El cine de Bollywood llena salas en La Habana
- por © Frank Padrón (Cuba)- NOTICINE.com
Es difícil encontrar ya en la capital cubana "colas" (filas) sobre todo para ver cine. Los estrenos del patio, al menos en su primera semana de exhibición, gozan de tal privilegio, sin embargo, aún cuando las frecuentes semanas fílmicas de varios países en el nuestro y casi todos los ciclos programados por la Cinemateca de Cuba reciben notable acogida, cada vez se hace más difícil encontrarse con un fenómeno de público como el que ahora provoca la nueva semana de cine indio que se aprecia en la sala Chaplin de Cinemateca de Cuba.
Bollywood es siempre un acontecimiento, a pesar de que las "novedades" son más de lo mismo: mezcla intergenérica de comedia y melodrama a pulso con musical de altos kilates, películas larguísimas que rondan (o hasta trascienden) las 3 horas, rostros hermosos que no siempre se corresponden con virtudes histriónicas, tramas casi nunca enmarcadas en el verdadero contexto social de la India como quiera que reproducen esquemas atemporales y ahistóricos que sólo se ajustan a los cánones (triángulos amorosos, cenicienta(o)s que al final encuentran, ¡faltaba más! el complemento principesco, delincuentes simpáticos, pobres que por sus esfuerzos se hacen ricos, etc) y para colmo, un defecto extra-artístico que siempre confrontan las copias que nos envían:
traducciones que habría que volver a traducir, pues realizan esa función mediante programas computarizados a cargo de personas que ignoran el español y exigen un esfuerzo extraordinario para entender algo (suerte que la simplicidad de las tramas, los personajes y los diálogos aligera ese problema).
Esta nueva ronda india contempla tres estrenos y dos reposiciones: los primeros son "El viaje de una mujer" (Pradeep Sarkar), que sirvió de premiére, "Tal vez no haya mañana" (Nikhil Advani) y "Dhoom 2 (Sanjay Gadhvi ) y ya vistas en Cuba la oscarizada "¿Quién quiere ser millonario" (Danny Boyle ) y "Adelante, India" (Shimit Amin) realizadas todas entre 2006 y 2008.
"El viaje…" es el que realiza la bella protagonista desde Benares a la cosmopolita Bombay donde se convierte en prostituta de lujo para sacar a su famila de la pobreza y las deudas; en ella se encuentran todos los lugares comunes y clichés del Bollywood clásico; por su parte "Tal vez…" se ubica en la comunidad india en Nueva York, y aunque no escapa a ellos, puede advertirse, sobre todo en la primera parte, cierta ironía en el diseño de las relaciones entre ambos países, como se sabe tan diferentes, y sin mucha profundización, ilustra algo sobre las dificultades del exilio.
Finalmente, "Dhoom 2" que como indica su título es una secuela, sigue a un incapturable ladrón internacional quien de pronto encuentra una no menos eficaz rival que le propone trabajar juntos: mucho más en la cuerda humorística, es la más entretenida y agradable de todas, por su gran despliegue de efectos especiales, locaciones fabulosas (no sólo de la India) y claro, ese rubro donde hay que quitarse el sombrero: la música, con esas dinámicas y preciosas coreografías, esos arreglos contagiosos sobre armonías que no por modernas ignoran el ancestro cultural del país, y esos actores que si no son muy brillantes a la hora de interpretar, al menos sí lo son cuando bailan y cantan.
Nada nuevo en realidad, pero yo, por si acaso, voy a llegar un poco antes durante las funciones que restan no sea que, como ocurrió ayer, casi me quede sin luneta.
Bollywood es siempre un acontecimiento, a pesar de que las "novedades" son más de lo mismo: mezcla intergenérica de comedia y melodrama a pulso con musical de altos kilates, películas larguísimas que rondan (o hasta trascienden) las 3 horas, rostros hermosos que no siempre se corresponden con virtudes histriónicas, tramas casi nunca enmarcadas en el verdadero contexto social de la India como quiera que reproducen esquemas atemporales y ahistóricos que sólo se ajustan a los cánones (triángulos amorosos, cenicienta(o)s que al final encuentran, ¡faltaba más! el complemento principesco, delincuentes simpáticos, pobres que por sus esfuerzos se hacen ricos, etc) y para colmo, un defecto extra-artístico que siempre confrontan las copias que nos envían:
traducciones que habría que volver a traducir, pues realizan esa función mediante programas computarizados a cargo de personas que ignoran el español y exigen un esfuerzo extraordinario para entender algo (suerte que la simplicidad de las tramas, los personajes y los diálogos aligera ese problema).
Esta nueva ronda india contempla tres estrenos y dos reposiciones: los primeros son "El viaje de una mujer" (Pradeep Sarkar), que sirvió de premiére, "Tal vez no haya mañana" (Nikhil Advani) y "Dhoom 2 (Sanjay Gadhvi ) y ya vistas en Cuba la oscarizada "¿Quién quiere ser millonario" (Danny Boyle ) y "Adelante, India" (Shimit Amin) realizadas todas entre 2006 y 2008.
"El viaje…" es el que realiza la bella protagonista desde Benares a la cosmopolita Bombay donde se convierte en prostituta de lujo para sacar a su famila de la pobreza y las deudas; en ella se encuentran todos los lugares comunes y clichés del Bollywood clásico; por su parte "Tal vez…" se ubica en la comunidad india en Nueva York, y aunque no escapa a ellos, puede advertirse, sobre todo en la primera parte, cierta ironía en el diseño de las relaciones entre ambos países, como se sabe tan diferentes, y sin mucha profundización, ilustra algo sobre las dificultades del exilio.
Finalmente, "Dhoom 2" que como indica su título es una secuela, sigue a un incapturable ladrón internacional quien de pronto encuentra una no menos eficaz rival que le propone trabajar juntos: mucho más en la cuerda humorística, es la más entretenida y agradable de todas, por su gran despliegue de efectos especiales, locaciones fabulosas (no sólo de la India) y claro, ese rubro donde hay que quitarse el sombrero: la música, con esas dinámicas y preciosas coreografías, esos arreglos contagiosos sobre armonías que no por modernas ignoran el ancestro cultural del país, y esos actores que si no son muy brillantes a la hora de interpretar, al menos sí lo son cuando bailan y cantan.
Nada nuevo en realidad, pero yo, por si acaso, voy a llegar un poco antes durante las funciones que restan no sea que, como ocurrió ayer, casi me quede sin luneta.