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Dos hombres son los protagonistas, otros dos guionistas y de nuevo una pareja de hombres la ha dirigido. "Agallas" abre lo que todos desean sea una nueva racha para el cine español en su mercado tras un deprimente primer semestre en términos de taquilla y un olvidable verano con escasa asistencia a salas incluso para Hollywood. Los dos ases con los que juega esta cinta filmada en Galicia son la presencia de un actor que ha acumulado prestigio y premios durante años, Carmelo Gómez, y otro que se ha convertido en popular gracias a la televisión, Hugo Silva.

"Agallas", escrita por Javier Echániz y Juan Antonio Gil Bengoa, cuenta la historia de un ex presidiario que urde un plan para introducirse como trabajador en una empresa de pesquerías gallega, que esconde un negocia mucho más rentable que el pescado. En ella se convierte en la mano derecha del dueño, seguro de lograr así sus objetivos.

Los realizadores, Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez, son debutantes en el cine pero tienen poco aspecto de jóvenes promesas: ambos peinan canas y cuentan con una amplia experiencia en realización y producción de programas para la televisión pública TVE. Ambos han dialogado entre sí sobre su opera prima:

- Samuel Martín Mateos: No tengo la sensación de que haya transcurrido tanto tiempo, pero es verdad, ya hace muchos años que nos pasaron el guión Javier y Toni...

- Andrés Luque Pérez: Si, me acuerdo muy bien de la primera lectura. Ya entonces me pareció trepidante. Costaba trabajo interrumpirla...

- SMM.: Lo recuerdo. Coincidía con el tipo de cine que nos apetecía hacer, que nos gustaba ver. Cine para entretener. "Agallas" tenía estructura de thriller, pero “con algo más” y esa fue una de las primeras cosas que me cautivaron del guión… eso y los giros de la historia. Ahora terminada la película, lo que más me gusta de esos giros es que van recolocando a los espectadores respecto a los personajes. La percepción sobre Sebas, Regueira, Raúl, Antonio, Couto o cualquier otro personaje, no es la misma al comienzo que la final de la película…

- ALP.: También fue una de las cosas que más le gustaron a Carmelo. Los personajes y la relación entre ellos. ¿Te acuerdas?... entró hasta “la cocina” con Regueira. Ya desde el principio tuvo muy claro que el personaje del “jefe de la organización” debía ser para él. Físicamente encajaba perfectamente, siempre le vimos en ese papel y su compromiso con "Agallas" inyectó ilusión y posibilidades al proyecto…

- SMM.: Además hay que agradecerle que esperara tantos años hasta ponerse delante de nuestra cámara. Pero yo creo que le han venido bien esos años a Regueira. Carmelo ha cambiado físicamente y eso le da más verdad a su personaje, además, también ha tenido más tiempo para prepararlo… ¡hay que destacar los aspectos positivos! En serio, este tiempo le ha permitido ir descubriendo las escamas de Regueira y eso está ahí, en la pantalla, en los momentos en que habla o cuando solamente mira, cuando marca distancia o quiere resultar cercano. Es un canalla dentro de una piel cubierta de escamas que le protege, que le permite moverse con éxito en el mundo del narcotráfico…

- ALP.: ... hablabas de género, de cine negro “con algo más”. Yo creo que ese “algo más” es el humor que impregna toda la película. Es humor ácido, alguien lo definió como sucio, pero está ahí como un condimento, como un catalizador de las tensiones y de las emociones…

- SMM.: Es un condimento ácido, pero esencial. La verdad es que no se entendería "Agallas" sin los golpes de ese humor, pegados a situaciones de mucha tensión dramática, que permiten al espectador descargar la emoción que se acumula por los sucesos que viven los personajes… especialmente Sebas…

- ALP.: ¿Te acuerdas de la tarde en la que conocimos a Hugo Silva?
Tuvo muy claro desde el principio que Sebas iba a ser él. Y se lo ha “currado”.
También fue un “feliz encuentro”, porque Sebas es todo lo que Hugo ha puesto. Es el “perro que busca amo”, el “listillo” con intuición animal, el macarra sin escrúpulos y sin freno, pero también es el buscavidas capaz de seducir para conseguir lo que quiere y llegar a dónde se ha propuesto. Sebas es múltiple y dúctil, un superviviente con una enorme capacidad de adaptación…

- SMM.: Lo que no sabía es que se metía en un terreno donde “lo importante son las escamas y no las agallas”. Un terreno peligroso en el que sobreviven personajes como Raúl, con algún rescoldo de humanidad…

- ALP.: No se podría decir que Celso Bugallo interprete a un personaje bueno, porque no hay buenos en la historia, pero es el único que muestra un sentimiento de protección hacia Sebas, es más, en algún momento de la historia ejerce de “padre” en una relación paterno-filial perversa, porque se produce en un mundo en el que  no se permiten las debilidades…

- SMM.: ¡Pero Celso hace humano a Raúl!, la conversación en la cocina durante el desayuno es de una intensidad interpretativa extraordinaria y define muy bien al personaje…

- ALP.: ¡Y Antonio qué! ¿te acuerdas las dudas que teníamos sobre si ponerle el pelo rojo?.

- SMM.: Si, pero al final, matiza absolutamente su carácter. Fue un acierto. Además físicamente es la antítesis de Regueira y eso hace que funcione la pareja de jefe-lugarteniente. Carlos Sante hace que Antonio se convierta en “la piedra en el zapato” de Sebas a lo largo de toda la historia…

- ALP.: ¿Y la luz? ¡la cantidad de vueltas al tono y dónde poner la cámara!. Muchas horas de conversaciones con Juan Carlos Gómez para transmitirle que queríamos género con algo más…

- SMM.: ... pero al final se nota, secuencias como la del cementerio, el acantilado o la conversación en el restaurante de Couto, donde trazan todo el plan, justifican tanto trabajo.

- ALP.: Por eso, lo que se va a proyectar se acerca bastante a lo que imaginamos hace ya mucho tiempo cuando empezamos a hablar de "Agallas"…

- SMM.: Yo creo que finalmente, lo que los espectadores van a poder ver, es incluso mejor que lo que imaginamos hace ya mucho tiempo, cuando empezamos a pensar en "Agallas".