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Por Miren Edurne Sarriegui

El argentino Pablo Bucca estrena esta semana en el país su opera prima, "Una mujer sucede" (2011), que él mismo ha realizado y adaptado a partir de la novela del mismo nombre del escritor Luis Lozano, bolivariense como él. Bucca obtuvo del autor del libro plena libertad para adaptar la obra al lenguaje cinematográfico, con discutible resultado. La película se filmó casi en su totalidad en Bolívar, salvo por algunas escenas que se realizaron en la ciudad de Buenos Aires.

La acción se desarrolla durante una noche lluviosa y desapacible mientras tiene lugar el velatorio de una mujer desconocida (Viviana Saccone) que ese mismo día se desplomó muerta en la plaza del pueblo. No concurren ni amigos ni parientes, sin embargo ante el féretro se encuentran por distintas razones tres hombres (Eduardo Blanco, Alejandro Awada y Oscar Alegre) que no se conocen entre si pero que dicen haber conocido a la mujer, incluso íntimamente.

A lo largo de la noche, entre rondas de mate y un improbable juego de cartas que se desarrolla sobre el cuerpo de la mujer, los tres van relatando sus respectivas historias. Sorprenden al referirse a ella con diferentes nombres y describir en sus respectivos relatos a tres mujeres absolutamente disímiles, en las que el trío de hombres han personificado sus anhelos, sueños y esperanzas.

El desarrollo de la trama invita al espectador a elaborar su propia teoría acerca de la identidad de la misteriosa y supuestamente poliédrica mujer, sin embargo el final nos deja insatisfechos por la ausencia de un remate que articule las historias y dé sentido a un guion que en principio se veía provisto de cierta originalidad.

Lo más remarcable de "Una mujer sucede" es el trabajo de excelentes actores destacándose el de Viviana Saccone.

Como síntesis, sólo la recomendamos si tiene una tarde sin un buen programa y mucho tiempo libre.