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Una invasión extraterrestre en la que no se asoma la piel verde de ningún alienígena ni en un solo fotograma. Así es la nueva película de Nacho Vigalondo, "Extraterrestre", film ya mostrado en Toronto, San Sebastián y Sitges, que según el propio director podría catalogarse como el choque de dos géneros. "No es ni una comedia romántica ni una película de ciencia ficción. La posibilidad de juntar ambos géneros en una misma cinta fue lo que me animó a hacerla". El cineasta cántabro da más detalle sobre su forma de hacer cine en esta entrevista con Cineuropa:

- ¿De dónde surge la idea de "Extraterrestre", de la serie "V", de Hitchcock, de Woody Allen, de "Independence Day"...?
No renegaría de ninguna de esas influencias y si todos esos elementos confluyen en un punto es precisamente el que me interesa, esa colisión entre géneros, tendencias y autores que aparentemente no tienen nada que ver entre sí. Me gusta pensar que si Woody Allen hiciese una película con extraterrestres le quedase algo parecido a esto. Hace tiempo escribí una secuencia, que no llegué a rodar, en la que Julia y Julio, los protagonistas, se conocen, están borrachos y el enamoramiento es tan repentino y salvaje que les da igual que haya luces extrañas en el cielo. Ésa fue la mecha que prendió el resto del guión.

- Esta película, con pocos escenarios y actores, ha sido más bien barata, ¿no?
Sí, ha costado menos de un millón de euros. Desde la escritura del guión supe que tenía que ser pequeña y ágil, no en el sentido de resultado, sino en el proceso. Todo lo que transcurre en el piso y alrededores se rodó en tres semanas y, luego, en varios fines de semanas.

- Asume entonces ser un especialista en el "low-cost cinema", algo que viene bien en este momento...
Sí, esta época se está especializando en el bajo coste. Y yo, como hijo de mi tiempo, estoy siendo coherente con lo que está sucediendo. Tengo la suerte de sentirme cómodo desarrollando tramas dentro de márgenes estrechos, de espacio y tiempo. Me gustan las historias confinadas, prometer al espectador que no contaremos con más personajes, que no saldremos de una localización o que transcurrirá en tiempo real. Ese tipo de propuestas despiden una energía que, como espectador, me ha gustado siempre.

- En sus películas, cortas y largas, trata de las tonterías que podemos llegar a hacer por amor: es un filón inagotable...
El amor alude a la dimensión más intima de cada uno de nosotros y, a la vez, es algo universal que todo el mundo entiende. Así, el amor me interesa tanto como tema y como herramienta, porque no sé hasta qué punto en "Extraterrestre" la mentira es una herramienta y el amor el tema de fondo, o al revés.

- "Extraterrestre" se ha visto, entre otros, en los festivales de Toronto, San Sebastián y Sitges. ¿Se entiende su humor igual en todas partes?
Las diferencias no se dan entre países, sino entre sesión y sesión. Existe toda una ciencia por desarrollar sobre por qué en un pase se ríen en un momento o en otro. El de Toronto fue más explosivo que en el de Donostia. Yo trabajo el guion sin depender de complicidades con el público, no acotando así el film al español. Intenté que fuera un humor basado en situaciones, que se desprendiera de la interacción de los personajes.

- En su cine impera la ironía. ¿No es arriesgado?
Prefiero hacer un humor que sólo entienda una de cada dos personas, si a aquélla le hace el doble de gracia. Considero que la única forma de que le gustes a todo el mundo consiste en que no le parezcas memorable a nadie. En ese sentido merece la pena cuidar a un espectador, a costa de sacrificar a otro. Ahí está el juego y la aventura. Prefiero que mis películas generen discusión, a la alabanza sin más: más exquisito que alguien hable de tu película, es ver a dos personas pegándose por ella.

- Usted concibe sus films como algo global, mezclando en la promoción internet, publicidad viral, juegos, etc... ¿No va el cine español algo lento en este aspecto del "transmedia"?
No justifico a la gente que se baja ilegalmente cine, pero hay que adecuarse a la demanda y ofrecer las cosas tan rápidamente como la gente quiera verlas. Ésa es la forma inteligente de operar. Yo he usado las herramientas que he tenido a mano. Por ejemplo, creamos un juego para internet con "Los cronocrimenes" porque no teniamos acceso a otras campañas más costosas, como la televisión. Con "Extraterrestre" hacemos un concurso de avistamiento de ovnis, donde tendrán cabida desde los efectos especiales de vanguardia hasta los platos colgados de un cordel. Todo será bienvenido, incluso los platillos volantes reales, je, je, je...

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