Crónicas
"Gente pez" busca más realismo que el actual cine juvenil español
18-VII-01
¿Qué es ser "gente pez·? "Ser joven, estar confuso, estar "pez", meter la pata, hoy y hace 1.000 años". Esta retahila de adjetivos son los que utiliza el realizador Jorge Iglesias para definir su ópera prima, precisamente llamada "Gente Pez", un "atentado audiovisual", bromea, de 340 millones de pesetas de presupuesto que llegará a las pantallas el próximo 3 de agosto. La cinta, una comedia juvenil y urbana plagada de múltiples rostros desconocidos del cine español, llega con el objetivo de "desmitificar el rollo de las etiquetas generacionales que se impuso durante los noventa".
"Las tribus urbanas nunca existieron", afirma categórico su responsable. "También hemos intentado reflejar de una forma realista una juventud que no veíamos en las películas españolas, donde se ha abusado de la visión tremendista de "sexo, drogas y rock n'roll" o de cosas blandengues del tipo "chico busca chica". Pero tampoco quiere ser un film de rabiosa actualidad ni una fotografía realista del año 2000-2001", comenta.
"Gente Pez" parte de un espíritu diferente. En primer lugar porque en la gestación del guión (cuyos orígenes se remontan cinco años atrás) participa Mauro Entrialgo, conocido dibujante de cómics que con este trabajo también debuta en la gran pantalla. Pero asegura que ninguno de los numerosos y particulares personajes que aparecen en el largometraje los ha sacado de sus tebeos.
La historia es la de dos amigos (David Tenteiro y el televisivo Juan Díaz, que fue el hijo de Ana Obregón en "A las once en casa") que deciden 'okupar' la casa de la tía de uno de ellos y sacarse un dinero alquilando las distintas habitaciones al primero que llega, incluida la inevitable y explosiva chica.
"Esta es una película de chicos y ése es el punto de vista que prima porque la sociedad en la que vivimos es bastante machista y a esa edad todavía sigue habiendo bastante distancia entre los sexos. De no haberlo hecho así es fácil caer en lo políticamente correcto y lo irreal", se defiende el director de las cuotas tan mal repartidas de un reparto en el que ha huido de caras reconocibles. "Tenía cierto miedo de que alguien famosete lo hiciera falso", dice.
Diana Palazón -popular por sus apariciones en 'Al salir de clase'- es la única representante femenina del grupo. La actriz resalta el "reto" que suponía enfrentarse a su "primer papel cómico" junto a un equipo de actores tan heterodoxo como el que además forman el neozelandés Luke Donovan -en realidad, el guitarrista y cantante de un conjunto musical-, el debutante Iñaki Esnaola -quien encarna al raro permanentemente encerrado en su cuarto- o Ion Gabella ("Salto al vacío") que interpreta "al estilo Joe Pesci", señala, " al típico macarra desquiciado que se droga mucho".
¿Qué es ser "gente pez·? "Ser joven, estar confuso, estar "pez", meter la pata, hoy y hace 1.000 años". Esta retahila de adjetivos son los que utiliza el realizador Jorge Iglesias para definir su ópera prima, precisamente llamada "Gente Pez", un "atentado audiovisual", bromea, de 340 millones de pesetas de presupuesto que llegará a las pantallas el próximo 3 de agosto. La cinta, una comedia juvenil y urbana plagada de múltiples rostros desconocidos del cine español, llega con el objetivo de "desmitificar el rollo de las etiquetas generacionales que se impuso durante los noventa".
"Las tribus urbanas nunca existieron", afirma categórico su responsable. "También hemos intentado reflejar de una forma realista una juventud que no veíamos en las películas españolas, donde se ha abusado de la visión tremendista de "sexo, drogas y rock n'roll" o de cosas blandengues del tipo "chico busca chica". Pero tampoco quiere ser un film de rabiosa actualidad ni una fotografía realista del año 2000-2001", comenta.
"Gente Pez" parte de un espíritu diferente. En primer lugar porque en la gestación del guión (cuyos orígenes se remontan cinco años atrás) participa Mauro Entrialgo, conocido dibujante de cómics que con este trabajo también debuta en la gran pantalla. Pero asegura que ninguno de los numerosos y particulares personajes que aparecen en el largometraje los ha sacado de sus tebeos.
La historia es la de dos amigos (David Tenteiro y el televisivo Juan Díaz, que fue el hijo de Ana Obregón en "A las once en casa") que deciden 'okupar' la casa de la tía de uno de ellos y sacarse un dinero alquilando las distintas habitaciones al primero que llega, incluida la inevitable y explosiva chica.
"Esta es una película de chicos y ése es el punto de vista que prima porque la sociedad en la que vivimos es bastante machista y a esa edad todavía sigue habiendo bastante distancia entre los sexos. De no haberlo hecho así es fácil caer en lo políticamente correcto y lo irreal", se defiende el director de las cuotas tan mal repartidas de un reparto en el que ha huido de caras reconocibles. "Tenía cierto miedo de que alguien famosete lo hiciera falso", dice.
Diana Palazón -popular por sus apariciones en 'Al salir de clase'- es la única representante femenina del grupo. La actriz resalta el "reto" que suponía enfrentarse a su "primer papel cómico" junto a un equipo de actores tan heterodoxo como el que además forman el neozelandés Luke Donovan -en realidad, el guitarrista y cantante de un conjunto musical-, el debutante Iñaki Esnaola -quien encarna al raro permanentemente encerrado en su cuarto- o Ion Gabella ("Salto al vacío") que interpreta "al estilo Joe Pesci", señala, " al típico macarra desquiciado que se droga mucho".
- © Redacción-NOTICINE.com
Malas críticas pero satisfacción del público con "Original sin"
17-VII-01
Por razones dificilmente entendibles, pero quizás consecuencia de los misterios de la distribución internacional, la nueva película de Antonio Banderas, "Original sin" (Pecado original), que le une a la atractiva Angelina Jolie, se ha estrenado mundialmente el pasado fin de semana en Francia. Lo curioso del caso es que la novela que inspira esta película, original de Cornell Woolrich, fue ya adaptada en 1969 por uno de los monstruos sagrados del cine francés, François Truffaut, y con dos grandes actores galos, Jean-Paul Belmondo y Catherine Deneuve, bajo el título de "La sirena del Mississippi". En consecuencia, la crítica francesa no estaba precisamente bien predispuesta para analizar la película, que dirigió -en México- Michael Cristofer. No obstante, parece que el público responde mejor.
"Original sin" narra la historia de Luis Vargas (Banderas), empresario cafetero cubano que a finales del siglo XIX busca esposa por correspondencia en Estados Unidos. Cuando la elegida, Julia Russel, desembarca en la isla, Luis queda impactado por su belleza, muy superior a la de la foto que previamente le había mandado. Es el comienzo de una pasión que pronto estará impregnada por el misterio de esa mujer tan sensual como peligrosa.
Vayamos con algunos comentarios de la crítica francesa. "Michael Cristofer no insufla ninguna pasión a una adaptación literaria que se sospecha demasiado rígida", dice Ecran Noir, que destaca positivamente a Antonio Banderas: "más sobrio que de costumbre, brinda una interpretación honorable que permite a la película escapar a veces de la mediocridad".
El diario Le Parisien califica la cinta de "melodrama muy convencional" y añade que se trata de "un film sin sorpresas pero agradable a contemplar, sobre todo por la pareja Antonio Banderas-Angelina Jolie". Pero, en otra página consulta a algunos espectadores, la mayoría de los cuales (sobre todo parejas de diferentes edades) se muestran ampliamente satisfechos.
El Nouvel Observateur considera que tiene "menos de novela negra que de porno soft de lujo", y la recomienda "para enganchados de Angelina Jolie". Por su parte, la web Monsieurcinema.com le otorga una estrella sobre cinco, aunque dos de sus lectores cuya opinión se publica le otorgan cuatro y tres, respectivamente, e incluso uno de ellos dice que es mejor que la adaptación de Truffaut.
En resumen: que hay marcadas diferencias entre la apreciación de críticos y público. Entre los primeros, comentario general es la puesta en escena "demasiado de postal" de Cristofer y el abuso de "flous" y cámaras lentas en las escenas de sexo. En cambio, casi todas las opiniones de espectadores consultadas en diferentes webs francesas elogian a la película y a sus dos atractivos protagonistas.
Por razones dificilmente entendibles, pero quizás consecuencia de los misterios de la distribución internacional, la nueva película de Antonio Banderas, "Original sin" (Pecado original), que le une a la atractiva Angelina Jolie, se ha estrenado mundialmente el pasado fin de semana en Francia. Lo curioso del caso es que la novela que inspira esta película, original de Cornell Woolrich, fue ya adaptada en 1969 por uno de los monstruos sagrados del cine francés, François Truffaut, y con dos grandes actores galos, Jean-Paul Belmondo y Catherine Deneuve, bajo el título de "La sirena del Mississippi". En consecuencia, la crítica francesa no estaba precisamente bien predispuesta para analizar la película, que dirigió -en México- Michael Cristofer. No obstante, parece que el público responde mejor.
"Original sin" narra la historia de Luis Vargas (Banderas), empresario cafetero cubano que a finales del siglo XIX busca esposa por correspondencia en Estados Unidos. Cuando la elegida, Julia Russel, desembarca en la isla, Luis queda impactado por su belleza, muy superior a la de la foto que previamente le había mandado. Es el comienzo de una pasión que pronto estará impregnada por el misterio de esa mujer tan sensual como peligrosa.
Vayamos con algunos comentarios de la crítica francesa. "Michael Cristofer no insufla ninguna pasión a una adaptación literaria que se sospecha demasiado rígida", dice Ecran Noir, que destaca positivamente a Antonio Banderas: "más sobrio que de costumbre, brinda una interpretación honorable que permite a la película escapar a veces de la mediocridad".
El diario Le Parisien califica la cinta de "melodrama muy convencional" y añade que se trata de "un film sin sorpresas pero agradable a contemplar, sobre todo por la pareja Antonio Banderas-Angelina Jolie". Pero, en otra página consulta a algunos espectadores, la mayoría de los cuales (sobre todo parejas de diferentes edades) se muestran ampliamente satisfechos.
El Nouvel Observateur considera que tiene "menos de novela negra que de porno soft de lujo", y la recomienda "para enganchados de Angelina Jolie". Por su parte, la web Monsieurcinema.com le otorga una estrella sobre cinco, aunque dos de sus lectores cuya opinión se publica le otorgan cuatro y tres, respectivamente, e incluso uno de ellos dice que es mejor que la adaptación de Truffaut.
En resumen: que hay marcadas diferencias entre la apreciación de críticos y público. Entre los primeros, comentario general es la puesta en escena "demasiado de postal" de Cristofer y el abuso de "flous" y cámaras lentas en las escenas de sexo. En cambio, casi todas las opiniones de espectadores consultadas en diferentes webs francesas elogian a la película y a sus dos atractivos protagonistas.
- © Redacción-NOTICINE.com
Alfonso Arau: "En México tenemos un embrioncito incipiente de industria"
16-VII-01
El realizador mexicano Alfonso Arau, conocido por "Como agua para chocolate" y "Un paseo por las nubes" dialogaba este domingo con la actriz Rebeca de Alba en el diario Reforma. Con su último trabajo, una nueva versión de "El cuarto mandamiento" de Orson Welles, estrenada en el Festival de Munich, y el proyecto de llevar al cine la vida del arquitecto catalán Antonio Gaudí, Arau prosigue su carrera internacional. Sin embargo, buena parte de su conversación con De Alba discurre sobre el ayer y hoy del cine mexicano.
"Tuvimos una industria -afirma- en los años 40, misma que el gobierno en los años 50 monopolizó, prohibió a la iniciativa privada y a la banca privada financiar al cine y creó el banco-cinematográfico que era un banco mafioso, que sólo le daba dinero a los que ellos querían. Entonces mataron el cine, además lo mataron a traición por la espalda y el pobre cine se vino muriendo en una agonía horrible durante cuatro décadas. Luego vino otra etapa igual de horrible que era el cine de subsidio, se creó IMCINE; éste creaba un presupuestito que yo lo veía como un pedacito de queso y luego los mafiosos de la cultura eran los ratoncitos que supuestamente tenían que cuidar ese necesariamente, los más talentosos. Entonces nuestro cine entró en una segunda maldición que era el IMCINE del subsidio".
Alfonso Arau es más optimista sobre el momento actual, con la puesta en marcha de nuevas empresas: "Lo que pasa ahora es que unos empresarios auténticos que vienen de hacer conciertos con muchos artistas, sí son profesionales del entretenimiento. El cine se encuentra en un nuevo contexto y esto es importante porque resulta que estos empresarios ¡le entraron al cine en serio! Hay un montón de cines excelentes en los centros comerciales con la nueva teconología. Yo me acuerdo que cuando se estrenó "Como agua para chocolate", los cines todavía eran parte del monopolio estatal y las películas ni se veían, ni se oían y esto era horrible. Ahora es distinto. La gente puede ir al cine donde se ven y se oyen la películas nacionales y extranjeras".
Las temáticas del cine mexicano también han cambiado, según Arau. "La clase media -opina- que actualmente es poderosa económicamente vive una luna de miel con los cineastas de la clase media ya que han sabido llevar al cine historias cotidianas de la ciudad de México. Nuestos cineastas tiene que aprende a no solamente tratar temas locales sino tocar temas de interés universal, humano, y eso es todo un proceso. Creo que lo que sucede con el cine en la actualidad es algo muy positivo porque hay películas y esto quiere decir que tenemos un pequeño embrioncito incipiente de una industria de verdad".
"Es -añade- un comienzo. Existe Altavista Films, Televisa, pero se necesita que existan muchos otros estudios, también que haya más distribuidoras que financien cine y en la medida que haya más grupos de empresarios auténticos, vamos a crear la industria. Ahora, un cuadro industrial no se forma de la noche a la mañana. Estos empresarios nuevos son aficionados, son amateurs, y tienen que pagar su noviciado, entonces se tiene que unir la gente que sí sabe de cine con los que tienen el dinero y así formar estudios y distribuidoras. Así sí vamos a consolidar nuestra industria. Todo lo demás, lo hemos tenido siempre... el talento, los directores, los actores, los fotógrafos, la cultura, la literatura...todo lo tenemos...".
El realizador mexicano Alfonso Arau, conocido por "Como agua para chocolate" y "Un paseo por las nubes" dialogaba este domingo con la actriz Rebeca de Alba en el diario Reforma. Con su último trabajo, una nueva versión de "El cuarto mandamiento" de Orson Welles, estrenada en el Festival de Munich, y el proyecto de llevar al cine la vida del arquitecto catalán Antonio Gaudí, Arau prosigue su carrera internacional. Sin embargo, buena parte de su conversación con De Alba discurre sobre el ayer y hoy del cine mexicano.
"Tuvimos una industria -afirma- en los años 40, misma que el gobierno en los años 50 monopolizó, prohibió a la iniciativa privada y a la banca privada financiar al cine y creó el banco-cinematográfico que era un banco mafioso, que sólo le daba dinero a los que ellos querían. Entonces mataron el cine, además lo mataron a traición por la espalda y el pobre cine se vino muriendo en una agonía horrible durante cuatro décadas. Luego vino otra etapa igual de horrible que era el cine de subsidio, se creó IMCINE; éste creaba un presupuestito que yo lo veía como un pedacito de queso y luego los mafiosos de la cultura eran los ratoncitos que supuestamente tenían que cuidar ese necesariamente, los más talentosos. Entonces nuestro cine entró en una segunda maldición que era el IMCINE del subsidio".
Alfonso Arau es más optimista sobre el momento actual, con la puesta en marcha de nuevas empresas: "Lo que pasa ahora es que unos empresarios auténticos que vienen de hacer conciertos con muchos artistas, sí son profesionales del entretenimiento. El cine se encuentra en un nuevo contexto y esto es importante porque resulta que estos empresarios ¡le entraron al cine en serio! Hay un montón de cines excelentes en los centros comerciales con la nueva teconología. Yo me acuerdo que cuando se estrenó "Como agua para chocolate", los cines todavía eran parte del monopolio estatal y las películas ni se veían, ni se oían y esto era horrible. Ahora es distinto. La gente puede ir al cine donde se ven y se oyen la películas nacionales y extranjeras".
Las temáticas del cine mexicano también han cambiado, según Arau. "La clase media -opina- que actualmente es poderosa económicamente vive una luna de miel con los cineastas de la clase media ya que han sabido llevar al cine historias cotidianas de la ciudad de México. Nuestos cineastas tiene que aprende a no solamente tratar temas locales sino tocar temas de interés universal, humano, y eso es todo un proceso. Creo que lo que sucede con el cine en la actualidad es algo muy positivo porque hay películas y esto quiere decir que tenemos un pequeño embrioncito incipiente de una industria de verdad".
"Es -añade- un comienzo. Existe Altavista Films, Televisa, pero se necesita que existan muchos otros estudios, también que haya más distribuidoras que financien cine y en la medida que haya más grupos de empresarios auténticos, vamos a crear la industria. Ahora, un cuadro industrial no se forma de la noche a la mañana. Estos empresarios nuevos son aficionados, son amateurs, y tienen que pagar su noviciado, entonces se tiene que unir la gente que sí sabe de cine con los que tienen el dinero y así formar estudios y distribuidoras. Así sí vamos a consolidar nuestra industria. Todo lo demás, lo hemos tenido siempre... el talento, los directores, los actores, los fotógrafos, la cultura, la literatura...todo lo tenemos...".
- © Corresponsal-NOTICINE.com
"El bien esquivo", intriga y pasión en el Perú del siglo XVII
13-VII-01
El peruano Augusto Tamayo ("La Fuga del Chacal", "Anda Corre y vuela") estrenaba este jueves -por fín- "El Bien Esquivo", coescrita por Alejandro Rossi, cuyo guión fue premiado por el CONACINE (Consejo Nacional de Cinematografía). Esta insólita producción (apenas se ruedan películas históricas, de época, en Perú) , ha contado con el entusiasmo de numerosos estudiantes de la Universidad de Lima, que conformaron la mayor parte del equipo de rodaje.
La historia se situa en el Perú de 1618, año hito en la Historia de las Guerras Religiosas Europeas. En esa época, las autoridades políticas y celestiales emprenden las campañas de Extirpación de Idolatrías, en las que se busca eliminar todo culto a los antiguos dioses, e incorporar a los habitantes del Nuevo Mundo a la Cristiandad.
Jerónimo de Avila (interpretado por Diego Bertie) es hijo de un Conquistador español y de una Curaca india. Mestizo desheredado, después de haber peleado durante muchos años en las guerras europeas, regresa al Perú en 1618 a fin de que le reconozcan su nombre, abolengo y propiedad, resultando en vano sus intentos. Obligado por la miseria, se une a un Juez Visitador de Idolatrías (Hernán Romero) para apropiarse ilegalmente de tesoros de un funerario Inca, resultando un fiasco la labor. Y eso hace que se vea inmerso en un hecho de sangre, del que Avila, único sobreviviente, debe salir huyendo.
Paralelamente a esto, en el Convento de las Cayetanas, Inés Vargas de Carvajal (Jimena Lindo), joven monja,vive una vida secreta: oculta una lírica vocación poética. Avila de nuevo se ve envuelto en otro hecho de sangre, al huir trepa el muro del Convento y sorprendiendo a Inés se refugia en su celda. Ambos pasan una extrañamente tensa noche juntos. Jerónimo descubre y lee unos cuantos poemas. El se queda dormido, mientras ella luego de haberle curado las heridas, lo contempla fascinada pues por primera vez ve tan íntimamente a un hombre. A la mañana siguiente Avila abandona el convento sin saber que el destino de ambos volverá a unirse.
"El Bien Esquivo", cuyo reparto se completa con Gianfranco Brero, Katia Condos, Erika Stockholm, Salvador del Solar, José Enrique Mavila, Enrique Victoria, Enrique Urrutia y Paul Vega, debería haberse estrenado hace un año, pero problemas financieros y técnicos no lo han permitido hasta ahora.
El peruano Augusto Tamayo ("La Fuga del Chacal", "Anda Corre y vuela") estrenaba este jueves -por fín- "El Bien Esquivo", coescrita por Alejandro Rossi, cuyo guión fue premiado por el CONACINE (Consejo Nacional de Cinematografía). Esta insólita producción (apenas se ruedan películas históricas, de época, en Perú) , ha contado con el entusiasmo de numerosos estudiantes de la Universidad de Lima, que conformaron la mayor parte del equipo de rodaje.
La historia se situa en el Perú de 1618, año hito en la Historia de las Guerras Religiosas Europeas. En esa época, las autoridades políticas y celestiales emprenden las campañas de Extirpación de Idolatrías, en las que se busca eliminar todo culto a los antiguos dioses, e incorporar a los habitantes del Nuevo Mundo a la Cristiandad.
Jerónimo de Avila (interpretado por Diego Bertie) es hijo de un Conquistador español y de una Curaca india. Mestizo desheredado, después de haber peleado durante muchos años en las guerras europeas, regresa al Perú en 1618 a fin de que le reconozcan su nombre, abolengo y propiedad, resultando en vano sus intentos. Obligado por la miseria, se une a un Juez Visitador de Idolatrías (Hernán Romero) para apropiarse ilegalmente de tesoros de un funerario Inca, resultando un fiasco la labor. Y eso hace que se vea inmerso en un hecho de sangre, del que Avila, único sobreviviente, debe salir huyendo.
Paralelamente a esto, en el Convento de las Cayetanas, Inés Vargas de Carvajal (Jimena Lindo), joven monja,vive una vida secreta: oculta una lírica vocación poética. Avila de nuevo se ve envuelto en otro hecho de sangre, al huir trepa el muro del Convento y sorprendiendo a Inés se refugia en su celda. Ambos pasan una extrañamente tensa noche juntos. Jerónimo descubre y lee unos cuantos poemas. El se queda dormido, mientras ella luego de haberle curado las heridas, lo contempla fascinada pues por primera vez ve tan íntimamente a un hombre. A la mañana siguiente Avila abandona el convento sin saber que el destino de ambos volverá a unirse.
"El Bien Esquivo", cuyo reparto se completa con Gianfranco Brero, Katia Condos, Erika Stockholm, Salvador del Solar, José Enrique Mavila, Enrique Victoria, Enrique Urrutia y Paul Vega, debería haberse estrenado hace un año, pero problemas financieros y técnicos no lo han permitido hasta ahora.
- © Corresponsal-NOTICINE.com
"Chica de Río", la samba taxista de Santiago Segura
13-VII-01
Santiago Segura, autor del mayor éxito del cine español no sólo de este año sino de toda la historia, "Torrente 2", regresa este viernes a los cines nacionales con una comedia en la que esta vez se limita a actuar, junto al británico Hugh Laurie. "La chica de Río", de Chris Monger, es una coproducción hispano-británica, dialogada en inglés, que forma parte del catálogo para la exportación de Lola Films.
En "Chica de Río", Segura es el taxista carioca Paulo, que se convierte en cómplice de un empleado de banca fugado con una bolsa llena de dinero a la ciudad brasileña, en busca de una bailarina de samba (Vanessa Nunes) de la que está platónicamente enamorado. El actor-director cree que lo mejor de la película para él fue el viajar a ese país: "Es un papel bombón sólo porque me lo pasé bien rodando en Río". Por contra, confiesa que está un poco cansado "de hacer siempre de personaje cutre y guarrete", y que no es este tipo de comedia "soñadora y romántica" su preferida, sino la más "destroyer".
Cree Santiago Segura que funcionó el contraste entre su taxista y el "inglés estirado" que interpreta Hugh Laurie, visto anteriormente en películas como "Stuart Little" o "Maybe baby". "La química entre nosotros surgió durante el rodaje", afirma.
El actor madrileño asume que puede chocar escucharle en la pantalla, y que él mismo odia haber tenido que doblarse (filmó en inglés): "Me vi forzado a doblarme, que es algo que no soporto, y me parece un error". No obstante, considera que lo mismo les pasa a Antonio Banderas y a Penélope Cruz. "Creo que no pega mi voz cuando se ve que mi boca vocaliza en inglés, y la gente se ríe", añade.
Santiago Segura, autor del mayor éxito del cine español no sólo de este año sino de toda la historia, "Torrente 2", regresa este viernes a los cines nacionales con una comedia en la que esta vez se limita a actuar, junto al británico Hugh Laurie. "La chica de Río", de Chris Monger, es una coproducción hispano-británica, dialogada en inglés, que forma parte del catálogo para la exportación de Lola Films.
En "Chica de Río", Segura es el taxista carioca Paulo, que se convierte en cómplice de un empleado de banca fugado con una bolsa llena de dinero a la ciudad brasileña, en busca de una bailarina de samba (Vanessa Nunes) de la que está platónicamente enamorado. El actor-director cree que lo mejor de la película para él fue el viajar a ese país: "Es un papel bombón sólo porque me lo pasé bien rodando en Río". Por contra, confiesa que está un poco cansado "de hacer siempre de personaje cutre y guarrete", y que no es este tipo de comedia "soñadora y romántica" su preferida, sino la más "destroyer".
Cree Santiago Segura que funcionó el contraste entre su taxista y el "inglés estirado" que interpreta Hugh Laurie, visto anteriormente en películas como "Stuart Little" o "Maybe baby". "La química entre nosotros surgió durante el rodaje", afirma.
El actor madrileño asume que puede chocar escucharle en la pantalla, y que él mismo odia haber tenido que doblarse (filmó en inglés): "Me vi forzado a doblarme, que es algo que no soporto, y me parece un error". No obstante, considera que lo mismo les pasa a Antonio Banderas y a Penélope Cruz. "Creo que no pega mi voz cuando se ve que mi boca vocaliza en inglés, y la gente se ríe", añade.
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