Mario Zaragoza habla de sus tres trabajos con Rodrigo Plá: "¡Es mi director!"
- por © Correcámara-NOTICINE.com
Este viernes 13 se estrena en México la más reciente película de Rodrigo Plá, "Desierto adentro", ganadora en el Festival de Guadalajara de 2008 y que además está nominada a los Arieles –cuya ceremonia de premiación se efectuará el 31 de marzo- en once categorías, entre las que se encuentra la de Mejor Actor a Mario Zaragoza. Correcamara platicó con el actor que da vida al personaje de Elías:
- ¿Cómo es su papel?
Elías es un hombre que por desgracia le toca vivir un asunto que me parece uno de los errores históricos que se pudo haber evitado en nuestro país, es decir, la guerra cristera. Elías dice al principio de la película: “Yo no tengo nada que ver, las cosas de Dios que las arregle Dios; yo tengo a mi familia y yo tengo que ver por mi familia”. Pero a raíz de un accidente que tiene su esposa embarazada, ésta manda a traer al padre. Él por satisfacer a su esposa, trae al cura a su casa metiendo en un problema a todo el pueblo que es masacrado; a todos les aplican la ley fuga y el sacerdote le echa la maldición a Elías cuando le dice: “Dios castigará a aquel hombre que por salvar a su hijo, mató a los otros hijos de Dios”. Y su mamá también le advierte: “Dios te va a castigar, vete Elías, antes de que te maten”. Esta culpa y sobre todo la ignorancia, combinada con el fanatismo religioso, es parte de la construcción de la desgracia de la familia, principalmente la de Elías. La ignorancia y el fanatismo son una combinación terrible para cualquier sociedad, familia, pueblo, nación y ser humano.
- ¿Cuál fue la preparación para interpretarlo?
Elías es un personaje cercano a mí porque es mexicano, católico, gente de campo. En este sentido, no tuve que hacer algo más allá sino poner mi experiencia en el trabajo actoral. Pero en la parte de Elías, cuando es viejo, tuve que trabajar con la caracterización; ahí cambias tu energía, cambias hasta los latidos de tu corazón, es algo que se puede controlar: así como aumentas tu ritmo cardíaco con ejercicios, lo puedes alentar con pasividad. Todo esto lo ocupé para realizar esta caracterización donde el personaje iba envejeciendo y afectándose emocional, física y mentalmente, eso fue lo más difícil pero creo que quedó bien.
- Me parece que hay una similitud entre la historia de "Desierto adentro" y "El castillo de la pureza" (Arturo Ripstein, 1972) sobre todo entre su personaje y el que hizo Claudio Brook en esa película.
Sí tienen cierto parecido porque hay una situación similar en cuanto al encierro, que puede ser hasta cierto punto, en un lugar pequeño como ocurre en la película de Ripstein o en uno demasiado abierto como en la de Plá. Pero, cosa importante, Desierto adentro, gira alrededor de la culpa. Este tema le da a nuestra historia la oportunidad de ser más atemporal porque puede suceder en cualquier momento y en cualquier país.
- Pero sí hay un cierto deseo de dominación de parte de Elías a sus hijos...
Pero es una consecuencia de Elías, que es un hombre que ha asumido su culpa y la ha heredado a su familia, porque lo que espera de Dios, de la vida, no se da y por eso empieza a controlar a sus hijos. Él necesita el perdón, una señal de Dios que lo haga entender que está perdonado; él comparte la culpa con sus hijos, ese es el error trágico de esta historia. No es tanto un dominio, sino la locura que se ha apoderado de él y lo ha trastornado porque si te das cuenta, toda la familia vive bien, excepto por el hecho de que tienen que ser perdonados por Dios, de ahí en fuera todos están muy a gusto, podrían ser una familia muy feliz, que logró sobrevivir en un sitio extremadamente solo.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Rodrigo Plá? Porque ya había colaborado con él en "La zona" (2006), haciendo un papel muy distinto al de Elías, el del Comandante Rigoberto.
De hecho, fue al revés, trabajamos juntos primero con "Desierto adentro" y volvimos a hacerlo en una obra de altura, de gran nivel internacional, "La zona". A partir de que Rodrigo trabajó conmigo en "Desierto adentro", entendió que podemos lograr buenas cosas porque con ese papel también fui premiado con un Ariel (Mejor Coactuación Masculina) y él me dijo: “es uno de los trabajos que más valen la pena en 'La zona'”. "Desierto adentro" me llevó a "La zona" y vamos por la tercera que él está escribiendo ahora en Montevideo, Uruguay. Al parecer se va a rodar allá, también es un tema muy ríspido, muy interesante, es un convento y los secretos que pueden tener encerrados esos lugares. Es un tema que actualmente tiene mucha relevancia en la sociedad: la vida de los curas, que por esta privación de la vida sexual les da, por tener historias oscuras y normalmente con seres indefensos, en este caso, los niños. En realidad no sé de qué trata la película nueva de Rodrigo pero por ahí va.
- ¿Ya le dijo que sí?
¡Claro, es mi director! es uno de los directores más importantes en el cine mexicano en este momento. Guillermo del Toro dijo que Rodrigo Plá tiene la cualidad de ser el cuarto amigo (en referencia a la alusión de Del Toro, Cuarón y González Inárritu como Los tres amigos). Rodrigo Plá y yo hemos trabajado juntos y ese trabajo ha sido reconocido por el público y con premios como los Arieles y los del Festival de Guadalajara. Hemos hecho una buena mancuerna y vamos a seguir en eso.
- Háblenos del Comandante Rigoberto.
Es una persona que quiere subir su nivel de cultura y de vida. Es un policía y tiene la necesidad de elevar el espíritu y de que las cosas no sigan siendo iguales porque tomó conciencia de que esto tiene que cambiar pues si sigue así, nos vamos a podrir: esa es la metáfora de La zona. En ese tenor, trata de hacer las cosas lo mejor que puede pero no se lo permiten una sociedad, una cultura, sus jefes, la corrupción que se basa en las cosas mal hechas, fáciles, sin esfuerzo, y de la cual muchas personas que tienen las mismas características que Rigoberto han hecho su forma de vida para vivir comodamente, sin ir más allá, sin tener una responsabilidad con su sociedad y consigo mismos y brincándose a las personas que sí cumplen con sus responsabilidades.
- Finalmente ¿Qué ha significado para usted trabajar con Rodrigo Plá?
Me demostró que la confianza ciega no es prudente en un trabajo de actuación, en un trabajo cinematográfico porque hay que darle vuelta al asunto. En ese aspecto, él es así, te dice y te vuelve a decir; normalmente los directores se ponen a dialogar con los actores y no hablan como actores, hablan como directores y los actores no entienden lo que ellos están diciendo y tienes que entrar en unas pláticas muy metafóricas o demasiado directas, según sea el caso, en donde estás dilucidando lo que ellos te quieren decir. Eso fue lo primero entre Rodrigo y yo, que entramos en esas discusiones y salíamos avante. Es una persona muy amistosa, comprensiva, es muy inquieto, nervioso pero también muy ubicado y muy centrado, que tiene objetivos precisos y trabaja mucho por ellos. Te proyecta seguridad y al mismo tiempo inquietud. Me gusta mucho la combinación que hacemos porque yo soy totalmente al revés, yo soy un barco que está en el mar y de repente le toca navegar con aguas serenas y de repente, con aguas turbias o tormentas, o luego se combinan las dos cosas que es lo peor porque no sabes que es lo que te está pasando. También así ha sido mi carrera. Yo no he buscado las cosas, me han llegado y yo las he esperado con paciencia, y en ese camino me he encontrado a directores como Plá, que es uno con los que mejor he trabajado, mejor me ha ido y con el que quiero seguir trabajando durante mucho tiempo.
- ¿Cómo es su papel?
Elías es un hombre que por desgracia le toca vivir un asunto que me parece uno de los errores históricos que se pudo haber evitado en nuestro país, es decir, la guerra cristera. Elías dice al principio de la película: “Yo no tengo nada que ver, las cosas de Dios que las arregle Dios; yo tengo a mi familia y yo tengo que ver por mi familia”. Pero a raíz de un accidente que tiene su esposa embarazada, ésta manda a traer al padre. Él por satisfacer a su esposa, trae al cura a su casa metiendo en un problema a todo el pueblo que es masacrado; a todos les aplican la ley fuga y el sacerdote le echa la maldición a Elías cuando le dice: “Dios castigará a aquel hombre que por salvar a su hijo, mató a los otros hijos de Dios”. Y su mamá también le advierte: “Dios te va a castigar, vete Elías, antes de que te maten”. Esta culpa y sobre todo la ignorancia, combinada con el fanatismo religioso, es parte de la construcción de la desgracia de la familia, principalmente la de Elías. La ignorancia y el fanatismo son una combinación terrible para cualquier sociedad, familia, pueblo, nación y ser humano.
- ¿Cuál fue la preparación para interpretarlo?
Elías es un personaje cercano a mí porque es mexicano, católico, gente de campo. En este sentido, no tuve que hacer algo más allá sino poner mi experiencia en el trabajo actoral. Pero en la parte de Elías, cuando es viejo, tuve que trabajar con la caracterización; ahí cambias tu energía, cambias hasta los latidos de tu corazón, es algo que se puede controlar: así como aumentas tu ritmo cardíaco con ejercicios, lo puedes alentar con pasividad. Todo esto lo ocupé para realizar esta caracterización donde el personaje iba envejeciendo y afectándose emocional, física y mentalmente, eso fue lo más difícil pero creo que quedó bien.
- Me parece que hay una similitud entre la historia de "Desierto adentro" y "El castillo de la pureza" (Arturo Ripstein, 1972) sobre todo entre su personaje y el que hizo Claudio Brook en esa película.
Sí tienen cierto parecido porque hay una situación similar en cuanto al encierro, que puede ser hasta cierto punto, en un lugar pequeño como ocurre en la película de Ripstein o en uno demasiado abierto como en la de Plá. Pero, cosa importante, Desierto adentro, gira alrededor de la culpa. Este tema le da a nuestra historia la oportunidad de ser más atemporal porque puede suceder en cualquier momento y en cualquier país.
- Pero sí hay un cierto deseo de dominación de parte de Elías a sus hijos...
Pero es una consecuencia de Elías, que es un hombre que ha asumido su culpa y la ha heredado a su familia, porque lo que espera de Dios, de la vida, no se da y por eso empieza a controlar a sus hijos. Él necesita el perdón, una señal de Dios que lo haga entender que está perdonado; él comparte la culpa con sus hijos, ese es el error trágico de esta historia. No es tanto un dominio, sino la locura que se ha apoderado de él y lo ha trastornado porque si te das cuenta, toda la familia vive bien, excepto por el hecho de que tienen que ser perdonados por Dios, de ahí en fuera todos están muy a gusto, podrían ser una familia muy feliz, que logró sobrevivir en un sitio extremadamente solo.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Rodrigo Plá? Porque ya había colaborado con él en "La zona" (2006), haciendo un papel muy distinto al de Elías, el del Comandante Rigoberto.
De hecho, fue al revés, trabajamos juntos primero con "Desierto adentro" y volvimos a hacerlo en una obra de altura, de gran nivel internacional, "La zona". A partir de que Rodrigo trabajó conmigo en "Desierto adentro", entendió que podemos lograr buenas cosas porque con ese papel también fui premiado con un Ariel (Mejor Coactuación Masculina) y él me dijo: “es uno de los trabajos que más valen la pena en 'La zona'”. "Desierto adentro" me llevó a "La zona" y vamos por la tercera que él está escribiendo ahora en Montevideo, Uruguay. Al parecer se va a rodar allá, también es un tema muy ríspido, muy interesante, es un convento y los secretos que pueden tener encerrados esos lugares. Es un tema que actualmente tiene mucha relevancia en la sociedad: la vida de los curas, que por esta privación de la vida sexual les da, por tener historias oscuras y normalmente con seres indefensos, en este caso, los niños. En realidad no sé de qué trata la película nueva de Rodrigo pero por ahí va.
- ¿Ya le dijo que sí?
¡Claro, es mi director! es uno de los directores más importantes en el cine mexicano en este momento. Guillermo del Toro dijo que Rodrigo Plá tiene la cualidad de ser el cuarto amigo (en referencia a la alusión de Del Toro, Cuarón y González Inárritu como Los tres amigos). Rodrigo Plá y yo hemos trabajado juntos y ese trabajo ha sido reconocido por el público y con premios como los Arieles y los del Festival de Guadalajara. Hemos hecho una buena mancuerna y vamos a seguir en eso.
- Háblenos del Comandante Rigoberto.
Es una persona que quiere subir su nivel de cultura y de vida. Es un policía y tiene la necesidad de elevar el espíritu y de que las cosas no sigan siendo iguales porque tomó conciencia de que esto tiene que cambiar pues si sigue así, nos vamos a podrir: esa es la metáfora de La zona. En ese tenor, trata de hacer las cosas lo mejor que puede pero no se lo permiten una sociedad, una cultura, sus jefes, la corrupción que se basa en las cosas mal hechas, fáciles, sin esfuerzo, y de la cual muchas personas que tienen las mismas características que Rigoberto han hecho su forma de vida para vivir comodamente, sin ir más allá, sin tener una responsabilidad con su sociedad y consigo mismos y brincándose a las personas que sí cumplen con sus responsabilidades.
- Finalmente ¿Qué ha significado para usted trabajar con Rodrigo Plá?
Me demostró que la confianza ciega no es prudente en un trabajo de actuación, en un trabajo cinematográfico porque hay que darle vuelta al asunto. En ese aspecto, él es así, te dice y te vuelve a decir; normalmente los directores se ponen a dialogar con los actores y no hablan como actores, hablan como directores y los actores no entienden lo que ellos están diciendo y tienes que entrar en unas pláticas muy metafóricas o demasiado directas, según sea el caso, en donde estás dilucidando lo que ellos te quieren decir. Eso fue lo primero entre Rodrigo y yo, que entramos en esas discusiones y salíamos avante. Es una persona muy amistosa, comprensiva, es muy inquieto, nervioso pero también muy ubicado y muy centrado, que tiene objetivos precisos y trabaja mucho por ellos. Te proyecta seguridad y al mismo tiempo inquietud. Me gusta mucho la combinación que hacemos porque yo soy totalmente al revés, yo soy un barco que está en el mar y de repente le toca navegar con aguas serenas y de repente, con aguas turbias o tormentas, o luego se combinan las dos cosas que es lo peor porque no sabes que es lo que te está pasando. También así ha sido mi carrera. Yo no he buscado las cosas, me han llegado y yo las he esperado con paciencia, y en ese camino me he encontrado a directores como Plá, que es uno con los que mejor he trabajado, mejor me ha ido y con el que quiero seguir trabajando durante mucho tiempo.