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Aunque comenzará unos días después, pronto coincidirán en céntricas salas capitalinas y en otras del resto del país las dos muestras de cine ruso como una de las más importantes actividades colaterales de la Feria Internacional del Libro, cuyo país invitado de honor, bien se sabe, es ese inmenso país del Este que tanto tesoro artístico acumula en su legado.

Ya hablábamos desde este mismo sitio del ciclo dedicado a los clásicos (Multicine Infanta, todo febrero); en esta ocasión, y a tono con el evento literario, basados en novelas y relatos rusos y soviéticos. Ahora lo haremos de la otra cara: cine contemporáneo, la Rusia "posmuro", la que comenzó a partir de los 90 a desarrollar un estilo de vida capitalista enterrando su pasado de más de 70 años inmerso en el socialismo. Esto tendrá lugar del 15 al 21 en el cine La Rampa.

La premiére de este breve pero intenso y representativo recorrido por el cine ruso de hoy mismo será un drama bélico: "Alexandra" (2007), del ya bastante conocido y polémico Alexander Sokurov ("El arca rusa"), en torno a una anciana que llega a cierta instalación militar para visitar a su nieto, un oficial del Ejército.

Deliberadamente moroso, para trasmitir una sensación de tiempo congelado, el film es un alegato antibelicista que juega con los silencios y los close up para enfatizar en el absurdo de toda guerra.

"72 metros" (2004), de Vladimir Jotinenko, sigue a un submarino que sufre una avería, con todos los esfuerzos de la tripulación que a esa distancia mar abajo que titula el filme se las ingenia para sobrevivir. Suspense, tensión, canto a la solidaridad y el empeño humanos en situaciones límites, será de los estrenos sin dudas más populares.

Moviéndose en un terreno más íntimo, nada épico, "Destierro" (2007, Andréi Zviaguintsev) no deja de pulsar otra circunstancia extrema: un hombre que debe decidir entre perdonar o matar a su esposa al enterarse de que está embarazada de otro.

"Un viaje con animales domésticos" (2007) significa, entre otras, la cada vez más nutrida presencia de la mujer tras la cámara: Vera Storosheva nos acerca a  otra pareja disfuncional, la que forman Natalia y un marido cruel y limitado mentalmente, que al morir permite a la joven liberarse de los prejuicios y rezagos del pasado e iniciar una nueva vida.

Por último, "Cosas simples" (2007), de Alexéi Popogrébskiy, sobre los grandes problemas domésticos y sociales que atormentan a un anestesiólogo, que de pronto se enfrenta a otra difícil disyuntiva: un buen salario por atender a un otrora famoso actor que ahora es un anciano caprichoso.

Entre la tragedia y la comedia, sea en dramas desgarradores o en comedias reflexivas (o la mezcla de ambos registros) el cine ruso contemporáneo llega a las pantallas cubanas complementando el reflejo que de la vida rusa de ayer y hoy nos entregarán los muchos libros que del gran país eurasiático se pondrán a la venta por estos días en la Feria.

Así que, de los inmensos paneles repletos de libros en la Cabaña y la otras sedes de la Feria, ya saben: al cine La Rampa y las salas de provincia que acojan estos motivadores films de la Rusia de hoy.