"Lizanka" revive la "Crisis de los misiles" desde el lado cubano-ruso
- por © Corresponsal (Cuba)-NOTICINE.com
Si Hollywood ha dado su versión en varias ocasiones, la última "13 días", de Roger Donaldson, producida e interpretada por Kevin Costner, ¿por qué no se conoce cómo vivieron el asunto de la famosa "Crisis de los misiles" de 1962, que estuvo a punto de desatar la III Guerra Mundial, desde el otro lado? Justamente eso se propone el cubano Daniel Díaz Torres con "Lizanka", una historia de amor a la sombra de las cabezas nucleares soviéticas en la mayor de las Antillas. Rusia coproducirá el film, que ya ha empezado a rodarse.
Díaz Torres, autor de la famosa "Alicia en el pueblo de las maravillas", que hace casi 20 años levantó las iras de los sectores más estalinistas de la "nomenklatura" cubana y desapareció de las salas al poco de estrenarse, ha colaborado de nuevo con Eduardo del Llano (coguionista también en ocasiones de Fernando Pérez) para contar un enfrentamiento cubano-ruso a otra escala bien distinta del que en las altas esferas mantenía la Casa Blanca y el Kremlim.
La historia se desarrolla en un imaginario pueblo llamado Veredas, en cuyo municipio los soviéticos han instalado lanzaderas de misiles que miran al otro lado del Estrecho de la Florida. Dos jóvenes cubanos, Sergio y Aurelio, se disputan el amor de Lizanka, la muchacha más bella y deseada de la zona, pero no van a ser los únicos en la competencia por conquistar su corazón y su cuerpo, ya que entre los soldados soviéticos, hay uno, Volodia, que también ha quedado prendado por la hermosa caribeña.
El papel estelar femenino lo interpreta la debutante Mirielys Cejas, mientras que los galanes son por parte cubana Carlos Enrique Almirante y Rafael Ernesto Hernández, y por la rusa Kirill Zolygin. La histórica productora ex soviética Mosfilm coproduce la cinta junto al Instituto Cubano de Cine (ICAIC).
A pesar de su "tropiezo" con "Alicia..." Díaz Torres ha seguido filmando en Cuba, películas como "Quiéreme y verás" (1995), "Kleines Tropicana" (1997), "Hacerse el sueco" (2000) y "Camino al Edén" (2007).
La llamada "Crisis de los misiles" tuvo lugar en los primeros años 60 cuando la Unión Soviética instaló en suelo cubano baterías de cohetes nucleares susceptibles de alcanzar suelo norteamericano, lo cual fue interpretado por EEUU como una provocación y desencadenó una pugna diplomática que a punto estuvo en devenir bélica.
Sin embargo, Díaz Torres sólo utiliza ese momento histórico para narrar una historia mucho más cotidiana y divertida sobre la naturaleza humana.
Díaz Torres, autor de la famosa "Alicia en el pueblo de las maravillas", que hace casi 20 años levantó las iras de los sectores más estalinistas de la "nomenklatura" cubana y desapareció de las salas al poco de estrenarse, ha colaborado de nuevo con Eduardo del Llano (coguionista también en ocasiones de Fernando Pérez) para contar un enfrentamiento cubano-ruso a otra escala bien distinta del que en las altas esferas mantenía la Casa Blanca y el Kremlim.
La historia se desarrolla en un imaginario pueblo llamado Veredas, en cuyo municipio los soviéticos han instalado lanzaderas de misiles que miran al otro lado del Estrecho de la Florida. Dos jóvenes cubanos, Sergio y Aurelio, se disputan el amor de Lizanka, la muchacha más bella y deseada de la zona, pero no van a ser los únicos en la competencia por conquistar su corazón y su cuerpo, ya que entre los soldados soviéticos, hay uno, Volodia, que también ha quedado prendado por la hermosa caribeña.
El papel estelar femenino lo interpreta la debutante Mirielys Cejas, mientras que los galanes son por parte cubana Carlos Enrique Almirante y Rafael Ernesto Hernández, y por la rusa Kirill Zolygin. La histórica productora ex soviética Mosfilm coproduce la cinta junto al Instituto Cubano de Cine (ICAIC).
A pesar de su "tropiezo" con "Alicia..." Díaz Torres ha seguido filmando en Cuba, películas como "Quiéreme y verás" (1995), "Kleines Tropicana" (1997), "Hacerse el sueco" (2000) y "Camino al Edén" (2007).
La llamada "Crisis de los misiles" tuvo lugar en los primeros años 60 cuando la Unión Soviética instaló en suelo cubano baterías de cohetes nucleares susceptibles de alcanzar suelo norteamericano, lo cual fue interpretado por EEUU como una provocación y desencadenó una pugna diplomática que a punto estuvo en devenir bélica.
Sin embargo, Díaz Torres sólo utiliza ese momento histórico para narrar una historia mucho más cotidiana y divertida sobre la naturaleza humana.