Ricardo Darín vuelve al teatro con "Art" mientras espera nuevos éxitos en cine
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Desde el próximo fin de semana, terminadas ya todas las fiestas navideñas, Ricardo Darín vuelve al trabajo, esta vez no a la gran pantalla que tantas alegrías le deparó el pasado 2009, sobre todo con "El secreto de sus ojos", sino con una obra de teatro que lleva años representando en la Argentina y España, "Art". Permanecerá con ella en el escenario del Tabarís hasta marzo, inicialmente, con posibilidad de permanecer más tiempo si el público acompaña. Más adelante tendrá que estrenar -ya en cine- "Carancho", la cinta en la que por primera vez trabaja con un compatriota muy apreciado fuera, Pablo Trapero. De momento no tiene otro proyecto en cine a corto plazo.
"Siempre tenemos ganas -explica el actor al diario La Nación sobre "Art"- de hacer esta obra. Es un laburo, pero placentero. El teatro es placentero en sí mismo. Es otra metodología de trabajo porque tiene algo de ritual que es muy lindo. Esta es una pieza que siempre nos llenó de alegría. Es un placer porque el hecho de conocer lo que va a ocurrir con la gente no te inhabilita al proceso más lindo que es el tener que pasar por todas las instancias previas, como si fuera la primera vez".
El también protagonista de grandes éxitos del cine nacional como "Nueve reinas" y "El hijo de la novia", y de la reciente "El baile de la Victoria", dirigida por el español Fernando Trueba, explica su placer por actuar cara al público y la diferencia entre teatro y cine: "La metodología en el cine es muy perversa para el actor. Entre otros motivos, el trabajo está muy subdividido entre tantas tomas, secuencias y escenas como decida el director. Pero, además, por cuestiones de locaciones, de presupuestos y demás, difícilmente se pueda seguir una historia en forma cronológica. Es muy difícil ese salto al vacío de la escena 8 a la 123 en el mismo día porque la locación es la misma. Eso es perverso".
Darín, que el próximo día 16 cumplirá 53 años, está tentado de probar suerte de nuevo del otro lado de la cámara (En 2007 realizó "La señal", sobre un texto póstumo de su amigo Eduardo Mignogna), aunque aún no ha encontrado otro guión que lo motive a dar ese salto. "He acortado obstáculos entre la cámara y yo. Hay muchas cosas para aprender en el método del trabajo de cine para los actores y no hay muchos lugares donde aprenderlo más que haciendo cine. Entonces, eso supone, de alguna forma, que debés quemar algunas experiencias para empezar a entender de qué se trata. Mi sensación es que el actor tiene las herramientas, pero las pone al servicio de otra persona, mientras que en el teatro todo eso pasa durante los ensayos, pero hay un momento determinado en el que vos, como actor, estás a cargo y en control de lo que tenés que hacer", dice.
2010 en cine puede brindar -además del estreno (quizás en Cannes) de "Carancho", donde interpreta a un gris abogado que persigue ambulancias para captar clientes, al internacional astro porteño rentas en Hollywood de sus trabajos del año precedente, ya que tanto la argentina "El secreto de sus ojos" como la española "El baile de la Victoria" fueron elegidas por sus respectivos países para acudir a los premios de la Academia norteamericana, pero ello -según explica a La Nación- no le quita el sueño: "Claro que no es un premio más y posiblemente sea el más importante en términos de repercusión, tanto para "El secreto..." como para "El baile...". Pero falta tanto filtro para que llegue que mejor ni enterarse. No soy necio y reconozco que si entrás en el lote, es algo importante. Pero en lo personal, artísticamente, no me mueve un pelo. Esto no quiere decir que no tenga importancia para mí. Seguramente pasaré a formar parte del grupo al que hipotéticamente le llegó la bendición papal. Pero artísticamente no cambia nada porque muchas veces no estuve de acuerdo con los premios que dieron. Entonces, ahora sería hipócrita decir que me gustan mucho porque está nuestra película".
Con el español Trueba fue su primera experiencia, pero Campanella, el director de la exitosísima "El secreto de sus ojos" (Dos millones y medio de espectadores sólo en la Argentina), forma parte de su vida como actor, y reconoce que tiene una relación profesional en la que la conexión es única. "Sé perfectamente qué quiere y adónde va. Me conoce muchísimo desde el momento de la escritura. Noto que, cuando escribe, está poniendo mi cara. Hay una conexión difícil de explicar. Es fundamental con quién trabajás porque solo no podés hacer nada. Por eso nunca me creo nada. Messi juega como lo hace en el Barcelona porque está con Iniesta y Xabi González que le generan juego permanente. Dependés de la generosidad del otro, de la confianza, de las habilidades. De un grupito sin veleidades", asegura.
"Siempre tenemos ganas -explica el actor al diario La Nación sobre "Art"- de hacer esta obra. Es un laburo, pero placentero. El teatro es placentero en sí mismo. Es otra metodología de trabajo porque tiene algo de ritual que es muy lindo. Esta es una pieza que siempre nos llenó de alegría. Es un placer porque el hecho de conocer lo que va a ocurrir con la gente no te inhabilita al proceso más lindo que es el tener que pasar por todas las instancias previas, como si fuera la primera vez".
El también protagonista de grandes éxitos del cine nacional como "Nueve reinas" y "El hijo de la novia", y de la reciente "El baile de la Victoria", dirigida por el español Fernando Trueba, explica su placer por actuar cara al público y la diferencia entre teatro y cine: "La metodología en el cine es muy perversa para el actor. Entre otros motivos, el trabajo está muy subdividido entre tantas tomas, secuencias y escenas como decida el director. Pero, además, por cuestiones de locaciones, de presupuestos y demás, difícilmente se pueda seguir una historia en forma cronológica. Es muy difícil ese salto al vacío de la escena 8 a la 123 en el mismo día porque la locación es la misma. Eso es perverso".
Darín, que el próximo día 16 cumplirá 53 años, está tentado de probar suerte de nuevo del otro lado de la cámara (En 2007 realizó "La señal", sobre un texto póstumo de su amigo Eduardo Mignogna), aunque aún no ha encontrado otro guión que lo motive a dar ese salto. "He acortado obstáculos entre la cámara y yo. Hay muchas cosas para aprender en el método del trabajo de cine para los actores y no hay muchos lugares donde aprenderlo más que haciendo cine. Entonces, eso supone, de alguna forma, que debés quemar algunas experiencias para empezar a entender de qué se trata. Mi sensación es que el actor tiene las herramientas, pero las pone al servicio de otra persona, mientras que en el teatro todo eso pasa durante los ensayos, pero hay un momento determinado en el que vos, como actor, estás a cargo y en control de lo que tenés que hacer", dice.
2010 en cine puede brindar -además del estreno (quizás en Cannes) de "Carancho", donde interpreta a un gris abogado que persigue ambulancias para captar clientes, al internacional astro porteño rentas en Hollywood de sus trabajos del año precedente, ya que tanto la argentina "El secreto de sus ojos" como la española "El baile de la Victoria" fueron elegidas por sus respectivos países para acudir a los premios de la Academia norteamericana, pero ello -según explica a La Nación- no le quita el sueño: "Claro que no es un premio más y posiblemente sea el más importante en términos de repercusión, tanto para "El secreto..." como para "El baile...". Pero falta tanto filtro para que llegue que mejor ni enterarse. No soy necio y reconozco que si entrás en el lote, es algo importante. Pero en lo personal, artísticamente, no me mueve un pelo. Esto no quiere decir que no tenga importancia para mí. Seguramente pasaré a formar parte del grupo al que hipotéticamente le llegó la bendición papal. Pero artísticamente no cambia nada porque muchas veces no estuve de acuerdo con los premios que dieron. Entonces, ahora sería hipócrita decir que me gustan mucho porque está nuestra película".
Con el español Trueba fue su primera experiencia, pero Campanella, el director de la exitosísima "El secreto de sus ojos" (Dos millones y medio de espectadores sólo en la Argentina), forma parte de su vida como actor, y reconoce que tiene una relación profesional en la que la conexión es única. "Sé perfectamente qué quiere y adónde va. Me conoce muchísimo desde el momento de la escritura. Noto que, cuando escribe, está poniendo mi cara. Hay una conexión difícil de explicar. Es fundamental con quién trabajás porque solo no podés hacer nada. Por eso nunca me creo nada. Messi juega como lo hace en el Barcelona porque está con Iniesta y Xabi González que le generan juego permanente. Dependés de la generosidad del otro, de la confianza, de las habilidades. De un grupito sin veleidades", asegura.