Muestras de consternación por la muerte del documentalista Christian Poveda en El Salvador
- por © Redacción-NOTICINE.com
La comunidad cinematográfica internacional, desde muy distintas voces, ha lamentado la muerte a tiros el pasado miércoles del fotógrafo y documentalista franco-español Christian Poveda, quien dirigió el año pasado el documental sobre las "maras" (bandas juveniles) de El Salvador "La vida loca", que circuló con éxito por diversos festivales.
Las productoras La Femme Endormie (Francia) y El Caimán (México), que coprodujeron ese documental junto a la española Aquelarre, hicieron público un comunicado en el que afirman que Poveda murió "como si estuviera filmando su propia muerte". Carole Solive, Gustavo Ángel y Emilio Maillé recuerdan que el fotógrado dedicó 4 años a preparar su película, sobre la violencia sufrida y ejercida por la banda salvadoreña M18, ejerciendo "una labor de convencimiento, de solidaridad y de camaradería con los miembros de esta banda". En uno de esos barrios donde filmó fue asesinado a tiros.
"Hoy recordamos particularmente -sostienen los productores-, como durante el rodaje cada vez que uno de los personajes de su película moría sorpresivamente bajo la inesperada metralla, Christian nos hacía llegar un correo donde en sólo unas cuantas y frías palabras nos hacía participes de otra víctima de una guerra en la que poco a poco Christian se fue metiendo para ya no salir nunca más".
"Consciente de donde ponía los pies -añaden-, siempre se manejó con honestidad y con el cumplimiento de una palabra que era el único contrato firmado entre el y los miembros de la banda que aceptó que Christian trabajara tanto tiempo al lado de ellos".
Los productores "exigen· a las autoridades salvadoreñas "que no solo hagan todo lo posible para dar con los culpables del asesinato de Christian Poveda, pero que también a través de esta terrible perdida se inicie una reflexión a nivel nacional para tratar de cesar de manera urgente la injusta violencia que espera a la juventud Salvadoreña, a la juventud latinoamericana".
Festivales, como el de San Sebastián o Guadalajara, en los que se presentó "La vida loca" así como el gobierno francés (nació en la entonces francesa Argelia, en el seno de una familia española) han hecho públicas igualmente notas de condena y demanda de investigación y castigo a los culpables.
Poveda llegó primero a El Salvador como fotoperiodista a principio de los 80 para cubrir su Guerra Civil, y luego regresó hace seis años para residir junto a su pareja, una mujer salvadoreña. Sus restos serán trasladados a España, donde reside su familia.
Cada día de este año -sólo en la capital, San Salvador- han muerto 12 personas de media.
Las productoras La Femme Endormie (Francia) y El Caimán (México), que coprodujeron ese documental junto a la española Aquelarre, hicieron público un comunicado en el que afirman que Poveda murió "como si estuviera filmando su propia muerte". Carole Solive, Gustavo Ángel y Emilio Maillé recuerdan que el fotógrado dedicó 4 años a preparar su película, sobre la violencia sufrida y ejercida por la banda salvadoreña M18, ejerciendo "una labor de convencimiento, de solidaridad y de camaradería con los miembros de esta banda". En uno de esos barrios donde filmó fue asesinado a tiros.
"Hoy recordamos particularmente -sostienen los productores-, como durante el rodaje cada vez que uno de los personajes de su película moría sorpresivamente bajo la inesperada metralla, Christian nos hacía llegar un correo donde en sólo unas cuantas y frías palabras nos hacía participes de otra víctima de una guerra en la que poco a poco Christian se fue metiendo para ya no salir nunca más".
"Consciente de donde ponía los pies -añaden-, siempre se manejó con honestidad y con el cumplimiento de una palabra que era el único contrato firmado entre el y los miembros de la banda que aceptó que Christian trabajara tanto tiempo al lado de ellos".
Los productores "exigen· a las autoridades salvadoreñas "que no solo hagan todo lo posible para dar con los culpables del asesinato de Christian Poveda, pero que también a través de esta terrible perdida se inicie una reflexión a nivel nacional para tratar de cesar de manera urgente la injusta violencia que espera a la juventud Salvadoreña, a la juventud latinoamericana".
Festivales, como el de San Sebastián o Guadalajara, en los que se presentó "La vida loca" así como el gobierno francés (nació en la entonces francesa Argelia, en el seno de una familia española) han hecho públicas igualmente notas de condena y demanda de investigación y castigo a los culpables.
Poveda llegó primero a El Salvador como fotoperiodista a principio de los 80 para cubrir su Guerra Civil, y luego regresó hace seis años para residir junto a su pareja, una mujer salvadoreña. Sus restos serán trasladados a España, donde reside su familia.
Cada día de este año -sólo en la capital, San Salvador- han muerto 12 personas de media.