Nicolás Muñoz escribe sobre "Animales de compañía"

por © Redacción-NOTICINE.com
Nicolás Muñoz
Nicolás Muñoz


Por Nicolás Muñoz (*)

La familia es una mina de ideas para hacer películas. No existe mayor fuente de conflictos, muchos de ellos tremendamente cómicos. Y no hay mejor situación para utilizar esos elementos que una cena familiar. Una mesa con comida, y varios personajes sentados alrededor. Con esas premisas Rodrigo y yo nos sentamos a escribir. Parecía sencillo, y enseguida nos quedó claro que hacer progresar la tensión, conseguir que la historia se regenerase durante noventa minutos, sin aspavientos, creando una sensación de naturalidad, en pocos escenarios, en el marco de una única noche, no era fácil.

En la comedia es además muy peligroso escoger el camino de menor resistencia, el supuestamente más comercial. Tal vez es por eso por lo que “Animales de compañía” tiene un componente dramático importante. Al profundizar en las situaciones cómicas aparece casi siempre el drama. Por tanto, conseguir equilibrar el drama y la comedia ha sido una de las tareas a las que hemos tenido que estar más atentos.

La dirección

Hace años, un amigo de visita en un rodaje, comentó que ser director era un chollo, que el director no hacía nada. En el fondo estoy de acuerdo con él. No logro entender qué me causa tanto estrés en los rodajes, por qué me paso las noches en vela, por qué adelgazo un kilo por semana. Es verdad que en cualquier trabajo en equipo hace falta un jefe, alguien que modere y arbitre, y es verdad que sin ese mediador el proyecto puede acabar fácilmente en un lugar distinto del pretendido, pero sinceramente, creo que los directores españoles tenemos más mérito por ser los motores del noventa por ciento de los proyectos que se ruedan, que por dirigirlos. Hacer cine en España es, cada día más, una quimera. Es difícil entender tanto tesón, tanta energía dedicada a algo que en muy contadas ocasiones recompensa en la justa medida. He tardado nueve años en rodar mi segunda película. Años dedicados a intentar poner en marcha proyectos; y a escribir novelas como válvula de escape. Ha sido una época dura, en la que el sentido común me decía que lo sensato era tirar la toalla, buscar otro oficio. Pero no sé hacer otra cosa, no quiero hacer otra cosa que contar historias.

Los actores

“Animales de compañía” es una película de actores, o de personajes, que debería de ser lo mismo. Por ello, por la enorme importancia que tiene el reparto, el casting fue el proceso más angustioso. Finalmente conseguimos mantener el noventa por ciento del reparto soñado, pero el camino, por qué no decirlo, estuvo sembrado de dudas. Siempre fui consciente de que cualquier error causaría un daño irreparable en una película que es absolutamente coral. Y también de que para lograr una película algo más que correcta necesitábamos algo más que interpretaciones correctas.

Sólo puedo tener palabras de agradecimiento para todo el reparto. Se han volcado en su trabajo, han creado un ambiente de camaradería a la vez que provocaban auténticos duelos interpretativos. Sé que todos recordarán este rodaje como algo especial. Y estoy convencido de que nosotros hemos conseguido captar con la cámara ese algo especial. Este es el cine que nos gusta. Nos gusta ver la pantalla habitada por gente, con sus alegrías, y sus miserias.

(*): Aunque "Animales de compañía" se estrenó hace más de un año en la Semana de Cine de Valladolid, llega este miércoles a las salas comerciales españolas, como el último lanzamiento nacional del año. Nicolás Muñoz, su realizador, inició su trayectoria profesional como camarógrafo para luego escribir y realizar cinco cortometrajes y dos largometrajes, "Rewind" (1999), y "Animales de compañía", rodado en febrero de 2008.