Se estrena en Chile documental sobre el camarógrafo que filmó su asesinato por golpistas
- por © Corresponsal-NOTICINE.com
De las imágenes, casi todas en blanco y negro, que se reproducen una y otra vez en las televisiones de todo el mundo sobre el golpe de estado de Pinochet en Chile, hace pronto 36 años, unas de las más impactantes fueron filmadas por un argentino Leonardo Henrichsen, y le costaron la vida. Su cámara registró la escena de como un grupo de soldados descendía de un camión, uno de ellos descubría su presencia en la calle, le apuntaba y fríamente disparaba contra él. La cámara tembló. Otro uniformado repitió los disparos. Fundido a negro... para siempre.
"Aunque me cueste la vida" se titula el documental sobre la vida de Henrichsen, quien antes de filmar su propio asesinato a mano de militares fascistas había inmortalizado el funeral de Kennedy o la persecución de Ernesto "Che" Guevara en la selva boliviana. Se trata de una realización de sus compatriotas Silvia Maturana y Pablo Espejo, que por primera vez se exhibe esta semana para el público capitalino en la Cineteca Nacional de Chile hasta el día 25 de este mes.
Los hechos, recuerda el diario la Tercera, en realidad no sucedieron durante el golpe que costó la vida a Salvador Allende y la Democracia a todo un país, sino a un preludio, el llamado "tanquetazo" del 29 de junio de 1973, casi tres meses antes del definitivo levantamiento militar y su consiguiente estela de asesinatos y desapariciones. Fue en la calle Agustinas, en pleno centro de Santiago, y el rescate de su filmación es propio de una peripecia de ficción cinematográfica.
Henrichsen, herido de muerte, fue trasladado a un hospital donde murió al poco. Los mismos militares que acabaron con su vida se quedaron con la cámara, y sin saber bien qué hacer con la prueba de su delito, la arrojaron a una alcantarilla, con la mala fortuna para ellos de que empleados de la productora Chile Films desde un edificio les vieron hacerlo. Ellos alertaron a las autoridades legítimas, se recuperó el material y fue enviado a Buenos Aires para ser positivado. El resultado dio la vuelta al mundo y meses después sirvió para ilustrar las primeras informaciones sobre el asalto a la Moneda y el final de la Democracia en Chile.
Estrenado en Argentina el año pasado, "Aunque me cueste la vida" tiene el alto valor periodístico de localizar al primer soldado que disparó contra el camarógrafo, el militar retirado Héctor Bustamante, quien cobardemente escapó cuando los cineastas quisieron entrevistarle. Nunca cumplió ni él ni el segundo soldado pena de cárcel por el crimen, pero Bustamente murió de cáncer en 2007, poco después de ser grabado por Maturana y Espejo.
"Aunque me cueste la vida" se titula el documental sobre la vida de Henrichsen, quien antes de filmar su propio asesinato a mano de militares fascistas había inmortalizado el funeral de Kennedy o la persecución de Ernesto "Che" Guevara en la selva boliviana. Se trata de una realización de sus compatriotas Silvia Maturana y Pablo Espejo, que por primera vez se exhibe esta semana para el público capitalino en la Cineteca Nacional de Chile hasta el día 25 de este mes.
Los hechos, recuerda el diario la Tercera, en realidad no sucedieron durante el golpe que costó la vida a Salvador Allende y la Democracia a todo un país, sino a un preludio, el llamado "tanquetazo" del 29 de junio de 1973, casi tres meses antes del definitivo levantamiento militar y su consiguiente estela de asesinatos y desapariciones. Fue en la calle Agustinas, en pleno centro de Santiago, y el rescate de su filmación es propio de una peripecia de ficción cinematográfica.
Henrichsen, herido de muerte, fue trasladado a un hospital donde murió al poco. Los mismos militares que acabaron con su vida se quedaron con la cámara, y sin saber bien qué hacer con la prueba de su delito, la arrojaron a una alcantarilla, con la mala fortuna para ellos de que empleados de la productora Chile Films desde un edificio les vieron hacerlo. Ellos alertaron a las autoridades legítimas, se recuperó el material y fue enviado a Buenos Aires para ser positivado. El resultado dio la vuelta al mundo y meses después sirvió para ilustrar las primeras informaciones sobre el asalto a la Moneda y el final de la Democracia en Chile.
Estrenado en Argentina el año pasado, "Aunque me cueste la vida" tiene el alto valor periodístico de localizar al primer soldado que disparó contra el camarógrafo, el militar retirado Héctor Bustamante, quien cobardemente escapó cuando los cineastas quisieron entrevistarle. Nunca cumplió ni él ni el segundo soldado pena de cárcel por el crimen, pero Bustamente murió de cáncer en 2007, poco después de ser grabado por Maturana y Espejo.