El argentino Santiago Loza estrena "La invención de la carne"

por © Escribiendocine-NOTICINE.com
Santiago Loza y Umbra Colombo, en Locarno
Santiago Loza y Umbra Colombo, en Locarno


Tras pasar por Locarno y Mar del Plata, entre otros festivales, llega este jueves a los cines argentinos "La invención de la carne", la nueva cinta de Santiago Loza (“Extraño”, “Cuatro mujeres descalzas”), que narra una insólita relación entre personajes que se cruzan en una facultad de medicina. Umbra Colombo y Diego Benedetto son una mujer que se gana la vida entregando su cuerpo a prácticas para estudiantes de medicina, y uno de esos jóvenes, que se obsesiona con ella.

"Es una película de silencios y espacios amplios -ha dicho Loza-, los personajes permanecen sin que alguien repare en ellos. La imagen tiene un enrarecimiento que proviene de la subjetividad de los personajes. Teñida de una zona cercana al ensueño. Los lugares despoblados por donde circulan los seres, los mínimos sonidos, el agua, el líquido de los frascos, dan una atmósfera de irrealidad -explicó Loza-. La búsqueda primaria de la paternidad de Mateo, la necesidad de afecto del personaje de María, la intensidad de esas fuerzas que no podrán encontrarse, genera la tensión del relato. En ese desencuentro evidente, ellos descubren una forma de unión inesperada".

Umbra Colombo (premiada por su interpretación en Locarno) y Diego Benedetto componen en "La invención de la carne" a dos personajes atormentados, sufridos, carentes de amor de una manera increíblemente poética pero a su vez lúgubre. Los planos contrapuestos de la primera escena que terminan en los ojos de cada uno de ellos, servirán para marcar desde ese momento la tormenta interior que atraviesa cada uno por separado que provocando una comunión. Personajes tortuosos pero que no buscan la redención, sólo buscan escapar de su mundo interior, y ésto es lo que logra darle el sentido total que la historia busca.

El tratamiento sonoro es, sin duda, uno de los puntos más fuertes en La invención de la carne. Éste cobra un protagonismo absoluto, no sólo en la utilización de la banda musical compuesta por Christian Basso, sino -también- en el uso del sonido ambiente mezclado de tal forma que acompaña rítmicamente cada uno de los silencios, como si se tratara de una música incidental.