Gabriel Retes: "El problema es que no hay salas para el cine mexicano"

por © CineSecuencias-NOTICINE.com
'Nuevo mundo'
El Festival de Guadalajara ha dedicado un homenaje al cineasta, productor y actor Gabriel Retes, un creador de dilatada trayectoria cuya vida daría para una película tanto o más interesante que la mayoría de las que ha dirigido. Entre sus cintas más conocidas están "El bulto", "Bienvenido-Welcome",  "Un dulce olor a muerte", "@Festivbercine.ron", o "Arresto domiciliario". La publicación del IMCINE CineSecuencias habló con el cineasta mexicano.

- ¿Cómo se siente con el homenaje que le brinda el FICG?
Me siento muy honrado, preferiría que no se dijera homenaje sino reconocimiento a una carrera y a unas buenas décadas de ofrecer mi oficio. Estoy feliz como siempre en Guadalajara, a la gente de allá que ve mis películas le gustan y yo quiero a los espectadores. Este año se va a presentar un libro sobre mi vida y obra escrito por Eduardo de la Vega Alfaro, voy a dar una "master class", estreno una obra de teatro, y tengo dos películas en puerta, una, "Deuda saldada", la aceptaron en el Encuentro Iberoamericano de Coproducción del Festival y la otra la voy a hacer con Videocine, se llama "Afín del cine" y va a cerrar un ciclo de mi relación con el séptimo arte.

- En perspectiva ¿cómo ve su carrera cinematográfica?
Uno llega, hace una película, después otra y otra y cuando se da cuenta ya tiene una carrera, obviamente no me lo había propuesto pero es lo que más me gusta hacer en este mundo.

- Revisando sus comienzos, vemos que era una cuestión de tiempo el que se dedicara a las artes escénicas pues creció en un ambiente artístico, pero en algún momento ¿quiso hacer algo diferente  a esto?
Yo no tuve problemas vocacionales, nací en el teatro, estudié Letras Españolas, me orienté a hacer obras de teatro y luego cine, más adelante hice una mezcla de ambas.

- En "Bienvenido-Welcome" uno de los personajes que usted interpreta afirma: “el cine es mi vida”, ¿esta frase se puede aplicar a Gabriel Retes?

Absolutamente, y eso se lo aprendí, de alguna manera, de Emilio García Riera, gran historiador de cine de este país; él se cuestionaba si el cine le copiaba a la vida o viceversa, en muchas ocasiones lo recuerdo para situarme.

- Sobre sus películas, resalta el hecho de que ha filmado historias en diversos géneros ¿hay alguno que prefiera más que otro?

No particularmente, yo me considero un cineasta sin estilo, en mi caso, éste lo imponen la temática y las historias, ellas tienen vida propia; para mi, hacer cine es una necesidad vital, en un momento dado la película me pide: “hazme, fílmame, realízame” y yo sólo sigo sus instrucciones, por eso son tan diferentes la una de la otra, seguramente deben tener similitudes pero yo no me doy cuenta de ellas.

- Las mujeres y la familia juegan un papel importante en su cine, como en "Mujeres salvajes" y "Arresto domiciliario"…
Eso sí se puede ver en mis películas, hay una fuerza en mis personajes femeninos, un liderazgo. Y, de lo segundo puedo decir que me criaron muy bien, tuve una buena familia, muy amorosa, y creo que eso se traslada a mi obra.

- Y destaca la presencia de referencia literarias en sus cintas...
Es que son parte de nuestra contemporaneidad y tienen que estar reflejadas; una parte de mi cine sí se ha dirigido a una clase media cultivada, en las que hay cuadros en las paredes, libros, diálogos intelectuales.

- En sus películas también se advierte el tema de los cambios radicales, pienso en "Nuevo Mundo" y en "El bulto".
Coincido, también en "Bienvenido-Welcome" existe ese nuevo orden, esa entrada del tercer director.

- Sobre "El bulto", se ha dicho que es una referencia para la exitosa película alemana Goodbye-Lenin! ¿qué nos puede decir de esto?
Sí, de hecho Lourdes (Elizarrarás, actriz y compañera del cineasta) se encontró al director, Wolfgang Becker, en un festival en Sao Paulo y él le dijo que sí había visto "El bulto".

- Aparte de los homenajes, ¿Cómo se siente reconocido en México y el extranjero?
Yo no soy un buen ejemplo del dicho “Nadie es profeta en su tierra”, de mis películas, las que funcionaron bien aquí funcionaron bien afuera. Guadalajara para mi es clave porque desde "El bulto" para acá, todas se han estrenado en el festival y de ahí han brincado a las salas de cine del país y a festivales internacionales.

- ¿Qué piensa de su colaboración con otros directores de cine?
Tengo buena relación con ellos y eso se demuestra en el hecho de que me han invitado a participar en sus películas, desde "Bajo California, el límite del tiempo" (Carlos Bolado) hasta "Piedras verdes" (Ángel Flores) y "El cometa" (Marisa Sistach), pero los directores no me han incluido en su repartos porque yo sea el director de "El bulto" y de "Bienvenido-Welcome", sino porque soy el actor de esas películas, me considero un buen actor de cine y creo que es un reconocimiento a esa parte de mi quehacer.

- Hablando de actores ¿a quién le gustaría dirigir de los que aún no lo ha hecho?
Hay muchos, pero he trabajado con los buenos: una de las primeras películas para Damián Alcázar y Luis Felipe Tovar fue "La ciudad al desnudo"; con Diana Bracho trabajé en "Chin chin, el teporocho"; a Demián Bichir, Gabriela Roel, Roberto Sosa y Jesús Ochoa los dirigí en teatro en "Trainspotting". Y de los jóvenes, Osvaldo Benavides y Martín Altomaro se me hacen espléndidos actores.

- ¿En qué faceta se siente mejor de todas las que ha desempeñado en su carrera profesional?

Me encanta trabajar nada más como actor porque estudio mucho, llego con mis diálogos aprendidos y me siento en la silla para ver correr a los demás, los problemas son de otros; como director los problemas son míos pero he de decir que me siento muy cómodo en ambas posiciones porque me permiten estar donde más me gusta, en un set.

- Usted es dueño de los derechos de varias de sus películas, ¿aconseja hacer esto a los cineastas?
En la medida de lo posible sí, hacia allá vamos, muchos creadores se están dando cuenta que una película incomprendida en el presente puede ser valorada tiempo después. A mi me pasó con "Nuevo Mundo" que estuvo guardada casi veinte años, tras los cuales, fue invitada a una sección paralela del festival de Montreal, en esa ocasión "El bulto" estaba en la competencia y "Nuevo Mundo", entre otras 800 películas, ganó el tercer lugar del Premio del Público.

- ¿Cómo fue la censura que sufrió "Nuevo Mundo"?

Nunca hubo un oficio u orden pero la película “le reventó el hígado” a Margarita López Portillo (Directora de Radio, Televisión y Cinematografía en el sexenio de José López Portillo) y la vetó, yo alegué y finalmente la estrenaron un jueves en tres salas, para el siguiente domingo la película ya no estaba en cartelera, me quitaron los argumentos para reclamar. La censura tiene mil maneras de manifestarse, ahora es lamentable ver que la participación del cine mexicano en salas de cine no llega al 10 por ciento.

- Entre otros retos, usted fue uno de los que promovió la creación del IMCINE, háblenos de esa experiencia...

He tenido la suerte de ser testigo y parte de muchos acontecimientos. La fundación del IMCINE se hizo en casa de (José) “Perro” Estrada con Alberto Isaac, Jaime Casillas, Jorge Fons, Felipe Cazals, Sergio Olhovich, dos más y yo. Había una buena voluntad política de parte del presidente Miguel de la Madrid y “El Perro” hizo que esta iniciativa se llevara también al radio y la televisión, así fue que nacieron los tres institutos: el IMCINE, IMER e Imevisión (hoy desaparecido).

- ¿Cómo ve el cine mexicano que se está haciendo en México?
Como en todas las cinematografías hay cosas buenas, malas y regulares. No tiene caso hablar de Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu que están demostrando su calidad día con día en el extranjero. En México se está haciendo muy buen cine pero el problema es que no tenemos las pantallas suficientes para que éste sea vea, ese es el problema capital del cine mexicano, la falta de exhibición. Lo que se requiere es una nueva legislación, si no, vamos a seguir “fritos”. ¿Cuántas películas chilenas, argentinas y brasileñas se hicieron el año pasado? ¿y cuántas de ellas han llegado a los cines mexicanos?. Esa es nuestra batalla, la del derecho a ver un cine en nuestro idioma, sin subtítulos y eso requiere una legislación en la que se considere el valor cultural de nuestro idioma. Es increíble que exista una comunidad europea y todavía no haya una iberoamericana, somos más de 500 millones de hispanoparlantes y no hemos logrado puntos de unión, no sólo a nivel cultural sino comercial. Esto es grave, en el Festival de Guadalajara va a haber más de mil películas en las diferentes secciones, aproximadamente 800 producidas en los dos últimos años pero ¿cuántas de ellas han llegado a las pantallas?. Eso quiere decir que algo está desproporcionado.

- Desde su perspectiva ¿hacia donde se debe dirigir el cine mexicano?

Hacia la pluralidad, la peor película es la que no se hace porque el cine representa la memoria colectiva de los pueblos.

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