Hablamos con Osmar Nuñez, premiado en Huelva, sobre el miedo de ser Perón
- por © J.A.-NOTICINE.com
Osmar Nuñez vive para la actuación. Disfruta exhibiéndose ante un público, con esa cercanía de la presencia física, de ahí que se haya prodigado más en la escena que en los rodajes. No obstante, la reciente presencia de su película Juan y Eva" en el Festival de Huelva le pilló en plena gira teatral por Europa. Pero los madrugones para tomar aviones le trajeron suerte... Y un Colón de Plata el pasado fin de semana por su papel del general Juan Domingo Perón en la cinta de Paula Luque "Juan y Eva", después de otro carismático personaje en la aplaudida "La mirada invisible". Hablamos en exclusiva con el también interprete de cintas como "El nido vacío", "Encarnación" o "El custodio".
- El suyo es quizás el Perón más humano que hemos visto en la pantalla...
Yo no se si tuve la suerte de que tomamos un Perón menos militar, menos revolucionario, menos... de todo aquello que ya sabemos del general. Esta es una historia de amor, sobre todas las cosas. Entonces, uno se encuentra con un Perón quizás más vulnerable en lo afectivo, en esta vinculación que tiene con Eva, vive enamorándose en toda la película, Así que es un Perón desconocido, incluso para nosotros los argentinos. Si bien la película parte de momentos históricos concretos, nunca hubo una cámara en la intimidad de Juan y Eva. Entonces. el imaginario de la directora, de los actores y de todo el equipo... se ha desplazado intencionalmente de todo lo histórico. Nos hemos ido por otro lado, por suerte. Nos queríamos alejar de la caricatura, de la composición gorda de estos personajes, que son por otro lado tentadores de componerlos, y estoy pluralizando porque ha sido un trabajo muy de equipo. Nos hemos acercado mucho más a la interpretación, a tomar ciertos pensamientos, ciertos comportamientos físicos, internos, sin dibujar demasiado a estos personajes, sino de tratar de bajarlos, de sacarlos del bronce.
- Imagino que cuando a un actor argentino lo llaman para hacer de Perón... no debe responder inmediatamente. No es lo mismo que hacer cualquier otro personaje ¿Le entraron sudores fríos?
Bastantes sudores fríos... Lo que sucedió con esta producción en particular es que tuvimos como un año de trabajo previo. Nos encontramos casi todas las semanas. De manera que llegamos al set habiendo discutido, habiendo sacado todos esos fantasmas, esos miedos... que de la única manera que se pueden sacar es trabajando, intercambiando con tus compañeros, con la directora. Fui venciendo el miedo con el devenir de los ensayos, pero por supuesto cuando te proponen un personaje como Perón, y sobre todo que es en Argentina, no haces de él en otro lugar... Hacer de Perón en la Argentina es como hacer del Obelisco, el monumento fundamental de la capital. Es casi imposible de interpretar. Fue una gran responsabilidad, pero al sacarlo del bronce, al humanizarlo y acercarlo a la gente, al crear este vínculo amoroso, hemos encontrado su propio Perón y la propia Eva... Fue con mucha duda al principio. No estaba convencido de aceptar, pero era una gran oportunidad, un desafío actoral importante. Estar en la cornisa es algo que a los actores nos atrae.
- Y ahora ha tenido la recompensa de un premio de actuación en Huelva...
Sí, creo que hemos llegado a un buen resultado. Estoy muy feliz por lo que ha pasado con la película y mi interpretación. No me interesaba hacer una película partidista, partidaria, que tuviera que ver con el peronismo propiamente dicho. Lo que queremos los que dedicamos al arte es hacer algo para todos, para los "gorilas", como decimos en la Argentina a los opositores, para los peronistas, para los radicales... para la gente, para el público en general. Y esto ha pasado, ha funcionado con cierta crítica opositora al régimen actual, que se han emocionado con la película, y también con los peronistas, que tampoco teníamos seguros, porque hay ciertas oscuridades también de estos personajes. No es solamente la historia de amor... las luces y las oscuridades, los encuentros y desencuentros, la cierta violencia que hay por momentos en esta relación. Se están conociendo. Esto es lo interesante de la etapa que toma esta película, una etapa no conocida ni por el cine ni por la literatura, esto que ocurre después de la tragedia del Terremoto de la provincia de San Juan, en 1944, es un "flash" que tiene Perón con Eva. Y creo que entra por su inteligencia, a pesar de que a él le gustaban las jovencitas. Hubo una gran atracción intelectual. Era una mujer muy inteligente, muy osada, muy lanzada... Y Perón es un lanzado mucho más interno, un estratega... Ella es la que hacía la catarsis. Este encuentro con Eva, el primero que tiene con ella, en el que ella propone hacer determinadas cosas para ayudar a la gente de San Juan, eso fue un "flash" para Juan, y esto es lo interesante de la película, que tratamos la historia de amor, de un hombre y una mujer enamorándose.
- Siempre se habla de una forma diferente de dirigir por parte de las mujeres. ¿Tiene Paula de Luque esa mirada femenina diferente?
Si, creo que sí, es una mirada muy amplia también, porque a veces cuando decimos femenina, feminista o masculina... Pero es la tercera vez que trabajo con Paula de Luque y tiene una sensibilidad diferente, y las tres son historias de amor, casualmente. Ella es una mujer a quien las historias de amor la atraen. Tiene una mirada muy profunda y muy sensible en lo que respecta a los hombres. Y te seduce y te conduce por el camino que ella te quiere llevar... Y te sorprende. Yo hice con ella "El vestido", donde hacía de un hombre muy fragil y muy sensibilizado por el amor. La primera historia ("15 minutos de gloria") también era un triángulo. Siempre se mete en camisa de once varas. No es sencillo pero sí muy atractivo. La mirada de Paula en las historias de amor... creo que es una de las mujeres en la Argentina que puede hablar de ello largo, porque lo sabe hacer muy bien.
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- El suyo es quizás el Perón más humano que hemos visto en la pantalla...
Yo no se si tuve la suerte de que tomamos un Perón menos militar, menos revolucionario, menos... de todo aquello que ya sabemos del general. Esta es una historia de amor, sobre todas las cosas. Entonces, uno se encuentra con un Perón quizás más vulnerable en lo afectivo, en esta vinculación que tiene con Eva, vive enamorándose en toda la película, Así que es un Perón desconocido, incluso para nosotros los argentinos. Si bien la película parte de momentos históricos concretos, nunca hubo una cámara en la intimidad de Juan y Eva. Entonces. el imaginario de la directora, de los actores y de todo el equipo... se ha desplazado intencionalmente de todo lo histórico. Nos hemos ido por otro lado, por suerte. Nos queríamos alejar de la caricatura, de la composición gorda de estos personajes, que son por otro lado tentadores de componerlos, y estoy pluralizando porque ha sido un trabajo muy de equipo. Nos hemos acercado mucho más a la interpretación, a tomar ciertos pensamientos, ciertos comportamientos físicos, internos, sin dibujar demasiado a estos personajes, sino de tratar de bajarlos, de sacarlos del bronce.
- Imagino que cuando a un actor argentino lo llaman para hacer de Perón... no debe responder inmediatamente. No es lo mismo que hacer cualquier otro personaje ¿Le entraron sudores fríos?
Bastantes sudores fríos... Lo que sucedió con esta producción en particular es que tuvimos como un año de trabajo previo. Nos encontramos casi todas las semanas. De manera que llegamos al set habiendo discutido, habiendo sacado todos esos fantasmas, esos miedos... que de la única manera que se pueden sacar es trabajando, intercambiando con tus compañeros, con la directora. Fui venciendo el miedo con el devenir de los ensayos, pero por supuesto cuando te proponen un personaje como Perón, y sobre todo que es en Argentina, no haces de él en otro lugar... Hacer de Perón en la Argentina es como hacer del Obelisco, el monumento fundamental de la capital. Es casi imposible de interpretar. Fue una gran responsabilidad, pero al sacarlo del bronce, al humanizarlo y acercarlo a la gente, al crear este vínculo amoroso, hemos encontrado su propio Perón y la propia Eva... Fue con mucha duda al principio. No estaba convencido de aceptar, pero era una gran oportunidad, un desafío actoral importante. Estar en la cornisa es algo que a los actores nos atrae.
- Y ahora ha tenido la recompensa de un premio de actuación en Huelva...
Sí, creo que hemos llegado a un buen resultado. Estoy muy feliz por lo que ha pasado con la película y mi interpretación. No me interesaba hacer una película partidista, partidaria, que tuviera que ver con el peronismo propiamente dicho. Lo que queremos los que dedicamos al arte es hacer algo para todos, para los "gorilas", como decimos en la Argentina a los opositores, para los peronistas, para los radicales... para la gente, para el público en general. Y esto ha pasado, ha funcionado con cierta crítica opositora al régimen actual, que se han emocionado con la película, y también con los peronistas, que tampoco teníamos seguros, porque hay ciertas oscuridades también de estos personajes. No es solamente la historia de amor... las luces y las oscuridades, los encuentros y desencuentros, la cierta violencia que hay por momentos en esta relación. Se están conociendo. Esto es lo interesante de la etapa que toma esta película, una etapa no conocida ni por el cine ni por la literatura, esto que ocurre después de la tragedia del Terremoto de la provincia de San Juan, en 1944, es un "flash" que tiene Perón con Eva. Y creo que entra por su inteligencia, a pesar de que a él le gustaban las jovencitas. Hubo una gran atracción intelectual. Era una mujer muy inteligente, muy osada, muy lanzada... Y Perón es un lanzado mucho más interno, un estratega... Ella es la que hacía la catarsis. Este encuentro con Eva, el primero que tiene con ella, en el que ella propone hacer determinadas cosas para ayudar a la gente de San Juan, eso fue un "flash" para Juan, y esto es lo interesante de la película, que tratamos la historia de amor, de un hombre y una mujer enamorándose.
- Siempre se habla de una forma diferente de dirigir por parte de las mujeres. ¿Tiene Paula de Luque esa mirada femenina diferente?
Si, creo que sí, es una mirada muy amplia también, porque a veces cuando decimos femenina, feminista o masculina... Pero es la tercera vez que trabajo con Paula de Luque y tiene una sensibilidad diferente, y las tres son historias de amor, casualmente. Ella es una mujer a quien las historias de amor la atraen. Tiene una mirada muy profunda y muy sensible en lo que respecta a los hombres. Y te seduce y te conduce por el camino que ella te quiere llevar... Y te sorprende. Yo hice con ella "El vestido", donde hacía de un hombre muy fragil y muy sensibilizado por el amor. La primera historia ("15 minutos de gloria") también era un triángulo. Siempre se mete en camisa de once varas. No es sencillo pero sí muy atractivo. La mirada de Paula en las historias de amor... creo que es una de las mujeres en la Argentina que puede hablar de ello largo, porque lo sabe hacer muy bien.
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