En Hollywood se pelean por los personajes de Ricardo Darín
- por © Redacción-NOTICINE.com
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Desde su sonrisa abierta y sincera, con unos ojos pequeños, arrugados por los años pero muy claros, Ricardo Darín tiene poco que ver con un astro de Hollywood. Y, sin embargo, últimamente parece que todos -incluso en la meca del cine- quieren reproducir este paradigma del ciudadano medio, romántico o pícaro, con ciertas veleidades intelectuales a veces, pero siempre profundamente humano. Mientras se estrena en España "Samy y yo", rebautizada como "Un tipo corriente", se conocía la noticia de que Mel Gibson podría retomar su papel en la comedia de acción "Nueve reinas", versión USA.
No es novedad que Hollywood se interese por las películas del actor argentino. Al final de agosto, Columbia Pictures adquiría los derechos del guión de "El hijo de la novia", escrito por Juan José Campanella y Fernando Castets, para darle el papel protagonista que interpretó el genial Darín al mediocre cómico surgido del "Saturday night show" Adam Sandler, quien coproducirá la cinta con su compañía Happy Madison. Hace pocas fechas, Castets contaba a NOTICINE.com que por supuesto no intervendría en la nueva versión y que la compra de los derechos no garantizaba que finalmente se hiciera un "remake" norteamericano.
Ahora, el diario Clarín especula sobre la posible sustitución del dúo Darín-Pauls en "Nueve reinas" por el de Mel Gibson y Tobey Maguire, ya que la productora del actor formado en Australia, Icon Prods., es una de las tres compañías extranjeras que pugnan por hacerse con los derechos del guión escrito por Fabián Bielinsky, quien también dirigió la cinta. La compañía argentino-española Patagonik Film Group es la propietaria actual del texto, sin que aún -afirma el diario- se haya firmado nada.
En cuanto a Ricardo Darín, el actor nacido hace 45 años, tiene entre sus virtudes caer bien a todo el mundo, y no nos referimos sólo a los espectadores que le han visto en "El faro", "El mismo amor, la misma lluvia", "Nueve reinas", "El hijo de la novia", "La fuga" o ahora en "Samy y yo". Juan José Campanella, cómplice en dos de estos títulos, dijo: "Con Darín encontré mi alter-ego y mi voz. Hay pocos actores en la historia del cine que puedan ser a la vez graciosos y patéticos, livianos y profundos, tipos comunes y movie stars, odiosos y queribles. Como las historias que me interesa contar, al igual que nuestra vida, pasan de lo dramático a lo ridículo en un instante, sólo un actor como Darín puede ser el intérprete justo. Está allá arriba, junto con Nino Manfredi, Jack Lemmon y los otros grandes".
Por su parte, Bielinsky tampoco dudaba a la hora de elogiarle: "Que tiene ángel, que tiene duende, que es un tremendo actor, es algo más que evidente. Pero, por sobre todo, Ricardo Darín es un lujo. Y digo esto en el sentido menos vulgar de la palabra. Compartir con él un proyecto es para mí, como director, un alivio, una suerte y un privilegio".
"Samy y yo" o "Un tipo corriente" no ha podido en Argentina revalidar el triunfo comercial de la precedente "El hijo de la novia", y nos presenta a Darín como una reencarnación porteña de Woody Allen. No tardaremos en verle de nuevo en la gran pantalla, con "Kamchatka", de Marcelo Piñeyro, que se estrena en Argentina el próximo día 17, y posteriormente en España, país coproductor con el suyo.
A principios de este año, en entrevista exclusiva con NOTICINE.com, Ricardo aseguraba: "Trato de escaparme del encasillamiento genérico, porque me parece que la parte más divertida de mi oficio es hacer cosas distintas. Siempre he tratado de hacer de todo, desde comedias musicales a dramas o comedias. Para un público que me conoce tanto como el argentino, es casi un compromiso correr riesgos. Lo merece. Yo admiro al artista que corre riesgos, que busca y no se acomoda a repetirse".
Desde su sonrisa abierta y sincera, con unos ojos pequeños, arrugados por los años pero muy claros, Ricardo Darín tiene poco que ver con un astro de Hollywood. Y, sin embargo, últimamente parece que todos -incluso en la meca del cine- quieren reproducir este paradigma del ciudadano medio, romántico o pícaro, con ciertas veleidades intelectuales a veces, pero siempre profundamente humano. Mientras se estrena en España "Samy y yo", rebautizada como "Un tipo corriente", se conocía la noticia de que Mel Gibson podría retomar su papel en la comedia de acción "Nueve reinas", versión USA.
No es novedad que Hollywood se interese por las películas del actor argentino. Al final de agosto, Columbia Pictures adquiría los derechos del guión de "El hijo de la novia", escrito por Juan José Campanella y Fernando Castets, para darle el papel protagonista que interpretó el genial Darín al mediocre cómico surgido del "Saturday night show" Adam Sandler, quien coproducirá la cinta con su compañía Happy Madison. Hace pocas fechas, Castets contaba a NOTICINE.com que por supuesto no intervendría en la nueva versión y que la compra de los derechos no garantizaba que finalmente se hiciera un "remake" norteamericano.
Ahora, el diario Clarín especula sobre la posible sustitución del dúo Darín-Pauls en "Nueve reinas" por el de Mel Gibson y Tobey Maguire, ya que la productora del actor formado en Australia, Icon Prods., es una de las tres compañías extranjeras que pugnan por hacerse con los derechos del guión escrito por Fabián Bielinsky, quien también dirigió la cinta. La compañía argentino-española Patagonik Film Group es la propietaria actual del texto, sin que aún -afirma el diario- se haya firmado nada.
En cuanto a Ricardo Darín, el actor nacido hace 45 años, tiene entre sus virtudes caer bien a todo el mundo, y no nos referimos sólo a los espectadores que le han visto en "El faro", "El mismo amor, la misma lluvia", "Nueve reinas", "El hijo de la novia", "La fuga" o ahora en "Samy y yo". Juan José Campanella, cómplice en dos de estos títulos, dijo: "Con Darín encontré mi alter-ego y mi voz. Hay pocos actores en la historia del cine que puedan ser a la vez graciosos y patéticos, livianos y profundos, tipos comunes y movie stars, odiosos y queribles. Como las historias que me interesa contar, al igual que nuestra vida, pasan de lo dramático a lo ridículo en un instante, sólo un actor como Darín puede ser el intérprete justo. Está allá arriba, junto con Nino Manfredi, Jack Lemmon y los otros grandes".
Por su parte, Bielinsky tampoco dudaba a la hora de elogiarle: "Que tiene ángel, que tiene duende, que es un tremendo actor, es algo más que evidente. Pero, por sobre todo, Ricardo Darín es un lujo. Y digo esto en el sentido menos vulgar de la palabra. Compartir con él un proyecto es para mí, como director, un alivio, una suerte y un privilegio".
"Samy y yo" o "Un tipo corriente" no ha podido en Argentina revalidar el triunfo comercial de la precedente "El hijo de la novia", y nos presenta a Darín como una reencarnación porteña de Woody Allen. No tardaremos en verle de nuevo en la gran pantalla, con "Kamchatka", de Marcelo Piñeyro, que se estrena en Argentina el próximo día 17, y posteriormente en España, país coproductor con el suyo.
A principios de este año, en entrevista exclusiva con NOTICINE.com, Ricardo aseguraba: "Trato de escaparme del encasillamiento genérico, porque me parece que la parte más divertida de mi oficio es hacer cosas distintas. Siempre he tratado de hacer de todo, desde comedias musicales a dramas o comedias. Para un público que me conoce tanto como el argentino, es casi un compromiso correr riesgos. Lo merece. Yo admiro al artista que corre riesgos, que busca y no se acomoda a repetirse".