El trasero de Penélope Cruz, portada de Vanity Fair
- por © Redacción-NOTICINE.com
El próximo número -noviembre- de la conocida revista Vanity Fair, en su edición norteamericana, tiene como protagonista a Penélope Cruz... o quizás más propiamente debiéramos decir su casi perfecto trasero, coronando un traje de noche que deja al descubierto una vertiginosa espalda. Para la publicación, "Pe" es doble noticia al estrenar ese mismo mes en EEUU "Los abrazos rotos", de Pedro Almodóvar, y el musical "Nine", de Rob Marshall.
Ya en páginas interiores, el cariñoso reportaje de Ingrid Sischy repasa los primeros y no tan afortunados como los actuales pasos de la actriz madrileña en Hollywood, y dice que Cruz se encuentra ahora mismo dentro del paquete de estrellas no originalmente angloparlantes que triunfaron en la meca del cine, y cita a "colegas" de la talla de Marlene Dietrich, Greta Garbo, Ingrid Bergman, Sofía Loren, Anouk Aimée, Catherine Deneuve, Jeanne Moreau, y Liv Ullmann. También la compara con figuras latinas que han intentado el salto y sólo le encuentra paralelismos con la mismísima Rita Hayword, que recuerda tuvo que cambiarse su hispano apellido (Cansino) por uno anglosajón.
"Las pasiones de Penélope", como se titula el artículo de Vanity Fair cuenta con el testimonio de Pedro Almodóvar, que canta las alabanzas de su nueva actriz fetiche, como antes lo fueron Carmen Maura o Victoria Abril. El manchego bromea que fue gracias a él que se rompió su trayectoria de películas mediocres o sin suerte comercial que la actriz protagonizó en Estados Unidos y Europa años atrás. Pero -añadiríamos nosotros- se olvida de Woody Allen y su papel en "Vicky Cristina Barcelona", que le dio a Cruz un Oscar más que importante.
Sobre "Nine", hay un testimonio especialmente interesante de Sofía Loren. La veterana actriz italiana, cuyo "look" en los 50 y 60 ha sido una especie de referencia estética para "Pe" en las últimas cintas de Almodóvar "Los abrazos rotos" y especialmente "Volver", confiesa que tanto ella como su compañera española lloraron al terminar el rodaje del musical en Londres, por tener que separarse. "Se convirtió en una auténtica amiga -explica Loren a Vanity Fair- y comentamos mucho sobre la vida y nuestra carreras. Yo le hablé de De Sica y ella a mí de Almodóvar. Cuando era mi último día de rodaje vino a mi camerino llorando, y yo también lloré. Creo que es la primera vez que dejo una filmación con lágrimas porque me tenía -nos teníamos- que separar de una compañera".
Ya en páginas interiores, el cariñoso reportaje de Ingrid Sischy repasa los primeros y no tan afortunados como los actuales pasos de la actriz madrileña en Hollywood, y dice que Cruz se encuentra ahora mismo dentro del paquete de estrellas no originalmente angloparlantes que triunfaron en la meca del cine, y cita a "colegas" de la talla de Marlene Dietrich, Greta Garbo, Ingrid Bergman, Sofía Loren, Anouk Aimée, Catherine Deneuve, Jeanne Moreau, y Liv Ullmann. También la compara con figuras latinas que han intentado el salto y sólo le encuentra paralelismos con la mismísima Rita Hayword, que recuerda tuvo que cambiarse su hispano apellido (Cansino) por uno anglosajón.
"Las pasiones de Penélope", como se titula el artículo de Vanity Fair cuenta con el testimonio de Pedro Almodóvar, que canta las alabanzas de su nueva actriz fetiche, como antes lo fueron Carmen Maura o Victoria Abril. El manchego bromea que fue gracias a él que se rompió su trayectoria de películas mediocres o sin suerte comercial que la actriz protagonizó en Estados Unidos y Europa años atrás. Pero -añadiríamos nosotros- se olvida de Woody Allen y su papel en "Vicky Cristina Barcelona", que le dio a Cruz un Oscar más que importante.
Sobre "Nine", hay un testimonio especialmente interesante de Sofía Loren. La veterana actriz italiana, cuyo "look" en los 50 y 60 ha sido una especie de referencia estética para "Pe" en las últimas cintas de Almodóvar "Los abrazos rotos" y especialmente "Volver", confiesa que tanto ella como su compañera española lloraron al terminar el rodaje del musical en Londres, por tener que separarse. "Se convirtió en una auténtica amiga -explica Loren a Vanity Fair- y comentamos mucho sobre la vida y nuestra carreras. Yo le hablé de De Sica y ella a mí de Almodóvar. Cuando era mi último día de rodaje vino a mi camerino llorando, y yo también lloré. Creo que es la primera vez que dejo una filmación con lágrimas porque me tenía -nos teníamos- que separar de una compañera".