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Por Juan Pablo Russo

El cine ecuatoriano, del que mucho no se sabe por estos lados del continente, está creciendo de manera considerable tanto en cantidad como en calidad. Estrenada hace unos meses en su país, "La llamada" (2012), de David Nieto Wenzell, ha llegado a los cines argentinos de manera casi secreta, cómo si por alguna razón desconocida se quisiera ocultar su estreno local. Una pena, porque al menos es una opción para acercarse a una cinematografía casi desconocida con un resultado final más que satisfactorio.

En "La llamada" (que nada tiene que ver con la saga de films de terror), Aurora (Anahí Hoeneisen) es una joven mujer separada, con un hijo de 14 años, que trabaja de publicista. El último día de clases recibe una llamada, del colegio al que asiste el adolescente, para informarle que debe presentarse de manera urgente ya que el muchacho será expulsado por haber cometido una falta grave. A partir de ese instante, la trama seguirá a Aurora y focalizará sobre todas las vicisitudes que deberá atravesar hasta poder llegar al colegio. Problemas diarios de una mujer separada que debe hacerse cargo de su vida y también la de todos los demás.

David Nieto Wenzell construye una historia en tiempo real sobre la incomunicación pese a que sus personajes viven comunicados por la tecnología. Aurora y su hijo, Aurora y su madre, Aurora y su hermana, Aurora y su ex, Aurora y su socia, son relaciones que pese a tener un contacto virtual permanente carecen de cercanía personal. Todos hablan con todos pero nadie escucha. Y ése es el nudo de la trama que el realizador va mostrando a través de una situación desencadenante - como lo es la famosa llamada que da origen al título-, pero que termina siendo una excusa para meterse en la vida de una persona que trabaja, es madre, hija, hermana, amiga y que pese a todo no es nada (o mejor dicho no tiene a nadie).

"La llamada" es un ensayo sobre la vida moderna, las obsesiones, los miedos, las adicciones y como pese a estar cada día más conectados hay cada vez menos contacto físico e incomunicación. ¿Cuánto hacía que Aurora y su hijo no se abrazaban como lo hacen en uno de los planos finales? Escena que resuelve la hipótesis inicial que plantea la trama.

Pese a no tener una gran industria audiovisual –cuatro películas locales se estrenaron en Ecuador en 2012-, "La llamada" es una propuesta interesante para acercarse a nuevas cinematografías. Un film que maneja el drama y la comedia casi al unísono para dar como resultado un thriller sobre la vida cotidiana y la mala comunicación.