"Hidalgo" aspira a ser el éxito mexicano del Bicentenario

por © Hugo Lara / Correcámara-NOTICINE.com
Una escena del film de Serrano
Una escena del film de Serrano


Le ha tocado al cineasta Antonio Serrano ("Sexo, pudor y lágrimas") ocupar la fecha de honor de las celebraciones (o mejor digamos conmemoraciones) del Bicentenario de la Independencia, pues su film "Hidalgo, la historia jamás contada" (2010) será estrenada en grande con 500 copias justamente este jueves 16 de septiembre, cuando se cumplen los 200 años del inicio de la gesta insurgente. Demian Bichir y Ana de la Reguera son sus principales figuras.

El film, que forma parte de la serie de telefims españoles "Libertadores", narra ciertos pasajes de la vida de Miguel Hidalgo y Costilla, el héroe que encabezó la Independencia de México frente a la dominación de España. El personaje es retratado en tres etapas de su vida, de su adolescencia a la víspera de su ejecución, pero supuestamente desprendido de su acartonado altar como héroe de la patria para situarlo en un hábitat terrenal, entre dilemas e ilusiones humanas. Así, la película acude a algunas referencias auténticas de la vida del personaje aunque hay una fuerte dosis de  ficción en el relato, basado en un guión de Leo Mendoza.   

"Gran parte es una ficción –comenta Serrano— porque del pedazo de la vida que contamos de Hidalgo en la película se conoce muy poco, simplemente que fue expulsado de Valladolid (la actual Morelia), lo enviaron a Colima, donde montó a Moliére, no saben si porque se enamoró de una mujer o por su predilección por el Tartuffo… esos son los únicos datos. Todo lo que está tejido alrededor de esto es ficción pura, pero la historia siento que también es pura ficción del que la cuenta, la misma que nos enseñan en los libros. Y al principio sí me daba miedo, porque es un ícono, es un idolo, es un héroe, pero ya trabajando en el proceso del guión y de la película, se convirtió en un personaje de carne y hueso".  

Serrano ha dado con este nuevo film un salto en cuanto a temas y ambientes se refiere, pues su carrera cinematográfica se había centrado en dramas contemporáneos, como la exitosa comedia "Sexo, pudor y lágrimas" (1998), su opera prima basada en su propia obra de teatro, en la que aborda los conflictos de pareja de hombres y mujeres en plena crisis de los treintantantos, en el ámbito de las clases altas de la Ciudad de México. En su segundo largometraje, "La hija del canibal" (2002), adaptó la novela homónima de la española Rosa Montero para seguir en el entorno de personajes con aires cosmopolitas arrojados a los barrancos existenciales. Después dirigiría un episodio del film "Cero y van cuatro" (2004), alrededor de la violencia y el crimen en la Ciudad de México. "Hidalgo" es su primera película de corte histórico, que lo pone en el reto de tratar a los héroes y las grandes gestas del pasado, normalmente vistos por el cine nacional con exceso de patrioterismo y solemnidad, como bustos de piedra monolíticos e intocables.  

Ana de la Reguera es Josefa Quintana"Fue difícil sobre todo en un  país tan solemne como el nuestro -reflexiona el director- en el que la cultura siempre se hace seria, se hace profunda entre comillas, pues tiene que ver con el dolor, con el sufrimiento. Al menos lo que plantea esta historia y lo que narra esta parte de este Miguel Hidalgo, es su parte contraria, su parte juguetona, su parte desmadrosa, su parte irrverente, su parte blasfema, su parte más libre en ese sentido. Al final, creo que va a ser la metáfora de la película esa libertad interior, lejos de toda solemnidad, todo patrioterismo, es decir, lo que lo llevó a levantarse en armas contra un imperio".   

Serrano se inclinó tempranamente por las artes escénicas lo que a principios de los años ochentas lo llevó a estudiar teatro en la Royal Weber Academy of Dramatic Art, en Inglaterra, así como  en Dinamarca, París y Venecia. No parece casual entonces que haya establecido en "Hidalgo, la historia jamás contada" un ángulo relevante sobre la afición del cura libertador por el teatro.  

El cineasta mexicano se ha apoyado en un equipo de trabajo de primer nivel, protagonizada por Demian Bichir y Ana de la Reguera, quienes encabezan un reparto de 50 actores. Hidalgo es una más de las producciones fílmicas que fueron apoyadas por el IMCINE para conmemorar las fiestas bicentenarias. La distribución corre a cargo de la poderosa compañía multinacional 20th Century Fox, que ha planeado uno de los lanzamientos más grandes para una película mexicana.   

Para el cineasta, Hidalgo no es una película que busque explicar la historia de una forma convencional, pues la idea es descubrir al personaje auténtico y su circunstancia dentro de su contexto histórico, a través de una lente cristalino, que permita verlo con frescura y, al mismo tiempo, con verosimilitud, alejado de la imagen de las estampitas de papelería, la de la figura hierática del libro escolar para presentar, en cambio, un héroe más sexy.

Una escena del film de Serrano"Lo que es horrible es que a Hidalgo siempre te lo ponen como un anciano venerable —afirma Serrano— Y es tristísima la asociación que suele tener con la Virgen de Guadalupe, en este país guadalupano hundido en la adoración de una imagen que se cree que va a resolver los problemas. La película es antirreligiosa en ese sentido, contra la religión enajenante y estupidizante que hemos tenido. En ese sentido yo veo una película y un héroe optimista. Es más fácil identificarse en el siglo XXI con un personaje cómo éste, como el que nosotros creeemos que fue Miguel Hidalgo, que con aquel héroe de cartón. Dicen que el que está en los billetes ni siquiera es él, sino un sacerdote belga que era el cura de Maximiliano, porque había que mostrar una imagen benevolente, incuestionable, y religiosa. Y no la de este cura loco, divertido y apasionado, que creo que está reflejado en esta película".  

Serrano señala que rodar un filme como Hidalgo —bajo la producción de Luis Urquiza y los españoles José María Morales y Sancho Gracia— ha sido complicado, toda vez que el cine histórico requiere de una fuerte inversión para recrear la época adecuadamente, los escenarios, vestuarios, multitudes y demás recursos. Aun así, este film que tuvo un presupuesto cercano a los 50 millones de pesos (unos 4 millones de dólares) se visualiza como uno de los más vistosos de la temporada del Bicentenario.

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