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El actor argentino-español Ernesto Alterio, perteneciente a una saga familiar de grandes intérpretes, junto a su padre Héctor y su hermana Malena, es el principal protagonista masculino adulto de "Infancia clandestina", la cinta de Benjamín Avila que representa a la Argentina en los Oscars y los Goya, y esta semana de estreno en España. En charla exclusiva con NOTICINE.com, el también protagonista de "Los años bárbaros", "El otro lado de la cama" o "Días de fútbol", comparte esta experiencia peculiar de ser dirigido por el protagonista real de la historia narrada.

- Hábleme del personaje que interpreta.
Es el tio Beto, así se llama, y si la película entre otras cosas cuenta el tránsito de un niño de la niñez a la adolescencia, el despertar al amor y a la sexualidad, siento que a esas edades uno puede apoyarse más en el tío que en la figura de los padres, porque da cierto pudor compartir esas cosas. Por tanto mi personaje  es muy importante en ese tránsito. Beto es muy luminoso en medio de una historia bastante oscura, alguien muy conectado con la vida y con gran capacidad de transmitir fuerza y alegría... Un personaje muy rico este que me ha tocado interpretar.

- No es corriente ser dirigido por alguien que está haciendo, aunque sea en parte una película sobre su propia vida...
La verdad es que sí. Ha sido muy fuerte. Nunca me ha pasado esto de trabajar con un director como Benjamín, que además llevaba físicamente la cámara, así que yo podía sentir su proximidad, cómo vibraba a medida que iban pasando las escenas. Nunca había sentido algo semejante con un director que se estaba sacando algo de dentro y lo ponía ahí. Eso me generó un sentimiento de responsabilidad por estar a la altura de su entrega y generosidad. Creo que para todos los que hemos participado en la película ha sido una experiencia muy, muy, especial. También Benjamín, al transmitirnos su manera de vincularse con esta historia nos puso en un lugar de tener que sacar algo de adentro. Hemos puesto el corazón todos los que hemos participado...

- ¿Eso hizo que le resultara más difícil asumir ese papel?
No pasé por una dificultad primero porque no es una película biográfica sino basada en su historia, o sea una ficción, por ejemplo el personaje que yo hago no existió realmente. Y Benjamín hace todo esto muy fácil. Es su propia historia pero la elaborado y la puede contar, y es luminosa y creo que conciliadora, tiene una condición sanadora, por tanto fue muy placentero dentro de ser una experiencia con mucha densidad.

- No se si en Argentina pasa como en España que hay cierto público cansado de repetir temáticas sobre épocas convulsas que han inspirado ya muchas películas...
Es cierto que existe en Argentina, como aquí en España, ese sentimiento de "otra película sobre la dictadura, o sobre la Guerra Civil", pero esta película no apela a las ideas. En Argentina decimos "bajada de línea"... No es dogmática, apela directamente a las emociones no a las ideas, entonces genera algo muy poderoso... y novedoso también. Por eso la reacción en Argentina ha sido muy fuerte, espectacular a nivel de críticas, y el público también la apoyó. Por otro lado, no sólo allí, sino también en Cannes generó algo muy fuerte, pese a ser un público internacional, no exactamente consciente de la época y su historia.

- "Infancia clandestina" es la candidata argentina al Oscar. ¿Cree que tiene posibilidades de repetir el premio que tuvo en su día "La historia oficial", otra cinta sobre la dictadura dirigida precisamente por Luis Puenzo, el productor de "Infancia..."?
La selección fue acorde con la ley del universo (ríe), si queremos colaborar con el buen fluir de la humanidad... Ya durante el rodaje, tanto Benjamín como Luis Puenzo, el productor, fantaseaban con que como el protagonista es un niño que tiene una hermana pequeña, y si sigues la cronología en la ficción, esa niña podía ser la protagonista de "La historia oficial", o sea como si esta película fuera su precuela. Siento que "La historia oficial" fue la voz de Luis Puenzo en un momento y esta es la voz de Benjamín, de otra generación, que es también la mía, y que se empieza a manifestar y a decir cosas sobre lo que le pasó a nuestra generación en ese momento.