo y también a Aguantaloviu, el masoca.
- ¿Cuánta gente ha participado en el film?
Berasategui: Entre 50 y 60 personas.
Arregi: En el proceso importante, en el de la producción o elaboración de la animación, han trabajado obviamente muchos menos. Lo que pasa que si a esto le añades los técnicos de sala, actores y tal, pues puede que lleguemos a unos a casi 60.
- ¿Cómo es rodar con maquetas?
Berasategui: Yo estudié diseño gráfico y luego empecé con la animación tradicional en 2D, para pasar por evolución al 3D. Cuando empecé yo el 3D casi ni existía, estaba John Lasseter que empezaba con sus primeros cortos en Pixar. Trabajar con maquetas tiene sus limitaciones, aunque me gusta mucho el resultado final, porque de la maqueta se ha sacado una foto. La cuestión es crear un estilo propio, aunque su uso tiene sus limitaciones, ya que de la maquetas sacas fotos en 2D y hacer que un personaje se mueva por dicho decorado tiene sus complicaciones, cuando si éste está originado en 3D lo puedes meter en cualquier parte, y que también empleamos en otras producciones del estudio.
Arregi: En principio no tiene mucho de excitante. Se trata de construir las maquetas y luego sacar unas buenas fotografías. Donde uno disfruta es al ver el resultado final. Al ver la maqueta terminada y también al ver el plano compuesto con los personajes integrados en las maquetas. Realmente se nota la diferencia de una maqueta a un escenario en 3D. A mejor.
- ¿Qué tiene Cristóbal Molón frente a otras películas similares?
Berasategui: Que es una película muy entretenida repleta de aventuras y con un toque especial, gamberro. Y no os olvidéis de los títulos de crédito (¡quedaros a verlos!) donde también hemos metido animación.
Arregi: Una historia nada convencional y una calidad alta de animación. Aunque suene a manido, creo que la gente que vaya a ver la película verá algo diferente y original. Y no se sentirán defraudados.
- ¿Ha habido muchas escenas descartadas?
Berasategui: Incluso secuencias enteras, pero no acabadas, de éstas sólo hemos eliminado algunos segundos.
Arregi: Más que escenas, se han descartados cachos de escenas. Esto se hace en la animática, claro esta, por que con lo que cuesta animar una escena no es muy lógico descartarla. Por ello, primero vemos sobre la animática (que no es más que el storyboard grabado y editado) vemos lo que funciona y lo que no y sobre todo vemos cuánto tiempo dura la película. En base a eso se realizan cortes.
- ¿Habéis tenido completa libertad a la hora de hacer la película?
Berasategui: Sí hemos tenido bastante libertad en todos los aspectos, bastaba con atenerse al presupuesto previsto.
Arregi: Sí, se puede decir que sí. Obviamente, cuando lo hacemos tenemos que tener en cuenta al público al que va dirigida la película, por lo que hay que amoldarla a esto. Pero queríamos imprimirle un tono gamberro y no hemos tenido ningún problema en hacerlo.
- ¿Cómo veis el panorama de la animación nacional?
Berasategui: Como no contemos con más apoyos, televisiones y estamentos públicos, veo difícil que podamos seguir haciendo películas de animación.
Arregi: Mal, por no decir muy mal. Se cierran estudios, se pierde el talento que hay. Es un sector (o subsector) que no está muy bien tratado por parte de la televisión ni de las instituciones públicas. Y aun así se hacen películas y series.
- ¿Hay homenajes a otras películas (voluntarios o involuntarios) en "Cristóbal Molón"?
Berasategui: Uno muy evidente a la serie de La pantera rosa, y otros involuntarios que son parte de nuestra cultura cinéfila.
Arregi: Hay algunos detalles, quizá más representados en personajes. Se puede decir que, salvando las distancias, Cristobal Molón, Carabix y Pinzón son unos personajes Hustonianos (de John Huston). Farsantes, perdedores, cobardes…pero cercanos. Muy cercanos. Se ha intentado crear unos personajes que son unos antihéroes, que creo son al final, los que mejor funcionan. Al menos a mí, como espectador. Y luego están cositas como el sirviente de Destruzzio, Rodrigo, es un poco como el mayordomo de la saga de La pantera rosa.
- ¿Se puede vivir en este país de hacer cine… y encima animado?
Berasategui: Se puede ir tirando, mira que la mayoría de los estudios de animación han ido desapareciendo paulatinamente en los últimos años, porque ya no existe la posibilidad de hacer servicios (que eran en dos dimensiones), que ahora se han ido a Oriente a países como China, Corea e incluso India. Por lo que hay que seguir adelante con producciones propias, con la intención de romper fronteras y conseguir que el producto se venda también en el extranjero.
Arregi: A duras penas, pero se puede. Hace falta que te guste mucho la animación y hace falta también tener ganas de sacrificarse por hacer realmente lo que a uno le gusta.
- ¿Creéis que la animación en 2D sigue teniendo vigencia?
Berasategui: Por supuesto. Y el 2D me sigue gustando mucho, lo que no veo es viabilidad en un proyecto de ese tipo en estos momentos, salvo si tienes un buen presupuesto detrás.
Arregi: A día de hoy el 2D está de capa caída. La gente se ha acostumbrado a ver 3D y es difícil darle la vuelta a esto. Yo creo que donde más sitio tendrá el 2D es en la televisión. En cine veo difícil que recupere el terreno perdido.
- ¿Y no creéis que el 3D envejece mucho más rápido que la animación tradicional?
Berasategui: Sí, son productos de consumo rápido, envejecen muy pronto. En un par de años una película por ordenador se queda vieja, por lo que hay que hacerla lo mejor posible para que su vigencia sea lo más larga posible.
Arregi: Puede ser que la animación en sí sea más perecedera de lo que es el 2D. El 3D cada vez es más perfecto, más detallado. Lo que este año es increíble dentro de 3 años queda obsoleto. Con el 2D esto no sucede de manera tan acelerada. De todos modos, una buena historia es una buena historia, contada en 2D o 3D. Cada vez que veo Toy Story, disfruto como un enano.
- ¿Cuáles son vuestras películas favoritas de imagen real?
Berasategui: En estos momentos Ciudad de Dios y por supuesto las clásicas: "Blade Runner", "Alien"… me encanta la ciencia-ficción, No tengo una película concreta favorita. Me gustan también "Trainspotting", "Snatch, cerdos y diamantes" o "28 Días después", cine un tanto desfasado, y que no es norteamericano.
Arregi: Va por épocas. Por dónde empezar. Puedo decirte que mi género favorito es el de aventuras. A partir de ahí: "El hombre que pudo reinar", la trilogía "Indiana Jones", "Barry Lyndon", "La gran evasión", "El show de Truman", "El protegido"… Imposible decir dos o tres.
- ¿Y animadas?
Berasategui: Las de Miyazaki siempre: Me gusta mucho, la que más "Porco Rosso", y la acompañan "La Princesa Mononoke", "Mi vecino Totoro"… No hay una que no me guste, me encanta como narra las historias, que se entienden bastante bien. Me gusta también "Ghost in the Shell", de Mamoru Oshii, aunque éste director japonés tiene sus historias mentales, como "Akira", que también me gusta mucho. Y me gustan también mucho los cortos que circulan ahora por Internet, cosas muy atrevidas.
Arregi: Sin ninguna duda, las de Pixar son las que más me gustan. "Toy Story", "Bichos" y "Buscando a Nemo" son mis favoritas. A otro nivel, también me gustan mucho "La novia cadáver" y "Madagascar".
- ¿Estáis contentos con el resultado final de la película?
Berasategui: Sí, mucho, y espero que todo el mundo, niños y mayores vayan a verla y vean el esfuerzo que hemos realizado en ella en los últimos años.
Arregi: Sí, si lo estoy. Creo que en un proceso tan largo (dos años y medio), la película nunca termina saliendo exactamente tal y como habías planificado que saliera, pero creo que la intencionalidad inicial se ha respetado tal y como se quería desde el principio. Y creo que los ajustes que se hayan realizado han sido a mejor, para que la película salga más rica.
- © Dibulitoon Studio-NOTICINE.com