Vuelve Norman Briski a las pantallas argentinas con "Los chicos desaparecen"

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Norman Briski
Norman Briski
Una intriga policial con elementos fantásticos, "Los chicos desaparecen", basada en la novela de Gabriel Báñez, sirve al veterano actor argentino Norman Briski para regresar a las pantallas nacionales, que no frecuentaba desde "La peli", de Gustavo Postiglione, hace un par de años. El protagonista de cintas tan conocidas como "Elisa vida mía", "Mamá cumple cien años", "El corazón del bosque" (las tres durante su exilio en España), y "La peste", "La sonámbula" o "El amor y el espanto", se ha prodigado bastante más en televisión y sobre todo en el teatro estos últimos años.

En "Los chicos desaparecen", Briski es Macias Möll, dueño de la relojería del barrio, pasas sus días rodeado de relojes y envuelto en cálculos sobre el tiempo. Guiado por un profundo deseo, todas las tardes, a las seis en punto intenta obstinadamente bajar tiempos y se lanza por las rampas de la plaza en su silla de ruedas. Allí es feliz. Rodeado de niños que lo vitorean. Sin embargo, un día algunso de ellos desaparecen y él aparece como único sospechoso de un hecho que toma estado público.

Un Inspector de policía a punto de jubilarse, un juez, un obispo, una bella y joven oficial, un ex-diplomático irlandés y un placero forman parte de la galería de personajes que toman partido en esta trama. Los ejercicios de coerción, un atentado inesperado, y una decisión propia de un hombre que es poseedor de una profunda fe conducen al relojero a realizar un último lanzamiento en el que, (ya sea por obra de sus cálculos o por casualidad, poco importa) finalmente desaparece llevándose consigo su secreto.

La película es la opera prima del platense Marcos Rodríguez, para quien inicialmente fue un policial fantástico. "En realidad -afirma el guionista y realizador a Escribiendo Cine- me acerqué a los géneros para encontrar algunos lugares comunes, si fuera una película estrictamente de genero debería al menos utilizar un arma y aquí no la hay, por lo tanto no la encasillaría en ese género. Diría que es un híbrido, ya que un género es algo más puro. Por momentos la entendía como realismo mágico, no en su acepción literaria sino en su acepción primaria, o sea de lo que uno ve en la construcción de ese universo realista y en todo lo mágico que transita ese relato. Esperemos a ver lo que dicen quienes reflexionan sobre el tema".

Para Rodriguez, fue toda una ventaja debutar con un actor de la experiencia de Briski: "Me gustaba porque podía encarnar como nadie a Macías. Un poco ángel, un poco demonio, un hombre grande que por momentos se presenta como un niño, creí que había mucho de él en el personaje. Le llevamos el guión y le gustó. La realidad es que yo no soy un director de actores y el es, además de actor, un formador de actores. Le aclare de antemano que era mas lo que el me podía dar de lo que yo le podía pedir; fue la base a partir de la cual construimos. Mi trabajo fue  presentarle mis ideas y dejar que las enriqueciera defendiendo ciertos tópicos de la estructura, a su vez, tomé muchas cosas nuevas en este intercambio. Fue un proceso donde aprendí mucho. Norman es muy generoso, con mecanismos propios de su vicio de maestro, así que estoy agradecido por el apoyo que siempre me brindo y por su doble función de actor y docente. Todo por el mismo precio!".

"Los chicos desaparecen", coprotagonizada por Lorenzo Quinteros y Ricardo Ibarlín, se suma este jueves a otros tres estrenos nacionales en la Argentina: "El sueño del perro", "El hombre que corría tras el viento" y "Legión: tribus urbanas motorizadas".