Colaboración: "Capitán Trueno", crónica de una tormenta anunciada
- por © NOTICINE.com
Por Jon Apaolaza
Ya está liada. La loca aventura de Pau Vergara para llevar al cine al mítico personaje del comic que alegró la infancia a varias generaciones de españoles (pero no de los niños o adolescentes de este siglo XXI) ha llegado a los cines con resaca polémica. "Capitán Trueno y el Santo Grial", una de las producciones españolas más caras del año, se ha estrenado por debajo de las expectativas, y envuelta en pases retrasados, cancelaciones de presentaciones promocionales y quejas del protagonista, que acusa al citado productor de haber dejado una estela de facturas pendientes.
Es normal que el trueno anticipe la tormenta y un buen chaparrón. El proyecto, que para nada era nuevo en el cine español, siempre pareció demasiado arriesgado, y por eso un productor con mucha más experiencia y trayectoria que Vergara tiró hace rato la toalla.
La aventura épica es sobre todo cosa de Hollywood, o al menos de una coproducción internacional que garantice una amplia distribución. Pero para ello se necesita una materia prima capaz de seducir a un público de distintas nacionalidades. No nos engañamos, es no era el caso de El Capitán Trueno, un personaje hoy por hoy familiar para los mayores de 40, sobre todo, y que dice poco incluso a las nuevas generaciones de españoles. Ya no digamos fuera donde nadie lo conoce. Así lo vio Julio Fernández, el responsable de Filmax que hace más de una década se planteó trasladar el comic y contrató primeramente a Juanma Bajo Ulloa para llevarlo a la gran pantalla.
Las ambiciones del vasco eran notables y chocaron con lo que Fernández podía poner sobre la mesa economicamente hablando. Filmax lo siguió intentando durante algunos años más, pero experiencias millonarias como la de "Alatriste" acabaron por revelar lo evidente: no había negocio posible.
El tiempo pasó, los derechos adquiridos al creador del personaje, Víctor Mora, caducaron y he aquí que apareció Vergara, un productor y director de escasa experiencia y poco más de 30 años cuando convenció al guionista del tebeo español más famoso de los años 50 y 60 para que le permitiera intentarlo. Entonces -hace cinco años- anunció un proyecto de 25 millones de euros, claramente fuera de cualquier planteamiento racional. Al final dice -él- que la película ha costado 10 millones, y con eso se ha tenido que contratar a un elenco cuanto menos discreto en lo que a fama se refiere, a un director artesano pero sin mucha idea de coordinar batallas que ha hecho lo que ha podido a partir del guión del propio Vergara, y a unos técnicos que tampoco estaban en condiciones de lograr algo mejor con el dinero real que debieron manejar.
El voluntarismo es mal consejero en el mundo del cine. "Capitán Trueno y el Santo Grial", sobre la que Disney en España apostó fuerte, al menos en número de copias (no tanto en promoción, aunque tampoco es que como algunos medios apuntan no haya habido publicidad...), se estrenaba el pasado fin de semana con resultados discretos en cuando a taquilla, que serían positivos para una producción nacional más modesta en presupuesto, pero no para un film caro, aunque en el fondo demasiado barato para el género y el requerimiento de una aventura medieval de estas características.
Para colmo, se dice que el rodaje en sí abrió algunas heridas, y la inexperiencia de Vergara como productor se ha puesto de manifiesto entonces y ahora en la organización del lanzamiento del film, con pases cancelados o retrasados, incomparecencias en presentaciones de los actores (alguno de los cuales como el protagonista, Peris Mencheta, se han quejado de caos en la planificación), falta de alianza con un canal fuerte de televisión o de coproductores extranjeros... y por otro lado malas críticas y comentarios negativos de los espectadores. Esperaban una taquilla global de 7 millones de euros y dificilmente parece que alcance mucho más allá de los 2 millones.
Habrá quien piense que al fin y al cabo el cine es un negocio arriesgado donde los haya, y que han tenido mala suerte. Pero que no se engañen: nunca estuvieron no sólo a la altura del personaje y sus historias, sino ni siquiera a la de sus propias desmesuradas ambiciones. Es un tormenta con riada y desastre anunciado. Lástima que el pobre Capitán acabe ahogado para siempre.
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Ya está liada. La loca aventura de Pau Vergara para llevar al cine al mítico personaje del comic que alegró la infancia a varias generaciones de españoles (pero no de los niños o adolescentes de este siglo XXI) ha llegado a los cines con resaca polémica. "Capitán Trueno y el Santo Grial", una de las producciones españolas más caras del año, se ha estrenado por debajo de las expectativas, y envuelta en pases retrasados, cancelaciones de presentaciones promocionales y quejas del protagonista, que acusa al citado productor de haber dejado una estela de facturas pendientes.
Es normal que el trueno anticipe la tormenta y un buen chaparrón. El proyecto, que para nada era nuevo en el cine español, siempre pareció demasiado arriesgado, y por eso un productor con mucha más experiencia y trayectoria que Vergara tiró hace rato la toalla.
La aventura épica es sobre todo cosa de Hollywood, o al menos de una coproducción internacional que garantice una amplia distribución. Pero para ello se necesita una materia prima capaz de seducir a un público de distintas nacionalidades. No nos engañamos, es no era el caso de El Capitán Trueno, un personaje hoy por hoy familiar para los mayores de 40, sobre todo, y que dice poco incluso a las nuevas generaciones de españoles. Ya no digamos fuera donde nadie lo conoce. Así lo vio Julio Fernández, el responsable de Filmax que hace más de una década se planteó trasladar el comic y contrató primeramente a Juanma Bajo Ulloa para llevarlo a la gran pantalla.
Las ambiciones del vasco eran notables y chocaron con lo que Fernández podía poner sobre la mesa economicamente hablando. Filmax lo siguió intentando durante algunos años más, pero experiencias millonarias como la de "Alatriste" acabaron por revelar lo evidente: no había negocio posible.
El tiempo pasó, los derechos adquiridos al creador del personaje, Víctor Mora, caducaron y he aquí que apareció Vergara, un productor y director de escasa experiencia y poco más de 30 años cuando convenció al guionista del tebeo español más famoso de los años 50 y 60 para que le permitiera intentarlo. Entonces -hace cinco años- anunció un proyecto de 25 millones de euros, claramente fuera de cualquier planteamiento racional. Al final dice -él- que la película ha costado 10 millones, y con eso se ha tenido que contratar a un elenco cuanto menos discreto en lo que a fama se refiere, a un director artesano pero sin mucha idea de coordinar batallas que ha hecho lo que ha podido a partir del guión del propio Vergara, y a unos técnicos que tampoco estaban en condiciones de lograr algo mejor con el dinero real que debieron manejar.
El voluntarismo es mal consejero en el mundo del cine. "Capitán Trueno y el Santo Grial", sobre la que Disney en España apostó fuerte, al menos en número de copias (no tanto en promoción, aunque tampoco es que como algunos medios apuntan no haya habido publicidad...), se estrenaba el pasado fin de semana con resultados discretos en cuando a taquilla, que serían positivos para una producción nacional más modesta en presupuesto, pero no para un film caro, aunque en el fondo demasiado barato para el género y el requerimiento de una aventura medieval de estas características.
Para colmo, se dice que el rodaje en sí abrió algunas heridas, y la inexperiencia de Vergara como productor se ha puesto de manifiesto entonces y ahora en la organización del lanzamiento del film, con pases cancelados o retrasados, incomparecencias en presentaciones de los actores (alguno de los cuales como el protagonista, Peris Mencheta, se han quejado de caos en la planificación), falta de alianza con un canal fuerte de televisión o de coproductores extranjeros... y por otro lado malas críticas y comentarios negativos de los espectadores. Esperaban una taquilla global de 7 millones de euros y dificilmente parece que alcance mucho más allá de los 2 millones.
Habrá quien piense que al fin y al cabo el cine es un negocio arriesgado donde los haya, y que han tenido mala suerte. Pero que no se engañen: nunca estuvieron no sólo a la altura del personaje y sus historias, sino ni siquiera a la de sus propias desmesuradas ambiciones. Es un tormenta con riada y desastre anunciado. Lástima que el pobre Capitán acabe ahogado para siempre.
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