Fería del Libro de La Habana: El cine también se lee
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Por Frank Padrón
En la 21 Feria Internacional del Libro, clausurada el domingo pasado, tanto el ICAIC –cuya editorial marcha a la vanguardia con más de 20 títulos- como la Escuela de San Antonio de los Baños se han aportado novedades editoriales de las más diversas temáticas en torno a la pantalla grande, con autores tanto noveles como veteranos, tanto del patio como foráneos, a tono con el carácter del evento literario. A ello se suman aportes no menos valiosos procedentes de sellos como Unión (UNEAC) u Oriente, este último de siempre sistemático estimulador de ensayos acerca del cine.
Entrando en materia, y dentro de lo mucho recomendable –imposible reseñar siquiera la tercera parte- hablemos de "Ciudadano Cartel" (Sara Vega, Alicia García, Claudio Sotolongo; Ediciones ICAIC) sobre esa manifestación paratextual en nuestro cine, no sólo mirándose por dentro mediante el lenguaje gráfico, sino revisando desde los inicios tanto cine internacional que desde 1959 se ha exhibido aquí; conocimiento de causa, agudeza, enjundia analítica caracterizan el recorrido por las tres etapas en que los autores han situado la trayectoria del afiche cubano, evaluando momentos de gloria y decadencia y pormenorizando en poéticas y autorías individuales.
Para complementar el vuelo textual, aparece, junto al acertado diseño (imperdonable si así no fuera en una obra como esta) el invaluable tesoro de las reproducciones: el lector almacenará, en este libro, una amplia colección donde se encontrarán algunos de nuestros mejores carteles fílmicos de varias épocas.
La misma editorial del Instituto cubano del cine ofrece "Memorias de Cuba baila", de Dolores Calviño y compilado por Mario Naito. Con un esclarecedor prólogo de Luciano Castillo, contiene no menos lúcidos textos críticos sobre ese film de Julio García Espinosa que fuera el primero en realizar el Instituto (aunque no el primero en estrenar), fotos, testimonios, una biofilmografía del director y, por supuesto, el guión de esta joya de nuestro cine.
El prologuista del título anterior, junto al desaparecido cameraman e investigador Arturo Agramonte, unieron durante años su tenacidad y rigor en el rastreo y la búsqueda, fruto de lo cual nació "Cronología del cine cubano" (1897-1936), desde ya imprescindible material de estudio para cinéfilos ; primer acercamiento de una obra mayor en tres tomos donde se revisa en exhaustividad y pormenorización, con detalles y amplio conocimiento de causa, los interiores, reversos y anversos de nuestra pantalla; particularmente agradecible es este tomo (como lo será el segundo) por abordar y abarcar períodos no suficientemente analizados, y que presenta, como “guinda del pastel”, el agudo prólogo de un maestro: el investigador español Román Gubern.
"Nadie es perfecto" de Rufo Caballero, es una colección de reseñas, entrevistas y artículos publicados en diversos medios (entre ellos, precisamente Juventud Rebelde, uno de los que más amó su autor) por el inolvidable crítico que partiera hace poco más de un año, y donde se evidencia el conocimiento y la gracia escritural de quien sentó un verdadero magisterio en estas lides.
"El cine, décima musa" (compilado por Salvador Arias) es otra muy estimable publicación que revela el papel desempeñado por el séptimo arte , desde sus inicios, en el imaginario del eximio Alejo Carpentier; exhibe una labor investigativa seria y profunda, a la que nos tiene acostumbrados ese estudioso, reuniendo textos redactados por el narrador y periodista durante 30 años desde 1925.
Me refería también a libros escritos por autores no cubanos, entre los cuales resalta "Teoría transcultural de las artes visuales", ensayo valiosísimo del célebre teórico argentino Adolfo Colombres, que revisa los viejos conceptos en torno a la estética como categoría e intenta dar a la visualidad una dimensión autónoma; polémico y sugerente, es uno de los títulos de lujo en esta feria.
Entonces, complementando una política cultural que privilegia el séptimo arte –con la conocida y cada vez más creciente variedad en nuestra salas de exhibición y en la TV- aquí tenemos las herramientas que se necesitan para estudiarlo, apre(h)enderlo y conocerlo mucho mejor.
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En la 21 Feria Internacional del Libro, clausurada el domingo pasado, tanto el ICAIC –cuya editorial marcha a la vanguardia con más de 20 títulos- como la Escuela de San Antonio de los Baños se han aportado novedades editoriales de las más diversas temáticas en torno a la pantalla grande, con autores tanto noveles como veteranos, tanto del patio como foráneos, a tono con el carácter del evento literario. A ello se suman aportes no menos valiosos procedentes de sellos como Unión (UNEAC) u Oriente, este último de siempre sistemático estimulador de ensayos acerca del cine.
Entrando en materia, y dentro de lo mucho recomendable –imposible reseñar siquiera la tercera parte- hablemos de "Ciudadano Cartel" (Sara Vega, Alicia García, Claudio Sotolongo; Ediciones ICAIC) sobre esa manifestación paratextual en nuestro cine, no sólo mirándose por dentro mediante el lenguaje gráfico, sino revisando desde los inicios tanto cine internacional que desde 1959 se ha exhibido aquí; conocimiento de causa, agudeza, enjundia analítica caracterizan el recorrido por las tres etapas en que los autores han situado la trayectoria del afiche cubano, evaluando momentos de gloria y decadencia y pormenorizando en poéticas y autorías individuales.
Para complementar el vuelo textual, aparece, junto al acertado diseño (imperdonable si así no fuera en una obra como esta) el invaluable tesoro de las reproducciones: el lector almacenará, en este libro, una amplia colección donde se encontrarán algunos de nuestros mejores carteles fílmicos de varias épocas.
La misma editorial del Instituto cubano del cine ofrece "Memorias de Cuba baila", de Dolores Calviño y compilado por Mario Naito. Con un esclarecedor prólogo de Luciano Castillo, contiene no menos lúcidos textos críticos sobre ese film de Julio García Espinosa que fuera el primero en realizar el Instituto (aunque no el primero en estrenar), fotos, testimonios, una biofilmografía del director y, por supuesto, el guión de esta joya de nuestro cine.
El prologuista del título anterior, junto al desaparecido cameraman e investigador Arturo Agramonte, unieron durante años su tenacidad y rigor en el rastreo y la búsqueda, fruto de lo cual nació "Cronología del cine cubano" (1897-1936), desde ya imprescindible material de estudio para cinéfilos ; primer acercamiento de una obra mayor en tres tomos donde se revisa en exhaustividad y pormenorización, con detalles y amplio conocimiento de causa, los interiores, reversos y anversos de nuestra pantalla; particularmente agradecible es este tomo (como lo será el segundo) por abordar y abarcar períodos no suficientemente analizados, y que presenta, como “guinda del pastel”, el agudo prólogo de un maestro: el investigador español Román Gubern.
"Nadie es perfecto" de Rufo Caballero, es una colección de reseñas, entrevistas y artículos publicados en diversos medios (entre ellos, precisamente Juventud Rebelde, uno de los que más amó su autor) por el inolvidable crítico que partiera hace poco más de un año, y donde se evidencia el conocimiento y la gracia escritural de quien sentó un verdadero magisterio en estas lides.
"El cine, décima musa" (compilado por Salvador Arias) es otra muy estimable publicación que revela el papel desempeñado por el séptimo arte , desde sus inicios, en el imaginario del eximio Alejo Carpentier; exhibe una labor investigativa seria y profunda, a la que nos tiene acostumbrados ese estudioso, reuniendo textos redactados por el narrador y periodista durante 30 años desde 1925.
Me refería también a libros escritos por autores no cubanos, entre los cuales resalta "Teoría transcultural de las artes visuales", ensayo valiosísimo del célebre teórico argentino Adolfo Colombres, que revisa los viejos conceptos en torno a la estética como categoría e intenta dar a la visualidad una dimensión autónoma; polémico y sugerente, es uno de los títulos de lujo en esta feria.
Entonces, complementando una política cultural que privilegia el séptimo arte –con la conocida y cada vez más creciente variedad en nuestra salas de exhibición y en la TV- aquí tenemos las herramientas que se necesitan para estudiarlo, apre(h)enderlo y conocerlo mucho mejor.
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