Amat Escalante: "El cine de Hollywood lubrica la muerte para que no la sientas"

por © Correcámara-NOTICINE.com
'Los bastardos'
'Los bastardos'
Con motivo de su presentación dentro del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, Correcámara dialogó con uno de los nuevos cineastas mexicanos de mayor impacto internacional, Amat Escalante, cuya segunda película, "Los bastardos", se estrenó el año pasado en Cannes, ha pasado por varios otros certámenes pero aún no se estrenó comercialmente en su país de origen.

- ¿Cuáles fueron las referencias cinematográficas para "Los bastardos"?
Nos basamos mucho en películas de género: del oeste, cine gore, suspenso, cine negro. Los cambios de color y la música de los créditos los saqué de "La naranja mecánica", mi hermano (Martín Escalante, coguionista de la película) es gran fan del cine de terror y vimos muchas películas de Darío Argento y de muchos otros italianos de cine gallo, también mucho spaghetti western. Sacamos las tomas con esta idea de los personajes renegados en un país en el que son ilegales y en el que los han contratado para realizar un crimen. Esto me sonaba como a una película del Oeste y además hay muchas influencias: Fritz Lang, Stanley Kubrick. Luis Buñuel... En "Sangre", mi película anterior, me basé mucho en las ideas de Bresson, en un libro que tiene de casi puras reglas. Ahora traté de no clavarme en ellas, cambiar un poco.

- En la película se tratan varios temas ¿cuál de ellos fue el eje de la historia?
En realidad no hay uno que se haya establecido como el principal, más bien yo quería tratar unas ideas en la película, yo soy mitad mexicano y mitad norteamericano, crecí en los dos países y tenía necesidad de plasmar algo de lo que yo sentía al estar allá. Quería criticar algunas cuestiones, como la de cómo percibe uno la violencia en televisión. La manera en cómo filmé la escena del asesinato era fundamental porque para mí es importante el tema de la muerte y yo le quería dar el respeto que no he visto se le de en las películas de Hollywood y en las noticias, sobre todo de Estados Unidos. Hay una guerra que Estados Unidos está haciendo pero no deja realmente al espectador que está sentado en un sofá ver las muertes que esta causando y no las enseña para mantener al público calmado. Igual, en una película como "El caballero oscuro / El caballero de la noche" se mueren decenas de personas y la manera en cómo ocurre cada muerte es como un pequeño show, un pequeño truco de Hollywood, en el que el público lo único que siente es lo bien que está realizada. A uno le lubrican la muerte, no la sientes, por eso quise hacer esa escena en la forma como la hice. Además, es una manera más mexicana de ver la muerte. Aquí estamos acostumbrados a ver en las portadas de los periódicos a un señor sin la cabeza o a un niño quemado. También quería hablar sobre el trabajo, sobre la desigualdad. Mi película va con esto de que la economía se cayó, yo me preguntaba ¿hasta cuando podrán seguir las cosas como ahora? ¿hasta qué punto van a explotar?

- Particularmente esa escena de la que habla es muy impactante...
Es que la fuerza de la imagen está en lo que la rodea. Poner la toma sola del disparo sería como verla en Youtube o alguna otra página en donde se puedan ver muertes reales. Lo importante es lo que ocurre a los lados de esa muerte, su contexto. Eso para mí es el cine, el contraste de una imagen con otra, la edición, sin eso, para mí el cine no funciona.

- En la película ¿hay una crítica deliberada a la sociedad de consumo estadounidense y al deseo de los inmigrantes por ser parte de ella?
Sí, en cierta medida. Para mí la casa representa a Estados Unidos, estos dos chavos la invaden pensando en que van a pasar un buen rato y que van a encontrar lo que anhelan en ese momento: una mujer, que es al mismo tiempo la mamá, la hermana, la tía, de la que están alejados. También añoran la comida casera, pero los protagonistas entran a la casa y salen perdiendo. Igualmente, "Sangre", a través de la comida, habla sobre el consumismo en México que Estados Unidos trajo para acá.

- "Los bastardos" se filmó en EEUU ¿qué diferencias prácticas hay entre hacer cine en México y allí?
En realidad, la película es mexicana y nada más fuimos a filmar allá. Para "Sangre" fue muy fácil salir a filmar a Guanajuato, necesitamos muy pocos permisos, incluso la policía nos ayudaba mucho. En cambio, allá no es fácil conseguir los permisos, que además, son muy caros y no puedes nada más así, salir a filmar, porque te agarran, todo está más controlado y difícil de hacer.

- ¿Por qué sus protagonistas no son actores profesionales?
Porque tenía que verse real en la pantalla, Rubén Sosa (Fausto, en la película) cruzó siete veces la frontera, mismas que lo agarrazo y la octava logró quedarse en Estados Unidos. A un actor le tenía que explicar eso y a él no, él ya lo tenía en los ojos.

- ¿Cómo es ese trabajo de dirección con personas que no son actores?

Se tiene que hacer de manera práctica, no hay una etapa de ensayos antes de la película, simplemente establecemos el punto A y el punto B y la manera en que llegan al punto B siempre es distinta porque no están entrenados y eso me gusta porque aunque hagamos cinco tomas, hay una muy buena que es la que escojo. Hay que buscar a la persona adecuada, ella va a querer dar lo mejor de sí y las cosas saldrán naturales.

- ¿Qué tanto ayudan los premios que películas como "Los bastardos" reciben en festivales internacionales para levantar un nuevo proyecto?

Pues sí ayudan. Para "Sangre" no es que no haya habido apoyo sino que el dinero de IMCINE llegó cuando la película ya había sido seleccionada para Cannes. En cambio con ésta, casi la mitad del presupuesto salió del EFICINE 226 y la otra del FOPROCINE que seleccionó el proyecto. Más que los premios es el reconocimiento de ir a muchos festivales internacionales, por eso muchos cineastas han podido hacer sus proyectos aquí, porque hay una atención de fuera.

- ¿Cómo ve el panorama del cine mexicano?

Hay muchas películas nuevas y directores muy interesantes, si siguen así las cosas, el futuro va a estar bueno, es un momento emocionante.