Entrevista con Arnaldo André: "El cine es una posibilidad riquísima para el actor, que la televisión no te da"
- por © Cynthia García Calvo (Argentina)-NOTICINE.com
Galán por excelencia de la telenovela argentina y en pantalla actualmente con la exitosísima "Valientes", el nombre de Arnaldo André está indisolublemente ligado a la televisión. Tal condición ha resultado un arma de doble filo, dándole por un lado una inmensa popularidad, pero por otro un rótulo difícil de quitar. Algunos años atrás, el realizador Fernando Díaz decidió terminar con el prejuicio y convocó al actor paraguayo afincado en Argentina para su película "La extranjera", que se estrenó el pasado jueves en el país.
En "La extranjera", André interpreta a una suerte de benefactor de un pueblo, un hombre que con su fortuna ha decidido vivir en contacto con la naturaleza y otorgando su ayuda a quien la necesite, como es el caso de la protagonista de la historia, una mujer que regresa a su pueblo para cerrar cuentas con el pasado y redescubrirse en un viaje iniciático hacia sus orígenes.
Un redescubrimiento también parece haber vivido André, quien tras ese film rodó "El niño pez", de Lucía Puenzo, y la inédita "La confesión", que se estrenaría el próximo año. Con tres películas en su haber tras un alejamiento del cine que se extendió por más de 30 años, el actor planea no cortar su relación con el séptimo arte –su confeso primer amor- y planea debutar como realizador con una coproducción argentino-paraguaya en la que narrará un episodio relacionado con su infancia.
- Si bien previamente le vimos en "El niño pez", "La extranjera" fue su auténtico retorno al cine tras unas tres décadas de ausencia. ¿Por qué fue tan extenso ese alejamiento de la gran pantalla?
Porque no dependía de mí. Las pocas ofertas que tuve en todos estos años no han sido para nada tentadoras. En algunos casos porque los libros no me gustaban, y en otros casos porque eran personajes que no aportaban nada a mi carrera. Pero no han sido muchos, de todas maneras. Pero supongo que de alguna manera yo tuve que ver con esto porque al estar tan ligado a la televisión, no solo por mi imagen, que ya puede ser mucho de pronto para un proyecto de cine, para algún productor que puede tener algún tipo de prejuicio, sino también por mis tiempos. Todo contribuyó para que nadie me ofreciera algo interesante. Cuando Fernando me acercó la propuesta, me gustó el libro, la idea, el personaje y de verdad que lo hice ilusionado, pero no sabía que después de eso me iban a premiar con dos propuestas más, una es "El niño pez" y otra "La confesión", que espero se estrene el próximo año.
- ¿Qué tenía el proyecto de Fernando que le convenció para involucrarse en él?
Me pareció una linda historia, sencilla, con mucha humanidad. Este mensaje que tiene de lo bueno que es de pronto volver a las raíces, lo bueno que tiene la naturaleza y que el hombre pueda hacer uso de ella para subsistir y para salir adelante, la calidez de los personajes que parecen en la película, que luego yo pude confirmar in situ cuando fui a filmar a Bisley, me encontré que la gente es encantadora y cálida. La película tiene todo ese encantamiento que me gustó. Yo conocía poco del trabajo de Fernando pero tenía referencias de que era muy bien director, luego lo pude comprobar. Y un personaje que me parecía distinto a lo que yo había hecho en televisión, con mucha paz, generosidad, de vuelta de todo. Todo eso me atrajo.
- En esta suerte de retorno al cine manifestado en tres películas, queda por conocer "La confesión", ¿qué puede contar sobre su trabajo allí?
De las tres películas es la que más me costó. Había que hacer una composición, un detective con una vida muy tortuosa, un presente muy tortuoso, obsesivo, que vive para descubrir un crimen, y con algo oculto que lo involucraba a él. Fue una película muy fuerte, un mes de mucho trabajo. Pero tengo muchas expectativas con esa película porque realmente fue una composición.
- Desde el lugar de actor, ¿hay algo que le da el cine que la televisión no?
Mucho. Me da el tiempo, la posibilidad–tanto como en el teatro- de poder buscar el personaje, trabajarlo, hablarlo con el director, proponerle cosas, estudiar a fondo cada una de las escenas, los pequeños detalles, los tiempos. Es una posibilidad riquísima que tiene el actor, que la televisión no te la da. Los climas que se crean en un estudio de cine son diferentes a los de la televisión. Si bien en la televisión una vez que empezamos a grabar hay silencio, en lo previo sentís que corren mientras pasamos letra, en cine hay todo un silencio majestuoso con un clima muy especial, y uno se impregna de ese clima. Lo único que tiene que hacer es concentrarse en lo suyo y salir, y después queda la posibilidad de hacer un par de tomas más porque el director te lo indica o porque uno cree que puede hacer un pequeño cambio. La verdad amo el cine, amo ese tiempo, es realmente una fiesta para el actor que ama el cine. A mí me gusta muchísimo, no solo como actor también como espectador. Cuando no estaba grabando, veía cinco películas por semana. Me encanta el cine. Debe ser porque desde chico me llevaron al cine. Cuando yo llegué a Argentina, era la época de Torre Nilsson, de Lucas Demare, pero ya había problemas para filmar, no había muchas fuentes trabajo, entonces no tuve suerte de entrada. Quedó para ahora y ojalá todo esto que haga tenga una continuidad. Voy a dirigir mi película, si Dios quiere el año que viene.
- ¿De qué trata esa película?
Está basada en un guión mío y en una experiencia de vida mía a los 11 años, cuando yo era cartero en mi pueblo. Cuento todo eso en la película, con un poco de ficción. Yo vivía en un lugar que fue levantado por alemanes, donde hasta el día de hoy viven familias alemanas. Convoqué un guionista, empezamos a trabajar juntos, y eso nos llevó casi un año. En este momento está en proceso de presupuesto para el costo, y estimamos que antes de fin de año lo vamos a presentar al Incaa. Creo que salió un lindo guión, interesante, quienes lo han leído me han alentado mucho. Mi idea es hacer una coproducción con Paraguay. En este momento no tengo ningún proyecto de cine, no me han ofrecido nada, así que estoy abocado a eso.
- ¿Por qué sentió que era el momento adecuado para lanzarse como director, qué le dio la seguridad de que lo podía hacer?
Estudié el clima y sentí que podía incorporarme, que podía estar detrás de una cámara. Yo he tenido una experiencia como director, dirigí dos miniseries, una que se hizo acá con Grecia Colmenares para Italia y otra que dirigí en Paraguay. Y yo no olvido mi experiencia como director. Me di cuenta que me gustaba más dirigir que actuar. Es apasionante, te llena muchísimo. Cuando me indicaban que tenía que actuar me molestaba porque quería dedicarme a full a dirigir, tengo muy buena comunicación con los actores. De pronto, surge esta posibilidad y me siento capacitado. Creo tener una buena visión de narrador. Con el apoyo de un buen director de fotografía, si tengo en mis manos algo que conozco muy bien, como en este caso, que se trata del lugar donde he nacido, creo poder contarlo en la pantalla y poder emocionar a la gente.
- Siendo un cinéfilo como se confiesa, ¿qué directores le interesan y cuáles podrían ser un referente para la película que prepara?
Me gusta el cine en general, del cual uno pueda rescatar algo. Ese que cuando te vas a tu casa lo recordás, el que te deja algo. El cine que acaricia la verdad, aunque no sea verdad. Necesito que me mientan bien, que me convenzan de que eso podría suceder. No me interesan mucho las películas de acción y demás. Pero tengo una referencia, debe ser porque vi todas sus películas, que es Fellini. Un director que me gusta mucho también es Fassbinder. Y Tarantino. Me gusta la arrogancia y la osadía de Tarantino. Me gustaría filmar cosas como hace Tarantino.
En "La extranjera", André interpreta a una suerte de benefactor de un pueblo, un hombre que con su fortuna ha decidido vivir en contacto con la naturaleza y otorgando su ayuda a quien la necesite, como es el caso de la protagonista de la historia, una mujer que regresa a su pueblo para cerrar cuentas con el pasado y redescubrirse en un viaje iniciático hacia sus orígenes.
Un redescubrimiento también parece haber vivido André, quien tras ese film rodó "El niño pez", de Lucía Puenzo, y la inédita "La confesión", que se estrenaría el próximo año. Con tres películas en su haber tras un alejamiento del cine que se extendió por más de 30 años, el actor planea no cortar su relación con el séptimo arte –su confeso primer amor- y planea debutar como realizador con una coproducción argentino-paraguaya en la que narrará un episodio relacionado con su infancia.
- Si bien previamente le vimos en "El niño pez", "La extranjera" fue su auténtico retorno al cine tras unas tres décadas de ausencia. ¿Por qué fue tan extenso ese alejamiento de la gran pantalla?
Porque no dependía de mí. Las pocas ofertas que tuve en todos estos años no han sido para nada tentadoras. En algunos casos porque los libros no me gustaban, y en otros casos porque eran personajes que no aportaban nada a mi carrera. Pero no han sido muchos, de todas maneras. Pero supongo que de alguna manera yo tuve que ver con esto porque al estar tan ligado a la televisión, no solo por mi imagen, que ya puede ser mucho de pronto para un proyecto de cine, para algún productor que puede tener algún tipo de prejuicio, sino también por mis tiempos. Todo contribuyó para que nadie me ofreciera algo interesante. Cuando Fernando me acercó la propuesta, me gustó el libro, la idea, el personaje y de verdad que lo hice ilusionado, pero no sabía que después de eso me iban a premiar con dos propuestas más, una es "El niño pez" y otra "La confesión", que espero se estrene el próximo año.
- ¿Qué tenía el proyecto de Fernando que le convenció para involucrarse en él?
Me pareció una linda historia, sencilla, con mucha humanidad. Este mensaje que tiene de lo bueno que es de pronto volver a las raíces, lo bueno que tiene la naturaleza y que el hombre pueda hacer uso de ella para subsistir y para salir adelante, la calidez de los personajes que parecen en la película, que luego yo pude confirmar in situ cuando fui a filmar a Bisley, me encontré que la gente es encantadora y cálida. La película tiene todo ese encantamiento que me gustó. Yo conocía poco del trabajo de Fernando pero tenía referencias de que era muy bien director, luego lo pude comprobar. Y un personaje que me parecía distinto a lo que yo había hecho en televisión, con mucha paz, generosidad, de vuelta de todo. Todo eso me atrajo.
- En esta suerte de retorno al cine manifestado en tres películas, queda por conocer "La confesión", ¿qué puede contar sobre su trabajo allí?
De las tres películas es la que más me costó. Había que hacer una composición, un detective con una vida muy tortuosa, un presente muy tortuoso, obsesivo, que vive para descubrir un crimen, y con algo oculto que lo involucraba a él. Fue una película muy fuerte, un mes de mucho trabajo. Pero tengo muchas expectativas con esa película porque realmente fue una composición.
- Desde el lugar de actor, ¿hay algo que le da el cine que la televisión no?
Mucho. Me da el tiempo, la posibilidad–tanto como en el teatro- de poder buscar el personaje, trabajarlo, hablarlo con el director, proponerle cosas, estudiar a fondo cada una de las escenas, los pequeños detalles, los tiempos. Es una posibilidad riquísima que tiene el actor, que la televisión no te la da. Los climas que se crean en un estudio de cine son diferentes a los de la televisión. Si bien en la televisión una vez que empezamos a grabar hay silencio, en lo previo sentís que corren mientras pasamos letra, en cine hay todo un silencio majestuoso con un clima muy especial, y uno se impregna de ese clima. Lo único que tiene que hacer es concentrarse en lo suyo y salir, y después queda la posibilidad de hacer un par de tomas más porque el director te lo indica o porque uno cree que puede hacer un pequeño cambio. La verdad amo el cine, amo ese tiempo, es realmente una fiesta para el actor que ama el cine. A mí me gusta muchísimo, no solo como actor también como espectador. Cuando no estaba grabando, veía cinco películas por semana. Me encanta el cine. Debe ser porque desde chico me llevaron al cine. Cuando yo llegué a Argentina, era la época de Torre Nilsson, de Lucas Demare, pero ya había problemas para filmar, no había muchas fuentes trabajo, entonces no tuve suerte de entrada. Quedó para ahora y ojalá todo esto que haga tenga una continuidad. Voy a dirigir mi película, si Dios quiere el año que viene.
- ¿De qué trata esa película?
Está basada en un guión mío y en una experiencia de vida mía a los 11 años, cuando yo era cartero en mi pueblo. Cuento todo eso en la película, con un poco de ficción. Yo vivía en un lugar que fue levantado por alemanes, donde hasta el día de hoy viven familias alemanas. Convoqué un guionista, empezamos a trabajar juntos, y eso nos llevó casi un año. En este momento está en proceso de presupuesto para el costo, y estimamos que antes de fin de año lo vamos a presentar al Incaa. Creo que salió un lindo guión, interesante, quienes lo han leído me han alentado mucho. Mi idea es hacer una coproducción con Paraguay. En este momento no tengo ningún proyecto de cine, no me han ofrecido nada, así que estoy abocado a eso.
- ¿Por qué sentió que era el momento adecuado para lanzarse como director, qué le dio la seguridad de que lo podía hacer?
Estudié el clima y sentí que podía incorporarme, que podía estar detrás de una cámara. Yo he tenido una experiencia como director, dirigí dos miniseries, una que se hizo acá con Grecia Colmenares para Italia y otra que dirigí en Paraguay. Y yo no olvido mi experiencia como director. Me di cuenta que me gustaba más dirigir que actuar. Es apasionante, te llena muchísimo. Cuando me indicaban que tenía que actuar me molestaba porque quería dedicarme a full a dirigir, tengo muy buena comunicación con los actores. De pronto, surge esta posibilidad y me siento capacitado. Creo tener una buena visión de narrador. Con el apoyo de un buen director de fotografía, si tengo en mis manos algo que conozco muy bien, como en este caso, que se trata del lugar donde he nacido, creo poder contarlo en la pantalla y poder emocionar a la gente.
- Siendo un cinéfilo como se confiesa, ¿qué directores le interesan y cuáles podrían ser un referente para la película que prepara?
Me gusta el cine en general, del cual uno pueda rescatar algo. Ese que cuando te vas a tu casa lo recordás, el que te deja algo. El cine que acaricia la verdad, aunque no sea verdad. Necesito que me mientan bien, que me convenzan de que eso podría suceder. No me interesan mucho las películas de acción y demás. Pero tengo una referencia, debe ser porque vi todas sus películas, que es Fellini. Un director que me gusta mucho también es Fassbinder. Y Tarantino. Me gusta la arrogancia y la osadía de Tarantino. Me gustaría filmar cosas como hace Tarantino.