Gustavo Loza estrena "Paradas continuas" y reflexiona sobre la industria del cine mexicano

por © L.C. / Correcámara-NOTICINE.com
Gustavo Loza
Gustavo Loza
Tras un drama de emigración en diferentes países del mundo, "Al otro lado", que tuvo una amplia difusión internacional, el cineasta michoacano Gustavo Loza estrena este viernes en México "Paradas continuas", una comedia sexual juvenil protagonizada por "un par de vividores en potencia que sin embargo son buenos chicos, muchachos sanos", según ha dicho, los cuales tienen dificultades logísticas para practicar el sexo. Aceptó la propuesta de las productoras Mónica Lozano y Gloria Calzada porque "en estos tiempos le viene perfecto al público mexicano que se ría".

"Paradas continuas" es la historia de Perico y Emilio, adolescentes casi guapos, "lacras" emprendedores y amantes del bajo mundo estudiantil que cojean del mismo pie: No tienen donde llevar a sus novias para desatar sus carnales pasiones. En sus propias casas no se puede, en la de ellas menos, a los hoteles de paso "sólo van las golfas", así que ante tal necesidad (y una cantidad importante de testosterona acumulada) han decidido convertirse en empresarios gracias a la combi del papá de Perico, que aparte de ser la potencial solución a sus calenturas, se puede convertir en el negocio de su vida… o como lo describiría el profesor Carranco: "Hoy día, el que encuentre un nicho de mercado, se vuelve millonario".

El cineasta explicó al presentar la película que a pesar de que en un inicio no fue un proyecto propio, lo adoptó y le dio "un tono diferente" porque se quería separar de las comedias para adolescentes y de la "ola de películas desafortunadas" del mismo género que se han hecho en México. El reto, apuntó, "fue permitirnos reír y ser irreverentes pero sin ser vulgares; que la película tuviera buena factura desde las actuaciones y la fotografía hasta el diseño sonoro, y no caer en lugares comunes," por lo que decidió "tomar en serio la realización de una comedia".

Además se buscó hablarles "de manera frontal" a los adolescentes, el público al que va dirigida la cinta: "quisimos divertir y provocar la reflexión pero no a través del escándalo y la controversia sino de la risa". Y aunque aceptó que "Paradas continuas" "tiene con que defenderse en los festivales fílmicos", el objetivo con ella es por encima de todo "llenar las salas".

Como dato curioso, el protagonista Ramón Valdés (Perico en el film) es el nieto de Germán Valdés "Tin Tán", y canta en el film el tema "Cantando en el baño", que hiciera famoso El Pachuco de Oro y que se incluyó en la cinta como homenaje al legendario cantante, bailarín y actor de la Época de Oro del cine de mexicano.

Loza también analizó en su comparecencia ante la prensa el estado de la industria del cine mexicano, refiriéndose a la inclusión en su cinta de una escena en la que aparece una manta alusiva al polémico decreto sobre el "Peso en Taquilla", la cual fue "una decisión personal y asumí ese riesgo".

"No puedo dejar de indignarme como creador de la situación de la exhibición del cine mexicano, es nuestro talón de Aquiles, ¿es negocio el cine mexicano? pregúntenle a otros, porque para nosotros los realizadores no lo es, pero nuestro país es el cuarto a nivel mundial en términos de taquilla", afirmó el director de "Al otro lado".

Y agregó: "Es una batalla que se tiene que dar y que definitivamente no pude no hacerlo, no me puedo callar las cosas, aquí entre cuates, ya no mamen, hagamos algo, si no nos unimos, esta industria no cambiará y los ingresos no se repartirán de manera más equitativa".

Cabe mencionar que se estima que en México, por cada peso que entra a los cines por concepto de taquilla, alrededor de 65 centavos se quedan con la compañía exhibidora; 20% con la distribuidora y el 15% por ciento restante va a parar a manos del productor, quien es el que invierte sus recursos para que una película se realice. (En nuestro país el costo promedio de un film es de 20 millones de pesos –aproximadamente millón y medio de dólares).

Así mismo, a finales de 2002 los diputados publicaron un decreto relativo a varias disposiciones de la Ley Federal de Derechos con las que se estableció como derecho el pago de un peso por boleto adquirido por los espectadores en las taquilla de los cines y que a partir del 1º enero de 2003 se destinaría a un fondo para la producción de cine mexicano.

Posteriormente, las distribuidoras Videocine, Columbia-Tristar Films de México, Warner Brothers, Nuvision, UPI, Gussi, Walt Disney Company y Cinemas Nueva Era se unieron para recurrir contra esta reforma y en septiembre de 2004, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la declaró inconstitucional.