Bárbara Sarasola-Day habla sobre su opera prima, "Deshora"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
La directora Bárbara Sarasola-Day, descendiente de vascos afincados en la Argentina, participa en el apartado competitivo del Festival de Cartagena de Indias con su opera prima, "Deshora", cinta estrenada mundialmente apenas unos días antes en la Berlinale. Protagonizada por Luis Ziembrowski, Alejandro Buitrago y María Ucedo, "Deshora" es fruto -confiesa en entrevista exclusiva con NOTICINE.com- de su doble atracción: hacia el universo masculino y hacia los pensamientos más íntimos, que se ocultan a los demás. Admiradora de Lucrecia Martel, Sarasola-Day, había escrito y dirigido varios cortos, además de trabajar desde hace más de una década como ayudante de producción y asistente de dirección en films argentinos como "Hermanas", "Derecho de familia" o "Razones para no enamorarse", antes de lanzarse a la realización de este primer largo.
- ¿Qué cuenta "Deshora"?
Es la historia de Ernesto y Elena, un matrimonio que vive en una plantación de tabaco en Salta, al noroeste de Argentina. Llevan casados varios años, están alrededor de los cuarenta y algo, y llevan tiempo queriendo tener un hijo. La acción arranca cuando un primo lejano de Elena, al que apenas conoce, es enviado contra su voluntad a esta finca al salir de una rehabilitación. Este matrimonio está en una situación delicada, desencantados y obsesionados con la idea de ampliar la familia, y Joaquín viene a traer un poco de oxigeno y a la vez ayuda a que salgan a la luz problemas o cuestiones de las que no se habla. Para Elena la presencia de su prima va a ser una excusa para reinventarse como mujer, sentirse mirada otra vez, y entre los dos hombres empieza a nacer una amistad entre riñas de gallos y cacerías. Se va formando una suerte de triangulo de deseo, y... bueno... es una parte del deseo que es bastante compleja y puede llevar a una profunda violencia.
- Sorprende la elección de un tema, la homosexualidad reprimida entre hombres, para el debut de una directora mujer...
En realidad me interesa la intimidad, como tema, no la homosexualidad. Para mí la intimidad es algo que tiene unas fronteras muy frágiles, algo que redefinimos todo el tiempo, y bastante movible según quien esté frente a nosotros, qué mostramos y reservamos como secreto. En esa parte secreta de la intimidad que solo nosotros conocemos y casi no podemos nombrar habitan muchos sentimientos. El de deseo es uno, y también hay deseos inconfesables ahí, y el tabú. Y me interesaba abordar el asunto desde el tabú. Por eso la historia de dos hombres en un contexto machista, a veces homofóbico, para contar esta historia donde el juicio o la mirada de los otros tiene a veces un peso muy fuerte y puede llevar a reacciones irracionales.
- Mi pregunta anterior tenía que ver con el hecho de que la mayoría de las cineastas mujeres abordan temas relacionadas más con lo femenino que con lo masculino...
El universo masculino es algo que siempre me fascinó. Las prácticas, todo esos ritos que reservan para sí. Yo crecí cerca de muchos primos varones y siempre me divertían sus juegos. Me llamó la atención, quizás porque había muchas prácticas a las que yo no he tenido acceso, así que he puesto mucho la mirada sobre eso. Para una primera película, abordar un universo que me es un poco más ajeno era para mí un desafío. También creo que el universo masculino en general es de lo más representado en el cine, pero de lo que hay mucho menos es la mirada de una mujer sobre ese mundo. Y eso me interesaba, porque a la inversa es completamente diferente. Hay un montón de directores hombres que abordan la temática femenina. Quizás no debería ser tan extraño, sino más natural.
- ¿Algún proyecto nuevo en perspectiva?
Sí, estoy trabajando en un guión. Todavía está un poco verde. Es una historia a la que llevo dándole vueltas hace tiempo, que transcurre en la frontera. Creo que también la haré en Salta, me gusta filmar ahí. Será una historia de hombres y mujeres. Para mí lo personal, por lo menos en esta película, pasa por el contexto. Quizás el vínculo más fuerte de esta historia es ese contexto. Elegí lugares como en los que crecí, la misma clase social de la que provengo... Creo que el vínculo pasa por ahí.
- ¿Cómo le resultó la experiencia de estrenar mundialmente "Deshora" en el Festival de Berlín?
Maravillosa. Es un festival increible, con una organización genial, un montón de películas... También es un punto de encuentro. Conocí a un montón de directores, productores, de todas partes. Es un festival en el que el público estaba ahí presente, muy abierto. Después de las proyecciones la gente preguntaba y había esa posibilidad de poder conversar sobre las películas. Y eso me parece fascinante, sobre todo para mí, que es mi primera película. Ver que comentarios hay... fue interesantísimo.
- ¿Qué cuenta "Deshora"?
Es la historia de Ernesto y Elena, un matrimonio que vive en una plantación de tabaco en Salta, al noroeste de Argentina. Llevan casados varios años, están alrededor de los cuarenta y algo, y llevan tiempo queriendo tener un hijo. La acción arranca cuando un primo lejano de Elena, al que apenas conoce, es enviado contra su voluntad a esta finca al salir de una rehabilitación. Este matrimonio está en una situación delicada, desencantados y obsesionados con la idea de ampliar la familia, y Joaquín viene a traer un poco de oxigeno y a la vez ayuda a que salgan a la luz problemas o cuestiones de las que no se habla. Para Elena la presencia de su prima va a ser una excusa para reinventarse como mujer, sentirse mirada otra vez, y entre los dos hombres empieza a nacer una amistad entre riñas de gallos y cacerías. Se va formando una suerte de triangulo de deseo, y... bueno... es una parte del deseo que es bastante compleja y puede llevar a una profunda violencia.
- Sorprende la elección de un tema, la homosexualidad reprimida entre hombres, para el debut de una directora mujer...
En realidad me interesa la intimidad, como tema, no la homosexualidad. Para mí la intimidad es algo que tiene unas fronteras muy frágiles, algo que redefinimos todo el tiempo, y bastante movible según quien esté frente a nosotros, qué mostramos y reservamos como secreto. En esa parte secreta de la intimidad que solo nosotros conocemos y casi no podemos nombrar habitan muchos sentimientos. El de deseo es uno, y también hay deseos inconfesables ahí, y el tabú. Y me interesaba abordar el asunto desde el tabú. Por eso la historia de dos hombres en un contexto machista, a veces homofóbico, para contar esta historia donde el juicio o la mirada de los otros tiene a veces un peso muy fuerte y puede llevar a reacciones irracionales.
- Mi pregunta anterior tenía que ver con el hecho de que la mayoría de las cineastas mujeres abordan temas relacionadas más con lo femenino que con lo masculino...
El universo masculino es algo que siempre me fascinó. Las prácticas, todo esos ritos que reservan para sí. Yo crecí cerca de muchos primos varones y siempre me divertían sus juegos. Me llamó la atención, quizás porque había muchas prácticas a las que yo no he tenido acceso, así que he puesto mucho la mirada sobre eso. Para una primera película, abordar un universo que me es un poco más ajeno era para mí un desafío. También creo que el universo masculino en general es de lo más representado en el cine, pero de lo que hay mucho menos es la mirada de una mujer sobre ese mundo. Y eso me interesaba, porque a la inversa es completamente diferente. Hay un montón de directores hombres que abordan la temática femenina. Quizás no debería ser tan extraño, sino más natural.
- ¿Algún proyecto nuevo en perspectiva?
Sí, estoy trabajando en un guión. Todavía está un poco verde. Es una historia a la que llevo dándole vueltas hace tiempo, que transcurre en la frontera. Creo que también la haré en Salta, me gusta filmar ahí. Será una historia de hombres y mujeres. Para mí lo personal, por lo menos en esta película, pasa por el contexto. Quizás el vínculo más fuerte de esta historia es ese contexto. Elegí lugares como en los que crecí, la misma clase social de la que provengo... Creo que el vínculo pasa por ahí.
- ¿Cómo le resultó la experiencia de estrenar mundialmente "Deshora" en el Festival de Berlín?
Maravillosa. Es un festival increible, con una organización genial, un montón de películas... También es un punto de encuentro. Conocí a un montón de directores, productores, de todas partes. Es un festival en el que el público estaba ahí presente, muy abierto. Después de las proyecciones la gente preguntaba y había esa posibilidad de poder conversar sobre las películas. Y eso me parece fascinante, sobre todo para mí, que es mi primera película. Ver que comentarios hay... fue interesantísimo.